Powered By Blogger

martes, 21 de abril de 2015

Entrevista de un periodista francés al maestro sufi Sidi Addah Ibn Tunas en 1952

He utilizado como base de este trabajo una serie de entrevistas que el periodista Jean Byes realizó alSheij de la Tariqa Alawi, Sidi Hayy Adda Ibn Tunas, sucesor del fundador de esta tariqa, el Sheij al-Alawi - que Allah esté satisfecho de ambos-. Estas entrevistas, efectuadas en Mostaganem, Argelia, en 1.952, se encontraban acompañadas de ciertos comentarios los cuales desvelaban, en cuanto al autor se refiere, una posición tomada de orden personalista, nacidos sin duda de la machacona costumbre “perennialista” de querer hacer entrar absolutamente todo en el cuadrante de la “religión perennis” la cual nunca existió, ni existirá, sino es en el ideal masónico de reducirlo todo a una visión industrializada y comercial de las religiones. Debido a esto el señor Byes quiso poner en labios de Sidi Addah (nuestro personaje), palabras que nunca dijo, pero que arreglaban al periodista a presentar la versión por él deseada. Parece ser que para el señor Byes lo realmente esencial de su perspectiva sobre el personaje era el hecho "llevar una yilaba blanca en un jardín rodeado de árboles y amenizado por el arrullo de las palomas", etc.
Ayudado por los libros de los cuales nuestro personaje es el autor, he mantenido las frases que son fieles a su pensamiento y a su forma de expresión, contando para esto además con la imprescindible ayuda del Kitab (Qur’an) y de la Sunna del Rasul, Salla-l-Lahu aleihi wa-s-Salam, de la que ningún musulmán que se precie puede prescindir.

Qué no es la Vía Espiritual

Para cualquier trabajo o estudio que se pueda hacer sobre la Vía Espiritual en estos tiempos que son los nuestros, es necesario antes dejar muy claro qué errores o deformaciones actuales no forman parte de dicha Vía, habiendo en algunos casos contaminado la idea que desde afuera se puede hacer uno de ella; nuestra pretensión con ello es el dejar el camino libre a una explicación que sea satisfactoria y eficaz.

La palabra Sufismo es de tal manera traída, llevada, deformada, y se ha abusado y se abusa tanto de este término, que no resulta conveniente utilizarla, no ya en este trabajo, sino en cualquier estudio serio que se haga de la Ciencia del Tawhid (Ma’rifa); y cuando utilizo la palabra serio me refiero a verídico, no a papel escrito ni a poesías de orden bucólico o pastoril o a odas por la "libertad". Es más inteligible pues, así como conveniente, hablar de Ihsan o de Ma’rifa.
El motivo de esta transposición es el que nos anima a escribir las líneas siguientes.
En este momento florecen un gran número de autodenominadas tariqats, las cuales pretenden detentar una preeminencia espiritual de la que en realidad se encuentran muy lejos. Este florecimiento es producido por una falta de fines y motivaciones espirituales, cuando no a una falta total o casi total de ésta. Conocedor de todas estas deformaciones he decidido presentarlas una a una y analizar su origen y alcance, de la manera más clara que nos permita la extensión de este artículo; y esto porque como musulmán estoy obligado a denunciar el error en cuestión de religión y porque como viajero en la Vía Espiritual tengo la consciencia de que la confusión ha hecho presa en un buen número de almas. Se conoce el campo y la materia mediante la experiencia y no por las referencias ajenas.
La más llamativa y escandalosa de estas deformaciones está representada por aquellos que dicen: "nosotros no somos musulmanes sino sufíes". ¡Va de suyo que no son musulmanes, sino munafiqun —hipócritas— y, puesto que no son musulmanes, jamás podrán llegar a ser sufíes!

Dijo nuesto Imam Malik, autor de la Muwatta:

“Aquel quien practica el sufismo sin Chari’a es un hereje,
Pero quien practica la Chari’a sin sufismo es un extraviado,
En la práctica conjunta de ambas se encuentra el éxito.”

Quienes dicen ser sufís y no practican la Chari’a Islámica no pertenecen a la Ummah de Muhammad, la Plegaria y la Paz de Allah sean sobre él. Dichas gentes utilizan este lenguaje como excusa para saciar sus bajos instintos, a la búsqueda de dinero, prestigio e influencia; y se reúnen en grupos que utilizan arteramente el término sufismo, cuando en realidad son una puerta de entrada seudo espiritual hacia la realización satánica. Y este error, por su claridad, no merece más comentarios.

"...En cuanto a los que no creen, tienen por amigos a los Tagut, que les hacen salir de la luz hacia las tinieblas. Ellos son los compañeros del fuego, donde serán inmortales."(Corán: 2, 257)

Les siguen aquellos que dicen ser musulmanes y sufíes, pero que deforman la Chariah hasta el punto que la vulneran sistemáticamente

Unos, divorcian a las mujeres sin Iddah, y cambian unas por otras porque su Sheij les dice que "hay que cambiar de esposa para desapegarse del mundo"; curiosa manera esta de desapegarse del mundo habida cuenta de que nuestro Santo Profeta –‘alayhi-s-salatu wa-s-salam – nos dijo:

“Es el gran Chaytan quien separa al marido de la mujer.”

