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viernes, 31 de diciembre de 2010

Diccionario para "eruditos" - Secta 2012

Dícese del grupo de oportunistas y de ignorantes quienes aseguran o sugieren que algo grande va a ocurrir en 2012. Dícese de las espectativas creadas por los amos sionistas dayyálicos en los esclavos necios para que crean y esperen algo y así tenerles más sometidos. A veces dichas espectativas son dadas a través de siervos fieles como web..., quienes probablemente comienzan a barruntar su fin.
Podemos aseguraros a todos que en el año 2012, al igual que en el 2011 y 2013, el ignorante lo será más y el sabio tendrá más sabiduría. Los ricos nos seguirán esquilmando y los pobres seguirán pasando hambre.

jueves, 30 de diciembre de 2010

Economía Islámica IV - La Zakat, el gran redentor mundial

Bismi-l-Lahi-r-Rahmani-r-Rahim

Allahumma salli 'ala sayyidina Muhammadin 'abdika wa rasulika nabiyyi-l-'umiyyi wa 'ala 'alihi wa sahbihi wa sallimu taslima.

Hemos indicado en el capítulo precedente los beneficios proporcionados por la generosidad. Probablemente aún volveremos sobre ello, en el momento en el cual se nos presente la ocasión, pues se trata de un elemento tan necesario como recurrente.

Ahora vamos a analizar el aspecto social global del tercer pilar del Islam: La Zakat. Lejos de precisar minuciosamente la forma,cantidad y condiciones en las cuales debe ser satisfecha, vamos a concentrarnos en el impacto social de un tal impuesto en el conjunto de la Umma. Y, en este momento, cuando hablamos de Umma, estamos obligados a realizar una abstracción, pues, como todos sabemos, no existe en nuestro tiempo, un país, el cual funcione como nación islámica de pleno derecho.

El Tesoro Público de un estado islámico se nutre de los impuestos. El impuesto por excelencia en el Islam es la Zakat, el cual, como acabamos de expresar, es asimismo el tercer pilar de la religión.

Si retrocedemos al tiempo del jalifa 'Umar ibn al Jattab (que Allah esté satisfecho de él), sabremos que, junto a la zakat, coexistía otro impuesto: el pagado por los no musulmanes para beneficiarse de las garantías y beneficios del estado musulmán. Fue con el jalifa Umar ibn ‘Abdu-l-Aziz, que un nuevo impuesto sobre las tierras en propiedad o arrendadas, vino a sumarse a los anteriores, con el beneplácito de la asamblea de ‘ulamas de la época. Dichos impuestos han coexistido hasta la desaparición del jalifato turco. No obstante, la Zakat, y ello durante varias centenas de años, ha sido el impuesto con el cual se ha recaudado la casi totalidad de las necesidades del Tesoro Público.

La zakat consta principalmente del 2.5% del total del patrimonio excedente de poseer una vivienda, una vez pagada toda deuda sobre ella, y, en estos tiempos, un auto más alrededor de 1000 Euros en dinero. Se compone asimismo del 2.5% del beneficio comercial. No es nuestra intención precisar el porcentaje el cual se debe aplicar a cada grupo de bienes, pues, como hemos indicado, ello no es el objetivo del presente escrito.

Las aplicaciones de la zakat vienen claramente especificadas en el Qur’anu-l-Karim:

Las limosnas son sólo para los necesitados, los pobres, los que trabajan en recogerlas y repartirlas, aquéllos cuya voluntad hay que captar hacia el Islam, los cautivos, los insolventes, la causa de Allah y el viajero. Es un deber impuesto por Allah, Allah es omnisciente, sabio”. (Surat 9-60).

Durante trece siglos, la Zakat, junto con sus dos hermanos pequeños, han bastado para llenar el Tesoro Público. El jalifato fue la más grande potencia mundial hasta el siglo XVI, donde las fuerzas se equilibraron, debido al amor desmedido de los ángeles de la muerte por el descubrimiento de armas cada vez más mortíferas. Solamente la fuerza bruta, concretizada en diabólicos y animalescos medios de lucha, ha sido capaz de imponerse durante los últimos cinco siglos a la simplicidad natural humana de batirse a pecho descubierto.

Aquellos científicos islámicos, quienes conociendo lo suficiente para inventar tales artefactos, eligieron con buen criterio no hacerlo, no fueron nunca capaces de imaginar que el ser humano podría caer tan bajo como para convertir el asesinato y matanza colectivos en deportes de acción. Todo ello, claro está, con la bendición incondicional de la “santa madre” iglesia y su corresponsal sionista.

Reflexionemos en cómo el 2.5% de Impuesto sobre el Patrimonio y la misma tasa de Impuesto sobre el Beneficio, han sido capaces de llenar las arcas de una de las históricas potencias mundiales. Con este dinero y el de los pequeños impuestos, se pagaba tanto a las viudas y divorciadas, como a los hombres por cuya edad no podían trabajar más.

Sin embargo, un monstruoso depredador, acompañado de su cruz y sus deidades trinitarias, ha comenzado a devorar el mundo y a todos aquellos quienes nos encontramos en él. La sociedad, autollamada del bienestar, es la sociedad del latrocinio, del abuso contra el pobre, la gran esclavizadora de seres humanos. Dicha sociedad prefiere un ser humano dirigido por sus apetitos animales a un ser humano inteligente y obediente al Creador.

Estamos convencidos de que con el 2.5% de Impuesto sobre Patrimonio y el beneficio se recaudaría suficiente para vivir holgadamente y dar de comer hasta saciar a toda la humanidad.

Todas esas inmensas fortunas, las cuales convierten a sus detentores en viciosos insaciables, incapaces ni siquiera de llegar a imaginar qué vicio sería el siguiente en el cual quisieran incurrir.

Casas como palacios, fincas algunas de las cuales nos dejan perder la vista en el horizonte sin haber llegado al término de la propiedad. Coches de lujo, millones y millones en bienes inservibles, mientras las gentes trabajan de sol a sol, con el insoportable peso de los impuestos, arrancados sin piedad de sus escasos ingresos. Pequeños y grandes faraones desprovistos de escrúpulos, tan avarientos como inhumanos. Gentes de otro planeta, quienes viven considerándose por encima del resto de los seres humanos.

Cuál no será toda esa fortuna acumulada o despilfarrada, si solamente su 2.5% anual podría hacer desaparecer el hambre y las necesidades primarias de toda la humanidad entera!

Podemos imaginar asimismo todas esas ganancias provenientes del comercio, de las cuales, la mayor parte no se encuentran declaradas en parte alguna. Todas ellas derivan en ingentes posesiones y gastos incontables e incontrolables al encuentro de placeres efímeros.

La presión de la zakat es necesaria que vaya acompañada de una justa valoración del patrimonio y los beneficios. Para ello es necesario el control exhaustivo de las autoridades competentes en el cumplimiento obligatorio de dicha valoración, a la cual no debería sustraerse absolutamente nadie. No deberían existir secretos para el estado, pues éste es el vigilante de Allah en la tierra en lo concerniente a la Zakat.

Los beneficios de la Zakat son inmediatos. Aquel quien vea su patrimonio disminuido de un 2.5% anual, deberá invertir para ser tasado únicamente por el beneficio, y así evitar la disminución paulatina de sus bienes. Al no existir el interés no habría posibilidad alguna de revalorización para bien alguno. La inflación sería casi nula, únicamente ligada a épocas de penuria. Esto será pues una causa directa de la creación de empleo.

A su vez, la distribución de la riqueza y la no tasación de los salarios producirían paulatinamente una nueva clase de pequeños comerciantes. Esto va a favor del hadiz el cual recomienda a los musulmanes de hacer el comercio. Asimismo ello disminuiría los grandes focos de producción, a favor de una descentralización de los poderes económicos los cuales gobiernan el mundo. El beneficio pasaría cada vez más de los grandes a toda la población. Una nueva creación de pequeño comercio y gentes de oficio, quienes vivirían de su esfuerzo y no de las migajas que los otros les dan.

Un hombre quien realiza el comercio es un hombre libre. Su horizonte se dilata y su mente se abre al no tener a alguien quien le recuerde su condición de esclavo.

El estado sería fuerte. Si el estado fuera lo que debe de ser, ello iría en beneficio de toda la humanidad. El estado debería ser pues, la representación de los intereses de todos y no la representación de los ultra millonarios como lo son hoy en realidad la gran mayoría de los estados del mundo.

Evidentemente no hemos agotado este sujeto. Continuaremos con él enlazándolo con el próximo título “La sociedad del bienestar y del malvivir”.

Salam

sábado, 25 de diciembre de 2010

Economía Islámica III - El derecho a poseer

Bismi-l-Lahi-r-Rahmani-r-Rahim

Allahumma sallu 'ala sayyidina Muhammadin 'abdika wa rasulika nabiyyi-l-'umiyyi wa 'ala 'alihi wa sahbihi wa sallimu taslima.

Hemos explicado como la Materia Prima junto con la fuerza humana de transformación son los motores de la Economía. Esto no nos impedirá el retroceder un paso para explicar como la Tierra, junto con el Sol, son los productores directos de dicha materia. Ahora bien, la Tierra no es una máquina la cual produzca bienes de manera uniforme, sino que está sometida, región por región, a características externas relacionadas con los ciclos tanto astronómicos como climáticos.

Todo este engranaje sofisticado de producción nos recuerda la Presencia del Creador y Sustentador, sin El cual nada podría nacer ni existir. El es Quien hace producir a la Tierra el X de referencia, X el cual podría ser multiplicado o dividido por el factor el cual nuestro Señor determine. Quien puede decirnos que la Tierra no podría producir 100 veces más o 100 veces menos de lo cual lo hace habitualmente?.

Nos cuenta el hadiz que en la época en la cual descenderá sayyidina ‘Isa (‘alayhi-s-salam) un hombre podrá buscar refugio dentro de la cáscara de una sola granada. Esto pues es un buen ejemplo de la Hikma de Allah, Quien determina en Su sabiduría inmensa, la producción de bienes de tal forma que toda la humanidad pueda disponer de lo necesario. Siguiendo con la misma Hikma, el Soberano deja que sea el ser humano quien ejecute el reparto, para así probarnos a nosotros mismo si somos generosos o avaros, si somos obedientes o rebeldes a El.

Cómo se determina el derecho a la posesión de bienes, sea en estado de materia prima o de bien elaborado? Cómo podemos saber cual es el reparto considerado como óptimo por Allah (subhanahu wa ta’ala). La respuesta está en la Chari’a.

No es nuestra intención el hacer una valoración sobre la evolución de los valores de referencia hasta llegar a la existencia del dinero, pasando por el oro, la plata y otros minerales o metales. Partiremos de la existencia del dinero mismo como bien de referencia para las transacciones humanas.

Ya en la época del Profeta – sobre él la gracia y la paz, existían las monedas en convivencia con el simple trueque de bienes. Las dos caravanas anuales del Qur’aysh, proveían a las ciudades del desierto (Makka y Madina), de bienes los cuales no podían ser encontrados en Arabia. Siendo la península arábiga poco productora de bienes, ascendían a Siria con el dinero obtenido gracias al comercio hecho con los peregrinos quienes venían de cualquier parte del medio oriente hasta la Casa Sagrada. Su principal bien eran los caballos de raza y algún producto original de aquellos parajes.

