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sábado, 22 de junio de 2013

Un bellísimo hadiz y su explicación

Dijo Rasulu-l-Lâh - sobre él la plegaria y la paz -:

- Forman parte de los buenos caracteres del creyente: una fuerza en la religión, una firmeza con ternura, una compasión con afección, una longanimidad con conocimiento, una moderación en la riqueza, mostrar paciencia en caso de pobreza, evitar un pecado procedente de la voluptuosidad y la compasión hacia el extenuado. El creyente entre los adoradores de Allâh no oprime a aquel a quien detesta, no comete una falta en lo que ama, no despilfarra lo que se le ha otorgado como depósito, no es envidioso, no practica la maledicencia, no maldice, reconoce la verdad aunque ello juegue en contra suya, y no lanza apodos injuriosos. Es humilde en su plegaria, se apresura a pagar el zakat, soporta las desdichas, es reconociente en la holgura y se contenta de lo que posee, no reclama nunca aquello lo cual no le pertenece, ni es rencoroso cuando se irrita, la avidez no le retiene cuando ha decidido hacer un bien cualquiera, frecuenta a las gentes para aprender, y se entretiene con ellos a fin de instruirse. Si es oprimido o se es injusto con él, es paciente hasta que el Misericordioso toma partido y causa por él.--

Explicación:

Una firmeza en la religión es defender sus principios y su doctrina y aplicárselos a uno primeramente dando ejemplo.

Una firmeza con ternura significa ser firme ante el error y a la vez complaciente para mostrar el camino a quien lo pide o necesita.

Una compasión con afección es el implicarse personalmente con los problemas ajenos.

Una longanimidad con conocimiento es una generosidad guiada de la mejor de las maneras y con inteligencia.

Moderación en la riqueza es no dejarse deslumbrar por los bienes y los placeres.

Mostrar paciencia en caso de pobreza es dar sinceramente gracias a Allâh por el poco pan que nos podamos llevar a la boca.

Evitar un pecado procedente de la voluptuosidad es el huir de los placeres prohibidos y algunos de los permitidos (como la posesión de objetos) por amor a Allâh.

La compasión hacia el extenuado porque es en ese momento que él necesita de nuestra misericordia.

El creyente no oprime a nadie, aunque le deteste, es justo con él e incluso generoso.

No cometer una falta en lo que ama es el comportarse con dulzura con esposa/o hijos, familia y amigos.

No despilfarrar lo que se nos ha otorgado para cuidar, ya sea en bienes materiales, ya sea guardando un secreto, ya sea guardando el honor de alguien.

No se debe tener envidia pues lo que tenemos de bien viene de Allâh y lo que tenemos de mal procede de nosotros mismos; No somos nadie sin Allâh, no somos nada en y por nosotros mismos. Solamente un espejismo.

No practicar la maledicencia es no denunciar a otros por sus pecados, aunque sean reales. Una sola excepción es el denunciar los errores de alguien que puedan afectar a la doctrina del Islam; pues el honor del Islam se encuentra por encima del de la persona quien emite consciente o inconscientemente el error. Dice el hadiz: "La maledicencia se encuentra prohibida excepto en el caso de ordenar el bien y prohibir el mal". Si la denuncia es por ganar prestigio o protagonismo entonces es maledicencia.

No maldigamos aunque alguien nos haya hecho mal, exceptuado Abu Lahab pues lo ha hecho Allâh en el Qur'an y a aquellos a quienes Allâh ha maldito.

Reconocer la Verdad aunque juegue en nuestra contra: Perla cara y rara escondida en los arrecifes de coral de las almas radiantes de belleza por la purificación. Si somos verídicos y nos jactamos de ello, primero debemos ser exigentes con nosotros mismos para poder equilibrar la percepción de la verdad, aunque nos perjudique.

No se deben lanzar motes. El Qur'an exceptúa los casos de los padres de la incredulidad Abu Lahab y Abu Yahil. Por extensión seguramente están exceptuados los grandes herejes y/o los enemigos del Islam de todos los tiempos.

La humildad en la plegaria es saber que nos encontramos ante un Dios Todo-Poderoso, que Le pertenecemos y que nos somentemos enteramente a El.

Apresurarse a pagar el Zakat es no esperar hasta el Ashura del año siguiente y el ser consciente de que ese dinero no nos pertenece en absoluto y que puede paliar sufrimientos y salvar de dificultades a otros.