Que tomen nota pues aquellos quienes hayan caído en las garras de semejante “chayj”. Mientras, mendigando subvenciones en el país islámico de turno y recibiendo fondos más que dudosos de Inglaterra, Turquía o Arabia Saudita, establecen como emires o chuyuj a gentes que se aprovechan de la debilidad de aquellos que les siguen; sus jefes, cuentan los dineros recibidos de las subvenciones y de los más ricos adeptos, frotándose las manos porque el negocio va bien. Poco importa que el uniforme de los adeptos pase por llevar corbata y una barbita corta, algo puntiaguda, o un simple gorrito verde en la cabeza, llamen al chayj "Jalifa" o "Mawlana", pero en ambos casos el fin es el mismo por no hablar de la turbiedad de los medios los cuales entran en liza para mantener la secta.

"Es cierto que muchos se extravían debido a sus deseos, sin conocimiento." (Corán: 6, 121)

Viendo una estrella fugaz, el Profeta, la Plegaria y la Paz sean sobre él, dijo a sus compañeros:
"¿Qué decíais vosotros de una estrella semejante, en la época de la ignorancia, antes del Islam?
Nosotros decíamos que es un presagio de la muerte o del nacimiento de un gran personaje, dijeron ellos.
Ni lo uno, ni lo otro, dijo el Profeta, y he aquí la explicación: Cuando Allah Subhana wa ta’ala toma una decisión, los ángeles que sostienen el Trono del Señor comienzan a glorificar al Creador. Los ángeles del cielo inmediatamente inferior, escuchándoles, hacen lo mismo, hasta que esto llega a este cielo. Entonces los ángeles del cielo más alto preguntan a los que sostienen el Trono sobre lo que ha dicho Allah. Y estos se lo hacen saber. Los ángeles de cada cielo se informan igualmente y la noticia llega hasta nuestro cielo.
Los demonios sorprenden algunas palabras de ella y son lapidados. Ellos vuelven entonces a sugerir a sus partidarios lo que han escuchado. Si ellos les comunicaran solamente lo que han escuchado, sus palabras serían verídicas, pero exageran sobre lo que relatan."
(Sahih Muslim)

Otra deformación algo más sutil, pero no por ello menos clara, cuando se pasa por el tamiz de Kitab wa Sunnah, es la que se da en aquellas tariqats en las cuales existía antiguamente una transmisión espiritual efectiva, que en este momento ha desaparecido por la falta de un verdadero maestro que conozca la doctrina del Tawhid (Unidad Divina). Estas tariqats están dirigidas por alguien quien dice poseer conocimiento, pero que en realidad no posee sino el conocimiento teórico que le ha proporcionado la lectura de algunos libros de los grandes maestros del Tassawwuf.
Poseyendo una extraña habilidad y una especie de atracción psíquica engañan a sus discípulos. Estos pretendidos maestros no son sino impostores que mienten sobre Allah, ya que pretenden detentar un don de Él que en realidad no poseen. Sus discípulos de todas las edades y condiciones sociales tienen en común su desconocimiento del Libro de Allah y de la Sunnah del Profeta, la paz y las bendiciones sean con él, así como una falta de personalidad y de resolución manifiestas. Estos falsos maestros constituyen una prueba de Allah para aquellos que se ponen en contacto con ellos. Todos ellos tienen en común que exigen de sus discípulos, o dinero, o una obediencia desmedida e innoble, o bien se amparan en la cantidad de seguidores para aparentar grandeza, o en mensajes apocalípticos, o en la nobleza de su estirpe, etc. Todos ellos inculcan a sus discípulos que su tariqa es la única verdadera y que sólo ellos están en la verdad; todo ello para mantener sus privilegios y/o sus ingresos.
Sus seguidores a su vez se caracterizan por la altivez con la que se dirigen al resto de sus hermanos musulmanes, como si éstos fueran hombres y mujeres de segunda clase, minimizando consiguientemente el Islam y su bendita Shariah. Estos discípulos, pretendiendo que tienen suficiente conocimiento para enseñar, no están ni tan siquiera preparados para aprender, habida cuenta de que gran parte de ellos son recién conversos al Islam. Tienen además el defecto de creer que el Conocimiento Espiritual es algo que se pueda conseguir fácilmente, sin apenas trabajo, como si se tratara de comprar frutas o verduras en el zoco con una pequeña cantidad de dinero, o con el carnet de faqir, y una ceguera de la que solamente pueden salir a través de practicar, comprender y reconocer que el ser humano es un siervo del Rahman, al Cual se le debe el cumplimiento estricto de la Chariah y una sumisión total, sumisión que no merece ser humano alguno. Esta ceguera les hace ser irreverentes hacia la Chariah, cuando no buscar una excusa para vulnerarla en aquello que ellos consideran que "entra en conflicto" con sus ideas o con las palabras u obras de su maestro. No es extraño escucharles razonar de la siguiente manera: "Fulano, es verdad, ha vulnerado la Chariah pero como es faqir, Allah le perdonará con más razón que si es un musulmán cualquiera". Triste, pero cierto.

“Y al que está ciego para el recuerdo del Misericordioso le asignamos un demonio rebelde que se convierte en su compañero inseparable – Y estos les apartan del camino mientras ellos se creen guiados."(Corán: 43, 35- 36)

"Dijo: Concédeme un plazo, hasta el día en el que serán resucitados.
dijo: Considérate de los que esperan.
Dijo: Puesto que Tú me has extraviado, yo les haré difícil Tu camino recto. Después les abordaré por delante y por detrás, por la derecha y por la izquierda y a la mayor parte de entre ellos no los encontrarás agradecidos."(
Corán - 7: 13-16)

