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martes, 14 de septiembre de 2010

CARTA A MI MADRE AL ANDALUS

Querida madre Al Andalus :

Como bien sabes, hace mucho tiempo que me separé de tí. Tu sabes que no fué por mi voluntad, sino más bien en contra de ella.
Siempre pienso en tí. Te llevo en mi corazón, y hasta he puesto tu nombre a un blog en el que escribo sobre el Islam.
Ahora voy a pasar unos días contigo, junto con mi familia. Ello es motivo para mí de gran júbilo, pues mi viaje hacia tí es un viaje santo. Lo estoi preparando con esmero y amor. Abreme las puertas de tu casa y déjame entrar en sus habitaciones para respirar el aire fresco de tu presencia.

Tus naranjos y azahares, tus olivos milenarios, tu mar azul profundo, tus majestuosas montañas, tus alegres jardines y manantiales. Dónde se podría estar mejor ?. Solamente en dos sitios, madre, en Makka y Madina. Sólo ellas y la mezquita del Quds son más sagradas que tú.
Lo sabes bien, eres la hermana pequeña de las cuatro, pero eres bella y llena de amor.

Ahora, cuando estemos juntos, dile a tu hijo que puede hacer por tí. Sabes que soy agradecido y noble. Así pues, haré por tí lo que esté en mi mano.

En tu última carta me hacías partícipe de tu tristeza porque los musulmanes estaban desunidos. Difícil tarea me quieres encomendar. Tu sabes que sin la ayuda de Allah, ni tu ni yo somos nada. Mis ojos también lloran porque te veo llorar a tí y por la desunión de la Umma.

Qué puedo hacer yo madre ? Soi tan débil, tan poca cosa. No esperas demasiado de mí ?
Que más quisiera yo que hacerte feliz y enjugar esas lágrimas de tu rostro !.
Necesito ayuda madre. Solo no puedo hacer nada.

Salam

2 comentarios:

  1. Assalamu alaikum:

    Abdelkarim, dime si es cierto que amas tanto a nuestra tierra. Cuesta creerlo, estamos tan acostumbrados a vivir en ella y vemos tantas cosa feas que ni siquiera nos lo planteamos.
    Ahmad de Málaga

    Salam

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  2. A-s-Salamu 'alaykum Ahmad

    Sí, mi amor es real. Más grande de lo que yo mismo puedo llegar a creer. Me duele ver esta tierra llena de musulmanes enemigos los unos de los otros. Veo esto como la profanación de algo sagrado y la desazón me consume. No puedo dejar de pensar en ello. Cuando estoi allí, estoi en mi casa y mi casa no quiero que la profane nadie. Amo a Al Andalus con toda la intensidad que me permite el hadiz que dice que el amor a la tierra forma parte del Iman.
    Me siento en plenitud cuando estoi allí.

    Un abrazo

    Salam

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