Pero volvamos al derecho humano a poseer. El Profeta dijo:

Los seres humanos tienen los mismos derechos, son iguales como los dientes de un peine”.

Sin embargo en otro hadiz, el profeta nos refiere la sacralidad de los bienes poseídos, sea por comercio, trabajo o herencia, los cuales tenemos derecho a conservar, aunque debamos pagar el impuesto correspondiente por ellos (zakat).

Nuestra modesta opinión es que la Chari’a hace de balanza entre estos dos hadices. Podemos observar, por ejemplo, como cuando cometemos una falta o no podemos recuperar un día de ayuno, debemos pagar a los pobres. La zakat distribuye el dinero de una forma equitativa entre los más desfavorecidos de la comunidad. Nuestro deber de buenos musulmanes es el prestar dinero a quien esté en un apuro, dar de comer al vecino o a la familia, aunque no estuviera prescrito por la Chari’a. Ver a un pobre pidiendo y remediar esta situación es una responsabilidad colectiva de toda la Umma.

La responsabilidad del desfavorecido es el luchar con todas sus fuerzas para salir de su situación, y no acomodarse así a recibir de sus hermanos, pues ello podría resultar pernicioso, tanto para él mismo, como para la Comunidad. No sería justo alimentar a alguien quien no toma su responsabilidad con sus brazos.

Cuando vino Rasul - sobre él la gracia y la paz -, encontró en su Umma ricos y pobres. Aquellos ricos quienes tenían suficiente fé dieron el dinero por la causa de Allah, para el yihad o para los pobres, sin saber su mano izquierda lo que daba su mano derecha. Tal fue el caso de Abu Bakr siddiq, quien al final de la vida de Rasul, no poseía nada de la inmensa fortuna con la cual contaba cuando se convirtió al Islam.

En una ocasión, alguien trajo un cordero sacrificado a la casa de nuestra madre ‘Aisha, como regalo al profeta. Algunos pobres vinieron a pedir a la casa, y ‘Aisha daba cada vez un trozo del cordero a cada uno de los solicitantes, hasta que llegó el Profeta (sala-l-Lahu ‘alayhi wa sallam) quien viendo un costillar de cordero colgado en el patio, preguntó a ‘Aisha de que se trataba. ‘Aisha le dijo: - Han venido a pedirme y es esto lo que queda del cordero que te han regalado -. El profeta dijo: - No, Aisha, el cordero está aquí y el costillar ha partido -.

He aquí el gran valor de la sadaqa. No creamos que aquello lo cual damos sale de la casa. No, hermanos, lo que damos se queda, pues la recompensa la cual recibimos por dar es inmensa.

Dice un hadiz: “La mano de quien da es mejor de la de aquél quien toma”.

Este hadiz se refiere a nuetra disposición a dar o a recibir, a fin de hacernos saber si somos generosos o avaros

Otro hadiz dice: “Dad la sadaqa, pues ésta os proteje de la calamidad (bala) que quiere alcanzaros, luchando contra ella para que no os alcance”.


Si damos, Allah nos multiplicará los bienes. Hemos sido dichosos testigos de cómo cuando se ofrece una comida a un grupo de personas, como de aquello de lo cual comerían diez, veinte son saciados. Sin embargo, cuando dichos banquetes son hechos por ostentación con la finalidad de mostrar fortuna, el efecto contrario se produce de una forma casi milagrosa.

Otro hadiz dice: “Allah no ama el despilfarro”.

Otro hadiz enumera las características de aquellos quienes estarán protegidos por la sombra de Allah, el Día en el cual no exista otra Sombra que la Suya. Uno de los siete grupos de personas es el de aquellos quienes cuando su mano derecha da, su mano izquierda no lo sabe.

Qué hermoso, cuan bello es dar!

Dad hermanos, aunque no tengáis, os lo aseguro, si estáis en un apuro, dad, y vuestra recompensa será segura.

Desde aquí queremos aconsejar a aquellos quienes se encuentren en un apuro económico, que den una sadaqa, aunque solamente fuera un Euro, con la intención de salir del aprieto, y luego me contáis el resultado. Probad y veréis.

Seguiremos con este tema de la economía islámica, el cual deja preveer la necesidad de alguna que otra decena de capítulos para ser explicado con la suficiente amplitud.

Y Allah sabe más

Queridos/as hermanos/as

Salam

viernes, 24 de diciembre de 2010

Abu Nuas y el ejército de burros

A-s-salamu 'alaykum:

Como hemos dicho en otra ocasión, Abu Nuas era amigo del jalifa Harunu-r-Rashid. Este Harun ar Rashid, no es santo de nuestra devoción, debido a como por extender su poder luchó contra los shurafa (la familia de Rasul), así lo hizo contra Mawlay Idriss, quien debió huir, y forzado por el pueblo, reinó Marruecos.
Llendo a Abu Nuas, en una ocasión el jalifa le mandó llamar. Una vez en su presencia le hizo el siguiente encargo: -Abu Nuas, vas a ir por todo el Iraq y cuando veas una familia donde la mujer manda sobre el hombre, le dices que debe pagar al tesoro con un burro. Luego, me traes todos los burros que hayas obtenido - .
Abu Nuas marchó, hizo lo que el jalifa le había ordenado, y cuando regresó, desde el palacio se podía contemplar una fila de burros la cual llegaba hasta el horizonte.
Harun a-r-Rashid y Abu Nuas se pusieron a hablar de lo acontecido, cuando Subayda, la esposa del jalifa, llegó preguntando: - Me podeis decir que es todo ese ejército de burros que acabo de contemplar? - .
El jalifa, llevándose el índice a la boca, mirando a Abu Nuas, le dijo: - Tsssssss - para que éste se cayara.
En ese momento Abu Nuas, se volvió al jalifa diciendo: - Sidi el jalifa, por ser tu quien eres y siguiendo tus órdenes, me debes pagar con dos burros -.

Salam

Economía Islámica II - Energía y Materia Prima

Bismi-l-Lahi-r-Rahmani-r-Rahim

Allahumma salli 'ala sayyidina Muhammadin 'abdika wa rasulika nabiyyi-l-l-'umiyyi wa 'ala 'alihi wa sahbihi wa sallim taslima.

En el primer capítulo, dábamos únicamente unas pinceladas sobre el principio mismo de la Economía, así como dejábamos entrever una visión de esta totalmente diferente de la perspectiva la cual podemos encontrar en los tratados, esencialmente técnica y desprovista de principios directores.

Hoy vamos a hablar de las fuentes de las cuales emana la Materia Prima, origen, junto a la capacidad humana de transformación, de absolutamente todo desarrollo económico ulterior.

La fuente de energía de la Tierra es indudablemente el Sol. Además de fuente de energía y luz por excelencia, el Sol es un símbolo del Islam. Para comprender esto, debemos reflexionar sobre el hecho de que todos los planetas, incluido el nuestro, circunvalan el Sol en el mismo sentido en el cual los seres humanos circunvalamos la Ka’aba.

Hace que la noche entre en el día y que el día entre en la noche. Ha sujetado el sol y la luna, prosiguiendo los dos su curso hacia un término fijo. Ése es Allah, vuestro Señor. Suyo es el dominio. Los que invocáis en lugar de invocarle a Él no pueden lo más mínimo (Surat 35 – Ayat 13)

El Todo Misericordioso. Ha enseñado el Qur’an. Ha creado al hombre, le ha enseñado a explicar. El sol y la luna para el cómputo. Las hierbas y los ángeles se prosternan (ante El). Ha elevado el cielo. Ha establecido el equilibrio, para que no faltéis al peso, sino que le deis de forma equitativa, sin defraudar. (Surata-r-Rahman).

Nunca, absolutamente en ninguna ocasión, ha dejado el Sol de estar presente, dando luz a la Tierra, como impasible observador de todos los acontecimientos ocurridos en ésta. No obstante, la luz del Sol se proyecta solamente la mitad del tiempo en cada punto de la Tierra, dejando entrever fácilmente su calidad de ser creado, y por tanto no perdurable, pues es Allah solamente el Eterno.

Allah es la Luz de los cielos y de la Tierra (Surata-n-Nur)

Es pues la Luz del Sol, prestada de Allah, y de alguna manera, una de Sus luces resplandecientes.
Una vez la luz del Sol llegada a la Tierra, encuentra en ella su corresponsal, quien en consonancia con su hermano celeste, dará vida a las criaturas que en ella se encuentran. Habéis adivinado de quién estamos hablando? Todavía no? : Nos referimos al agua. Dice el Libro de Allah:

¿Es que no han visto los infieles que los cielos y la tierra formaban un todo homogéneo y los separamos? ¿Y que sacamos del agua a todo ser viviente? ¿Y no creerán? (Surat 30 Ayat 24)

Él es quien ha creado del agua un ser humano, haciendo de él el parentesco por consanguinidad o por afinidad. Tu Señor es omnipotente. (Surat 25 Ayat 54)

Todo ser viviente procede pues del agua. Así mismo, ella se encuentra presente en todos y cada uno de los seres vivientes, incluso en la roca. No digamos nunca que la roca no tiene agua:

Y cuando Moisés pidió agua para su pueblo. Dijimos: "¡Golpea la roca con tu vara!" Y brotaron de ella doce manantiales. Todos sabían de cuál debían beber. "¡Comed y bebed del sustento de Allah y no obréis mal en la tierra corrompiendo (Surat 2 Ayat 60)

Es pues el agua, así como la luz solar, la materia prima primordial, de la cual, todo aquello convenido en llamar por ese nombre en términos económicos, procede más o menos indirectamente. Dicha materia prima primordial, como ya veremos, entra asimismo a formar parte de la mayoría de los procesos de transformación.

No obstante, si convenimos en llamar materia prima, además del agua y la luz, a los minerales y plantas, habremos descendido a un segundo nivel, el cual podemos considerar como punto de partida del fenómeno económico. Desde este momento llamaremos materia prima a este segundo nivel.

Quién, si no, inicia la creación y luego la repite? ¿Quién os sustenta de los bienes del cielo y de la tierra? ¿Hay un dios junto con Allah? Di: "¡Aportad vuestra prueba, si es verdad lo que decís!" (Surat 27-64)

Y los rebaños los ha creado para vosotros. Hay en ellos abrigo y otras ventajas y os alimentáis de ellos (Surat 16 – 5)

Dicha materia prima, desde el momento en el cual se haya destinada a la utilización humana, necesita ser transformada para su consumo. He aquí pues los dos principios básicos de la Economía: La Materia Prima y la fuerza de transformación.

En principio, los elementos existentes en la tierra están concebidos para nuestro sustento, así como para cubrir y facilitar el cumplimiento de nuestras necesidades básicas. Están mismamente concebidos para la búsqueda y obtención de la Ciencia, sea esta de orden espiritual, o/y, de lo que se ha convenido en designar como material.

La elaboración, y el consumo de la Materia Prima de una forma equilibrada, mantendrán una harmonía de hermandad entre el ser humano y nuestra hermana tierra, a la cual debemos un inmenso respeto

Alá os ha puesto la tierra como alfombra para que recorráis en ella caminos, anchos pasos' (Surat 71-19,20)

Por otro lado, la búsqueda de la sabiduría científica, no debe ser una excusa para saquear la materia prima proporcionada por nuestro planeta.