Soportar las desdichas es una condición sinequanon del verdadero creyente, pues depués de los Profetas y de los santos es el mu'min quien soportará mas desgracias y será más probado

Reclamar lo que a uno no le pertenece: no solamente tiene una vertiente económica, sino social y espiritual, a saber:

Reclamar lo que a uno no le pertenece es un hecho grave cuando se trata de un bien o de dinero; reclamar liderazgo cuando se es un incapaz es una osadía y una usurpación de los derechos ajenos, pero si lo que se reclama es el liderazgo religioso cuando se es un vicioso, un malvado o un ignorante, entonces además de esto último es un atentado contra la religión y una mentira contra Allâh.

El rencor cuando uno se irrita es una prueba de la negrura del corazón. Podemos ser firmes cuando nos irritamos por el bien, pero guardar rencor es una enfermedad del nafs

El frecuentar a las gentes de la ciencia es una obligación para aquel quien no tiene la ciencia, al igual que enseñarla es una obligación para quien la detenta. Y esta es una época en la cual aquel quien no sabe pretende enseñar al que sabe. Pero aqui mucho cuidado porque el Profeta - sobre él la plegaria y la paz - nos ha puesto en guardia contra los sabios malvados, que en esta época son legión.

Si recibe o sufre un mal de otro debe saber que Allâh será su Vengador. El mal está hecho y el no puede dar vuelta atras ni lo puede remediar; entonces es el momento de remitir los asuntos a Allâh y El sabrá mucho mejor que respuesta dar al opresor.


Y Allâh sabe más

sábado, 1 de junio de 2013

La Aparición del Imam Mahdi - según Ibn Arabi en sus Futuhatu-l-Makkiyya

Bismi-l-Lâhi-r-Râhmani-r-Rahîm

Allahumma salli ‘ala sayydina Muḥammadin ‘abdika wa rasulika nabiyyi-l-‘umiyyi wa ‘ala ‘alihi wa sahbihi wa sallim taslima.

No pretendemos hacer una presentación sobre quien es Ibn Arabi, uno de los más grandes sufís de todos los tiempos, pues seguramente encontraréis por todas partes una cumplida biografía suya, impregnada con los acontecimientos determinantes de su vida.

Si diremos su nombre completo: Muhyiddîn Abu Bakr Muhammad Ibn Alî Ibn ’Arabî al-Hâtimî. Nació en 1165 en Murcia y falleció en 1240 en Damasco, donde se encuentra su tumba. Es llamado “Chayj al Akbar” (El más grande maestro) y escribió 846 obras entre las cuales se encuentra “Al Futuḥat al Makkiyya”. En esta extensa obra destina uno de sus capítulos a la descripción de la persona y la venida del Imam Mahdi Al Muntadar (El Bien Guiado y Esperado) a quien Allâh enviará en los últimos tiempos a fin de reponer en el mundo la justicia y la equidad.

Se trata de una sección de la citada obra, la cual tiene una extensión de unas cien páginas una vez traducida. No nos hemos decidido a traducirla entera, pero si vamos a hacer un pequeño resumen, describiendo punto por punto, todas aquellas conclusiones a las cuales Ibn Arabi pudo llegar sobre este sujeto tan de actualidad en los tiempos en los que nos ha tocado vivir.

EL MAHDI Y SUS CONSEJEROS

DESCRIPCION GENERAL

Comienza Ibn Arabi dando una descripción de su llegada, tomando como base varios hadices sahih, diciendo:

“Sabe, que Allâh nos asista, que un jalifa de Allâh aparecerá en un tiempo en el cual la tierra estará colmada de tiranía y de injusticia; él la colmará a su vez de equidad y de justicia. Si al mundo no le debiera faltar sino un solo día de existencia, Allâh se la prolongará hasta que aparezca el jalifa descendiente de la familia del Enviado de Allâh por Fatima. Su nombre es igual que el del Enviado de Allâh, y su ancestro será Hassan Ibn Ali Ibn Abi Talib; le será hecho un pacto de alianza entre la esquina de la piedra negra y la estación de Ibrahim; se parecerá físicamente al Profeta, pero no podrá igualarle en perfección moral, pues Allâh ha dicho a su respecto: “En verdad tu has sido dotado de una naturaleza sublime” (Qur’an 58-4). Tendrá la frente ancha y la nariz aguileña (en otras versiones, prominente). Las gentes quienes obtendrán mayor beneficio de su presencia serán las gentes de Kufa. Repartirá las riquezas con completa equidad y juzgará los asuntos litigiosos con justicia. Cuando un hombre le diga: “Mahdi, hazme un don”, recibirá tanto dinero como pueda recoger con su manto.

