Finalmente, las prácticas del Pueblo – invocación, reuniones, relacciones familiares, amor fraternal y otros imperativos de la vía, se han extendido de una manera tal que han terminado por provocar la adhesión de casi toda la comunidad. Si deseas darte cuenta de ello, y si las decisiones de los juristas cabales y de los Imams modelos relativas a esta cuestión te interesan, entonces mira bien lo que hay en el margen de la Ra’iyya de a-sh-Sharishi : él ha reunido una tal cantidad de decisiones de los juristas del pasado y más próximos de nosotros en el tiempo que me es imposible el citarlas todas. Y no creas que las gentes a quienes se refiere son juristas marginales o especialmente conocidos por su afiliación al sufismo : Tu dudarias de ellos porque esta escuela te parece dudosa ! De hecho, se trata de auténticos representantes de la escuela del Imam Malik, como por ejemplo Shabrakhiti, como asimismo Yalalu-d-din a-s-Suyuti y sus discípulos ; o aún de la escuela de Abu Hanifa, como por ejemplo Firuzabadi, el autor de Qamus, siendo los hanifitas particularmente numerosos. No te presentaremos sino algunas citas – imagino que ello te bastará.
El autor de Futuhat wa-l-adhwaq relata que el Chayj ‘Abdu-l-Gani a-n-Nabulusi fué interrogado al respecto de las prácticas de los sufis, tales como los círculos del Recuerdo y la invocación en voz alta en las mezquitas y otros lugares. Después de haber criticado a aquellos quienes se oponían a las asambleas del Recuerdo, este último respondió : « Voy a citarte lo que dicen los sabios en sus libros fiables, aceptados y reconocidos por los musulmanes, y voy a informarte de las decisiones propias a las cuatro escuelas jurídicas. Allah es el Señor de la gracia y sus beneficios ! El gran hafid Yalalu-d-Din a-s-Suyuti – que Allah esté satisfecho de él -, especialista del hadiz y uno de los más grandes Imames shafi’itas, ha compuesto al sujeto de la invocación en voz alta una obra titulada « Reflexiones a propósito de la invocación en voz alta ». En este libro el autor responde a la siguiente cuestión : las prácticas de ciertos sufis, reuniones del Recuerdo, invocación en voz alta en las mezquitas, elevación de la voz para recitar el testimonio de fé, son desaconsejadas o no ? Suyuti concluyó que no lo son en absoluto : « Ciertos hadices muestran que es preferible invocar en voz alta y otros en voz baja : se concilian ambos deduciendo que esto depende de las circunstancias y de las personas » El autor continua entonces citando el parecer de los doctores de las diferentes escuelas.
Admitirás probablemente que Suyuti tiene un conocimiento de los principios y de las aplicaciones jurídicas superior al tuyo, así como el gran malikita Shabrakiti – que Allah esté satisfecho de él. Voi, en consecuencia, a citarte sus exposiciones y los consejos que ha emitido. Después de haber alabado a Allah y pedido la gracia para Su Enviado, dice esto : « Las sesiones de invocación que practican estos grandes hombres son bien conocidas : los sabios y juristas asisten a sus reuniones, generación tras generación, desde el tiempo de los antiguos hasta nuestros días. Su estado es lobale, su vía benéfica, y quienquiera que les cause perjuicio se expone a las amenazas enunciadas en la tradición santísima : « Quienquiera perjudica a uno de Mis santos, Yo le declaro la guerra ». Algunos entre ellos no son santos ; pero gracias al amor que profesan a estos últimos, y puesto que ellos siguen su vía, benefician de la protección divina acordada a estos santos. »
Esta cita está extraida de la obra Nusra-n-nabawiyya, quien cita igualmente las palabras siguientes de Firuzabadi : « Es inaceptable el oponerse al Pueblo de manera irreflexiva, debido a su alto nivel de comprehensión y de revelación espiritual. No conocemos de ellos el que hayan prescrito prácticas nefastas para la religión o que hayan prohibido practicar la ablucción, la plegaria o cualquiera de los ritos obligatorios y recomendados del Islam. Sus propósitos son simplemente a veces algo sutiles para ciertas inteligencias.. » Según la Nusra-n-nabawiyya, Firuzabadi decía igualmente : « El Pueblo ha alcanzado estados y grados de ciencia desconocidos. Si las fuentes escritas no hablan de ellos explícitamente, los más grandes sabios, aquellos quienes ponen en práctica su ciencia, no experimentan sin embargo ningún problema en ponerlos en relacción con el Libro y la Tradición, y esto por dos razones : ellos saben extraer de los textos las ciencias que estos contienen, haciéndose a través de ellas una excelente opinión de los Justos.