Una reflexión sobre la Generosidad divina se hace necesaria. Desde el momento en el cual podemos ver como hemos sido retribuidos por Allah, nuestra primera acción debe ser la de estar agradecidos a El por tanta magnificencia. La segunda reacción, debe ser el intentar nosotros mismos ser magnificentes con los bienes con los cuales Allah nos ha proveído. Hermanos, si la tierra nos da, nosotros hemos de ser generosos con ella, pues Allah la ha puesto como una ‘amana en nuestras manos. No la corrompamos, no la dañemos, seamos generosos con ella.

Es por ello que Rasulu-l-Lah (sala-l-Lahu ‘alayhi wa sallam) nos conminó a realizar el comercio, es decir, el trueque, para con ello respetar nuestra hermana tierra, quien, a pesar de los pesares, sigue siendo musulmana como siempre lo ha sido.

Habiendo llegado aquí, ahora ya, el siguiente paso debe ser el hablar de las relaciones entre los seres humanos, de los derechos de cada uno a la obtención de bienes. Este hecho está representado por el dinero. Es éste, a la vez de una llave, la representación de la ley. Y ello, desde el momento el cual, representa nuestro derecho real a consumir o a poseer lo cuantificado en él.

El dinero y las transacciones humanas, así como la generosidad (sadaqa) y el principio teórico de la existencia de la limosna legal (zakat), serán pues el objeto de nuestro siguiente capítulo.

Allah sabe más

Salam

Sufismo y revolución 'islámica - Musulmanes andaluces

Bismi-l-Lahi-r-Rahmani-r-Rahim:

Otro día de alegría más. Al fin encontramos un artículo sobre sufismo explicando la esencia social y trascendente del corazón del Islam.

A este artículo, por su contenido, no vamos ni a añadirle, ni a quitarle, ni siquiera una coma, pues representa exactamente la idea la cual tenemos. Así pues, con el permiso de nuestros queridos hermanos de Sevilla, lo hacemos nuestro

El sufismo (Tasáwwuf) consiste en vivir el Islam con intensidad, yendo a sus fuentes, degustando sus secretos configuradores, actualizando siempre la insondable experiencia del Profeta (s.a.s.). Nada tiene esto que ver con los pseudo-sufismos que hay en el mercado de las sectas y las modas esotéricas. El sufismo, por ello, es el corazón mismo del Islam inasible, es su secreto indescifrable, su arma más eficaz. Es la quintaesencia de lo que significa el Islam: incondicionada rendición ante la Verdad que nos hace ser y que nos desata en un mudo liberado de ídolos y fantasmas. Y por ello los musulmanes no podemos renunciar a la rica y extraordinaria espiritualidad que nos han legado nuestros antepasados.

El sufismo, en tanto que corazón, raíz y esencia del Islam, ha estado siempre en los frentes de lucha de los musulmanes, conduciendo los movimientos de liberación, oponiéndose a las tiranías, difundiendo el Islam más allá de sus fronteras, alimentando los corazones de los insumisos. Por eso también los enemigos del Islam han sabido que el sufismo es la principal fuente de inspiración y fuerza de los musulmanes, y se han dedicado a combatirlo con especial énfasis.
Todo un cúmulo de mentiras y sin sentidos se han dicho sobre el sufismo, hasta presentarlo a los propios musulmanes como lo contrario de lo que es. Se ha reducido el sufismo a prácticas supersticiosas, a cofradías conservadoras y retrógradas, a un sectarismo esotérico, cuando el sufismo nada tiene que ver con eso. El sufismo sigue siendo el nervio vivo del Islam, el trasfondo que salvaguarda la fidelidad a la enseñanza más íntima del Profeta (s.a.s.).

Es cierto que el colonialismo en su momento y los estados modernos que los países musulmanes han heredado de su más reciente y traumática historia, jugando a estrategias de dominación, corrompieron a maestros y confundieron a sus discípulos hasta crear una maraña de ‘sufismo a la carta’ que con toda legitimidad combaten en la actualidad los diversos movimientos islámicos. Pero de ahí a considerar el sufismo como algo ajeno al Islam es una trampa en la que con facilidad caen muchos ingenuos.

Renunciar al sufismo, como muchos proponen, es traicionar lo más verdadero del Islam. El panorama desolador de ‘maestros’ vendidos a los regímenes autocráticos, de ‘discípulos’ que reducen las enseñanzas del sufismo a puro folclore, de montajes patéticos para consumo de turistas, de ‘esoterismos’ para élites intelectuales, etc. no debe llevarnos a engaños. El verdadero sufismo se mantiene vivo en pequeñas comunidades que siguen siendo el corazón del Islam, la esperanza de su futuro y la garantía de una autenticidad de la que estamos necesitados todos los musulmanes.

Los movimientos islámicos más serios se han propuesto recoger lo mejor del sufismo. Aún les queda hacerlo con mayor rigor y menos suspicacias. Sólo entonces la Revolución Islámica tendrá energías que vienen de ‘saborear el Islam’ en toda su profundidad más inquietante y, por tanto, más poderosa.

http://www.musulmanesandaluces.org/

miércoles, 22 de diciembre de 2010

Jesús -Sayyidina 'Isa - no nació en invierno

A-s-salamu 'alaykum:

Unas breves palabras para demostrar que sayyidina 'Aisa ('alayhi-s-salam) no nació el 24-25 de Diciembre:
Cuenta el Qur'an como la virgen María se retiró a un lugar oriental para dar a luz. Cuando se refugió debajo de la palmera, esta se inclinó para dejar que pudiera comer los dátiles. Es conocido por los habitantes de la región, que la época en la cual los dátiles están maduros es en verano, concretamente en el mes de Julio. Uno de ellos así me lo ha hecho saber.
Contrariamente a las palmeras del Mediterráneo Occidental las cuales dan sus frutos en Diciembre.
Esto pues demuestra que el nacimiento de sayyidina 'Aisa ('alayhi-s-salam) tuvo lugar en algún día de verano.
Refuerzan este pasaje del Qur'an las historias tradicionales islámicas, las cuales nos relatan como Maryam salió junto con los segadores, en compañía de sus esposas, las cuales les preparaban la comida durante los quince días que duraba la siega. Ella se refugiaba en las chozas construidas con ayuda de la paja de la siega. Fué pues en el periodo de la recogida del trigo cuando dió a luz a sayyidina 'Isa, el Verbo de Allah y Su enviado a los hijos de Israel.

Salam

martes, 21 de diciembre de 2010

Economía Islámica I

Bismi-l-Lahi-r-Rahmani-r-Rahim

Allahumma salli ‘ala sayyidina Muhammadin ‘abdika wa rasulika nabiyyi-l-‘umiyyi wa ‘ala ‘alihi wa sahbihi wa sallim taslima

Podemos definir globalmente la Economía, como la ciencia la cual trata de conceder un localizador numérico, llamado valor, sea a un bien primario o transformado, sea a un hecho o circustancia, voluntario o fortuito. Dicha ciencia regula las transacciones comerciales o laborales, destinadas a cambiar de mano o a elaborar dichos bienes.

Cuando en economía, macro o micro, valoramos un hecho, tratamos de ajustar su valor lo más posible a la realidad. Así mismo, cuando realizamos una proyección, intentamos concebir todos los elementos posibles, pudiendo entrar en liza en una consecución de hechos futuros, previsibles, gracias a las experiencias del pasado.

Sin embargo, en economía, existe el término « imprevisto ». Dicho término, en algunas circunstancias, puede llegar a cobrar una importancia de nivel alto, debido a elementos cambiantes, como son, por ejemplo, el clima, los accidentes, o el giro imprevisto de la voluntad política de un país.

Cuando se tiene la consciencia de la existencia de un Dios Todo-Poderoso, Quien todo lo tiene, y a Quien, dar mil mundos como el existente no le disminuye en nada Su riqueza, todo cambia.

Desde este momento, el término Economía cobra otra dimensión. Evidentemente, el término « imprevisto », citado más arriba, obtiene una realidad, la cual, va a la par de la consciencia del Todopoder de Allah.

Allah es Quien da y Quien quita, el Rico, el Misericordioso, el Retribuidor, el que da el sustento.

Cómo nos llegan los bienes de Allah ? : Nuestras condiciones de vida se han dictado en el Azal. Este es el mundo en el cual hemos permanecido antes de salir del vientre de nuestras madres. Nuestro balance de salidas y entradas, incluso nuestros saldos han sido decididos desde lo alto.

Cuanto loco en este mundo juega con el dinero, creyendo, que si posee éste, detenta un poder real. Pobres enfermos del corazón !

Cuando contemplamos el hecho en cuestión, recapacitando sobre el estado en el cual nos ponemos cuando perdemos un bien o tenemos miedo de algo susceptible de acontecernos, debemos recordar que todo está previsto. No debemos angustiarnos y sí pedir a nuestro Señor.

Hadiz : "La petición (du’a) es el cerebro de la ‘ibada".

Es justo el que temamos a nuestro Señor, no obstante, es asimismo justo el que esperemos de El :

Hadiz qudsi : «Yo me comporto hacia mi servidor, según la idea que este se ha hecho de Mi… ».

La sadaqa es un arma extraordinaria la cual aparta de nosotros el mal con el cual el lapidado nos quiere alcanzar. Dad la sadaqa, aunque no tengais!. Dad y Allah os llenará vuestras manos!, SEGURO!.

A quiénes hemos de dar ?. Dice el Libro : « Sadaqatu li-l-fuqara » (La limosna es para los pobres). Primeramente a los pobres de nuestra familia y después al resto (al vecino, al extraño, etc.), primeramente al musulmán y después a los demás.

Sé que, por esta última frase, puedo ser objeto de crítica de la parte de algunos. No obstante, debemos reflexionar y considerar que aquellos pobres quienes no sean musulmanes, viendo como son tratados los nuestros, se podrían convertir al Islam para recibir, y más tarde la verdadera Fé podría entrar en su corazón por una u otra circunstancia.

Hadiz : « La mano de quien da es mejor de la de quien toma ».

Ello no quiere decir que el rico sea mejor que el pobre. Antes bien, simplemente, habla de la disposición del corazón a dar o a recibir.

Hoy lo dejamos aquí y poco a poco iremos entrando en los entresijos de la Economía Islámica. Daremos una explicación de porqué el Mehdi el Muntadar, durante su venida, repartiría el dinero entre las gentes y todos estarían saciados. Hablaremos de los bancos islámicos, de los intereses, del IPC, el dinero, los seguros, y algunos etcéteras más.

Sirva esta primera entrada como introducción de aquellas por venir.

Y Allah sabe más

Salam

lunes, 20 de diciembre de 2010

Ibrahim ibn Adham - Amir y albañil


Bismi-l-Lahi-r-Rahmani-r-Rahim

Allajumma salli ‘ala sayyidina Muhammadin ‘abdika wa rasulika nabiyyi-l-‘umiyyi wa ‘ala ‘alihi wa sahbihi wa sallim taslima

Ahora, vamos a conocer como los hombres de la segunda generación posterior al Profeta – sobre él la gracia y la paz – predicaban, con el ejemplo de la práctica, aquello lo cual afirmaban con sus palabras. Una bella historia la de Ibrahim ben Adham, el emir albañil.

Su padre se encontraba un día paseando por la ribera del río. Por su corriente, no muy caudalosa, bajaba una manzana, la cual se quedó atascada en la orilla. El hombre tomando la manzana, la miró, reflexionando de esta manera : - No tengo derecho a comer algo lo cual no me pertenece - Preguntando, llegó a encontrar el huerto del cual procedía dicho fruto.

