HADICES SOBRE LA IMPORTANCIA RELIGIOSA DEL MAGREB
A-s-salamu 'alaykum:
Alguna gente por estos medios tratan de minimizar un fenómeno que recibirá una importancia mayor en cercanas fechas por venir. El papel del Magreb en nuestro Din en estos últimos tiempos será fundamental. De hecho ya lo es, habida cuenta de que el Islam preconizado en un país como Marruecos y seguramente en su vecina Argelia es el único Islam a nivel gubernamental acorde con sus fuentes originarias y legítimas.
No hay un Islam nacional; puede que haya un marco nacional de aplicación del Islam en cada país, pero ello no significa la existencia de un Islam nacional de ninguna de las maneras.
Muchos de nosotros hemos vivido esto de primera mano cuando hemos constatado que las personas que nos enseñaron la verdadera religión eran magrebis (en mi caso un argelino y otro marroquí). Hemos constatado asimismo que aún subsiste el verdadero sufismo en el Magreb, habiendo desaparacido de una gran parte del universo musulmán.
Queramos o no, con todos sus defectos, con todos sus inconvenientes, el Magreb continua siendo y será la región de referencia en materia de Din.
Casi todos los 'awliyya más relevantes de los últimos son originarios del Magreb:
Chayj Darqawi, Tijani, Al Harraq, Ahmad Ibn Ayiba, Ahmad Zarruq, Chayj al Alawi, etc.
Transmitió Nafi’ Ibn ‘Utayba:
Nos encontrábamos en campaña militar con el Enviado de Allâh – sobre él la plegaria y la paz – cuando gentes venidas del Magreb, vestidos con prendas de lana, salieron a su encuentro y se le acercaron al lado de una loma. Permanecieron de pie, mientras que el Enviado de Allâh estaba sentado. Entonces me dije a mí mismo: “Voy a colocarme entre ellos a fin de que no intenten atentar contra su vida” Después, me dije: “Seguramente desea hablar con ellos en secreto”. Aún así, me coloqué entre ellos y el Profeta y he retenido cuatro cosas que el Profeta dijo durante este encuentro, las cuales me encuentro en disposición de enumerar: “Combatiréis la Península árabiga y Allâh os dará la victoria, después Persia y Allâh os dará la victoria, después a Roma y Allâh os dará la victoria, en fin combatiréis al Daŷŷal y Allâh os dará la victoria.
Recopilado por Muslim
Nos encontrábamos en campaña militar con el Enviado de Allâh – sobre él la plegaria y la paz – cuando gentes venidas del Magreb, vestidos con prendas de lana, salieron a su encuentro y se le acercaron al lado de una loma. Permanecieron de pie, mientras que el Enviado de Allâh estaba sentado. Entonces me dije a mí mismo: “Voy a colocarme entre ellos a fin de que no intenten atentar contra su vida” Después, me dije: “Seguramente desea hablar con ellos en secreto”. Aún así, me coloqué entre ellos y el Profeta y he retenido cuatro cosas que el Profeta dijo durante este encuentro, las cuales me encuentro en disposición de enumerar: “Combatiréis la Península árabiga y Allâh os dará la victoria, después Persia y Allâh os dará la victoria, después a Roma y Allâh os dará la victoria, en fin combatiréis al Daŷŷal y Allâh os dará la victoria.
Recopilado por Muslim
Transmitió Sa’ad Ibn Waqqâṣ que Rasulu-l-Lâh – ṣala-l-Lâhu ‘alayhi wa sallam - dijo:
Las gentes del Poniente no cejarán de asumir la defensa de la verdad hasta la Hora última
Recopilado por Muslim
Las gentes del Poniente no cejarán de asumir la defensa de la verdad hasta la Hora última
Recopilado por Muslim
Transmitió ‘Imran Ibn Ḥaṣîn que Rasulu-l-Lâh – ṣala-l-Lâhu ‘alayhi wa sallam - dijo:
Un grupo de mi Comunidad no cesará de luchar para hacer que la verdad triunfe y de resistir a aquellos que la son hostiles hasta que el último de entre ellos combata a el Daŷŷal.
(Citado como auténtico por Abu Dawud y Ḥakîm)
Un grupo de mi Comunidad no cesará de luchar para hacer que la verdad triunfe y de resistir a aquellos que la son hostiles hasta que el último de entre ellos combata a el Daŷŷal.
(Citado como auténtico por Abu Dawud y Ḥakîm)
En su comentario del Qur’an, el Imam Suŷuti nos relata el siguiente acontecimiento:
Poco tiempo después de la desaparición del Profeta – sobre él la plegaria y la paz, su hija Fâṭima puso unos dirhams en manos de su sirviente y la encargó de ir al mercado y exclamar: “¿Quien quiere aceptar una limosna de la hija del Profeta?” La encargó asimismo el pedir a aquel quien la aceptara que se presentara delante de ella. La sirviente así hizo. El hombre era un pobre entre los indigentes venidos del Magreb, de la región ocupada por los bereberes. Fâtima le contó que su padre había predicho que sus dos hijos (Al Ḥassan y Al Ḥussayn) conocerían el martirio y que sus descendientes se refugiarían en el Magreb, y que ellos encontrarían asilo y protección junto a los bereberes.
Que Allâh nos perdone, nos guíe, nos conduzca de las tinieblas a la luz y nos otorgue el Firdaws.
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