Bismi-l-Lahi-r-Rahmani-r-Rahim
Allahumma salli 'ala sayyidina Muhammadin 'abdika wa rasulika nabiyyi-l-'umiyyi wa 'ala 'alihi wa sahbihi wa sallimu taslima
En el capítulo precedente hemos hablado de la creación de los bancos y de los medios de información masiva.
Siempre hemos sentido curiosidad sobre el fenómeno inflacionista. Los medios de información lo presentan como una tendencia en ciertos sectores a obtener un fácil aumento de beneficios, sea por el hecho de aprovechar cualquier situación real o teórica la cual pudiera justificar dicho aumento, sea como producto de la ambición humana, buscando cualquier excusa para simplemente incrementar las ganancias.
Cuando realizamos un análisis algo más profundo de dicha contingencia, vemos que el fenómeno inflacionista se da con mayor amplitud en los países subdesarrollados o en vías de desarrollo. Pero la cosa no se queda únicamente ahí, sino que podemos observar, no sin una relativa sorpresa, el hecho de que mientras en Europa se produce dicho fenómeno, en Estados Unidos apenas se da.
Y ello nos lleva a la conclusión que entre Europa y Estados Unidos la única causa de dicha diferencia es la demográfica: Europa se encuentra mucho más densamente poblada que Estados Unidos. Otra explicación es que las fronteras económicas de los Estados Unidos se encuentran mucho más allá que las fronteras políticas.
No negamos que uno de los orígenes de la tensión inflacionista sea la ambición de pequeños comerciantes para atesorar cada vez más rápido, incluso podemos conceder que este hecho puede condicionar la inflación hasta llegar a constituir un 15% de la razón originaria de dicho hecho. Sin embargo, la verdadera razón es que dicho fenómeno, viene concebido y dirigido de las clases más altas de la pirámide económica.
Cuás es la razón por la que se desea y se crea dicho fenómeno?: Muy simple, amigos míos, muy simple: el disminuir el valor del dinero depositado en los bancos por la multitud de pequeños ahorradores. Pongamos un ejemplo simple: El Sr. X posee 10.000 Euros en el banco al final de 2010. Si la inflación de 2011 es el 3%, al final de 2011 el valor del mismo dinero será de 9700 Euros. Aunque el Sr. X reciba interés de sus ahorros, dichos intereses serán ficticios, pues como mucho servirán para compensar la pérdida de valor causada por la inflación.
Evidentemente el dinero del rico no pierde valor, pues se encuentra invertido en las empresas y estas venderán sus productos un 3% más caros que el año precedente.
Cuál es pues el objetivo que se busca provocando la inflación en los países pobres o en vías de desarrollo? La respuesta sigue siendo simple: El crear un abismo entre las clases para así tener capacidad de control sobre las clases pobres, las cuales interesa dejar en la indigencia. De esta manera, se tratará de evitar la capacidad financiera para llevar a cabo un levantamiento popular.
Qué se busca con todo este exhaustivo control sobre las masas, el poder o el dinero? Aquí dejadme aventurar una opinión producto de la lectura de un hadiz: La razón es el dinero.
Dijo Rasulu-l-Lah (sala-l-Lahu ‘alayhi wa sallam):
En los últimos tiempos la religión de las gentes será la de amasar la mayor cantidad de dinero posible.
Henos así inmersos en una sociedad depredadora y mentirosa. Los medios de información, la cultura y la ciencia, son los tres peores enemigos del hombre en estos tiempos. La capacidad intelectual ha sido cercenada por la presentación de una cultura basada únicamente en el conocimiento de datos, siendo la mayoría de dichos datos, ocultados escrupulosamente para así crear una determinada forma de pensar.
Los valores humanos desaparecen en nombre de una pretendida libertad de pensamiento, la cual es aplicada únicamente en elegir el color de una prenda o el modelo de un teléfono móvil. Al final el ser humano se ha convertido en un niño caprichoso quien desea todo lo que ven sus ojos. Se han cercenado los lazos de sangre para tener a la gente más sometida. Y, porqué no? Se intenta destruir el Islam pues es éste la única salida real a una situación caótica como la que estamos viviendo.
Y aquí deseo realizar un inciso. Creo que a raíz de lo expuesto en este capítulo y los anteriores, os daréis un poco de cuenta de porqué criticamos a una organización, la cual diciendo representar a los musulmanes, antes al contrario, es el principal agente para la destrucción del Islam en nuestra tierra. No hace falta nombrarla, todos sabéis a quienes me refiero.
Pero vayamos un poco más lejos. El sistema económico no puede destruir el Islam enfrentándose directamente a él. Ello crearía una reacción en cadena en todas las comunidades islámicas. Dicha reacción, producto de una indignación colectiva, podría tener consecuencias tanto más dañinas para el sistema, cuanto más pacífica y firme fuera, pues dado el carácter de los musulmanes en nuestro país, afortunadamente no es previsible el que se pudiera generar violencia. Y esta ausencia de violencia es precisamente lo que más daño podría hacer al propósito de destrucción del Islam.