El huerto en cuestión pertenecía al ‘amir. Así pues, el padre de nuestro Ibrahim, se acercó a la vivienda del ‘amir con el fruto, movido por la intención de devolvérselo a su propietario.

Una vez se le permitió pasar, explicó al ‘amir en persona la razón de su inesperada visita.

El ‘amir, admirado de tanta pureza, le ofreció a su hija en matrimonio, ofrecimiento el cual aceptó el hombre, naciendo de dicha unión nuestro Ibrahim.

Fué educado para ser ‘amir. Desde pequeño, a partir del momento en el cual podía montar a caballo, amaba la caza. Su padre murió e Ibrahim le sustituyó en el cargo. Ibrahim era un ‘amir justo, aún así, experimentaba una disproporcionada pasión por la caza.

Pasaron los años. Un día, mientras dormía, escuchó como alguien se paseaba por el tejado de su casa. Sin llegar a creérselo, subió al tejado, y encontró a un hombre con un aspecto impresionante. Ibrahim le dijo : - Qué estás haciendo en este tejado ? No sabes que estás en casa del ‘amir, y aquí nadie accede sin mi permiso ? - . El hombre respondió : - Estoi buscando a un camello perdido de mi rebaño - . El ‘amir respondió : - Estás loco ? Pretendes encontrar un camello perdido en un tejado ?. Al hombre ahora el replicar : - Te extrañas que yo busque un camello sobre un tejado ? Y tú cómo es posible que busques a Allah en tu palacio ? - . El hombre le dijo que era el Jadir y se marchó.

Ibrahim no hacía más que pensar en este acontecimiento. Un día más salió de caza. Persiguiendo una gacela, se alejó enormemente del grupo. Cabalgó y cabalgó, no pudiendo alcanzar al animal. En un momento dado, la gacela se paró, se quedó mirando tan fijamente a Ibrahim, que éste, petrificado, no sabía si soltar la flecha del arco. La gacela habló así : - Ibrahim, porqué te preocupas tanto en perseguir a los animales, y no persigues con el mismo ímpetu las cosas de Allah ? -.

Había llegado el momento. Ibrahim lo comprendió todo. Se bajó del caballo, y encontrando a un pastor, el cual estaba cuidando su ganado, le propuso el cambiarse la ropa con él. El pastor, viendo así al ‘amir, no podía salir de su asombro. Instado una y otra vez por Ibrahim, acabó por aceptar el intercambio.

A partir de ese momento, Ibrahim dedicó su vida a buscar el Conocimiento y a adorar a Allah. Sus necesidades económicas las atendía con su trabajo de albañil. Hubo de marcharse del Yemen a Iraq para que nadie pudiera molestarle al reconocer en él al antiguo ‘amir.

Y aquí acaba la historia de nuestro querido Ibrahim, el ‘amir – albañil.

Un ejemplo de desprendimiento el suyo y de honestidad el de su padre.

Podríamos al menos impedirnos de no tomar lo que no es nuestro con la misma pulcritud que mostró el padre de Ibrahim? Tal vez así, podamos un día llegar a ser 'amires de Allah.

Podrían aquellos, quienes dicen representarnos sin ser cierto, cesar de jugar con las subvenciones provenientes de los descuentos en las nóminas de los y las trabajadores/ras, y de rebajar su personalidad ante los kufar?

Yendo aún más lejos. Podríamos todos tener una confianza como la de Ibrahim en Allah, y un amor tal que todo lo que hay en la Dunya no importara nada comparado a la adoración de Allah el Excelso ?

Démosnos las respuestas a nosotros mismos en completa sinceridad.

Salam hermanos

sábado, 18 de diciembre de 2010

Diccionario para eruditos - El discreto encanto de la Progresía

Dícese del "atractivo" producido por el ofrecimiento de poner tu ego a la disposición de algo designado por el término progreso. El progresista o "progre", es aquel quien sintiéndose con el derecho absoluto de hacerlo y concebirlo todo a su imagen y semejanza, no sintiendo respeto con nada, busca establecer una nueva doctrina en nombre del concepto evolución. El dios de su doctrina es el dinero y los profetas se llaman: homosexualidad, feminismo, y corrupción.

viernes, 17 de diciembre de 2010

Certamen de Poesía en el blog del Profesor Rahmanicus

A-s-salamu 'alaykum:

Queridos hermanos y hermanas. Este fin de semana se celebra un certamen de poesía en el blog del Profesor Rahmanicus.

Esperamos que podais encontrar la inspiración necesaria para colaborar en él. El listón está alto después de la poesía de la portada, por ello debeis encontrar un buen momento de inspiración, y ale, a escribir.

El tema monográfico trata sobre los grupos supuestamente islámicos subvencionados por el kufr.
Un tema rico y apasionante, susceptible de despertar la inspiración artística en lo más recóndito de nuestro ser.

Salam

jueves, 16 de diciembre de 2010

ASHURA MUBARAK - Andalusís, levantaos


Bismi-l-Lahi-r-Rahmani-r-Rahim

Allajumma salli ‘ala sayyidina Muhammadin ‘abdika wa rasulika nabiyyi-l-‘umiyyi wa ‘ala ‘alihi wa sahbihi wa sallim taslima

Un feliz día de Ashura para toda la Umma Muhammadiana.

Cuando pensamos en Ashura, debemos considerar este día como la representación del Perdón, la Misericordia y la Victoria.

Algunos direis que no fué el caso para el Imam Husayn (radiya-l-Lahu ‘anhu). Yo pienso que su martirio forma parte de la victoria. El martirio es una puerta excelente para comparecer directamente en la Presencia Divina. Fué pues, el martirio del santo imam Husayn una gran victoria para él.

Como sabeis, no somos chi'as. Sin embargo, no podemos privarnos de deplorar un crimen tan grande, como el que se cometió sobre el nieto del Profeta – sobre él la gracia y la paz.

Ahora pasemos a enumerar los acontecimientos más relevantes acontecidos en el día de Ashura :

Allah perdonó a sayydina Adam (‘alayhi-s-salam) y a nuestra madre Hawa (radiya-l-Lahu ‘anha), en el monte Arafa, y les dió unas palabras para llegar a El.

El arca de sayyidina Nuh (‘alayhi-s-salam) se posó en tierra.

Sayyidina Ibrahim ('alayhi-s-salam) fué salvado del fuego al cual fué condenado por el orgullosos rey Nimrod.

La ceguera de sayyidina Jakub (‘alayhi-s-salam) se curó cuando sus hijos le presentaron la camisa de sayyidina Yusuf.

Sayyidina Ayub (‘alayhi-s-salam) fué curado de su enfermedad.

Sayyidina Musa (‘alayhi-s-salam) y su pueblo fueron salvados de las tropas de Firawn y el mar Rojo se abrió para dejar pasar a los Banu Isra’il.

Sayyidina Aysa (‘alayhi-s-salam) fué ascendido a los cielos después de ser salvado de sus enemigos judíos y romanos.

Ahora vamos a extendernos algo sobre los acontecimientos de sayyidina Musa y sayyidina Ibrahim (‘alayhuma-s-salam):

Sayyidina Ibrahim destruyó todos los ídolos de su pueblo, excepto el más grande. Cuando las gentes descubrieron los ídolos destruidos, sabían que había sido él. Entonces le acusaron, y él para recriminarles sobre su idolatría, les dijo : - Ha sido el más grande el que ha destruido a los otros - . Su pueblo le dijo : - Tu sabes que un ídolo no puede moverse -. Entonces Ibrahim aprovechó para decir : - Decis que no se puede mover y poneis vuestra confianza en algo lo cual no puede aportaros ni bien ni mal ?- .

No es este ídolo en este tiempo, el dinero ? hermanos.

Fué condenado al fuego por el tirano Nimrod, y en el momento en el cual la hoguera estaba encendido y en marcha, Allah hizo que el fuego fuera frío para él. Un pájaro llamado bulbul se encontraba con él en el fuego para hacerle compañía. Este pájaro, creo que es el mirlo, y el cordero del Aid son los solos animales que irán al paraiso.

La histroria de sayyidina Musa (alayhi-s-salam), siendo conocidísima como es, tiene algunos aspectos no muy conocidos:

Se cuenta en un hadiz, como Allah le dijo a sayyidina Musa el estar contento con él a excepción de una sola cosa : Allah no estaba contento de que Musa no hubiera detestado a nadie por Su Causa.

No es cierto que sayyidina Ibrahim comenzara odiando a su pueblo y le terminara amando, pues Allah no acepta que amemos a aquellos quienes son rebeldes a El.

Hay una diferencia meridiana entre el hecho de odiar y detestar. El odio procede de un sentimiento innoble del nafs (ego). Es sucio tanto en su origen como en sus manifestaciones. Odiando, se desea el mal a alguien y ello es aberrante.

Sin embargo, el detestar a alguien por Allah, procede de un celo por El. Es por amor a Allah y por celo de lo que El ha decretado, que debemos detestar a los rebeldes contra Su Decreto. Este sentimiento, el detestar, es un repudio, es decir : - Yo no quiero saber nada de usted porque usted es desobediente a Allah y no puedo comprender como pueden existir personas así pues es innoble -. Es así, que el detestar es el separarse de alguien porque ese alguien es indigno por causa de su rebeldía hacia la religión. No obstante, aquel quien detesta por Allah, ha de ser misericordioso y desear el que Allah le guíe al Camino Recto, como Musa lo deseaba con Firawn.

En realidad aquel quien no sabe distinguir entre lo que es odiar y detestar, puede que no conozca sino el primer sentimiento, y deberá poner orden en su vida si quiere desembarazarse de este gran problema. Que Allah le ayude !

Habiendo dejado este aspecto claro, volvemos a repetir que sayyidina Ibrahim no tenía capacidad de odiar, si de detestar, ni tampoco tenía capacidad de amar a los idólatras.

Otro aspecto de Ashura es el hadiz donde Rasul encontró ayunando a los judíos el día de Jon Kippur y recomendó a los musulmanes el ayunar este día diciendo : -« Nosotros tenemos más derecho a Musa que ellos »- .

Y ahora los musulmanes decimos : - Nosotros tenemos más derecho a Musa que los judíos y cristianos, pues Musa era musulmán, también judío, pero los judíos no habían seguido a Muhammad – sobre él la gracia y la paz -, después de todos los signos evidentes con los cuales había sido enviado el Profeta. Asi mismo los cristianos, cuyo representante Heraclio declinó la carta del Profeta donde se le instaba a convertirse. Con esta carta, por defecto, todos los cristianos están instados a convertirse al Islam, y sin embargo estos han declinado el mensaje de Allah. Nosotros no podemos ni debemos obligarlos a ello, pero se lo debemos recomendar vivamente.

El perdón comporta arrepentimiento y espíritu de no volver a reincidir, como explican los hadices del Kitab al Iman del Sahih Muslim. De poco vale decir : - Me arrepiento -, para la galería y seguir con las mismas actitudes.

El día de Ashura es asimismo el día del pago de la Zakat, donde cada musulmán, quien además de no tener deudas, tener la vivienda pagada, y el auto si es necesario, debe pagar por al exceso de riqueza a concurrencia del 2.5%, de aquello que tuviera en exceso de lo mencionado, el Ashura del año precedente.