Aparecerá en una época el la cual la religión se encontrará eclipsada. Allâh le otorgará el poder de suprimir el mal más de lo que ha dado al Qur’an el poder de suprimirle. Se acostará una noche sin ciencia, sin generosidad ni valor y se levantará a la mañana siguiente siendo el hombre más sabio, más generoso y el más valiente: será preparado para su misión en una sola noche. La victoria será su compañera y asumirá su función durante cinco, siete o nueve años. Marchará tras de los pasos del Enviado de Allâh – sobre él la plegaria y la paz – y no dará un paso en falso. Un ángel, que el Mahdi no podrá ver, está encargado de su protección.

Se ocupará de todos los hombres, reforzará al débil en la verdad y dará hospitalidad al huésped. Asistirá a las gentes alcanzados por catástrofes naturales. Sus actos serán conformes con sus palabras, y sus palabras serán conformes a su ciencia: el sabrá a que deberá enfrentarse. Conquistará la “Ciudad bizantina” pronunciando el takbir acompañado de 70.000 musulmanes todos descendientes de Ishak (Isaac). Asistirá a la “Gran Melé” (al-malhama al-‘usma) la cual será seguida por el “Gran Festín” ofrecido por Allâh, el cual tendrá lugar en las praderas de Acre. Extirpará la injusticia y los injustos. Restablecerá la religión (en su pureza) insuflando el Espíritu en el Islam, el cual será así elevado después de haber sido envilecido, y revivificado después de un periodo de muerte. Suprimirá el tributo impuesto a los no-musulmánes y llamará a los hombres a Allâh por medio de la espada. Quien rehúse seguirle será ejecutado: quienquiera que se oponga a él será derrotado. Manifestará la religión tal y como realmente es, de la misma manera que lo hacía el Enviado de Allâh cuando estaba en vida, ejercerá asimismo la Autoridad junto con la Religión.
Pondrá fin a todas las escuelas jurídicas de la tierra: solo quedará la religión pura. Sus enemigos serán los sabios quienes siguen ciegamente las gentes del esfuerzo en jurisprudencia; cuando ellos vean que la autoridad será ejercida en contradicción con ciertas posiciones de sus imames. Ellos se pondrán entonces bajo su autoridad a regañadientes, por temor de su espada y de su poder, y así mismo por el deseo de obtener favores. El común de los musulmanes se alegrará mucho más de su venida que aquellos quienes desempeñaban una función oficial. Los conocedores de Allâh entre los hombres, habiendo realizado como han realizado las verdades metafísicas por vía de la contemplación y el desvelamiento iniciático le harán alianza bajo instrucción divina.

Hombres quienes han alcanzado el grado del conocimiento divino estarán a su lado para auxiliarle a cumplir su obra y llevarle hasta la victoria; estos son los Consejeros, quienes tomarán en cargo su “reinado” y le ayudarán a cumplir con la misión con la cual ha sido investido por Allâh. Es a él que vendrá Isa, hijo de María, quien descenderá sobre el minarete blanco al este de Damasco vestido de dos piezas de lana de color azafranado, apoyándose sobre dos ángeles, uno a su derecha y otro a su izquierda; de su cabeza caerán gotas semejantes a perlas. Avanzará agachado como marchando debajo de una bóveda mientras que las gentes se encuentren rezando la plegaria del Asr: el Imam (Mahdi) le cederá la plaza y dirigirá la plegaria en conformidad con la Sunna de Muḥammad – sobre él la plegaria y la paz - . Romperá la cruz y matará al puerco.

Allâh enviará con él al Mahdi quien será perfectamente puro y El hará morir al Sufyani junto a un árbol en el oasis de Damasco. Su ejército será tragado por la tierra en Bayda (tribu árabe que forma parte de Quda’a), entre Madina  y Makka. De esta armada solamente un hombre de la tribu de Ŷuhayna quedará en vida. Este ejército, antes de esto, se habrá apoderado de la ciudad del Enviado de Allâh (Madina) durante tres días, después de camino hacia Makka es en Bayda que será tragado por la tierra. Aquellos que fueron enrolados a la fuerza en esta armada tendrán una suerte el Día de la Resurrección conformemente a su intención.