Otro craso error es el de algunos quienes tuvieron un maestro espiritual capacitado para enseñar total o parcialmente la doctrina del Tawhid, el cual muere, y sus discípulos siguen aferrados a sus palabras y recomendaciones sin darse cuenta de que éstas sólo sirven para el momento en el que se producen. Si reflexionaran solamente un poco, se darían cuenta de que las únicas palabras pronunciadas por la boca de un hombre que tienen validez para siempre constituyen la Sunnah del Rasul, la paz y las bendiciones sean con él, y que ningún otro puede tener este privilegio. Si se pudiera seguir a un maestro muerto, ¿para qué la Silsilah (cadena de transmisión espiritual)? ¿ en quien se pararía ésta? . Evidentemente esta actitud les sirve de excusa a algunos para crear una falsa jerarquía, de los más osados sobre los más débiles, habida cuenta de que el maestro difunto no les puede dirigir reproches, ni hacer cambiar su comportamiento. La pillería no tiene límites, siendo sus expresiones de lo más variopintas.
Son también llevados a sentirse superiores al resto de los musulmanes por el hecho de creerse fuqara’s, miembros de un grupo “selecto”, sentimiento este que les hace minimizar la Chariah y la Sunnah del Rasul, la paz y las bendiciones sean con él. ¡Cuánto deberían aprender de un muslim recto y sincero!

El Profeta, sobre él la Plegaria y la bendición, ha dicho:

"Cuando alguien muere finaliza con él su trabajo en este mundo, salvo un hijo que reza por él, una sadaka yari’a (una obra que haya quedado para el uso de las gentes, una mezquita, un camino, etc.) y una ciencia de la que aprovechan los que vienen detrás de él." (Sahih Bujari y Muslim).

La explicación de este hadiz, en cuanto a la ciencia se refiere, es que se refiere a aquellos quienes han compuesto una ciencia o un método en materias destinadas para el bien de la humanidad; por ejemplo, la gramática árabe, la construcción de puentes, y otras cosas al uso. Pero nunca puede ser utilizado para seguir a un muerto, ya que uno de los príncipes del Tassawuf, el chayj Mawlay Al Arabi A-d-Darqawi – que Allâh esté satisfecho con él – dijo en una frase muy conocida:

“Aquel quien no tiene maestro vivo, tiene como maestro al Chaytan”

“Aquel quien muere sin conocer al hombre de su época, lo hace de una muerte aborrecida por el Enviado”

Los grupos de ulemas, cuando se reúnen para emitir una fatwa, utilizan para ello el conocimiento teórico y superficial que les proporciona el comprender el Qur’an y la Sunnah de una forma racional y lógica, ya que su conocimiento —‘ilm— no llega más allá, y el llegar a conclusiones a través de este conocimiento parcial puede extraviar a las gentes. No obstante, el ‘arif conoce la realidad a través de la ma’rifa, y este conocimiento es completo; podríamos decir que el ‘alim observa solamente un lado del cubo mientras que el ‘arif observa las seis caras a la vez. Por ello, para que los ulemas puedan llegar a conclusiones acertadas en sus fatwas necesitan la ayuda de un ‘arif, el cual conoce la realidad y su aplicación pertinente. El ‘alim no necesariamente es ‘arif, pero el ‘arif siempre es ‘alim.

No obstante, un muerto, por muy grande que haya sido su conocimiento y muchos los libros que haya dejado, no puede servir para enseñar la ma’rifa. Aquel que quiera adquirir este conocimiento necesita trabajar con un maestro vivo, el cual le da esta ciencia actualizada y adaptada a la época en el que vive y a las necesidades de cada estado. Es, antes bien, el muerto quien necesita al vivo para que éste rece por él.

Seguramente se me podrá tachar de crudeza al tratar todas estas manifestaciones pretendidamente espirituales, pero he de decir en mi descargo que la dureza sería dejar de denunciar el error allí donde éste se encuentre y dejar a las gentes entregadas a sus ilusiones irreales y dañinas. He escrito estas líneas invocando la ayuda de Ar-Rahim, el que manifiesta Su Misericordia, porque sé que entre todas las gentes que se encuentran sumergidos en estos errores los hay que lo están por pura ignorancia y con una buena intención, intención que les dará, si Dios quiere, la claridad conceptual suficiente para salir de la oscuridad a la Luz.

Asimismo he querido quitar broza del camino de quienes en realidad se encuentren interesados en el conocimiento del Tawhid —Ma’rifa—, para que consideren que éste es imposible sin el cumplimiento estricto de la Chariah, el encuentro y el trabajo con un verdadero maestro vivo, y una gran renuncia, paciencia y capacidad de sufrimiento para acceder a un favor tan inmenso de Allah, si El así lo quiere.

"¡Oh vosotros que habéis llegado a creer! ¡Manteneos conscientes de Dios, y sed de aquellos que son fieles a su palabra!" (Corán: 9, 119).

"Les hemos hecho salir de las tinieblas a la Luz." (Corán, Surata-n-Nur)

Las acciones no tienen valor sino es por las intenciones con las que se realizan. A cada uno se le pedirá cuentas sobre su intención. Quienquiera que emigra por Allah y Su Mensajero, su emigración le será contada como tal. Y quienquiera que emigra considerando el bien de este mundo, o a fin de buscar una mujer para desposarla, su emigración no le será contemplada sino por el fin por el cual haya emigrado.

Ma’rifa

"El Ihsan es adorar a Allah como si le vieras, ya que si tú no Le ves, Él te ve."
El Ihsan presenta como peculiaridad que no puede ser practicado sino por aquél que tiene firmemente establecidos en su corazón el Islam y el Imán. Todo lo demás es mentira.