Es el día de la misericordia, pues es el día en en cual Allah curó a sayyidina Ayub.

Es el día de la victoria, en virtud de la victoria de Musa y la muerte de Firawn en el mar Rojo.

Y en este tiempo, cual sería nuestra Ashura, nuestra victoria?. Yo abogo por algo a nivel de la Umma :

Nuestra victoria sería el unirnos en una sola Umma, siguiendo un Islam puro de fanatismos (haramismo o progresismo). El ir como hermanos y hermanas, cogidos de la mano para ir hacia Allah. El tener un imam a la altura de esta circunstancia, no apegado ni al dinero ni a la Dunya. El arrepentirnos, el perdonarnos, el amarnos en Allah y el no sentirnos por encima de nadie.

A-n-nasr, a-n-nasr, a-n-nasr para al Andalus y para toda la Umma!

Andalusís levantaos! Por al-Andalus en una sola Umma!

Ya Rabbi, ya Rabbi, ya Rabbi.

Un muy gran abrazo a todos.

Salam

martes, 14 de diciembre de 2010

Sabiduría libresca

Bismi-l-Lahi-r-Rahmani-r-Rahim

Allahumma salli ‘ala sayyidina Muhammadin ‘abdika wa rasulika nabiyyi-l-‘umiyyi wa ‘ ala ‘alihi wa sahbihi wa sallimu taslima.

Siguiendo un poco el hilo de la entrada anterior, debemos dejar suficientemente claros algunos elementos con respecto a aquello lo cual se escribe del sufismo.

Cuando un aspirante espiritual entra a formar parte de una tariqa seria y válida, debe hacer gala de una sinceridad absoluta y de una paciencia a prueba de bombas.

Qur’an : « Wa-l’asri ‘inna-l-‘insala lafi jusrin ‘illa-l-ladina ‘amanu wa ‘amilu-s-salihati wa tawassu bil haqqi wa tawassu bi-s-sabr ».

Además de esto, su primer trabajo será el cumplir la chari’a estrictamente y el estudiar la teoría del sufismo. La finalidad de esto último es el comprender teóricamente tanto la naturaleza como el objetivo del tassawuf.

Llega el momento en el cual, dicha sabiduría teórica es adquirida, mediante el estudio del Qur’an, la Sunna, las palabras del maestro y algunos escritos de maestros anteriores.

A partir de ahí, el faqir es un pequeño río de conocimientos filosóficos y metafísicos. Estos conocimientos son tan extensos, que el aspirante podría escribir libros y libros sobre aquello lo cual ha aprendido. Cualquiera de nosotros podría gastar ríos de tinta en explicar que es el sufismo, en que se soporta, su correspondencia con el Qur’an y la Sunna, etc, etc, etc. Sin embargo, no lo hacemos, pues sabemos que ello carece de importancia con respecto a aquello lo cual está por venir.

A más de uno le extrañará escuchar que toda esta sabiduría, tan real como insufuciente, no es absolutamente nada comparable con aquello lo cual viene más adelante.

Es a partir de aquí que comienza la guerra. Qué guerra ? La guerra santa mayor, la guerra contra el nafs.

Es por ello, que aquel quien se queda en el conocimiento teórico, por mucho que escriba, dejará claro su nivel frente a aquel quien ha dejado este estadio detrás suyo. Sus palabras se presentarán como una tesis, la cual no hace sino dar vueltas sobre el mismo asunto. Se pueden escribir libros y libros, de los cuales, el último de ellos nuncá dirá más de lo que dice el primero. Y así se llega a decir disparates tales como que « el chayj pide el prescindir de las formas a aquellos quienes las poseen y no a los otros ».

Esta frase es una prueba indeleble de la vacuidad de los escritos de la persona quien la referencia. Es como si esta persona quisiera decir : « Ahí va eso, que listo soi » o algo por el estilo.

Muy señor mío : Lo que usted llama el mundo de las formas, no es sino una sombra del mundo real, en el cual las formas son absorvidas, y del cual proceden, Son sombras pues son reflejos criptados de una realidad superior. No contradigamos al Qur’an al cual nos enseña que si queremos contemplar los signos de Allah, debemos contemplar Su creación.

El continuador del chayj al-Alawy (sidi Uddah), explicaba el caso del erudito de la siguiente manera:

« Un día la avispa discutía con la abeja. Aquella le decía a esta : - Hermana, que paneles más hermosos haces. Estoi convencida de que yo los puedo hacer como tú -. – A esto, la abeja dijo : - Va, inténtalo y luego yo pasaré para verificar tu trabajo -. – De acuerdo -, dijo la avispa. Estuvo trabajando todo el día hasta que terminó, entonces llamó a la abeja para que viera el trabajo que había hecho. La abeja quedó asombrada, el trabajo estaba bien hecho. Así se lo dijo a la avispa. Esta estalló de júbilo ante la aprobación. En esto, la abeja para terminar la dijo : - Hermana, has hecho un buen trabajo, pero aquí falta una cosa -. La avispa dijo : - Qué es lo que falta ? La abeja terminó diciendo : - Aquí falta la MIEL ».

No podemos entender como muchos se dejan deslumbrar por palabras y palabras, ríos de tinta, y piensan que ello es el sufismo, y nada más. Se quedan embobados con las palabras de gente quienes no han avanzado ni siquiera un paso en el conocimiento espiritua!

El conocimiento teórico no es sino una antesala, un río de conocimiento. Pero qué se debe hacer para convertir ese río en océano ?

Es necesario pasar una gran prueba. Qur’an :

« No creais que vais a decir creo sin que seais probados, os probaremos con el bien y con el mal… »

Si dicha prueba es pasada, el siguiente paso es el establecer un lazo real con Rasul – sobre él la gracia y la paz -. Si este lazo se establece, entonces y solamente entonces, podremos comenzar a comprender poco a poco la verdadera naturaleza del sufismo.

No debo extenderme más, pues sino deberíamos hablar del maqam, y ello no es el objeto de esta entrada. Poco a poco iremos más adelante, para así, de una forma insensible, intentar hacer comprender el valor limitado de las concepciones librescas a las cuales tantos son aficcionados.

Que Allah aleje nuestros corazones de la charlatanería y los acerque al conocimiento real proveniente de El, en El, por El y de El.

Salam

domingo, 12 de diciembre de 2010

El chayj príncipe y el chayj pobre

Bismi-l-Lahi-r-Rahmani-r-Rahim

Allahumma salli ‘ala sayyidina Muhammadin ‘abdika wa rasulika nabiyyi-l-‘umiyyi wa ‘ ala ‘alihi wa sahbihi wa sallimu taslima.

Un dicho sufi magrebí dice : « Chayju-l-‘amir tablon kabir. Chayju-l-faqir abdu-l-hakir” (el chayj orgulloso y del orgulloso se muestra con gran ostentación. El chayj del humilde aspirante espiritual es un siervo humilde de Allah).

Vamos a dedicar primeramente unas palabras para definir al chayj del ‘amir:

Turbante cortado de las mejores telas de Oriente, vueltas medidas con precisión, ni una más ni una menos. Túnica tejida por las manos profesionales de los sastres más refinados. Calzado, diríase hecho a medida. Camisas del mejor tejido de algodón local. Barba cuidada cabello a cabello, haciendo juego con el turbante y el resto de la indumentaria. Raro aroma a caro perfume oriental. Andar pausado, ensayado una y otra vez. Gestos cuidados al extremo de la precisión. Mirada de águila, directa a la presa. Diríase salido de un cuento de las mil y una noches. He aquí al chaiju-l-‘amir.

Habiendo estudiado algunos libros de los antiguos maestros, ha aprendido de qué expresiones enriquecer su lenguaje para ser admirado por su verbo enigmático, y a la vez adornado con los giros pertinentes, destinados a crear un ambiente elitista a su alrededor. Habla cuidada hasta la saciedad. Escritos modificados una y otra vez, hasta encontrar el punto de cocción adecuado para ser presentados. Poco importa se hable mentira o verdad, lo importante es hablar “bello” y dar un tono grandioso al discurso.

Siempre lejos de sus discípulos, a los cuales evita todo lo posible. Así, el gran chayj puede preservar su intimidad, puede ocultar su verdadera personalidad. Pavo real en público y tigre en privado. Buscará como la élite de sus discípulos a los más acaudalados. Un poco más abajo, aquellos quienes hayan cursado estudios universitarios y estén bien colocados en su vida laboral. Desafortunadamente, no hay más remedio que tener lacayos, y estos serán el populacho de sus discípulos, los cuales tendrán acceso, si se lo ganan con su demostrada sumisión, a una o dos entrevistas en toda su vida con el gran chayj. En dicha entrevista el chayj, preparado previamente ante el espejo, te mirará a los ojos y observará como vienes. Si vienes sumiso y temeroso, te alabará y te dirá de continuar así. Tendrás derecho a una estampita de él (foto) para colocarla en la mesilla de noche. Si vienes sumiso, pero a la vez ve que eres algo inteligente, te dará un discurso, el cual habrá aprendido la noche anterior para dártelo solamente a ti, habiéndose informado previamente sobre tu persona, a fin de poder causarte impresión. Pero, si viene alguien no previsto, para eso estará rodeado de lacayos, quienes no dejarán hablar ni decir nada sin el permiso del gran chayj.

Todo está medido, programado para mantener la fuente de ingresos necesaria, y así hacer marchar el engranaje de la empresa. Solamente los directores tendrán acceso al Presidente, el cual, en su pedestal, cual si de un ídolo se tratara, estará preservado de la plebe y de las críticas verídicas de aquellos, quienes indignados por sus mentiras, quieran ir hacia él para expresarle su mensaje.

Vivirá en un castillo o una villa, porque él se lo merece. Estando por encima de las contingencias mundanales como está, reside ya en el paraíso, de donde baja por misericordia, a fin de encontrarse con los pobres de sus discípulos, quienes, a pesar de todo seguirán creyendo ciegamente en él.
El chayj ha dicho, el chayj ha hecho, el chayj se ha movido así o asá, ha ido aquí o acuyá. Ooooohhhh, el gran chayj. Ni más ni menos que el chayju-l-‘amir.

Poco importa que diga que los ángeles tienen un conocimiento completo, siendo esto mentira. Poco importa que diga que tal y tal grandes chuyuj del pasado se le hayan aparecido físicamente, siendo ello imposible. El es el gran chayj, y no puede mentir. Poco importa que contradiga el Qur’an y la Sunna, el Gran Chayj siempre tiene razón. Poco importa que diga que el Mehdi-l-muntadar nació va a aparecer en tal o cual año. Seguramente el gran chayj le tenga en su palacio tomando el té hasta que se deba mostrar. ¿Qué importa que Rasul – sobre él la gracia y la paz – haya dicho que el mismo Mehdi no sabría quien es hasta el comienzo de su misión? ¿Qué importa eso? Tiene razón el gran chayj, amigo de los poderosos y de los bien colocados de la Dunya.

Qué diferencia con el chayju-l-faqir!

El chayju-l-faqir, descuidado de si mismo, excepto en lo que respecta a las condiciones de cumplimiento de lo que Allah ordena y prohíbe. Viste humildemente, a veces su vestido está remendado o repiezado. Nunca guarda dinero y siempre encuentra su sustento. No busca a los poderosos, los evita. Poco le importa su alimento, si este es halal, entonces Bismi-l-Lah. Se reirá hasta la saciedad de los ricos bordados y los adornos mundanales.