EL MAHDI Y SUS CONSEJEROS

Los hombres que combatirán al lado del Mahdi y son matados serán los más grandes mártires; y los hombres de confianza del Mahdi, los mejores de todos. Tendrá un grupo de hombres a su servicio a quienes Allâh ha ocultado en el secreto de Su Misterio. El les ha hecho conocer la vía del desvelamiento iniciático y de la contemplación de las verdades espirituales y la misión que el Mahdi deberá cumplir con respecto a Sus siervos. Es consultándoles a ellos que el Mahdi cumplirá su misión, ya que ellos son los conocedores, aquellos quienes conocen a Aquel que es. En cuanto a él, no será sino el detentor de una espada de verdad y de una política inspirada; el conoce de Allâh lo requerido por su rango y su grado pues será un jalifa divinamente dirigido. Conocerá el lenguaje de los animales y su justicia se extenderá a los hombres y a los genios. Entre los secretos de la ciencia que poseerán los Consejeros que Allâh le habrá escogido, existe este versículo: “Es un deber para Nos el otorgar la victoria a los Creyentes” (Qur’an 30-47). Los Consejeros son del mismo tipo espiritual que los Compañeros, ellos honrarán el compromiso que han adquirido ante Allâh.

Ellos serán todos no-árabes, pero no hablarán sino en lengua árabe. Ellos tendrán un guardián perteneciente a un grupo diferente del suyo, quien no ha desobedecido nunca a Allâh: será este el más elevado de los Consejeros y el más excelente hombre de la confianza del Mahdi. Allâh les ha dado, a través del versículo citado precedentemente, el cual ha llegado a ser su invocación continua durante el día y su compañero inseparable en la noche, la excelencia de la ciencia de la sinceridad, haciéndoles conocer los estados y el gusto que son particulares a esta última. Ellos han realizado que la sinceridad es la espada de Allâh sobre la tierra: nadie la practica o se reviste de ella sin que Allâh le otorgue la victoria, pues ella es uno de Sus atributos y El Sincero (A-s-Sadiq) uno de Sus Nombres. Ellos verán con ojos sanos y avanzarán con paso firme sobre la vía de la guía. No considerarán que Allâh distinga entre un creyente u otro pues El se ha impuesto el conceder la victoria a los creyentes sin especificación alguna.

Es así como serán los Consejeros del Mahdi y es esta enseñanza que comunicarán a sus partidarios. Ellos conquistarán la “Ciudad Bizantina” a través del takbir (sin lucha alguna). Cuando ellos pronuncien el primer takbir, el premier tercio de los muros de la ciudad caerá destruido; cuando pronuncien el segundo, es el segundo tercio de los muros que caerá, y cuando pronuncien el tercero caerán el resto de los muros de la ciudad. Ellos la conquistarán pues sin utilizar la espada. He aquí la esencia misma de la sinceridad de la cual acabamos de hablar.

Los Consejeros del Mahdi son un grupo inferior a diez miembros. Cuando el Mahdi se verá enseñar dicha sinceridad, la pondrá en práctica y él será el más sincero de los hombres de la época: sus Consejeros son pues los Guías y él será el Bien Guiado (Mahdi). Esta enseñanza ligada al conocimiento de Allâh le será mostrada por sus Consejeros.

En cuanto al Sello de la santidad Muhammadiana, el es el más sabio de las criaturas al respecto de Allâh. No habrá habido ni habrá después de él nadie más sabio al sujeto de Allâh. El Qur’an y él son hermanos, al igual que el Mahdi y la espada lo serán.

He aquí un breve resumen de las características fundamentales del Imam Mahdi, sus Consejeros y el tiempo y circunstancias de su aparición. Después de esto Ibn Arabi pasa a los detalles, y es de estos detalles de los cuales haremos un resumen obviando explicaciones doctrinales y explicaciones pertinentes a hacer comprender al lector con todo lujo de detalles la veracidad de las afirmaciones contenidas en su obra:

El Enviado de Allâh – sobre él la plegaria y la paz – no ha precisado con exactitud la duración del califato del Imam Mahdi; lo ha dejado indeterminado, aunque será un número de años de cinco, siete o nueve. Estas cantidades están en correlación directa con el número de sus Consejeros. Cada uno de ellos alargará de un año la duración del califato del Mahdi; si ellos son cinco el califato durará cinco años, si son siete, siete años y si ellos son nueve, entonces el califato del Mahdi durará nueve años.