La otra opción pasa por la compra. Se compran voluntades de elementos, teóricamente islámicos, para sembrar la confusión y destruir desde dentro a las comunidades. Hermanos: estamos ciegos? Es que no nos damos cuenta de a dónde nos están llevando? Despertemos, se acabó modorra del nafs!.
He aquí el panorama del Islam en nuestro país: Una multitud de comunidades, hay más jefes que musulmanes. Muchas de las comunidades no se pueden ver las unas a las otras. Unas porque “como sufís no pueden rebajarse a tratar con la plebe de los hermanos simples musulmanes”. Otros porque “todo es haram” menos lo que ellos hacen. Otros que si el niqab, que si la riba, que si la conquista de al-Andalus, que si mi chayj es el tipo más listo del universo. En resumen: LAMENTABLE.
Ahora soñemos solamente un poco con los beneficios que podríamos obtener de una Umma una y unida:
Protección para los hermanos pobres. Una doctrina unificada basada en la Chari’a de la generación del Profeta (sala-l-Lahu ‘alayhi wa sallam)y en las dos posteriores, a las que el mismo profeta puso como referencia, y además, en el conocimiento luminoso de los ‘awliyya de Allah. Un gran amor, una gran hermandad entre los musulmanes. Una repartición de la zakat entre los hermanos necesitados. Cooperación económica y comercial entre nosotros, etc. etc. etc.
Todo ello pasa por adquirir una formación individual más profunda y responsable. El seguimiento a los salihin de Allah. El rechazo a todos aquellos quienes, agentes del kufr, se hacen pasar por musulmanes para robarnos nuestro Din. El poner en cuestión a ciertos “jefes” de ciertas comunidades y no tratarlos como si oráculo de los dioses se tratara.
Creeis hermanos en la unidad de los musulmanes de al-Andalus? Yo sí, CON LA AYUDA DE ALLAH. Y vosotros?
Salam
El corazón de la ibada es la Mahabba li-l-Lah. Es pues la Mahabba li-l-Lah el único vehículo capaz de llevarnos hasta el noble fin de la unidad de los musulmanes en una doctrina común. Una sóla visión del Islam basada en los principios de nuestro Din y en el conocimiento de aquellos quienes como dice el Qur'an: "Ni los bienes ni el negocio les apartan del recuerdo de su Señor".
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Salam ´aleykum
ResponderEliminarLa unidad es necesaria, aprender de los sabios, los salihin y apoyarnos, como dices.Estamos contigo.
Un abrazo
Anwar.
A-s-salamu 'alaykum:
ResponderEliminarAnwar, muchas gentes de tu generación y de la generación nacida 10 años después de tí, manifiestan un fenómeno que ahora empiezo a comprender. Incluso entre los musulmanes se da este mal.
El problema es que están acostumbrados a creer que todo es relativo y depende de tu opinión, que todas la opiniones son respetables vengan de quien vengan y que quienes pretenden hablar de la verdad son unos dogmáticos de tipo wahabi o fundamentalista.
Esta reflexión me está haciendo comprender la necesidad de adaptar el discurso. Es decir, hay que llevarles de la mano, paso a paso, sin crear traumas. Algunos son como un cristal a punto de romperse. Y encima si hablas con firmeza, te dicen que te crees saberlo todo.
Ahora comprendo el porque ciertas web contadoras de embustes saben hacerse seguir por la gente.
Hay gente quien jamás ha oido hablar de un salih.
Luego, dicha generación, habiéndolo encontrado todo fácil en su juventud, piensa que tiene derecho a todo. Cómo elaborar un discurso para despejar el pensamiento de ellos y tratar de hacer salir la inteligencia innata que se encuentra en algunos?
Tenemos que trabajar en este campo.
Probablemente debo dulcificar el discurso, de tal manera que represente la ternura de corazón más que la firmeza, pues aunque hablo con las dos, descuido en las formas la primera muy a menudo. No se debe dar ninguna causa por perdida.
Un abrazo
Salam
Salam
salam ´aleykum
ResponderEliminarCreo, muy sinceramente, que eres un ejemplo para nuestra generación, que hemos sido educados en la indecisión, en el relativismo social e indivual, en la cruda y falsa libertad de elección, en la propaganda de Hollywood, y en fin, bajo el paraguas homogéneo del diseño ofrecido por la masoneria que ha sido capaz de crear a semi-seres humanos, en los que me incluyo, lejos de vivir en plenitud.Una juventud aterrada que no quiere tener hijos, pesismista en cuanto a su futuro y decididamente desorientada.Mi generación y aún más la anterior a la mia necesita más que una mano, y sinceramente, no sé si hay remedio.Carecemos de determinación en muchos casos.Es así como nos han educado, lejos de Allâh e inseguros.
Duro pero casi cierto.No sé si es reversible la situación, de verdad.Gracias a Allâh que estamos dentro del islam, ¡hamdulilah!, pero no todos tienen la misma suerte.
salam maestro
Anwar
A-s-salamu 'alaykum:
ResponderEliminarAnwar, a mí me queda mucho para ser maestro. Mucho que aprender y mucho que hacer. Te lo digo de corazón.
Salam