Considera en nada lo que cada uno traiga en el bolsillo. Si no puede viajar en avión, lo hará en autobús, aunque este estuviera repleto de gente. Sino a pié, recitando el Qur’an por el camino.

Cuidará de que su vestido no sea caro para así poder dar de comer al necesitado. Trabajará con los obreros, se manchará con ellos y comerá en su compañía. Su habla espontánea, pero certera, irá al fondo del asunto. No necesita preparar nada pues todo lo tiene dentro, en su corazón.

Nunca preguntará por quien viene a verle. Espontáneamente le verá con una mirada profunda y verídica. Poco le importa le llames de usted o de tu. Será tu camarada, tu amigo, sí; pero cuidado amigo, no se te ocurra mentir! Si lo haces te llevarás una reprimenda la cual no podrás olvidar mientras vivas, y aún así, nunca podrás decir que te ha faltado el respeto.

Vista certera, palabra sincera, desprendimiento de los bienes y placeres mundanales, conocimiento profundo del Libro de Allah en sus siete niveles, así como de la Sunna del Profeta – sobre él la gracia y la paz -, son los datos de su carnet de identidad.

Poco le importa seas rico o pobre. Si eres rico, te pedirá des a los pobres, pero nunca te pedirá nada para él. Si eres pobre, te dará de su propia mano. Si eres sincero, se ocupará de ti y guardará el compromiso contigo mejor que tu lo puedas hacer con él.

Te dirá: - “No pongas tu vista en mí, mira hacia adelante, mira hacia Allah. Nosotros los chuyuj somos una palabra y una ayuda para indicarte el camino y acompañarte en el recorrido, pero si no pones tu mirada en Allah, nada podemos hacer por ti - .

Y ahora dite a ti mismo que prefieres el chayj al amir o el chayj al faqir. Date la respuesta y así autoevaluarás tu situación en el camino del Islam.

Y Allah sabe más

viernes, 10 de diciembre de 2010

Cuerpo, alma, espíritu y chayj

Bismi-l-Lahi-r-Rahmani-r-Rahim

Allahumma salli ‘ala sayyidina Muhammadin ‘abdika wa rasulika nabiyyi-l-‘umiyyi wa ‘ala ‘alihi wa sahbihi wa sallim taslima.

En muchísimas ocasiones, cuando se escribe sobre un tema de aquellos susceptibles de ser considerados como « eternos », se alude a los escritos de sabios antiguos.

En principio, ello no es mala cosa, pero sin embargo, es mucho más adecuado y apropiado el recurrir a los sabios de la actualidad. Dicho sabios sabrán como deben hablar a los hombres quienes vivimos en esta época.

Cuando sistemáticamente se recurre a las palabras de los sabios antiguos, dicha actitud delata un desentendimiento de la existencia los sabios de esta época, sea por la comodidad de no conocerlos y no hacer nada por ello, sea a causa de intereses personales o de grupo, en virtud de los cuales, se intenta evitar, que los musulmanes conozcan a las luminarias del Islam de esta época. De esta manera, algunos oportunistas encuentran el camino despejado, si tienen la oportunidad de contar con las adecuadas herramientas de difusión a su servicio.

Los intereses, en este caso, se verían comprometidos por la presencia de personas, cuyas palabras anularían la mediocridad de los argumentos de ciertos elementos, dichos argumentos se extinguirían como las tinieblas ante la luz. Así pues la pretensión de « vivir » o pretender « vivir » del Islam, considerando éste como una fuente de ingresos económicos, se encontraría en un entredicho flagrante frente a aquellos a quienes se intenta dar una "cierta imagen". Y con esta última frase, nos referimos tanto a los débiles, como a aquellos quienes muestran interés por aprender la religión. Y de esto hemos tan testigos como víctimas en alguna que otra ocasión.

Rasul – sobre él la gracia y la paz – nos dice :

« En los últimos tiempos la religión de las gentes será el amasar la mayor cantidad de dinero posible »

Tenemos la suerte de conocer a uno de dichos sabios, uno de los cuarenta con el corazón del jalil, como habla el hadiz en la Yami’a-s-sagir de Suyyuti (discípulo del Imam Malik).

Siempre he intentado ir más lejos en la comprensión del Islam, siempre he buscado franquear la barrera de todo aquello lo cual sea susceptible de ser analizado a través de la razón y de la lógica. Así pues, siempre he dirigido preguntas comprometidas a mi cha’yj. Al-hamdu li-l-Lah, a pesar de la dificultad de mis preguntas, en cada una de las ocasiones, he recibido la respuesta adecuada.

Hace algunos años estaba interesado en desgranar los elementos los cuales forman parte de la naturaleza humana. Así pues, escogí un día apropiado y lancé la pregunta. Dije : - « Puede usted decirme cual es la naturaleza del ser humano y cuáles los elementos que la componen ? » -.

A dicha pregunta me contestó : - El ser humano tiene un cuerpo (yism) el cual es de naturaleza neutra. Dicho cuerpo se limita a comunicarnos sus necesidades, las cuales deben ser asistidas con moderación. Más tarde tenemos el alma (nafs) y el espíritu (ruh)- .

Muy bien – dije : -Dígame la diferencia e interralacción entre el nafs y el Ruh - .

La respuesta fué totalmente inesperada por lo gráfica y clara. Tomó un vaso y lo llenó de agua. Me enseñó el vaso y me dijo : - Puedes beber este agua ?-. – Claro que sí-, le dije.Seguidamente tomó un producto líquido viscoso de cocina y lo vertió en el vaso, diciendo : - Y ahora, lo puedes beber ?-. – Por supuesto que no-, dije.

Pues bien- siguió diciendo, - el vaso es el cuerpo, el agua limpia es el Ruh y el producto es el nafs. Mira como está turbia el agua !. Ahora viene el Chaytan con su waswas- . Tomó mas producto y lo vertió en el vaso ya sucio, diciendo : - Ves como hace el nafs si escucha el waswas del jannas? -.

Yo le dije : - Y ahora, como podemos volver al agua en su estado original ?-. Me respondió : - Es a eso que has venido aquí, verdad ?-. – Verdad, le dije -. – Entonces concentra tus esfuerzos en limpiar el agua y no escuches el waswas- .

Evidentemente el limpiar dicha agua es todo un proceso de purificación, pues partimos de la turbiedad de nuestra visión, producto de la opacidad del nafs. Es por esta razón que muchos se equivocan al juzgar las cosas de la religión. Tomando como punto de partida la lógica y la razón, estando dichas facultades, veladas por la opacidad de nuestra nafs, no podemos llegar muy lejos y estaremos avocados a ensuciar aún más el agua en el vaso.

Debemos pues ir más lejos, debemos buscar la luz del Ruh, éste lanza destellos los cuales traspasan la opacidad de nuestra alma. Dichos destellos llegan codificados a nuestro entendimiento y ello puede producir enormes problemas cuando la persona quienes los recibe, no conoce su naturaleza. Su ego quiere interpretar, y lo hace mal.

Para interpretar el lenguaje del Ruh necesitamos un traductor (chayj), el cual, en virtud del camino recorrido en el conocimiento profundo del ser humano, detenta una visión clara sobre el estado de la persona velada, así como del lenguaje con el cual nos habla el Ruh, desde el Mundo de la Luz. Es este chayj, el jalifa ante el cual se prosternan los ángeles.

Una vez hemos aprendido el arte de traducir los mensajes de los rayos de luz, los cuales llegan hasta nosotros, un día, si tenemos suerte y ello se encuentra en nuestro destino, podremos nosotros mismos contemplar dicha Luz en toda su intensidad, y ese día habremos llegado al maqam el cual Allah nos ha destinado.

Les hemos hecho salir de las tinieblas a la Luz

Algunos eruditos, quienes pretenden hablar de sufismo, comenten un error enorme, cuando piensan que el sufi lucha para salir del mundo de la materia. No existe el mundo de la materia, pues somos nosotros quienes lo interpretamos como tal. La materia, la psiquis, el espíritu forman parte del mismo mundo de Luz. Es pues la imposibilidad de ver la Unidad la que nos transmite el espejismo de captar que existe un mundo material. Todo está en Allah, con Allah, por Allah. Es pues quien ha llegado al mundo de Luz de la Unidad aquel quien percibe todo en su naturaleza primordial y Real.

La charlatanería pues, es el hablar de aquello lo cual no se conoce con el fin de llenar una página de letras y cubrir el expediente. Muchos realizan esto valiéndose de su descendencia carnal de algún waly de antaño. Pero Rasul - sobre él la gracia y la paz - no tuvo un hijo varón, el cual heredara el jalifato de él. La Sunna hace pasar la wilaya generalmente, muy lejos de la relacción padre-hijo, abuelo-nieto. El caso de mi maetro es así, su padre fué un waly, pero murió temprano y le hubo de iniciar otro waly el cual no era de su familia carnal. La hikma de Allah hermanos.

El chayj Darqawy decía : « Aquél quien no tiene maestro tiene como maestro al Chaytan ». « Aquel quien muere sin conocer al hombre de su tiempo, muere de una manera detestada por el Enviado ».

Y ahora preguntémonos sobre nuestro caso: tenemos un chayj rabbani o chaytani? Sino tenemos un chayj rabbani, nos arriesgamos a estar entre las fauces del lapidado.

Y Allah sabe más

Salam

jueves, 9 de diciembre de 2010

La seriedad del sufismo - Cuidado con el sufismo

A-s-salamu 'alaykum:

Subhana-l-Lah. Hoy es uno de esos días donde uno se lleva una alegría. He encontrado este artículo, editado en el sitio musulmanesandaluces.org .

Le escrito en él se corresponde totalmente con nuestra idea sobre el sujeto. En este artículo no se habla en profundidad sobre el sufismo, por la sencilla razón de que no es el fin. El fin de dicho artículo es el hacer que se respete el sufismo como lo que realmente es. Los sufis (fuqara), no somos esas bellas piezas de museo las cuales cantan y bailan adornados con el colorido de músicas exóticas ancestrales. Somos gentes estrictas con la chari'a, nobles de carácter y humildes de corazón, si Allah lo quiere. No somos grandes sino pequeños ante la Grandeza divina. Somos luchadores natos contra los defectos de nuestra alma, y nos sentimos los peores seres de la raza humana, pues podemos contemplar nuestros defectos con la claridad y sinceridad necesaria.
Un bravo por este artículo. Desde aquí animamos a su autor para publicar más artículos serios, tan necesarios para la sanidad pública de la Comunidad Musulmana.

He aquí el Artículo:


CUIDADO CON EL SUFISMO


El sufismo es a menudo edulcorado, para el consumo de los occidentalesEl sufismo es peligroso, profundo, quebrador, vertiginoso. Ésta era una advertencia amistosa que siempre se hacía al que mostraba deseos de iniciarse en un arte para el que había que estar muy preparado. En muchos casos, en la actualidad el sufismo no es peligroso ni arriesgado: es una tontería. También siempre se ha dicho que encontrar a un maestro sufí era muy difícil. Un maestro era el azufre rojo y el elixir, la piedra filosofal con la que el aspirante convertía su corazón en oro. Topar con uno era una bendición poco frecuente. En la actualidad, parece que los maestros abundan más que los discípulos. Todo esto es síntoma de una degeneración en la que tiene mucho que ver el ‘contacto’ entre el Islam y Occidente.