Cada año del califato tendrá sus peculiaridades y precisará de una ciencia poseída por tal o cual Consejero; estos, salvo uno de ellos serán todos matados en la llanura de Acre sobre la tabla divina (al Ma’ida-l-‘ilahiyya) que Allâh hará levantar para los buitres y los leones.

La aparición del Imam Mahdi es uno de los signos de la Hora. La conquista de la ciudad bizantina que es la gran Constantinopla, la Gran Melé que se seguirá del “Festín” en la llanura de Acre y la aparición del Daŷŷal se producirán todos ellos en un periodo de siete meses. Entre la conquista de Constantinopla y la aparición del Dayyal transcurrirán dieciocho días.

El Daŷŷal vendrá de Jorasán; estará seguido por turcos, y los judíos se le unirán a partir de Isfahán (solamente ellos serán de un número de 70.000). Es un hombre de edad madura, tuerto del ojo derecho, el cual se asemejará a un grano de uva seca. Entre sus ojos tendrá escrito la palabra (kafara o kafir).
Pero volvamos a la ciencia de los Consejeros del Mahdi.

Aquí Ibn Arabi realiza una pausa y nos explica como aparte todos los detalles que contienen los hadices sobre la aparición del Mahdi, aquello lo cual no se encuentra en los hadices le ha sido mostrado directamente por Allâh, sin que él se lo hubiera pedido, y sin que él haya pedido a Allâh mostrarle más detalles por vergüenza de Allâh y por humildad. Es pues una enseñanza de Allâh directamente a uno de Sus siervos virtuosos para que dicho siervo se lo transmita al resto de la Comunidad.

LAS CIENCIAS DEL MAHDI TRANSMITIDAS A EL POR SUS CONSEJEROS

He aquí seguidamente las ciencias de las cuales el Imam Mahdi tendrá necesidad durante su misión, las cuales le serán transmitidas por sus Consejeros:

A – Una visión espiritual penetrante

B – El conocimiento del Discurso divino en la proyección.

C – La ciencia de la traducción de lo que procede de Allâh

D – La determinación del rango de aquellos quienes ejercen un poder

E – La misericordia en la cólera

F – Las necesidades materiales y espirituales para el ejercicio del poder.

G – La ciencia de la interpenetración de las cosas.

H – El esfuerzo incesante y la investigación a fin de proveer a las gentes en sus necesidades.

I – La posesión de la ciencia del Misterio, de la cual el Mahdi tendrá necesidad durante el tiempo de su misión.

Ibn Arabi pasa entonces a explicar detalladamente punto por punto estas nueve ciencias. Después de hacerlo, extendiéndose considerablemente en ello, Ibn Arabi pasa a describirnos la categoría del conocimiento iniciático del Mahdi:


CIENCIA DEL INTERIOR DEL MAHDI


El Mahdi caminará tras los pasos del Enviado de Allâh – sobre él la plegaria y la paz – y no dará un paso en falso durante su misión. Como el profeta, él también será una misericordia.

Ningún jalifa de Allâh, ni guía de la religión reunirá las nueve ciencias a la vez hasta el día de la Resurrección, sino es el Mahdi. El Enviado de Allâh – sobre él la plegaria y la paz – ha confirmado la infalibilidad del Mahdi en las resoluciones jurídicas que adoptará.

El grado espiritual del Mahdi comporta las siguientes ciencias:

A – La ciencia del descenso divino (al ‘inzal al ‘ilahi)

B – La ciencia del significado que convierte la escritura en un discurso.

C – La ciencia del discernimiento entre el discurso directo y el tortuoso y los criterios que permiten conocer ambos.

D – La ciencia de lo que han aportado los enviados de Allâh, en los dominios exterior e interior.

E – La ciencia que permite saber si aquel quien habla sin ciencia posee una ciencia en realidad o no.

F – La ciencia del conocimiento entre la sinceridad y la mentira y de a qué son destinados el sincero y el mentiroso.

G – Una ciencia que suprime la opresión en el alma del hombre espiritual a causa de lo que él percibe como obstáculos interiores ligados a las limitaciones humanas.

H – La ciencia que consiste en saber que lo que Allâh ha hecho visible sobre los cuerpos físicos es su adorno.