Al igual que para estudiar el Qur’an, el Fiqh o la lengua árabe, es necesario un maestro, también lo precisa el conocimiento de la ciencia del Tawhid -unidad de todas las cosas en Allah- y este conocimiento se llama Ma’rifa. Como esta ciencia no es el estudio de una habilidad o de un hábito o virtud determinadas, sino la comprensión de la verdadera naturaleza del alma, y de la realidad de Allah, los métodos para llegar a este conocimiento son diferentes de los de las otras ciencias, si bien todos estos métodos están recogidos en el Libro de Allah y en la Sunnah del Profeta, la paz y las bendiciones sean con él.

El maestro de esta ciencia puede ser llamado médico de los espíritus, ya que por experiencia conoce el camino a recorrer, y por tanto conoce asimismo qué obstáculos internos y externos se interponen en el camino de su discípulo y qué remedios existen para disiparlos. Estos obstáculos suelen venir de la impureza del alma -nafs-, la cual debe ser educada en la sumisión a la Voluntad del Todopoderoso a través de la paciencia, soportando todo aquello que le molesta y desagrada. Por ello necesita de un médico que le indique el tratamiento con el que curar las enfermedades que velan la luz de su corazón e impiden que éste sea capaz de contener la Presencia Divina.

Es necesario conocer que la Nafs se encuentra situada en el pecho, haciendo barrera al corazón y empañando y haciendo opaca su corteza, a fin de que el Ruh que se encuentra en dicho corazón, no pueda irradiar al cerebro, la razón y el resto del ser.

"¿Qué dones de vuestro Señor negaréis?" (Corán, Surata-r-Rahman)

"Ni los cielos ni la tierra son capaces de contenerme, pero el corazón del mu’min- verdadero creyente- sí es capaz de contenerMe."(Hadiz Qudsi).

Estos maestros descienden espiritualmente del Mensajerola paz y las bendiciones sean con él, a través de una cadena ininterrumpida que llega hasta nuestros tiempos (Silsilah). Todos ellos tienen como característica su conocimiento de la Unidad Divina y su capacidad para guiar a los discípulos que son capaces hacia este conocimiento, con el permiso de Allah.

Tienen como cualidades inherentes, su comportamiento carente de intereses materiales y de grandeza personal, su obediencia a la Shariah y a la Sunnah del Rasul, su falta de temor hacia las gentes, o de la esperanza de su favor, porque son conscientes más que nadie que sólo se ha de temer a, y esperar de, Allah, Alabado sea.
El discípulo a su vez deberá contemplar en dicho maestro a alguien que le ayuda en el Camino de Allah, ayuda imprescindible por cierto, pero no como un fin en sí mismo hasta el punto de hacer de él del maestro una especie de ídolo. Antes bien, debe tener en su pensamiento y en su aspiración sólo a Allah, para así purgar su camino de aquello que no es Él. El maestro jamás va a realizar el trabajo que compete al discípulo, sino que le indicará cómo realizarlo de la manera que sea más adecuada a sus características individuales.
En estos tiempos: ¡qué difícil es encontrar a un verdadero maestro! Pero más difícil aún es encontrar a un verdadero discípulo, puesto que la obtención de este conocimiento requiere la renuncia a todo aquello a lo que nuestra alma está apegada de manera pasional y a todas las malas costumbres, por pequeñas que sean, que se han incrustado en nuestro ser. Conocer a Allah, y establecerse en un maqam espiritual verdadero no es un juego de niños y requiere una muerte a todo aquello que no sea Allah, a través de la aceptación de Su Voluntad y de la total sumisión y prosternación ante Él.

La Tariqa Alawiyah

La Tariqa Alawiyah posee una cadena de transmisión espiritual que, comenzando por el Profeta Muhammad, la paz y bendiciones sean con él, continúa por Sayyidna ‘Ali y llega hasta nuestros tiempos, pasando por elSheij Chadili, el Sheij Darqawi y el Sheij al-Alawi, que Allah esté satisfecho de ellos.
El Sheij al-Alawi, muerto en 1.934, es el que da nombre a esta Tariqa, puesto que es el renovador (en el sentido de actualizador) de la ramaDarqawi a la cual pertenece. Su renombre, en aquella época, no solo llegó hasta todo el mundo árabe sino que transcendió a Europa y al mundo cristiano. Esta tariqa floreció con él y se asentó físicamente en la Zawiyade Mostaganem, Argelia, donde actualmente se encuentra su tumba. Fue autor de numerosas obras que tratan desde comentarios del Qur’an, hasta tratados de Cosmología. Poseedor de un conocimiento profundo, era capaz de acallar fácilmente los comentarios sin base de algunos ulemas, de los que algunos acabaron siendo sus discípulos. Podríamos decir que su conocimiento era el Tawhid, y su comportamiento el Qur’an y la Sunnah de Rasul.

A su muerte, le sucedió como Sheij, Sidi Hayy ‘Addah, quien cuidó de la tariqah conservando el espíritu de su predecesor y fundando una asociación llamada "Amigos del Islam", donde enseñaba sobre el Islam a musulmanes, cristianos y fieles de otras confesiones.
A su muerte, en el año 1.954, el título de Sheij fue dado a su hijo mayor, Mehdi. No obstante, éste no era su verdadero sucesor espiritual, sino que fue elegido por gentes que detentaban otros intereses que los puramente espirituales. El verdadero sucesor espiritual, Hayy Abdussalam, se instaló en Tetuán, y después de su muerte la sucesión hay que buscarla en alguno de sus discípulos, como así es en la actualidad.

