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domingo, 4 de septiembre de 2016

PRECISIONES SOBRE LA OBRA "EL FRUTO DE LAS PALABRAS INSPIRADAS"


A-s-salamu ‘alaykum :

La verdadera Sabiduría es un océano sin orillas. ¿No dice el Libro Sagrado que si el océano fuera tinta y los árboles cálamos se agotarían antes de poder escribir las Palabras de Allâh, incluso aunque hubiera otro océano como el primero?

Ojeando el libro titulado “El fruto de las palabras inspiradas”, obra del chayj Al Alawi la cual analiza los poemas de Sidi Abu Madian al Gawz de Cantillana (Sevilla), he constatado que de cada frase escrita por el chayj Al Alawi se debería, o se podría en todo caso, hacer un tafisr. Y este tafsir podría convertirse en una de las obras sobre Tasawuf de las más relevantes de la historia. Es tal la profundidad del conocimiento del Chayj al Alawi que su forma de escribir necesita un lector a la altura del escrito, y aunque esto es casi imposible, al menos precisa de alguien quien pueda comprender que sus palabras proceden del mismísimo océano de la Sabiduría divina.

Debemos hacer notar que la traducción es pasable, pero que las notas escritas por Juan José González, de quien conozco su mentalidad, son nefastas; de un corte perennialista guenoniano que convierte en totalmente desaconsejable leerlas o prestarlas cualquier atención.

En cuanto al texto del chayj al Alawi se refiere.


Ya en la introducción, en las primeras frases, el lector encuentra el primer escollo; veamos pues esas frases:
En el Nombre de Allâh, el Todo Misericordioso, el que Manifiesta Su Misericordia.
Ahmad Ibn Mustafa Al-Alawi, tras invocar el Nombre de Allâh y refugiarse en el Nombrado, con plena convicción de este testimonio de Fe:
Alabado sea Aquel que mostró la Inmensidad de Su Esencia con Su Omnipotencia y Su Decreto sin que le afecten las manifestaciones de Sus Atributos por Su Saber y su Omnisciencia. El es el Primero y el Último, el Exterior y el Interior (57.3) en la tierra y en el cielo, de modo que a quien El ha elegido en Su Presencia le contempla, mientras que el renegado le ignora. Doy testimonio de que no hay divinidad sino Allâh, con un testimonio fruto del desvelamiento y de la certeza que calma el deseo del corazón y sacia su sed


Hasta aquí las dos primeras frases de la introducción del chayj Al Alawi en esta obra. Solamente un análisis (tafsir) estos párrafos, para explicarlos convenientemente, ayudar a digerirlos y desgranarlos, son susceptibles de ocupar algunas páginas; imaginaos pues la obra entera que es más de mil veces más extensa que lo que acabo de exponer.

Si esta obra cae en manos de alguien, y quiere estudiarla como conviene, se vería sobrepasado en el intento, y no llegaría ni siquiera a tener una visión superficial de ella. De ahí la peligrosidad de sacar conclusiones apresuradas de las obras del Tasawuf.
Si quisiéramos resumir mucho la explicación de estos dos párrafos pecaríamos de incautos, pues en cada frase se puede ahondar hasta la saciedad.

Analicemos pues la frase que parece más inaccesible a la comprensión racional y notemos que aún se podría uno extender en aclaraciones sobre la propia explicación:

Alabado sea Aquel que mostró la Inmensidad de Su Esencia con Su Omnipotencia y Su Decreto


El chayj nos dice que Allâh ha mostrado la Inmensidad de Su Esencia a través de Su Omnipotencia y Su Decreto. ¿Qué conclusiones podemos extraer de esto? A simple vista podría parecer que Allâh ha necesitado manifestarse a través de Su Poder y Voluntad; no obstante, sabemos que El no tiene necesidad de nada para mostrarse u ocultarse. Debemos pues entender que Su Omnipotencia y Su Decreto no son herramientas que El deba utilizar para mostrarse a Si Mismo. Ello hay que comprenderlo dirigiéndose antes bien al creado, en este caso al ser humano, que al Creador; comprendiendo por ello que es La Omnipotencia de Allâh la que nos permitirá captar Su Esencia si ello nos ha sido decretado de antemano. Debemos pues comprender esta Omnipotencia y este Decreto, no como un útil de Allâh para manifestarse, sino como una fuerza de la cual necesita el ser humano para conocerle.

¡Que Allâh nos perdone, nos guíe, nos dirija de las tinieblas a la luz y nos otorgue el Firdaws!

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