En el mundo musulmán había un tesoro extraordinario, el sufismo (y afortunadamente todavía lo hay, y sigue existiendo con una vitalidad bulliciosa). Pero, ahora, ese tesoro también está expuesto en las estanterías de los supermercados. Para que algo tan delicado pudiera ser trasformado en mercancía barata había que distorsionarlo totalmente. La vinculación del sufismo al Islam -que es lo que le da envergadura- ha sido suavizada hasta extremos en que incluso se les ve como antagónicos. El rigor del sufismo ha sido tan diluido que con frecuencia parece que es suficiente leer un poema de Rumi para ser un consumado experto en las honduras de una espiritualidad milenaria.

La gazmoñería y la frivolidad con la que muchos occidentales se asoman desvergonzadamente al sufismo están perjudicándolo de modo grave. Cualquiera por aquí es sufí y además maestro si ha leído a Asín Palacios, a Corbin o a Idris Shah, o, peor aún, si tiene ‘intuiciones’ o está ‘iluminado’ y disfruta de una gracia especial. En el mundo musulmán, en el que el sentido de la trascendencia está tan arraigado y donde las ciencias del corazón son un patrimonio sólido y poderoso, la afectación de los que se pretenden sufíes en estos tiempos no hace sino fomentar un rechazo en el que las cosas pueden acabar confundiéndose.

El sufismo (el tasáwwuf) es lo contrario de lo que muchos piensan. En primer lugar, el sufismo es el Islam, es la profundización en él. El sufismo no es anterior al Islam, ni es una ‘herejía’ del Islam, ni es la aportación de los ‘persas’ a la civilización rudimentaria de los árabes, ni nada parecido... Los prejuicios contra el Islam han alimentado esos despropósitos que carecen de toda base y rigor. Presentar el sufismo como algo desligable del Islam, o algo por encima del Islam, es engañar, es buscar una clientela fácil entre quienes se apuntan a cursillos de espiritualidad y no quieren -por nada del mundo- nada complicado ni comprometido. Hay que huir como de la peste de quienes ‘venden’ un sufismo ajeno al Islam porque son buscavidas descarados que ofrecen ‘gangas’ a gusto del consumidor.

En segundo lugar, el sufismo no es ‘esoterismo’, ni ‘ocultismo’, ni ningún morbo de esa clase. No es una ‘secta secreta’, ni es la ‘masonería’ del Islam, ni es el patrimonio de una ‘élite espiritual’. El sufismo es mucho más serio, infinitamente más serio y de raíces más en la tierra. Para quienes se acercan imbuidos con esas ideas estrafalarias a auténticos sufíes se sienten descorazonados por la naturalidad con la que los sufíes son ‘gentes normales’ en un entorno en el que se les tiene -por lo general- en gran consideración, porque se les entiende, y en el que ellos están perfectamente integrados. Por supuesto, el sufismo tiene una sabiduría para la que se requiere una capacidad y una delicadeza especiales, como todo lo que es profundo, valioso y fruto de aspiraciones poderosas, pero nada tiene que ver eso con los remedos de disidencias místicas que se dan en Occidente.

Además, en Occidente, la gente tiende a ‘realizarse espiritualmente’ escuchando sermones, discursos y conferencias. Esto es nocivo porque da cancha a los que tienen labia. El sufismo no es ‘sentarse a escuchar a un maestro y quedarse embobado’. El embobamiento no cambia nada en el corazón del que escucha. El sufismo es Yihâd, es lucha interior y exterior, es esfuerzo continuado sobre una senda exigente. El sufismo es emprender una peregrinación en la que nadie ni nada te sustituyen. Lo dijo Ibn ‘Arabi: “Salí del país de al-Andalus en dirección hacia Jerusalem. Hice del Islam mi cabalgadura, del combate mi reposo y de la confianza en Allah mi provisión...”. Las palabras de los maestros, si no son estímulos sino divagaciones, no sirven de nada más que para su prestigio personal. Por eso es más importante y adecuada la exposición del Método (la Tarîqa) que la de la Esencia (Haqîqa), sin embargo la gente en Occidente prefiere y le resulta más goloso que se le hable de la Esencia y se especule sobre lo que es incomprensible si no se ha realizado antes el Camino que prepara el corazón para el Entendimiento (Fahm).

El sufismo no es una terapia, ni es un conjunto de ejercicios de respiración o relajación o meditación, ni es danzas exóticas y cánticos agradables, ni es sesión de cuentos, ni recitación de poemas, ni comunicación secreta de saberes herméticos, ni es la iniciación a un grupo elitista. El sufismo es vivir el Islam con nobleza e intensidad hasta la sabiduría y hasta la paz absoluta. Es la emoción del musulmán en el Islam. Es su Tradición en la que cada gesto encuentra una significación abismal. El sufismo es reconciliación con la vida y con el Creador de la vida, y es subordinación total al Señor de la vida, fluyendo en paz con su Voluntad hacedora de cada instante, es entregarse a Allah sin amaneramientos ni bobaliconería. Lo que mana de esa relación es la Belleza que embriaga a los enamorados de Allah y de su Mensajero.

Para ser sufí hay que ser ‘severamente’ musulmán. E incluso entonces la palabra ‘sufí’ debe emplearse con precaución. Por mucho rigor en la práctica del Islam y de la sinceridad en él aún se está lejos de alcanzar ese grado de profundidad en el que es lícito llamarse a uno mismo sufí. Por siempre se será un murîd, un aspirante, y un faqîr, un pobre vacío, y eso no es malo: es porque la meta es grande y porque el desafío es real, y es porque el ser humano es ser humano ante su Señor Uno y Único.

Quien sigue la senda de la que hemos hablado puede que alguna vez en su vida se encuentre con un maestro, con un sháij, alguien que se apodere de él y lo arrastre hasta Allah y lo sumerja y ahogue en ese Océano de Luz. Enhorabuena a quien sea bendecido de ese modo. Allah guía a los sinceros y a los perseverantes.

Hemos dicho a la cabeza de este artículo que el sufismo es peligroso y arriesgado. Nos referíamos a su carácter profundo, al enigma que está en su centro, al torbellino que desata en quien se lo toma en serio y quiere alcanzar sus últimas consecuencias. Se trata de un peligro hermoso, un riesgo que se asume en la contemplación de la Belleza,... es el vértigo ante lo Absoluto. Pero también es peligroso en un sentido negativo y que podemos reconocer fácilmente. Al descontextualizar el sufismo -como suele hacerse en Occidente- se tiende a la creación de grupos ‘exóticos’ o marginales, y también sectas. Es muy fácil convertir a un maestro sufí en un gurú. Es muy fácil convertir una vía sufí en un negocio particular enajenador de mentes. Es tan fácil que casi es inevitable.

Por ello es recomendable -hasta cierto grado- huir del sufismo en Occidente: no hay controles. Hay que tener cuidado. Es preferible limitarse a ser musulmanes sinceros y avanzar en la nobleza y en la excelencia (el Ihsân), y eso ya es sufismo, pues se ha dicho que el mayor y mejor prodigio es la rectitud, que el mayor y mejor rango espiritual es el Islam. Quien se fuerza y se violenta a sí mismo, encuentra a un timador; quien se relaja, es guiado por Allah. Lo que es aconsejable en el mundo musulmán -buscar a un maestro-, en Occidente puede llevarnos por mal camino. No se trata de un consejo absoluto porque no hay que ser desconfiado, pero sí es necesario estar despierto. En cualquier caso, siempre se debe tener la Sharî‘a como criterio sólido al que acudir.

En una sociedad musulmana todo está en su sitio, todo el mundo sabe de qué va la cosa y ningún estafador perdura. Es por ello por lo que proliferan los ‘maestros sufíes’ en Occidente y en proporción tal vez sean más numerosos que en el mundo musulmán, y eso es muy sintomático. Un maestro sufí, un sháij, es algo tremendo: es alguien al que se le hacen muchas exigencias, pero en Occidente no hay ninguna. Cualquiera que recite un poema de Rumi o diga cosas extravagantes se presenta a sí mismo como ‘reencarnación’ de Ibn ‘Arabi (discúlpesenos la ironía). Esa falta de vergüenza, en el mundo musulmán, sería patética...
Autor: Musulmanesandaluces

miércoles, 8 de diciembre de 2010

Mahabba y Tawhid

Bismi-l-Lahi-r-Rahmani-r-Rahim

Allahumma salli 'ala sayyidina Muhammadin 'abdika wa rasulika nabiyyi-l-'umiyyi wa 'ala alihi wa sahbihi wa sallimu taslima.


He aquí una de las muchas qasidas escritas por el chayj al-Alawi en su diwan. El chayj al-Alawi ha sido el último hombre del siglo en el Islam. Muchos 'ulama fueron discípulos suyos. Muchos europeos se convirtieron al Islam gracias a él. Fundó la cofradía Alawiyya y discutió con algún 'alim salafista, demostrando con el Libro de Allah y los hadices la ortodoxia del sufismo, así como la excelencia de este, siendo como es núcleo y luz del Islam.

No des tu amor sino a Allah

Fuera de El todo es espejismo

Si eres capaz de recibir un consejo, he aquí el nuestro

Las gentes del Recuerdo están siempre absortos en su Bien-Amado

Pues nadie vive verdaderamente sino aquellos quienes son Sus próximos

Ningún velo les separa de la Verdad

Qué son pues para ellos las gracias del paraiso ?

La pasión ha hecho fundirse a los siervos de Allah ; han bebido

Y beben aún, su brebage conservado en la eternidad

Brevage el cual les ha deleitado

Si pudieras tan solo tomar un sorbo de su copa !

Ello sería un medio de aproximarte a nosotros

El buen siervo es aquel quien responde : « Aquí estoi a Tu servicio »

A esta llamada de Allah que le dirigimos

Si buscas a Allah, se nuestro compañero

Y puedes estar seguro que no existe otra vía.

El chayj al Buzaydi, maestro del chayj al-Alawy, dijo a su discípulo que su tariqa debería llamarse ‘alawiyya pues iba a ser la tariqa más excelente (‘aliyya) entre todas.

Efectivamente, como dice en una de sus qasidas, el chayj al-Alawy fue el hombre del siglo, del cual nos habla el hadiz, debe venir para renovar el Din. Dicho hadiz lo podemos encontrar en el libro de hadiz titulado « Yami’a-s-sagir » del Iman Suyuti, discípulo del Iman Malik.

Ahora vayamos a analizar uno a uno los versos de esta qasida, con el fin de dar un poco de claridad a su contenido

No des tu amor sino a Allah

Fuera de El todo es espejismo

El hecho de no dar nuestro amor sino a Allah, nos habla de la consciencia de que todo lo cual existe está contenido en Su Unidad. Si amamos a Rasul – sobre él la gracia y la paz - , a nuestra familia, a los musulmanes, a la creación de Allah, dicho amor es el amor a Allah, siempre y cuando no venga del nafs, sino de la profunda simplicidad del espíritu (Ruh). Así pues todo lo que no es Allah no dispone sino de una existencia ilusoria, concebida como un espejismo con respecto a la Unidad de las cosas en Allah (Tawhid).

