Bismi-l-Lahi-r-Rahmani-r-Rahim
Una vez pasada la mitad del mes sagrado del Ramadan, hagamos un alto y realicemos una introsprección en nuestros corazones. En este periodo de verano, largo es el ayuno, mientras el cuerpo se debilita a medida que pasan los días.
Veamos pues donde se encuentran nuestras consciencias: si en la dureza del ayuno o en la puerta que se abre detrás de él. Dicha puerta se abre para darnos una oportunidad de ponernos en contacto con nuestro Señor. Qué podremos hacer para entrar y contemplar aquello lo cual se encuentra del otro lado?:
Primeramente considerar que nuestro Señor se encuentra complacido con nuestro ayuno y que éste lo hacemos por El, por el amor de Sur Faz, con nuestro corazón presente en esta empresa.
Hecho esto, el momento es propicio para pedirle la luz: luz en la mirada y luz en nuestros corazones.
No nos quedemos ahí, avancemos deseando su encuentro con nuestra mirada puesta en Laylatu-l-Qadr:
La Noche del Destino es mejor que mil meses - Laylatu-l-Qadr jayrun min alfi sharin.
Efectivamente, este es el momento de preparar nuestra Noche del Destino, la cual es mejor que mil meses. Pensemos en ella, concentremos nuestras fuerzas y atención en esta bendita noche y no seremos defraudados.
Aquellos quienes trabajais, no temais en desfallecer pues hay un Señor que os sostiene con fuerzas inconcebibles para el intelecto humano. No pensad en vuestro cuerpo, id más allá. Recordad mucho a Allah, glorificarle, darle gracias y pedid que os cubra con el manto de Su Proximidad y la Presencia de Su Amor en vuestros corazones. Animo, Ramadan no ha terminado, tenemos una oportunidad inmensa de encontrarnos con nuestro Señor.
Salam
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