A pesar que el Sheij Al-’Alawi dijo: "Mi tariqa permanecerá hasta el fin de los tiempos", vemos cómo en este momento los verdaderos maestros espirituales están escondidos. ¿Por qué? se preguntará el lector. La respuesta es que hay muy pocos hombres que estén interesados verdaderamente en la búsqueda de la Verdad, sin que ésta aspiración sea vencida dentro de ellos mismos por otras aspiraciones de la dunia que les mantienen anclados en la gafla -olvido de Allah.
Por otra parte, la fuerza y la veracidad de la palabra de estos maestros es de tal envergadura que no podría ser soportada por la mayoría de las gentes. Estos maestros serían tratados de mentirosos porque sus palabras van contra sus injusticias, sus vanidades y sus errores.

"Hablad a las gentes según su capacidad de comprensión." (Hadiz)

El Personaje

Aunque no se conoce apenas nada de la vida del Sheij Addah, podemos decir que su mejor presentación son sus palabras y las obras que escribió, entre las que destaca el Diwan (colección de poesías místicas) y sus Hikam. De él se decía solamente que era el sobrino político del Sheij Al-Alawi. Le sucedió como maestro espiritual en 1934, y murió el 3 de Julio de 1952. Primeramente muqqadem, el futuro Sheij había acompañado a su tío en su peregrinaje a La Meca, en 1930. Ambos habían hecho escala en Medina, Damasco, Jerusalén y Estambul.

A falta de otras precisiones, he escogido sobre el Sheij Hayy Addah dos anécdotas especialmente significativas.

De niño fue aprendiz de zapatero y rezaba durante horas al pie de un árbol. Un día, el párroco de Mostaganem pasó y le preguntó: "¿Crees en Dios pequeño musulmán?" El niño respondió: "Con toda la fuerza de mi corazón, señor""¡Pero si tu no lo has visto!", le espetó el cura. El joven preguntó: "¿Hace viento señor?". "No, ¡y es una pena!", exclamó el francés enjugándose la frente. El niño replicó: "¡Mirad pues hermano, en lo alto del árbol, esa pequeña hoja que se balancea!. Ella se balancea a causa del viento porque es ligera. Si nosotros fuéramos ligeros como ella, sabríamos también gustar el viento".

    De joven, su madre le dijo: "He aquí el cofre de mis joyas. Yo las he guardado para ti a fin de que fundes un hogar." "¿Qué haré yo con todo este oro?" replicó el hijo, a lo que la madre replicó: "¡Deja de seguir al Sheij Al-Alawi, y funda una familia! Estas joyas son tuyas, yo te las doy".
   El joven, obedeciendo, tomó el cofre, después se lo devolvió a su madre diciendo: "Y yo te las doy a fin de que tú me dejes seguir al Sheij Al-Alawi".
    Y, cuando alguien le preguntó cuál era la mayor gracia que Dios le había acordado,respondió: "La de haberle conocido".

