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jueves, 28 de mayo de 2015

REPLICAS A LOS ANTROPOMORFISTAS WAHHABIS DE CORDOBA TV QUIENES INSULTAN A LOS SUFIS Y AL SUFISMO



DEFENSA DEL SUFISMO CONTRA LAS CALUMNIAS DE CORDOBA TV (que Allâh les purifique de todo demonio rebelde)
Bismi-l-Lâhi-r-Rahmâni-r-Rahîm
Wa-s-salatu wa-s-salamu ‘alâ sayyidinâ Muhammad, jayru-l-‘anam wa imama-l-mursalîn wa ‘alâ ‘alihi wa sahabihi.
PRELUDIO
Cuando hablamos de algo grande debemos estar a la altura. Si queremos hablar del estadio más elevado del Islam, como es el Ihsan (La Excelecia,) no lo podremos hacer sin tener el conocimiento apropiado, sin haber pasado por estadios espirituales consecuentes con este discurso. Todo aquel quien se aventura en la Vía de la Proximidad a Allâh y la educación del ego debe establecer un contacto real, profundo y luminoso, tanto con el Libro de Allâh como con la Sunna del Profeta ‘alayhi-s-salatu wa-s-salam -. El contacto con el Libro de Allâh pasa al menos por conocer algunos de los significados ocultos del Libro, teniendo en cuenta que existen hadices que hablan hasta de siete niveles de comprensión del Qur’an. En cuanto al contacto con el profeta pasa por haberle visto en sueños, haber recibido mensajes de él y haber obtenido de él mismo un testimonio sobre su persona (la de quien sueña) para así obtener un permiso divino a fin de poder articular algunas humildes palabras a fin de tratar de los grandes temas del Din.
Si éste no es el caso, es de obligado cumplimiento el conocer estos hadices:
“El pudor y la fe se encuentran asociados, de tal manera que si uno de ellos desaparece, el otro le sigue”.
(De Ibn Umar, recopilado por Al-Ḥakîm)
- Forma parte de lo que las gentes han retenido como palabras de los primeros tiempos de la profecía: “Si no tienes pudor, haz lo que quieras”.
(Recopilado por Al-Bujari y Muslim)
“Aquel quien cree en Allâh y en el último día que hable bien o que se calle.”
(Recopilado por Al-Bujari y Muslim)
Efectivamente, las discusiones en las cuales uno habla de aquello lo cual no conoce, peor aún, para difamar a amados de Allâh, como es el caso que estamos tratando aquí, así como para mentir sobre conceptos de Aquida, dejados claros en el Qur’an, contradiciendo el Libro de Allâh de forma descarada e impúdica, forman parte de las discusiones en la barra de una taberna o un pub donde se consumen substancias prohibidas de toda especie. Pero entremos en materia y veamos cómo han mentido y calumniado este grupo de tres bien cebados por el régimen saudita.
PRINCIPIOS DEL SUFISMO
Aquí encontramos la primera de sus múltiples y variopintas mentiras cuando nuestros falaces protagonistas dicen que el sufismo no comenzó sino después de la tercera generación del Islam.
Seguidamente vamos a demostrar como el Profeta –‘alayhi-s-salatu wa-s-salam – no solamente practicaba el sufismo, como no podía ser de otra manera, sino que lo comenzó, ya que el Islam que él mismo nos transmitió comporta el grado del Ihsan (llamado también sufismo) el cual es el más excelente y elevado de todo el Islam.
Primeramente debemos decir que en la mezquita de Madina se sentaban en el porche de la casa de nuestra madre A’isha un grupo de compañeros llamados “Las Gentes del Banco” (Ahlu-s-sufa); entre ellos se encontraban Bilal, Abu Hurayra, Sa’ad Ibn Abu Waqas, Abdu-l-Lâh Ibn Mas’ud y una lista hasta de cuarenta y algunos. Ellos, así como el resto de sus compañeros allegados, entre ellos los cuatro primeros julafa, recibían del Profeta una enseñanza que no recibía el resto del pueblo. Aportemos las pruebas:
Tabarani, el Imam Ibn Hanbal, al Bazzar y otros, relatan a través de una cadena de transmisión satisfactoria, que el Profeta – sobre él la plegaria y la paz – dijo a un grupo de Compañeros en presencia de los cuales se encontraba: “¿hay algún extranjero entre vosotros?”
- No, Enviado de Allah, respondieron.
