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miércoles, 1 de febrero de 2012

Umma, dirección y responsabilidad

Bismi-l-Lahi-r-Rahmani-r-Rahim :

Allahumma salli ‘ala sayyidina Muhammadin ‘abdika wa rasulika nabiyyi-l-‘umiyyi wa ‘ala ‘alihi wa sahbihi wa sallim taslima.
Dijo Rasulu-l-Lah – sobre él la plegaria y la paz - :
Una comunidad que no tiene jefe es una comunidad maldita.

Quien sale de la comunidad un solo palmo se desvincula (sale) del islam hasta que regrese, quien muere sin tener un jefe de la comunidad sobre él, entonces muere de una muerte de ignorancia (Hakim) (60 hadices sobre el gobierno de la Umma)

Hoy queremos hablar de este hadiz desde dos puntos de vista distintos. Por una parte querríamos explicar cuál debe ser el carácter de un dirigente de un grupo o de la comunidad. Además quisiéramos analizar cuáles son los perjuicios de la falta de esa cabeza de la comunidad, así como los beneficios los cuales se podrían obtener por la presencia de las personas quienes se encuentren en condiciones de desempeñar dicha misión.

El hadiz no solamente se refiere a una autoridad de orden político, sino que debe ser entendido dirigiéndose al concepto de autoridad mismo.

Y dicha autoridad para que sea legítima debe proceder de Allah, mediante una de las maneras en las cuales El ha establecido en Su Libro y en la Sunna del Enviado (sala-l-Lahu ‘alayhi wa sallam).

No estamos en absoluto tratando este asunto como resultado de un hecho determinado el cual haya acontecido en estas últimas fechas o con anterioridad. Nos estamos refiriendo más directamente a la falta de unidad existente entre los musulmanes, más concretamente en nuestra Umma andalusí.

Explicamos al principio que el motivo principal de la creación de nuestro blog, era, además de la transmisión de algunos conocimientos, el comenzar a crear una plataforma de unidad en nuestra Umma. Todos sabemos que dicha unidad está lejos de producirse, que no se vislumbra en un horizonte inmediato.

Es por este motivo por el cual nos hemos querido concentrar en el concepto de autoridad, a fin de que todos los elementos necesarios se encuentren presentes el día en el cual el gran paso pueda realizarse.

Sin embargo, hemos de confesar que existe una barrera importante para que la comunidad andalusí pueda seguir, no solamente a una persona o personas, sino a la/s persona/s adecuada/s. La principal dificultad estriba en que muchos de nosotros nos conocemos únicamente sino por medio de lo virtual (por Internet).

¿Cómo se escoge a un dirigente a la manera de Allah? Os voy a poner un ejemplo que conozco de primera mano:

A la muerte del chayj al-Alawi – que Allah esté satisfecho de él -, (1934) había cuatro discípulos quienes tenían el maqam para poder ser chayj. Ninguno de ellos quiso tomar esa responsabilidad, ni pasársela al otro, no por interés personal, sino porque necesitaban un signo de Allah. Se reunieron durante casi un año en Mostaganem (Argelia) esperando un signo. En esto, un día, un faqir relató que había tenido una visión durante el sueño, según la cual, había visto a sidi Udda Ibn Tunas con unas llaves abriendo la zawiyya. Los cuatro comprendieron el signo y escogieron a sidi Udda como el nuevo chayj. Uno de ellos, sidi Shwayb Mimun (abuelo de mi esposa), se volvió a Anwal en el Rif, y guardó hasta su muerte un estrecho vínculo de amistad con sidi Udda.

Otra forma es la Istijara, haciendo la cual, se ve en sueños lo que se consulta a Allah. La ‘iytima solamente está recomendada en el caso del gobierno político. Dicha ‘iytima no tiene en absoluto nada que ver con la democracia, pues la ‘iytima es únicamente la asamblea de los sabios, no la del pueblo.

Una vez una comunidad tiene un dirigente: ¿cuál debe ser el comportamiento de éste con el resto de los miembros? Un dirigente es responsable ante Allah, debe pues estar a la altura de ello. Hemos de saber que la dirección no es en absoluto un privilegio, sino sobre y ante todo una responsabilidad: “la de servir a la Umma de la mejor de las maneras dando importancia igual a todos sus miembros, y si ello es posible, más importancia que a sí mismo.”

Su responsabilidad es el estar pendiente de las necesidades de los miembros de la Umma, el renovar continuamente sus conocimientos del Din, el poner su responsabilidad por encima de sí mismo. Fijaos si esto es difícil. Se conoció al chayj Udda yendo al establo a ordeñar las vacas y a limpiarlo en lugar de enviar a algún otro en su lugar. Esta es pues una noción justa de responsabilidad.

En cuanto a los beneficios que la existencia de un dirigente pueda tener para la Umma son incontables. El primero y más importante es el que de esta manera la Umma estará reunida en torno a un mismo fin. Dicho fin será posible o más fácil de conseguir cuando toda la Umma se encuentre en torno a un representante elegido por Allah. Pero este momento está lejos amigos. De momento deberemos seguir trabajando, estar en contacto y avanzar en el conocimiento, tratando al mismo tiempo de aunar voluntades. Un día, si Allah así lo quiere las circunstancias se darán, y de una forma natural nuestra Umma llegará a unirse en un solo grupo.

En cuanto al perjuicio de una situación semejante, estamos siendo testigos de él: Una Umma dividida en reinos de taifas donde muchos detestan a otros tantos. El natural amor entre los creyentes se ha convertido en desdén puesto que, mientras unos grupos son manipulados para servir a intereses políticos extraños a nuestra Umma, otros son dirigidos por gentes quienes han establecido con sus grupos un medio para ganar dinero. Otros, probablemente la mayoría, hacen lo que pueden por trabajar por el Din, pero cada uno por su lado, sea por falta de medios, sea por la carencia de un verdadero propósito de unidad.

Las cosas pueden cambiar ¿por qué no?

Solamente desespera de la misericordia de Allah la gente que se niega a creer. (12-87)

Salam

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