Sus Palabras

Jean Biès: Yo quisiera , Sheij, saber qué es el Sufismo
Sheij Addah: Cuando alguien preguntaba a Abu Said ibn Jayr, que Dios esté satisfecho de él, lo que es el Sufismo, él respondía: Lo que tú tienes en mente, abandónalo; lo que tienes dálo; lo que te llegue no lo esquives.Ésta es mi respuesta a vuestra pregunta, hermano. Es en el abandono, en el sacrificio, en la sumisión en lo que se apoya el Sufismo, que es el gusto de Dios.
Las Gentes del conocimiento —‘arifin— no son como los sabios —‘ulema. Ellos no hablan de las cosas de Dios; ellos son uno con Dios. Aquel que dice: "Yo conozco a Dios, soy un Sufi", no está instruído en las cosas de Dios. ¿Acaso el perfume dice: "Yo soy el perfume"? Él perfuma.
Decir que uno es sabio o Sufi, es ponerse cara a Dios. Y esto es ser dos. Mientras que Dios es Uno. Aquel que conoce no puede decir nada: no existe por sí mismo. Mientras que si el Sufi habla, no puede decir: "Yo soy." O, si él dice: "Yo soy", es Dios quien habla a través de él. Si usted así lo quiere, la lengua del Sufi, es la lengua de Dios, sus ojos, los ojos de Dios, su boca, la boca de Dios... ¿Cómo puede decir: "Yo soy" puesto que sólo Dios es? Es como si la Señora Nieve dijera: "Yo, la nieve, soy Sufi, porque poseo el conocimiento del agua, y os puedo hablar de ella." ¡Espera un poco nieve!... ¡Espera que el calor del sol te acaricie! Vamos a ver, tan sabia del agua como eres, cómo vas a quedar. Veremos ahora cómo hará la pobre nieve para hablarnos del agua, cuando ya no exista más la nieve y sólo haya agua.
En el curso de un viaje en el Sur, un muqqadem de nuestra Cofradía fue presentado a un sabio (‘alim).Uno de sus amigos le apercibió y dijo al sabio: "He aquí que viene el muqqadem. No es un hombre de la vida de este mundo; además, no quiere nada de ella". El sabio ironizó: "¿No será, más bien, que la vida de este mundo no quiere saber de él?". Nuestromuqqaddem oyó estas palabras y le dijo: "Es verdad, hermano, la vida de este mundo no quiere saber más de mí; ella quiere más bien de ti. Nosotros no tenemos nada en común. Yo en ninguna parte estoy en mi casa, estoy siempre de paso con los fuqara, nuestros amigos. Pero vos, vos estáis siempre en vuestra casa... Yo ni siquiera estoy en mí, estoy en Dios, siempre me dirijo a la casa de Dios. No tengo nada que ofrecer a la vida de este mundo, y Satanás no se arriesga en dar a su hija a un yerno de mi especie. Satanás con Satanás, hermano, las almas puras con las almas puras..." He aquí la historia del sabio y el muqqadem. Las almas puras, hijos míos, son poco numerosas, en comparación con los sabios que habitan la vida de este mundo. Pero más vale un puñado de abejas que un saco de moscas.
Un día, mi maestro inspirado, el Sheij Al-Alawi, que Dios acoja su alma, oyó que un discípulo se dirigía a Dios así: "¡Sobre Ti la loanza, pues Tú no me has hecho rico! ¡Sobre Ti la loanza, pues no me has hecho noble ni instruido!". "¿Porqué rezas tu así?", le preguntó el Sheij. El discípulo le respondió: "Yo doy gracias a Dios desde el fondo de mi corazón. Si Él me hubiera dado la riqueza, yo no Le habría conocido. Si me hubiera dado el saber, no habría recibido nunca la ciencia del corazón."
J.B. ¿Veremos a Dios en el otro mundo?.
S.A.¿Cómo quieres tu ver a Dios en el otro mundo, si no Le has visto primeramente en éste?...Te arriesgas solamente a no reconocerLe.
J.B. Sheij, ¿qué pensáis del mundo de hoy en día?
S.A.Hoy también es un tiempo de Dios, hermano.
J.B. El Profeta, la paz y las bendiciones sean con él, ha dicho que todo musulmán debe hacer la limosna. Pero ¿y si no posee nada? .
S.A.Que trabaje con sus manos, hermano, para proveer a sus necesidades y para hacer la limosna.
J.B. ¿Y si no puede trabajar?.
S.A.¡Que ordene hacer el bien!. Y si no lo hace, que se abstenga de hacer el mal. Esto le equivaldrá a hacer la limosna. Veamos, hermanos, el Amigo de Dios puede siempre amar a Dios. Hay un hadiz que dice: "Si Mi adorador se aproxima a Mí un palmo, Yo me aproximo a él un codo; y si él viene a pie, Yo vendré corriendo hacia él."
Un sufi ha dicho: "He buscado a Dios en todas las puertas, pero he encontrado en cada una de ellas una multitud indescriptible. Al contemplar la puerta de la plegaria, jamás hubiera pensado que hubiera tantas gentes que rezan. En la puerta de la limosna, tantos hombres caritativos. Y ¡cuántos peregrinos en la puerta del peregrinaje!... Pensé que jamás entraría en la casa de Dios. Cuando mi corazón me dijo: ¡Dirígete a la puerta de la humildad! ¡Bismil-Lah! ¡He entrado inmediatamente!...Excusadme hermano, pero yo amo mucho la puerta delante de la cual no se espera. Si eres humilde, Dios lo será más que tú, y uno puede hablar a alguien más humilde que él ".
Un día, la señora Abeja recibió la visita de la señora Avispa. "Buenos días prima -le dijo la Avispa- yo quisiera aprender tu oficio, en lugar de estar ociosa." "Bien, de mil amores, querida, observa atentamente". Ella le enseñó cómo construir las celdas y cómo disponerlas. Pero de repente la Abeja no volvió a ver a la Avispa. Ella se fue a buscarla. La encontró sudando y afanándose, haciendo gran cantidad de ruido y polvo."Excúsame, hermana, pues tengo un trabajo tremendo..." "Y ¿qué es lo que haces?..." "Pues el trabajo que me has enseñado." Volando ambas partieron hasta la cantera. "¿A que está bien?", dijo la Avispa, llena de orgullo, mostrando las celdas. - "Si, está bien —dijo la Abeja— pero aquí falta la miel".
¿Porqué es tan grande la mar? ¿Más grande que las montañas y los continentes?... Porque es más baja que ambos. Y porque, haciéndose siempre más baja, acepta todo lo que se presenta a ella. El gran río, es recibido y acogido por ella; también los desperdicios de la ciudad, y con todo esto ella forma su azul...