Pidió entonces que cerraran la puerta y les dijo: “Levantad las manos y repetid: No hay divinidad sino Allah. Shaddad Ibn Aws relata: “Estuvimos con nuestras manos levantadas durante una hora diciendo: No hay divinidad sino Allah. El Profeta – sobre él la plegaria y la paz – dijo entonces: “Oh Allah, Tu me has enviado con esta palabra, me la has ordenado, me has prometido el paraíso a cambio y ¡en verdad Tu no faltas jamás a Tu promesa!” Después concluyó – sobre él la plegaria y la paz - : « Regocijaos, pues Allah – exaltado sea – os ha perdonado”
Musnad de Ibn Hanbal (Dar al-kutub al-‘ilmiyya, 1993, tomo 4 p.153, nº 17126).
Así mismo encontramos tres preciosos testimonios de ésta enseñanza privada en tres de los más grandes hombres de la Umma: Sayyidina Ali, Abu Hurayra y Salmán al Farisi.
Sayyidina Ali y Abu Hurayra manifestaron haber recibido dos ciencias de parte del Profeta; una que la transmitieron al pueblo y otra que si la hubieran contado probablemente se hubieran hecho cortar la cabeza debido a lo difícil de su comprensión. Luego, con toda justicia estamos hablando aquí de dos ciencias la cuales fueron transmitidas por el Profeta (la del Exterior y la del Interior); más tarde hablaremos de ello.
En cuanto a Salman se refiere, dijo las mismas palabras con la salvedad de que en lugar de predecir que si revelara dicha ciencia se le cortaría la cabeza dijo: “Si os la revelara diríais “que Allâh bendiga al asesino de Salmán” Podéis encontrar estos dichos en el Sahih Bujari.
Esta ciencia comenzó a llamarse “Ilmu-l-Laduni” y terminó por llamarse sufismo; aunque con nombres diferentes, la ciencia es la misma, siendo sufismo una palabra ya utilizada por el Imam Malik y el resto de los tres imames. En cuanto a los cuatro imames formadores de las escuelas bien conocidas, todos seguían el sufismo tal y como se encuentra explicado en la obra de Fariduddin Attar “El Memorial de los Santos”. Pienso que existe una traducción en español y que podéis confirmar mis palabras con vuestras lecturas.
Es de justicia reseñar que el Imam Malik testimonia sobre el sufismo diciendo:
“Aquel quien practica el sufismo sin Chari’a es un hereje; quien practica la Chari’a sin sufismo es un extraviado; el éxito se encuentra en la práctica conjunta de ambos.”
Resumiendo: es mentira lo que han dicho los tres susodichos de que la ciencia del Sufismo comenzó al final de la época Omeya como una respuesta a la depravación de las costumbres.
AL BATIN Y A Z ZAHIR (La ciencia del Interior y del Exterior)
Particularmente perverso es el análisis del mayor de los tres (que Allâh le purifique de todo demonio rebelde, así como a sus colegas) quien considera que el reconocer dos ciencias diferenciadas “A-z-Zahir wa-l-Batin” es una desviación. Esta manifestación contradice de lleno el Qur’an y desborda de una ignorancia infantil sobre lo esencial.
Seguramente, todos o casi todos, habréis leído una vez al menos la Surata-l-Kahf (La Surat de la Caverna) y la conocidísima historia revelada en el Qur’an de sayyidina Musa y al Jadir – sobre ambos la paz -. Ya el Qur’an dice que Allâh había otorgado al Jadir una ciencia proveniente de El Mismo – exaltado sea -. El resto de la historia es conocida y testimonia de cómo sayyidina Musa quiso aprender esa ciencia de él y de cómo el Jadir le dijo que no tendría paciencia para tomarla de él. Creo que recordaréis el barco hundido, el muro demolido y el niño matado.
Y no solamente la historia del Jadir, sino que el Qur’an se encuentra impregnado de ayats que tratan de este asunto, como por ejemplo:
“Que es una recitación noble, en un Libro OCULTO que no tocan sino los purificados. Revelación descendida del Señor de los mundos. ¿Sois capaces de no ser sinceros con este relato?” (Qur’an 56: 80-81-82-83-74)
Todo ello testimonia de una ciencia conocible por todos, como lo es la ciencia de sayyidina Musa y la Chari’a Islamiyya y una ciencia accesible para unos pocos que en el Islam es llamada Ihsan o Sufismo.
Completemos aún con uno de los numerosos hadices que hablan al respecto:
“El saber, en tanto que ciencia organizada, es de dos clases; el que es adquirido por el corazón es el más útil, mientras que aquel que se adquiere de boca en boca es una prueba contra el hijo de Adam.”