I – La ciencia de lo que Allâh ha puesto en el mundo como fuente de maravillamiento.

J – La ciencia de la manera de hacer aspirar las almas a las realidades transcendentes, del medio para conocer dichas realidades y de lo que ellas son en ellas mismas.

K – La ciencia de lo que contiene lo más grande y lo más pequeño.

L – La ciencia del estatus del Real (Allâh) en lo creado, cuando El se manifiesta y cuando se oculta.

M – La ciencia de la perplejidad, de la cual no se sale después de haber entrado.

N – La ciencia concerniente a la percepción de aquel quien ve una cosa tal y como ella no es en realidad.

O – La ciencia del agrandamiento y empequeñecimiento de los istmos.

P – La ciencia de la influencia propia de la justeza y la desviación y sobre aquello a lo cual se aplica.

Q – La ciencia del efecto de los estados espirituales en el mundo de la creación.

R – La ciencia de aquello lo cual debe magnificarse en el Hombre Universal y de lo que es aún más sublime que esto.

S – La ciencia consistente en saber si aquel quien ha recibido la entera gestión de los bienes materiales, puede hacer uso de ellos como si fuera su legítimo propietario y en qué se encuentra limitado por la Ley sagrada (Chari’a).

T – La ciencia de la sabiduría por la cual los santos piden que su estación espiritual quede oculta, al contrario que en los profetas.

U – La ciencia de la pedagogía según la cual el maestro transmitirá su sabiduría elevada a su discípulo, sin que este último se aperciba que tal era la intención del maestro.

V – Una ciencia particular entre las del desvelamiento iniciático. Aquel quien la posee sabe que ningún individuo ni grupo, numeroso o no, escapan a la presencia de uno de los hombres del Mundo oculto, ya hablen en voz alta o en su fuero interno.

X – La ciencia de lo que es loable y reprensible en materia de polémica.

Y – La ciencia concerniente a la Palabra divina que dice: “Yo soy creyente si Allâh lo quiere”, siendo como es, que en el momento en el cual la pronuncia el sabe que es creyente.

Z – La ciencia de re memorizar lo que sabías y habías olvidado.

Aa – La ciencia del alargamiento del tiempo y su reducción, así como de sus causas.

Ab – La ciencia de la preferencia de la compañía de las gentes de Allâh a las gentes olvidadizas aunque fueren creyentes.

Ac – La ciencia de la manera conveniente de comportarse hacia la Majestad divina, ya guste a las gentes, ya les encolerice.

Ad – La ciencia de las aguas y de su gestión.

Ae – La ciencia del signo distintivo de aquel a quien Allâh ha colocado entre los bienaventurados y el de aquellos a quienes El ha colocado entre los desdichados en este mundo.

Af – La ciencia de lo que es este bajo mundo en él mismo.

Ag – La ciencia de lo que subsiste y de lo que se extingue.

Ah – La ciencia de la forma de apercibir lo ilimitado.

Ai – La ciencia de las disposiciones jurídicas que deben aplicarse a los ŷin.

Aj – La ciencia de la distinción entre la acción y el acto efectuado.

Ak – La ciencia de aquel quien está dispuesto a recibir una ayuda en la acción.

Al – La ciencia de las diferentes corrientes religiosas.

Am – La ciencia de lo que corresponde a cada ser.

An – La ciencia que permite conocer a aquel quien no aprovechará de la ciencia.

Ao – La ciencia de la ciencia especial. Ella permite conocer como las almas pueden aceptarlas y aún como la pueden aceptar más que a cualquier otra ciencia.

Ap – La ciencia que permite alejarse de aquella ciencia de la cual es necesario alejarse.

Aq – La ciencia de la naturaleza de los velos que impiden la percepción espiritual.

Ar – La ciencia de la longanimidad y de lo que la distingue de la absolución.

As – La ciencia según la cual las cosas no pueden escapar a su determinación junto a Allâh.

At – La ciencia de lo que ha hecho olvidar a ciertos grandes conocedores en sus actos que Allâh es el único agente.

Au – La ciencia que permite devolver lo que es necesario devolver y a quien conviene.

Av – La ciencia de lo que el individuo concibe como loable cuando él es el autor y de lo que el rechaza cuando procede de otros.

Ax – La ciencia del estado de aquel quien se encuentra entre dos mundos.