Nosotros, los árabes, tenemos en nuestro alfabeto una letra torcida, lashim. Además de ser torcida, shim significa "villano"... Pero con toda su torcedura, toda su villanía, si uno quiere escribir "nobleza" —sharaf—, es necesario el uso de la letra shim. Si hubiéramos retirado la shim, jamás habríamos podido escribir "nobleza".
J.B. Al otro lado del patio, cerca de la reserva de sémola, un faqir que se había escondido llevaba dos sacos que acababa de robar. Sheij, ¿porqué le habéis dejado el camino libre?
S.A.Siento vergüenza por él, hermano. Si él se llega a dar cuenta de que yo le he visto, tendrá mucho mal en su corazón.
J.B. Pero entonces, Sidi, ¿usted favorece al ladrón?
S.A.Yo impido al ladrón que robe. Si le dirijo reproches, no hará otra cosa que irse, y estará tan perdido para sí como para nosotros. Si él se queda con nosotros, adquirirá el espíritu de la Cofradía, y hará a los ladrones el mismo caso que nosotros. Nosotros no somos comerciantes de sémola. Si somos rectos ante Dios, aquéllos que nos frecuentan se harán rectos como nosotros.
Un hombre partió para visitar a un hermano en Dios, en la montaña. Dios le envió un ángel para que le acompañase.
"¿Donde vas tú, hombre?"
"A la aldea vecina, allí tengo un hermano en Dios"
.
"¿Te ha hecho algún bien para que así te molestes?"
"No, pero yo le amo por Dios"
.
"Yo he sido enviado por Dios, dijo el ángel, para decirte que Dios te ama así como tú amas a tu hermano"
.
J.B. Cuando dos hermanos se aman por Dios, ¿hay alguno de ellos a quien Dios prefiera?
S.A. Cuando dos hermanos se aman por Dios, aquél de los dos que Dios más ama es aquél que ama más a su hermano.
Si no perdéis la razón en la adoración, si no perdéis la cabeza en el corazón, jamás podréis aproximaros al Bienamado. ¿La Faz de Dios? Es el Amor. No hay otro que Él, el Amor. No hay segundo. Fuera del Amor, no existe nada. "Oh Dios, dame Tu Amor, dame el amor de quien te Ame, dame el amor de todo lo que me aproxima a Tu Amor, y haz que yo Te ame más que el agua fresca!..."
J.B. Sheij, yo quisiera saber una cosa a la que sólo vos podéis responder.
S.A.Si Dios quiere.
J.B. ¿Qué es un hombre de Dios?
S.A.- Un hombre de Dios, hermano, es aquel que según una palabra del Profeta, sobre él el Saludo y la Paz, "Trabaja en este mundo como si fuera a vivir siempre y para el otro mundo como si fuera a morir inmediatamente." Lo que hace un hombre de Dios, es amar a Dios. ¿Conoce la historia de Majnun?. Layla, su amada, le había traicionado en los brazos de un lejano príncipe. Desesperado, enflaquecido, el pobre pastor se dedicó a su búsqueda a través del mundo. En su extravío, creía verla en todas las cosas, en todas las cosas él la adoraba. Preguntaba a las flores: "¿Está Layla entre vosotras?" A las gacelas: "¿Es Layla vuestra hermana?...". Se le llamaba el loco de Layla. Y cuando le decían: "¿Crees tú que vas a encontrar una perla en el polvo?", Majnun, que tamizaba la arena, respondía gimiendo: "Busco a mi Layla en todas partes al fin de encontrarla en alguna de ellas...". He aquí que un día, el loco de Layla la descubrió. Ella le reconoció y le dijo:"¿Con qué ojos me ves tú, Majnun?" ."Con los ojos de mi amada", respondió Majnun. "¿Cómo es que has venido vestido así ?" - "El vestido que llevo es el de mi bien-amada" - "¿De qué te alimentas?" - "De la saliva de la que yo amo" - " Pero Layla soy yo— dijo Layla— ¡despiértate !...". Majnun no se despertó. - "Si tú eres Layla, dijo él, ¿yo también soy Layla?. Yo soy tú como tú eres yo...". El había devenido el Amor.
J.B. Sheij, háblenos de la Mahabbah (amor a Dios).
S.A. La Mahhabbah, hermanos, es no comer y no dormir. Es comprender y no comprender. Es hacerse continuos reproches y obedecer. Es buscar sólo el contentamiento del Bienamado. Es arder de fervor por Él. Es no poder estar sin Él. Es desaparecer en Él. La Mahhabbah, hermanos, es contar en poco todo lo que es de uno mismo, y en todo, lo que es de Dios. Es reemplazar los atributos del Amante por los atributos del Amado. Es que el servidor no pida nada a su Señor y no encuentre ninguna necesidad de pedirle sea lo que fuere. La mahhabbah, hermanos, es lo que borra nuestras huellas. Es lo que no disminuye por el desdén, ni aumenta por la complacencia. Es la angustia que consume y la aflicción que no quiere alivio. Es la adhesión del corazón a todas las voluntades divinas. Es el temor de abandonar la veneración de Dios. Es el efluvio de la brisa de Dios y el perfume de Su Proximidad. Es un sabor muy dulce y una estupefacción terrible. Es el brasero de la consciencia que quema todo lo que no es el deseo del Amado. Es una locura cuando comienza, y muerte cuando termina. Es el desgarramiento de los velos y el desvelamiento de los secretos...
Algunos días antes de su muerte
"Hijos míos, os he dado todo lo que aproxima a Dios, todos los secretos, salvo el más grande, aquél que place a Dios y que lleva a Él. Es la generosidad de dar sin cesar; no de hacer la limosna, sino dar, dar siempre a las criaturas de Dios, por Dios. Velar por vuestros hermanos, a fin de que nunca les falte nada. Aunque fuera solamente salvar a un pájaro... He aquí el último secreto, hijos míos, el más precioso de todos, y que yo había guardado para vosotros hasta esta hora. La base de la enseñanza es el Amor. Amad a vuestros hermanos, amad a los guías que Dios os ha enviado, amad a los pobres, amad a todas las criaturas, ¡amad a Dios!...
  Un hombre preguntó al Profeta, sobre él la Oración y la Paz, sobre cuál era la mejor de las acciones. El Profeta, sobre él la Oración y la Paz, respondió: Dejar la lengua siempre húmeda por el recuerdo de Dios...
  Como decía el Sheij Al-Alawi, que su pensamiento secreto sea santificado, la repetición del Nombre permite al adorador saturar todos sus instantes de la consciencia de la Grandeza de Dios, Exaltado Sea ".