(De Ŷabir, recopilado por Al-Jatib)
Es decir, existe una ciencia de lo evidente y otra de lo oculto, o no evidente, como demuestran el Qur’an y la Sunna, recibiendo la categoría de “ciencias organizadas.”
Otra mentira más desvelada y convenientemente aireada de estos empleados del estado Saudita.
CHARIA Y HAQIQA
Creo que se llama Muhammad Said el ignorante que va degradando verbalmente a diestro y a siniestro a todo aquel que le viene en gana en su Nafs de niño engreído (que Allâh te cure de tu orgullo y de purifique de todo diablo rebelde). Precisamente este jovencito imberbe, en el sentido espiritual del término, se las gasta de manera malévola pronunciando calumnias contra todo aquel que se le pone en su camino; luego volveremos con lo de las calumnias pero ahora centrémonos en la distinción Charia y Haqiqa que como buen y cumplido ignorante dice que no existe y vayamos para ello a una sola ayat del Qur’an:
Y se recomiendan la Verdad (al Haqq) y se recomiendan la paciencia (Sabr) - Surat al Asr
Con este simple ayat justificamos el término Haqiqa (Realidad espiritual) que se complementa con el Yaqin o certeza nombrado en otras ocasiones en el Qur’an.
Ni que decir tiene que la Chari’a es un nivel y la haqiqa es otro los cuales se funden inevitablemente en la práctica real de los saddiquin y los salihin, como dice al hadiz:
“Tened cuidado con la mirada del Mu’min porque este mira con la luz de Allâh.”
O como dice este otro hadiz qudsi
“Ni los cielos ni la tierra pueden contenerme, pero el corazón del Mu’min sí puede contenerMe”.
Y esto es precisamente la Haqiqa, el cual es un estado que solamente es ostentado por una parte pequeña de los musulmanes. Pocos son los que razonan, pocos son los que agradecen, pocos, siempre pocos, dice el Libro de Allâh cuando se trata de las grandes virtudes
WAHDATU-L-WUYUD
Nada les molesta más a los wahabitas que la visión de la Unidad divina que tienen los sufís, no solamente los sufís sino los grandes ‘ulama de la Umma, hasta la irrupción de los corruptos formadores del Wahabismo en connivencia con los espías de la Commonwealth inglesa, vía Masonería.
Para los wahabitas Allâh es alguien que se sienta sobre un Trono, creado por El por cierto, que tiene Manos, Oidos, Ojos y demás miembros, y que además se mueve por el espacio.
Sin embargo, se revuelven cual diablo en la botella cuando se les dice que Allâh está presente en cada átomo de la Creación.
No obstante, es esto lo que dice el Qur’an:
Hemos creado al hombre y sabemos lo que su alma le susurra. Estamos más cerca de él que su propia vena yugular (50-16).
¿Hay algo más próximo a uno mismo que nuestra vena yugular? Eso significa que Allâh es el Mas Próximo de toda la Creación, más próximo a ella que ella misma.
Esta es la esencia de la doctrina del Wahdatu-l-Wuyud cuyo más conocido defensor es Abu Bar Ibn Arabi, el archiconocido maestro sufí murciano que dio la vuelta al mundo y es conocido por los sufís como Chayj al Akbar, es decir, es conocido como uno de los estandartes del sufismo, siendo la doctrina del Wahdatu-l-Wuyud, al contrario de lo que dicen nuestros mentirosos, compartida por todos los sufís que merezcan ser llamados como tal.
El Wahdatu-l-Wuyud es la doctrina del Qur’an, la doctrina del Profeta –‘alayhi-s-salatu wa-s-salam – la doctrina de Junayd, de Hassan al Basri, de Abdul Qadir Jilani, de Abu Hamid al Gazali, de Ahmad Zarruq, del chayj al Alawi, del chayj Darqawi, del chayj Tiyyani, del chayj Shadili, es decir, es Kitab wa Sunna y la doctrina de la Unidad divina por excelencia en el Islam.
Curiosamente, otro comentario malvado que es pertinente sacar a la luz y rebatir, Hisham Muhammad acusa esta ciencia de Panteismo. Creo que algunos han nacido mintiendo y que nunca se podrán recuperar del tic de mentir. ¿Cómo puede decir la verdad aquel quien nunca la aprendió?
El Panteismo es asociar a Allâh a la Creación y el Wahdatu-l-Wuyud de los sufís es exactamente lo contrario.