Ay – La ciencia de lo que el Real (Allâh) hace existir como siendo el efecto de una causa.

Az – La ciencia del rango de aquel quien provee a las necesidades de los siervos de Allâh y de lo que le espera junto a Allâh.

Ba – La ciencia de la razón por la cual un individuo toma una imposibilidad como una prueba.

Bb – La ciencia de la diferencia entre las criaturas quienes no serán juzgadas el Día de la resurrección y las otras.

Bc – La ciencia de la Elite.


HADICES SOBRE LA LLEGADA DEL IMAM MAHDI

Según Abu Sa’id al Judri Rasulu-l-Lâh  - sobre él la plegaria y la paz – dijo:

El Mahdi es uno de mis descendientes, tiene la frente ancha y la nariz aguileña. Colmará la tierra de equidad y de justicia después de que la tiranía y la injusticia hayan reinado sobre ella. Gobernará durante siete años

Recopilado por Abu Dawud

Según Abu Hurayra Rasulu-l-Lâh  - sobre él la plegaria y la paz – dijo:

Aunque le faltara solamente un día de existencia a este mundo, Allâh lo prolongaría hasta que llegue un hombre de mi descendencia, cuyo nombre es como el mío.

Recopilado por Tirmidi

Según Abu Sa’id al Judri Rasulu-l-Lâh  - sobre él la plegaria y la paz – dijo:

De mi comunidad aparecerá el Mahdi; gobernará durante cinco, siete o nueve años. Cuando un hombre venga a él para buscar un don, él le dará tanto como su manto pueda contener.

Recopilado por Tirmidi

Según Ali Ibn Abi Talib Rasulu-l-Lâh – sobre él la plegaria y la paz – dijo:
El Mahdi forma parte de mi familia; Allâh le preparará en una sola noche.

Recopilado por Ahmad Ibn Hanbal

Según Abu Hurayra Rasulu-l-Lâh  - sobre él la plegaria y la paz – dijo:
No llegará la Hora hasta que los romanos hayan estacionado sus tropas en AL-Amaq o A-d-Dabiq. Un ejército formado por los mejores hombres de la tierra saldrá ese día de Madina para ir a su encuentro. Cuando las tropas estén en orden de batalla, los romanos dirán: - “Entregadnos a aquellos de nosotros que han contraído vuestra fe” -. Los musulmanes responderán: - “Por Allâh, no dejaremos que ataquéis a nuestros hermanos” - . Entonces ellos combatirán contra los romanos: un tercio de los musulmanes huirá y Allâh no les otorgará nunca Su perdón; otro tercio de entre ellos perderán sus vidas y serán para Allâh los más grandes de entre los mártires, y el último tercio conseguirá la victoria sin haber tenido necesidad de entrar en batalla. Ellos conquistarán Constantinopla y mientras que se encuentren repartiéndose el botín, el Diablo les lanzará esta llamada: - El Mesías ha tomado vuestro lugar junto a vuestras familias -. Ahora bien, no será sino el falso mesías el que aparecerá cuando ellos lleguen a Damasco. Mientras que ellos se estén preparando para el combate, se llamará a la plegaria y es entonces que Jesús Hijo de María descenderá y dirigirá la plegaria. Cuando el enemigo de Allâh se aperciba de su presencia, comenzará a fundirse como la sal en el agua; si Allâh le hubiera dejado, él se habría fundido hasta desaparecer. Pero Allâh le dará muerte por la mano de Jesús, quien mostrará a las gentes su sangre en su lanza.

(Sahih Muslim)

Según Abu Sa’id al Judri Rasulu-l-Lâh  - sobre él la plegaria y la paz – dijo:
El Daŷŷal se aproximará a Madina, pero le será prohibido entrar en los arrabales de la ciudad, se instalará pues en una zona pantanosa en los alrededores de la ciudad. Un hombre quien será en ese día el mejor de entre sus habitantes se presentará delante de él y dirá: - ¡Doy testimonio de que tu eres el Daŷŷal sobre quien el Enviado de Allâh nos ha informado!- Entonces el Daŷŷal dirá dirigiéndose a sus partidarios: - ¿Si yo matara a este hombre y luego le resucitara dudaríais vosotros de mí? - - ¡No!- respondieron ellos. Entonces él le matará, después le resucitará. Pero la víctima exclamará: - ¡Por Allâh! Nadie en este día conoce mejor que yo lo que hay que pensar de ti - . Entonces el Daŷŷal tratará de matarle de nuevo, pero no tendrá poder para apoderarse de él.