Jean Byes. Yo veo un poderoso lazo entre las tradiciones en las que se practica la repetición de un Nombre Divino, ya sea la "plegaria del corazón"de los hesyquiastas, el japa-yoga de los hindúes, el nembutzu de los budistas, o el dhikr de los sufis.
Sheij Addah.El Nombre divino, revelado por Dios mismo, implica una Presencia divina que deviene operante cuando el Nombre se apodera de aquél que invoca.... Para nosotros, la mención de Dios es la quintaesencia de la plegaria. "RecordadMe —dice el Quran— y Yo Me acordaré de vosotros"adhkuru-ni adhkur-kum"Éste mundo está maldito -ha dicho el Profeta, que Dios le colme de Sus beneficios- a excepción del recuerdo de Dios."
J.B. ¿Qué es el camino de Dios?
S.A.El camino de Dios, es el camino de espinas.
J.B. ¿Cómo es esto, Sheij?
S.A.No temo decirlo, hermano. Observad la vida de todos los elegidos: Sayyidina Ibrahim, Nuestro Señor Abraham, arrojado al fuego; Sayyidina Musa, Nuestro Señor Moisés, delante del Faraón; Sayyidina Isa, Nuestro Señor Jesús, perseguido por los nobles de su pueblo. A golpes de piedra fueron rotas las mandíbulas de Muhammad, sobre todos ellos el Saludo. Y todos los demás Amigos de Dios, los Compañeros, los Apóstoles, que Dios les acepte y les santifique. Cerca de nosotros ¡cuántos mártires por haber dicho la Verdad!... Para llegar a Dios, hermano, es necesario pasar elSidrat al Muntaha, el "Sidrat" del Confín.
J.B. ¿Qué es el Sidrat?
S.A.Yo he pasado mucho tiempo sin gustar lo que era. Pero una vez, nuestro venerado Sheij, que Dios santifique su espíritu, nos llevó a todos a la granja de Relizan, para cortar el Sidrat. Son arbustos salvajes que producen frutos rodeados de espinas. Todo el día estuvimos cortando el Sidrat, penetrando en los tallos. Y como un violento aire los estaba agitando, nos encontramos, antes del mediodía, con nuestras ropas desgarradas, nuestras manos y nuestras caras llenas de rasguños. A la tarde estábamos ensangrentados. Apercibiéndonos de lejos, el Sheij nos dijo riéndose: "¡Sería muy simple, hijos míos, si el Árbol del Límite no ofreciera más que flores y frutos!. Dios ama a quienes se desgarran para pasarlo. El camino de Dios es el camino de espinas."
El discípulo es como una estrella sobre una alfombra de lana. Estrella brillante, está apegado a su brillante nombre, a su brillante forma de estrella. Pero ha olvidado que antes de ser una estrella, él es de lana.
Entonces, para hacerle comprender lo que es, es necesario que el maestro, hilo a hilo, deshilache toda la alfombra; y así hará gustar al faqir que está hecho de lana, antes de ser una brillante estrella; y esto es lo que hace sufrir.
J.B. Sheij, ¿podéis hablarnos de los profetas?
S.A. Los Profetas son los Enviados de Dios, portadores de una ley sagrada. Cada uno de ellos ha venido para instalar el amor divino en nuestros corazones, conducir a los hombres hacia el Único Señor. Él ha creado para nosotros a Sayyidina Isa, nuestro Señor Jesús, y a Sayyidina Muhammad. Quien no acepta al uno o al otro, es como si no aceptara la derecha o la izquierda de Dios. Todos los Profetas son Sus Ojos.
El velo del sol es su propio resplandor. El resplandor del sol, no es el sol.Sayyidina Musa, nuestro Señor Moisés, Sayyidina Isa, nuestro Señor Jesús y Sayyidina Muhammad, sobre ellos el Saludo y la Paz, son resplandores de la luz del sol, pero ellos no son el sol. Los Sufis no olvidan que es el sol lo que es necesario alcanzar. Siguiendo a los Enviados, se conoce la Vía de la Proximidad; pero hay en ella aún mucho camino que recorrer.
J.B. Pero Sheij, los musulmanes no creen que Jesús sea el Hijo de Dios.
S.A. Para los musulmanes Jesús no es el Hijo de Dios, es el Alma de Dios, es decir la Verdad, y esto puede ser mucho más... Un espejo no es el ser que se mira en él. Nosotros no podemos decir que el uno esté encarnado en el otro. Esto no deja de significar que el uno está fundido en el otro... Excusadme, hermano, solamente Muhammad proclama que Jesús será el Profeta que volverá en los últimos tiempos. El Quran le glorifica, y habla también de Maryam, la virgen María, como abandonada y reconociente de los favores de Allah.
J.B. El musulmán no cree que Jesús haya sido crucificado, pero sí que ha sido elevado hasta Dios.
S.A. ¿Ves, hermano, este vaso de té con azúcar?. Dios ha obrado como si el té dijera al azúcar: "soy Yo quien te eleva hasta Mí". El vaso de té se apodera del azúcar, el azúcar está en el fondo del té... ¿Es que no hay ya azúcar? Está en el té, es el té.
Si el mundo europeo siguiera al Señor Jesús, sobre él el Saludo y la Paz, destruiría sus gobiernos, derrumbaría todas sus riquezas y renegaría de la innoble vida materialista que es la suya. Pero no hay un solo hombre en el mundo europeo que siga al Señor Jesús, sobre él el Saludo de Dios y Su Gracia. Pues la vía de Jesús es la destrucción de toda la vida de este mundo de materia, es luz divina sobre luz divina. Mientras que el mundo europeo, es el mundo de los adormecidos en el asunto de Dios.
Si los cristianos, hermano, supieran del amor que mi corazón siente por Jesús, vendrían a abrazar mi soplo.
"¡La ilaha illa-l-Lah!"(¡No hay más dios que Dios!). Toda la doctrina está contenida en esta afirmación divina —al ahadiyyah. Dios es distinto de todo, nada Le puede ser comparado. La Unidad es Su Esencia, más allá de toda definición. Todo otro que no es Él no existe. Él es el Primero y el Último, el Exterior y el Interior. Otro que Él no es; este Otro es aún Él.
"Por solicitud a mi, Tú me haces subsistir
y por exceso de amor por Ti yo espero que Tú me aniquiles.
Como si yo fuera en el cielo sombra y sol a la vez,
aparezco por Tu luz, y por ella desaparezco.
Quien me ve por la mañana cree en mi existencia,
y quien más tarde me ve me envuelve en mi sudario...”