Antes bien, si es Antropomorfismo la doctrina seguida por él y sus dos colegas quienes gustan de decir que Allâh se encuentra sentado sobre el Trono, tiene Ojos, tiene Manos, Oidos, etc.
Antes de comenzar con las calumnias a tres grandes maestros de la Chari’a y de la Haqiqa, estos manipuladores comienzan a alabar a los maestros sufís que les interesa, reconociendo a algunos e insultando a otros. Por supuesto, esta actitud judía del “divide y vencerás” no puede calar en aquel quien tenga un mínimo de conocimiento del sufismo, ya que a ninguno de nosotros nos agrada que se insulte a algunos de los nuestros y se alabe a otros a fin de causar separación en aquello que está unido con una sólida malla de acero irrompible, pues nuestro vínculo es en la verdad, y la verdad es indestructible.
INJURIAS Y CALUMNIAS A IBN ARABI. UMAR IBN AL FARID Y MANSUR AL HALLAJ.
En el colmo del delirio desvergonzado, en el catálogo de las calumnias más bajas que un hombre pueda emitir, se encuentra en sacar del Islam a personas quienes en vida y después de muertos han demostrado pertenecer a los amados de Allâh, a Sus Próximos, a Sus Awliyya. Comienza Allâh diciendo en un hadiz qudsi:
“A quien perjudique a alguno de Mis awliyya Yo Mismo le declaro la guerra”.
No es solamente esto sino que el Qur’an dice:
"¡Creyentes! ¡Evitad conjeturar demasiado! Algunas conjeturas son pecado. ¡No espiéis! ¡No calumniéis! ¿Os gustaría comer la carne de un hermano muerto? Os causaría horror ... ¡Temed a Allah! Allah es indulgente, misericordioso". (49:12).
Aparte de ser una prohibición, uno de los actos más horribles, la calumnia es maldecida por muchísimos hadices, tantos que no encontraríamos espacio para relatarlos todos.
En cuanto a Umar Ibn al Farid se refiere, me gustaría saber porqué esos calumniadores odian e insultan de esta manera a este insigne hombre de fe, esta antorcha de luz en las tinieblas del mundo material, que ha hecho con sus odas dedicadas a Allâh germinar y crecer el amor de los corazones hacia su Señor. Tanto, que se le ha llamado “El Sultán de los Enamorados”.
En cuanto a Mansur al Hallaj se refieren solamente decir que si estuviera en este mundo, con un tesoro debajo de sus pies, les diría a estos tres embusteros la frase por la que le condenan:
“El dios que adorais se encuentra debajo de mis pies”; refiriéndose claro está, al dinero.
EL MAESTRO
Más calumnias vertidas sobre la persona del maestro diciendo que más o menos se le adora. Mirad, tres almas en pena, si alguien adora a sus maestros esos sois vosotros. Precisamente, porque por la perrillas y calderilla que os pagan a final de mes no tenéis el menor pudor de insultar a toda la Umma y a los hombres y mujeres más insignes de la Religión. Vosotros si que adoráis al maestro! Al maestro wahabita desviado y calumniador.
En el sufismo el maestro es un hermano, un camarada a quien se le respeta en vista del bien que nos proporciona guiándonos por el camino que él ya recorrió. Todo los demás son mentiras, invenciones, y como ya lo hemos dicho calumnias.
LOS RITOS
Con respecto a los ritos de los sufís y las diferentes formas de dikr: Wird, sama’, hadra etc, conmino a cualquiera a discutir conmigo sobre ello, ya que, como muchas veces lo he hecho en mi post, demostraré que se encuentran firmemente ancladas en el Libro de Allâh – exaltado sea – y la Sunna del Enviado –‘alayhi-s-salatu wa-s-salam -.
CONCLUSION
Tres pájaros de malos vuelos, cuyos graznidos han resonado en las pantallas de una TV corrupta, manchada por el PetroIslam y el Sionismo han insultado de nuevo a cuantos musulmanes se les han puesto en su camino.
No vamos a enumerar aquí ni a descubrir que las mentiras llevan al Infierno y que los insultos continuados también.
Pero si vamos a terminar diciéndoles que si algún desviado existe son ellos tres, si algún defraudador existe son ellos, si existe alguien que extravía del Islam a las personas inocentes son ellos, y que se encuentran en una posición poco envidiable, engrosando el nada afortunado grupo de
AHLU-L-BIDA’ WA-L-FASAD (Las gentes de la Innovación dañina y de la Perversión)

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