Si eres capaz de recibir un consejo, he aquí el nuestro

Las gentes del Recuerdo están siempre absortos en su Bien-Amado

Las gentes del recuerdo de Allah – Qur’an : « Recordadme y Yo os recordaré » - son aquellos quienes son conscientes de su inexistencia fuera de Allah, aquellos quienes no cuentan consigo mismos sino con El, aquellos quienes viven por El, respiran por El, aman por El, le temen, esperan de El y se contentan con Su Voluntad.

Pues nadie vive verdaderamente sino aquellos quienes son Sus próximos

Ningún velo les separa de la Verdad

El chayj habla de aquellos de quienes dice el Profeta – sobre él la gracia y la paz - : « Morid antes de que os llegue la muerte ».

Han muerto a su nafs y viven en Allah. Qur’an : « Allah hace salir la vida de la muerte »

Son pues ellos quienes contemplan la verdad con los ojos del espíritu (Ruh). Qur’an : « Te preguntan sobre el Ruh, di : El Ruh desciende por la Orden de mi Señor »

Qué son pues para ellos las gracias del paraiso ?

La pasión ha hecho fundirse a los siervos de Allah ; han bebido

Son dichas gentes quienes no esperan el paraiso sino la visión de su Bien-Amado. El paraiso no es gran cosa comparado con la intensidad y la verdad de dicha visión.

Y beben aún, su brebage conservado en la eternidad

Brevage el cual les ha deleitado

El brebage de la Verdad, de la contemplación de su Señor, de la consciencia total de la Unidad de toda la creación en un solo Dios

Si pudieras tan solo tomar un sorbo de su copa !

Ello sería un medio de aproximarte a nosotros

Si alguien pudiera siquiera tener una pequeña consciencia de la intensidad de dicha visión, no podría menos que acercarse a aquellos quienes viven en ella.

El buen siervo es aquel quien responde : « Aquí estoi a Tu servicio »

A esta llamada de Allah que le dirigimos

Porque el buen siervo solamente desea a Allah, la luz de Su Rostro, Su contemplación.Qur’an : « Di Allah y déjalos en sus vanos devaneos »

Si buscas a Allah, se nuestro compañero

Y puedes estar seguro que no existe otra vía.

Porque es solamente a través de los maestros sufis que podemos llegar a la perfección del Ihsan. Ellos son los julafa de Allah en la tierra, y son solamente ellos quienes nos pueden indicar la medicina para dar muerte al nafs y vivir en el Ruh.

Y Allah sabe más

Salam



lunes, 6 de diciembre de 2010

Reflexión

Bismi-l-Lah

Miro a la ventana y veo el paisaje helado. Hace frío. Europa es fría, tanto en el clima como sus gentes.
Después de esta reflexión, entro en mi interior y exclamo:

Oh Señor, haz que mi corazón no se enfríe jamás, acógele en Tu morada!

Salam

domingo, 5 de diciembre de 2010

El Jalifa y la Ka'aba

Bismi-l-Lahi-r-Rahmani-r-Rahim

Wa Allahumma salli ‘ala sayyidina Muhammadin ‘abdika wa rasulika nabiyyi-l-‘umiyyi wa ‘ala ‘alihi wa sahbihi wa sallim taslima

Esta mañana estaba tomando el desayuno con mi esposa. Delante de nosotros se encontraba el televisor en la cadena en la cual se muestra la mezquita de Makka y la Ka’ba.

Unos momentos de paz, y la conversación se concentró en el significado de esa Casa enigmática llamada Ka’aba, construida por sayyidina Adam (sobre él la paz) con la colaboración de los ángeles y reconstruida solemnemente por sayyidina Ibrahim con el inestimable concurso de sayyidina Isma’il (sombre ambos la paz).

El tawaf y las prosternaciones hacia la Casa, llamaron nuestra atención. Cuál es el significado, y por tanto la razón, de la actitud de los musulmanes hacia la Casa de Allah?.

Yo propuse lo siguiente: - En el hadiz se dice que todas las cosas tienen un corazón, el corazón del Qur’an es la surat Ya Sin. Por lo tanto yo creo que el corazón de la Tierra es la Ka’aba, la cual detenta una Presencia divina más intensa que en otro punto de la Tierra - .

Mi esposa dijo: - La respuesta es buena pero es insuficiente. Allah está en todas partes. Va más lejos aún - .

Entonces avancé más allá diciendo: - Nuestro shayj dice que la Ka’aba es de alguna manera el cuerpo de sayyidina Adam (sobre él la paz) -.

Ella respondió: - Efectivamente pero solamente simbólicamente, pues su cuerpo parece ser que ha sido descubierto en India. - . Y continuó: - La Ka’aba es el jalifa. Allah hizo que todos los ángeles se prosternaran delante de Su jalifa (sayyidina Adam). Sin embargo la presencia de dicho jalifa ha continuado en la tierra. La Ka’aba está allí para recordarnos que existe un jalifa de Allah en la tierra - .

Yo la dije: - El jalifa en la tierra es más que el Ka’aba, puesto que un hadiz dice : “El corazón del mu’min es mejor que la Ka’aba “. Asi pues podemos hablar del hombre del siglo del cual Rasul (sala-l-Lahu ‘alayhi wa sallam) dijo que vendría para renovar la religión -.

Ella respondió: - Sin embargo, en el momento en el cual dicho hombre no está en la tierra la julafa se puede repartir entre los ‘awliya, cada uno según su maqam espiritual -.

Subhana-l-Lah, ella ha ido más lejos que yo! No necesitó ser una mujer “liberada” para dar una respuesta semejante!. Esta es oh hermanos un ejemplo de haberse liberado del pensamiento propiamente racional, y no la esclavitud y servidumbre a la nafs de la llamada “libertad” de pensamiento.

Evidentemente, la Ka’aba no es solamente un templo, y si nos prosternamos en su dirección es en recuerdo del suyyud que hicieron los ángeles (excepto Iblis) ante Adam. Ello en cuanto a la dirección. En cuanto al objeto y destino de dicha prosternación es Allah (sin asociado alguno).

Así pues hermanos descubramos al o a los julafa de Allah. Sigámoslos y seguiremos a Allah. Obedezcámoslos y obedezcamos a Allah. Aquellos quienes más responsabilidad tenieis a este respecto sois los ‘ulama, después los creyentes. La responsabilidad de cada uno de nosotros es particular, ineludible e inalienable.

Salam

Autores: Zineb Badr y Abul Karim Mullor

viernes, 3 de diciembre de 2010

Abderrahman, Al-Andalus y la palmera

Bismi-l-Lahi-r-Rahmani-r-Rahim

Allahumma salli ‘ala sayyidia Muhammadin ‘abdika wa rasulika nabiyyi-l-‘umiyyi wa ‘ala ‘alihi wa sahbihi wa sallim taslima.

Pobre Abderrahman. Su familia asesinada, perdido su hijo Sulayman en su desesperada huida de su amada tierra natal. Abderrahman era uno de los pocos jóvenes amantes de su tierra, su amada Siria.

Perseguido, acosado con saña, hubo de huir. Cinco años viviendo malamente y huyendo de los asesinos de su familia. Hubo de soportar, como delante de sus ojos, su hermano menor era pasado por la espada.

Por decreto divino pudo salvar su vida, refugiándose en el solo lugar donde su vida no corría apenas peligro, Al-Andalus.

Designado por el Decreto para unir a todas las facciones de musulmanes y gobernar en esta tierra, Abderrahman nunca pudo olvidar su tierra natal, su Siria. Era tal la añoranza y la fuerza del amor por su tierra, que hizo edificar un palacio a imagen de aquel donde se encontraba antes de iniciar su huida. Dicho palacio se llama A-r-Rusafa y fué construido en Córdoba. No contento con tener una réplica de su casa natal, echó de menos la falta de palmeras en al-Andalus, pues en Siria había muchas. Así pues, mandó traer una de Marruecos, y la plantó con sus propias manos. Y allí iba Abderrahman, a la sombra de la palmera, a recordar su Siria querida una y otra vez.

Dicha palmera fué la madre de todas las otras que se encuentran en la península. Así pues, cuando veais una palmera cerca de vosotros, esteis donde esteis, sabed que se encuentra allí producto del amor. De un amor legítimo, pues Rasul – sobre él la gracia y la paz – dijo :

« El amor de la tierra es una parte del Iman ».

Solamente en al-Andalus Abderrahman encontró una tierra similar a la suya. No tenía necesidad más que de un palacio y una palmera para recordar su Siria natal. Al-Andalus, su madre adoptiva, le escogió, le respetó, le crió y le cuidó, tal y como lo hubiera hecho su madre legítima, Siria.

Nacido en Madrid, pero de abuelos andaluces, en mi casa se hablaba todo el tiempo de Andalucía. Me crié con mi tío andaluz, quien una y otra vez me contaba todo aquello que le venía a su mente sobre su tierra. Mi familia era andaluza. Y yo, qué era ?

Un día me dí la respuesta. El primer viaje a Andalucía me hizo sentir como una profunda luz entraba en mi corazón. Un aroma surcaba el aire, una presencia en las noches de luna, y en los días bañados por el sol esplendoroso. Aquellos olivares, solos pero presentes, aquellas montañas las cuales, cual si de gigantes de luz se tratara, me hablaban y se instalaban a vivir dentro de mi ser. Era solamente la belleza de la tierra la que estaba captando ? No, era mucho más, era una presencia que no podía definir. Era una paz nunca experimentada. Y yo estaba allí, contemplando todo eso y haciéndolo, sin querer, formar parte de mi ser. Qué gran descubrimiento ! Qué era aquello que había cautivado mi corazón ?

Más tarde encontré la respuesta : era Al-Andalus quien me llamaba, quien me buscaba e intentaba decirme algo, lo cual, en los primeros momentos no estaba preparado para comprender.

Ahora sé que al-Andalus es una tierra escogida por Allah. Ahora sé porqué en ella vivieron los astros rutilantes de la sabiduría islámica más profunda : Ibn Arabi, Abu Madiam de Cantillana, Ibn Abbas de Ronda, Ibn al-Arif, Abu-l-Abbas al Mursi, y tantos y tantos etcéteras. Ellos habían dejado en aquella tierra una parte de la Presencia Divina que se encontraba en sus corazones.

Hadiz : « El corazón del mu’min es más que al Ka’aba ».

Entonces supe que era andaluz. Entonces supe que al-Andalus era mi tierra. Allah en sueños me hizo ver mi ascendencia andaluza. Pude ver a mi abuelo de hace 1300 años.

Y en aquel momento mi compromiso se hizo total.

Y aquí en el exilio, quién me va a traer una palmera de mi tierra ? Quién me puede hablar de ella y hacerme recordar su belleza ? Cada día que pasa es un día menos, un día menos para verte, un día menos para estar siempre contigo.

Al-Andalus es mi tierra. El Islam es mi religión y los musulmanes son mis hermanos. Como hijo de al-Andalus tengo una responsabilidad, como musulmán también. Y ambas confluyen. Mi sueño, mi aspiración íntima, mi objetivo es, con la ayuda de Allah y mis hermanos, hacer de al-Andalus una sola Umma. Una antorcha de luz que ilumine el corazón de nuestra tierra. Un ejemplo de unidad en una tierra bendita de Allah, para que así pueda ser estandarte para el resto de la humanidad.

Nadie, absolutamente nadie, me podrá hacer desistir de mi objetivo, por el cual lucharé hasta el día en que nuestro hermano sayyidina Asra’il venga a comunicarme que es el momento de partir.

Salam