Bismi-l-Lahi-r-Rahmani-r-Rahim
Allahumma salli ‘ala sayyidina Muhammadin ‘abdika wa rasulika nabiyyi-l-‘umiyyi wa ‘ala ‘alihi wa sahbihi wa sallim.
Sabeis como critico el progresismo mal-llamado islámico. No creo que deba dar explicaciones de porqué, pues ya han sido dadas en más de una ocasión.
Deseo dejar claro el hecho de que si he criticado, critico y criticaré dicha desviación herética, no es por el placer de creerme mejor y humillar a los otros. NO ! Es por amor.
Por amor a Allah, a Rasul, al din del Islam, a la verdad que éste representa y a los musulmanes de intención sincera, se encuentren donde se encuentren.
En consecuencia de este rechazo del llamado progresismo, mi posición distanciaba mucho de la de Mansur Escudero, mucho no, un abismo.
Ahora bien, en virtud de ese Amor de Allah del cual hablo, no puedo olvidar como fué él quien me casó.
Yo estaba en una posición difícil y el me facilitó las cosas (subhana-l-Lah). Es por ese motivo por lo que, aunque por un lado mi cerebro y mi corazón me dicen que no debo pensar en él en virtud de esa práctica progresista; por otro lado el mismo corazón y el mismo cerebro me dicen que problablemente él no sabía el alcance de aquello lo cual hacía, que estaba mal aconsejado e incluso había fallado en encontrar a un guía verídico.
Todo eso en virtud de que, siendo una persona sensible y agradecida como lo soi, no quiero pensar más en nuestros desencuentros intelectuales y verbales, y sí pedir a Allah, si El así lo quiere, que se acuerde de ese matrimonio difícil el cual él facilitó con la ayuda de Allah.
Nadie debe creer que existe odio en mi corazón, nunca lo ha tenido !, solamente pena de ver a un amigo equivocado, quien, a pesar de todas las diferencias que tenía conmigo, tenía una cosa en común:
LA PUERTA ABIERTA
Mansur siempre tenía la puerta de su casa abierta, al igual que nosotros. Las gentes entran y salen, nadie se vá de vacío, y ello constituye un placer para nosotros, así como sabemos lo era para él.
En una ocasión, mi esposa y yo dormimos en su casa. Mi esposa tuvo una visión donde vió a las gentes del castillo de Almodóvar batiéndose entre ellos y dejando una estela de muerte. Mi esposa dijo a Mansur y a Sabora : - « -Tened cuidado, la puerta de vuestra casa siempre está abierta, recibís a todo el mundo sin mirar de quien se trata y un día va a suceder algo - ». Y ese algo pasó. Precisamente en el primer aniversario de nuestra boda y de la inaguración de webislam. Su esposa murió shahida. Aquella mujer sacrificada y de gran corazón cayó abatida por un loco, probablemente dirigido desde lejos.
Considerando bien este hecho, llegué a la conclusión de que Mansur no podía cerrar la puerta de su casa. Lo sé, pues a mí me pasa lo mismo. Pase lo que pase, la puerta está abierta, y seguirá abierta, para dar de comer a quien no tiene, y para enseñar lo poco que sabemos a aquellos quienes busquen la Verdad.
Cuando me miro a mí mismo y me veo tan poca cosa, me digo : Abdulkarim, que hubieras hecho tú sino tuvieras un chayj a tu lado y una esposa cuya nafs está muerta ?
Entonces, mirando en mi corazón, cuan poca cosa y miserable soi, me digo : Nada, no hubiera hecho nada de provecho. Probablemente mi nafs habría ganado la partida y estaría entre los extraviados.
Gracias Allah, por dejarme tener la puerta de mi casa abierta y por haberte apiadado de mí. Apiádate de aquél quien un día fué amigo mío y, si Tu quieres, ábrele Tu puerta.
Salam
Hermoso comentario. Es mejor tener las puertas abiertas que cerradas, aunque esto implique "riesgos" para los moradores de la casa.
ResponderEliminarSaludos