Desdichadamente, muy pocas gentes poseen la capacidad de abstenerse en criticar los discursos que no comprenden, siendo el ser humano naturalmente apresurado (Alusión a Coran 17-11 y 21-37). Baste con recordar aquí que Abu-l-Abbas Ibn Suraiy, a pesar de su ciencia e inteligencia, criticaba este arte. No obstante, en una ocasión, asistió a una reunión presidida por Abu-l-Qasim al-Yunayd, a fin de comprobar en que consistía la enseñanza de los sufis ; seguidamente a la salida de la misma, respondió a aquellos quienes le preguntaban su opinión : « No comprendo lo que dicen, pero encuentro que su discurso actúa fuertemente en el corazón, que su aspecto exterior testimonia de una espiritualidad real y de una consagración total a Allah, y finalmente, que sus palabras no tienen nada de erróneas… »
Hermano, yo no creo que tus predecesores, entre los sabios de la región de Túnez, hayan obrado como tú. Al contrario, es bien notorio que ellos reverenciaban la escuela del sufismo y veneraban a sus adeptos. Ellos están bien al corriente de la fatwa del Chayj del Islam, Muhammad Biran ; en respuesta a una pregunta relativa a las prácticas de los sufis, este último afirma principalmente que : « esta vía dispone de una cadena de garantes por la cual remonta hasta el transmisor de la Revelación – sobre él la gracia y la paz -, lo que es sin duda conforme a los principios de una religión tan sólidamente establecida como lo es la nuestra ». En el compendio de ciencia del hadiz y la obras que tratan de los fundamentos del derecho, los sabios han mostrado que la noción cadena de garantes es una de las particularidades de esta noble y bendita comunidad ; ahora bien, como hemos dicho, es el Profeta mismo quien constituye su primer eslabón. En esta vía, se practica en particular la invocación en voz alta : nada se opone a ello, como lo muestra el pasaje siguiente de Durr al-mujtar ‘an al-fatwa-l-jayriyya : « es el hadiz mismo quien incita a practicar la invocación en voz alta, conformemente a la siguiente tradición, citada por Bukhari y Muslim : « …, y si él Me invoca en una asmblea, Yo le invoco en otra asamblea mejor »(Muslim, Kitab a-d-dikre 6471).
Hamawi cita igualmente esto del Imam Sha’rani : « Los sabios de ayer y de hoy están de acuerdo sobre el carácter recomendable de la invocación en grupo en las mezquitas o en otros lugares, salvo cuando esto molesta a los que duermen, rezan o recitan el Qur’an… » Este pasaje está extraido de la Nusra-n-nabawiyya, el cual relata el pensamiento de Sha’rani in extenso. Esta opinión y aquellas del mismo orden que han emitido los sabios de Túnez testimonian de su respeto a propósito de los miembros de las cofradías, excepción hecha del comportamiento del Qadi Ibn al-Barra hacia el Imam Shadili – que Allah esté satisfecho de él - , pero esta historia es bien conocida. Dicho de paso, Ibn al-Barra no se oponía al sufismo en sus principios, sino a alguien en particular ; y él sufrió por otra parte las consecuencias que ya conoces. Que Allah nos preserve, así como a los musulmanes, de las críticas malsanas sobre el Islam y los musulmanes !
Seguidamente dices que Malik – que Allah esté satisfecho de él – ha comentado así Su Palabra – exaltado sea - : « Hoy, he perfeccionado vuestra religión…(Corán 5-3) « Las prácticas que, en el día en el cual fué revelado este versículo, no formaban parte del ritual religioso, no forman parte de él hoy en día ; solamente los actos de devoción instaurados por la Ley pueden ser practicados » . Añades seguidamente a esta cita un comentario de tu parecer : « ahora bien, tales reuniones no han sido jamás instauradas por la Ley ; ellas no son pues válidas para adorar a Allah ».
Verdaderamente, no se pueden considerar como científicamente fiables las gentes, quienes como tu, no distinguen el texto original de sus propios comentarios ! A propósito de Ibn Ishaq, alguien preguntó al Imam Ahmad (Ibn Hanbal) – que Allah esté satisfecho de él - : « Aceptas un hadiz del cual Ibn Ishaq es el solo transmisor ?» Ibn Hanbal respondió entonces : « No, por Allah ! A veces le ocurre que relata las palabras de un grupo de algunas personas sin atribuir con precisión a cada uno de ellos las palabras que les son propias. »
Tengo la impresión, de que tu fin, es convencer al lector para imaginarse que las palabras de Malik pretenden señalar a las prácticas de los sufis como siendo una especie de religión nueva. He aquí en verdad la peor de tus difamamciones ! Aún, queriendo sembrar la duda sobre los sufis, te arriesgas en ir muy lejos y poner en duda todas las otras escuelas, ya que tu interpretas el ‘iytihad como una religión adiccional. Allah no quiera que la comunidad de Muhammad se ponga de acuerdo en reemplazar la religión del Islam por alguna otra ! Si solamente hubieras prestado atención al mismo hadiz el cual tu mismo citas : « Debeis seguir mi Tradición y la Tradición de los jalifas bien-guiados quienes vendrán después de mí… » (Ibn Hanbal, Tirmidi, Abu Dawud e Ibn Mayah), hubieras comprehendido que el iytihad de los muytahids forma parte de la Tradicción ; ellos son en efecto « Jalifas sobre la tierra » (Coran 10-14), cuya fidelidad a la Tradición (sunna) es unánimemente reconocida. Hubieras debido al menos considerar que los fundadores de la escuela del sufismo forman parte de los muytahid, formando, su ‘iytihad, parte del Ihsan. Ellos son de esta manera semejantes a Ash’ari en el dominio del Imam, o a Malik y otros fundadores de escuelas jurídicas, en el dominio del Islam, estando la religión constituida en tres dominios, como lo indica el célebre hadiz.
Estas asambleas que celebran los sufis, puesto que parecías mostar dudas a este sujeto, provienen de la Ley revelada (shar’) : lo cual prueban, todos aquellos hadices según los cuales las reuniones del Recuerdo son altamente deseables.
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