(Bujari y Muslim)

Sabi’i transmitió que Ali, mirando a su hijo Hassan, declaró: “Mi hijo, hele aquí, es un señor, como lo ha dicho el Profeta – sobre él la plegaria y la paz - : De sus riñones saldrá un hombre que llevará el nombre del Profeta; se le parecerá físicamente, sin poder igualarle en perfección moral. El colmará la tierra de justicia”.

Según Umm Salama (esposa del Enviado de Allâh) el Profeta – sobre él la plegaria y la paz – dijo:
Grandes diferencias estallarán a la muerte de un jalifa y un hombre huirá de Madina para refugiarse en Makka. Unas gentes vendrán a su encuentro y le tomarán, contra su voluntad, hasta llevarle entre el ángulo de la piedra negra y la estación de Ibrahim y hacer un pacto de alianza con él. Una tropa será enviada de Siria contra él, pero el desierto se la tragará entre Madina y Makka. Cuando las gentes hayan visto esto, los Abdal de Siria vendrán a prestarle alianza y otros grupos de Iraq harán un pacto de alianza con él. Después aparecerá un qurayšita cuyos tíos maternos pertenecerán a la tribu de Kalb, que enviará una tropa contra ese hombre, la cual será derrotada por sus partidarios; he aquí lo que llegará de parte de la tribu de Kalb. Las gentes practicarán nuevamente la Sunna del Profeta. De sus camellos, este hombre extenderá el Islam por la tierra; se quedará siete años entre los musulmanes, después morirá y las gentes harán la plegaria mortuoria por él.

(Recopilado por el Imam Ibn Hanbal)

Según Ibn Mas’ud y otros Compañeros, el Enviado de Allâh – sobre él la plegaria y la paz – dijo:
El Mahdi aparecerá al final de los tiempos en el Magreb Extremo y llevará consigo la victoria sobre una distancia de cuarenta millas. Sobre sus estandartes blancos y amarillos estarán inscritos signos, entre los cuales se encontrará el Nombre supremo de Allâh. Ninguno de sus estandartes será puesto en derrota: viniendo del litoral, su punto de partida hacia Oriente se hará a partir de una montaña llamada Masna en el Magreb. Los estandartes del Mahdi serán confiados a un grupo con el cual Allâh se habrá comprometido mediante un pacto a acordarles la victoria: Estos son los partidarios de Allâh. ¿Acaso los partidarios de Allâh no son ellos los vencedores?

Recopilado por Al Qurtubi en su Tadkira

Transmitió Nafi’ Ibn ‘Utayba:

Nos encontrábamos en campaña militar con el Enviado de Allâh – sobre él la plegaria y la paz – cuando gentes venidas del Magreb, vestidos con prendas de lana, salieron a su encuentro y se le acercaron al lado de una loma. Permanecieron de pie, mientras que el Enviado de Allâh estaba sentado. Entonces me dije a mí mismo: “Voy a colocarme entre ellos a fin de que no intenten atentar contra su vida” Después, me dije: “Seguramente desea hablar con ellos en secreto”. Aún así, me coloqué entre ellos y el Profeta, y he retenido cuatro cosas que el Profeta dijo durante este encuentro, las cuales me encuentro en disposición de enumerar: “Combatiréis la Península arábiga y Allâh os dará la victoria, después Persia y Allâh os dará la victoria, después a Roma y Allâh os dará la victoria, en fin combatiréis al Daŷŷal y Allâh os dará la victoria.

Recopilado por Muslim

Transmitió Sa’ad Ibn Abi Waqqâṣ que Rasulu-l-Lâh – ṣala-l-Lâhu ‘alayhi wa sallam - dijo:
Las gentes del Poniente no cejarán de asumir la defensa de la verdad hasta la Hora última

Recopilado por Muslim

Transmitió ‘Imran Ibn Ḥaṣîn que Rasulu-l-Lâh – ṣala-l-Lâhu ‘alayhi wa sallam - dijo:
Un grupo de mi Comunidad no cesará de luchar para hacer que la verdad triunfe y de resistir a aquellos que la son hostiles hasta que el último de entre ellos combata a el Daŷŷal.

(Citado como auténtico por Abu Dawud y Ḥakîm)