Bismi-l-Lahi-r-Rahmani-r-Rahim
Allahumma salli ‘ala sayyidina Muhammadin ‘abdika wa rasulika nabiyyi-l-‘umiyyi wa ‘ala ‘alihi wa sahbihi wa sallim taslima
Allahumma salli ‘ala sayyidina Muhammadin ‘abdika wa rasulika nabiyyi-l-‘umiyyi wa ‘ala ‘alihi wa sahbihi wa sallim taslima
Como extensión de nuestra entrada anterior, quisiéramos hacer un favor a aquellos quienes nacidos en los 70 y 80, constituyen una generación posterior a la nuestra.
Es cierto que en el transcurso de su educación, tanto escolar como universitaria, se han visto atacados por las consignas laicas de libertad de pensamiento y por tanto libertad de elección en el camino a seguir.
Este vacío generado por la ausencia de principios, sobre todo de principios verídicos, culmina en la confusión del pensamiento. Hemos sido, sin embargo, afortunados espectadores de algunos casos aislados donde el ímpetu para descubrir la verdad ha conseguido imponerse a la ausencia de educación recibida; y en este caso, gracias a Allah, hemos contemplado con alegría, la feliz recogida de la recompensa de Allah otorgada diligentemente como premio a esta gesta.
No obstante, y con tristeza, podemos observar como miembros de esta generación, quienes encuentran en ellos dignas facultades en estado latente, se han dejado seducir por las mentiras de ciertos eruditos y de algunas pequeñas mafias, en teoría vinculada al sufismo, aunque en toda justicia debemos decir que se trata antes bien de anti-sufismo.
La libertad otorgada a uno mismo de criticar todo aquello lo cual no gusta al nafs, poniendo como soporte de las críticas argumentos sacados de las palabras de algunos sufíes auténticos, mezcladas a las de algunos eruditos intelectualoides, los cuales nunca han pasado por estado alguno en el camino del Ihsan…, es más, criticar a alguien quien en sus comentarios cita siempre al Qur’an y la Sunna, para demostrar su veracidad, y con toda impunidad decir que estos argumentos son débiles!, es una muestra de esa confusión mental a la cual nos hemos referido, además del fruto de una insolencia, la cual haciendo parte del nafs, se ha visto engrandecida por el “mimo” consentido en el cual se ha sido educado.
La falta de respeto, no ya a los musulmanes mayores, sino a todo aquel quien por un favor de su Señor, sabe de Din más que ellos, es moneda de cambio en el comportamiento de estos neo-sufis, quienes amando picotear palabras de aquí y de allí, no son capaces de adquirir el compromiso de ponerse en las Manos de Allah, argumentando que son simpatizantes del sufismo aunque no sufíes. La ignorancia llega a su grado sumo cuando se tiene el poco pudor de criticar las palabras de los verdaderos sufís, quienes por al favor de Allah, y no por nuestro mérito, existimos en esta época de confusión. Y es que las avispas construyen panales parecidos a los de las abejas, pero aquellas no hacen miel.
Estoy convencido desgraciadamente, de que estas palabras no van a causar remedio sino ira, al menos a corto plazo, aunque a largo plazo y si las personas a quienes van dirigidas tienen suerte, puede ser que reflexionen. Quién va a decir: tiene usted razón, en una época donde la soberbia es el menú del día? Aunque quien sabe, si, contra nuestras presunciones, alguien va a tener el talento y el valor de darnos una sorpresa. En ese caso encontrará, in sha’a Allah a su Señor, pronto a escuchar y a perdonar.
Nosotros no somos nadie, solamente siervos de Allah, de Allah es todo el bien el cual poseemos como ‘amana.
Es cierto que, en apariencia, y solamente en apariencia, el tono de nuestras palabras pueda ser duro. Cuando se escribe, no se puede transmitir con la pausa y el tono propios del habla. Aún más, la presencia física haciendo el resto, puede dar una idea totalmente diferente de la situación. Sobre todo cuando uno de los signos de la ignorancia en esta época es el confundir la firmeza con la dureza. El Yid (firmeza) con el ‘asab (ira).
Dice el Qur’an:
“Yahya, jud al Kitaba bil Quwa (Yahya toma el libro con fuerza).
Esta es nuestra ni’a, además la de cumplir el consejo de Rasul – sobre él la gracia y la paz -, quien nos instó a corregir con la buena palabra, además de ser duros cuando se realiza un acto prohibido como los de aquellos del Islam progresista de la Junta de Almodóvar.
Si en nuestras palabras no se quiere ver amor, decidme entonces porqué pierdo el tiempo en escribir?: No necesitamos nada, tenemos un maestro quien nos dirige hacia el ma’qam, una edad la cual no nos da para realizar empresas económicamente fructíferas. Qué otra razón nos mueve sino es el amor, la compasión y el noble deseo de que nuestros hermanos se abracen los unos a los otros y no se dejen embaucar por las huestes del Chaytan?
Salam
Salam ´aleicum querido hermano
ResponderEliminarAunque sabes de mis deficiencias siento un gran respeto por tus escritos y asistencias, porque se que lo haces para ayudarnos, gracias a Allâh, sin más ánimo que éste y no por cuotas de poder ni nada parecido.
Subhana Allâh¡
Anwar.as
A-s-salamu 'alaykum:
ResponderEliminarQuerido Anwar. Las alusiones hechas en este artículo no iban en absoluto dirigidas a tí, sino a un muchaho, buena persona, pero mal aconsejado, quien ha escrito en su blog alguna alusión poco simpática a mis escritos.
Lo he decubierto por casualidad y he aprovechado para intentar hacerle comprender ciertas cosas.
Hablas de defectos, pero quién no los tiene? Si no tuviéramos defectos la vida no tendría sentido y nuestro paso por ella sería un puro trámite.
Un abrazo y saludos a la familia
Salam
salam aleicum
ResponderEliminarLo sé hermano.Solo quiero mostrar agradecimiento hacía tí, pues me mostraste una realidad totalmente desconocida, gracias a Allâh.
Un abrazo
A.as.