Powered By Blogger

martes, 31 de mayo de 2011

Reflexión sobre el Qur'an y el conocimiento

A-s-salamu 'alaykum:

El quererse impregnar de conocimiento coránico, sin haber aceptado con mansedumbre y humildad el mandato divino reflejado en la Chari'a más formal, forma parte de las promesas incumplidas del Chaytan.

Antes bien, sino sometemos humildemente nuestra frente a nuestro Señor, no seremos sino truhanes, los cuales se creen que podrán obtener un Tesoro enorme, sin enjugarse la frente de su sudor y sin la concurrencia de la asistencia divina. El Qur'an tiene guardias y ningún ladrón puede pasar a robar el conocimiento el cual Allah ha depositado en él.

Aquél quien insulta a los exégetas del Qur'an, aunque estos solamente hubieran explicado el Libro de Allah que de una manera externa, está insultando al Qur'an mismo e incitando a los musulmanes a la revuelta contra Allah.

Salam

sábado, 28 de mayo de 2011

La amistad con los no-musulmanes actividad estrella de Webislam

Bismi-l-Lahi-r-Rahmani-r-Rahim
Allahumma salli ‘ala sayyidina Muhammadin ‘abdika wa rasulika nabiyyi-l-‘umiyyi wa ‘ala ‘alihi wa sahbihi wa sallim taslima


Queridos hermanos. Dice el Qur'an al-Karim:

Que los creyentes no tomen por amigos a los incrédulos en vez de a los que no creen. Quien lo haga... no tendrá nada que ver con Allah. A menos que sea para guardaros de ellos.
Allah os advierte que tengais cuidado con El. Y a Allah habeis de volver (3-28)


Hoy, os quiero poner en guardia contra la frecuentación de los incrédulos. Mismamente contra la frecuentación de los miembros de otras religiones por razones de amistad o de alianza, la cual en materia de religión es equivalente a la amistad. Pues dice asimismo el Libro:

¡Creyentes! ¡No toméis como amigos a los judíos y a los cristianos! Son amigos unos de otros. Quien de vosotros trabe amistad con ellos, se hace uno de ellos. Alá no guía al pueblo impío. (5-51).

Organizaciones o webs como Webislam, son las pioneras en esta forma de error. Más que error, extravío, pues como acabais de leer en la primera ayat de las dos las cuales acabo de relacionar Quien lo haga... no tendrá nada que ver con Allah.

Podemos leer al pié de  la web mencionada la siguiente frase. "Webislam es un proyecto de Junta Islámica, una organización sin ánimo de lucro, en la que cooperan, junto a musulmanes, personas de otras confesiones y creencias, dando así un testimonio práctico del diálogo inter-religioso e intercultural".

Y bien, Allah nos prohibe esta clase de actividad. Las ayats mencionadas no dejan lugar a la duda, es más, son extraordinariamente contundentes.

Quereis hermanos perder la fe que habeis adquirido después de vuestra conversión por el contacto con gentes quienes no tienen temor de Allah? Aquel quien hace caso omiso a Sus mandatos muestra no temerLe.

Rasul - sobre él la gracia y la paz - dijo:

Huid del contacto con los ignorantes

Sea ignorancia o temeridad el motivo por el cual se dedican a dichas actividades, el contacto con ellos no puede hacer bien alguno. Han sido advertidos, por activa y por pasiva, por unos hermanos o por otros y ellos continuan con lo mismo.

Queridos hermanos: vais a escuchar vosotros a aquellos quienes no escuchan a los musulmanes?

Huir de gente así es un motivo para alcanzar la salud espiritual. No vamos a hablar de los motivos que los llevan a obrar así. Qué importa eso. Cualquiera dotado de al menos dos dedos de frente puede realizar sus conjeturas sin que nosotros les debamos asistir para ello.

Que Allah nos aleje de la ignorancia, de los ignorantes y afirme nuestros pasos en el Camino recto.

Esos que toman como aliados a los incrédulos, en vez de a los creyentes; Acaso buscan el poder junto a ellos?
Lo cierto es que el poder pertenece por entero a Allah (4-138)

Salam

viernes, 27 de mayo de 2011

Consideraciones sobre el maqam - VIII

Bismi-l-Lahi-r-Rahmani-r-Rahim
Allahumma salli ‘ala sayyidina Muhammadin ‘abdika wa rasulika nabiyyi-l-‘umiyyi wa ‘ala ‘alihi wa sahbihi wa sallim taslima

Una vez el maestro y el discípulo se han aceptado el uno al otro, y se han dado la palabra mutua de respetar la responsabilidad correspondiente a cada uno, comienza la tarea.

Sin embargo, en el seno de una tariqa, el trabajo a efectuar no se asemeja, ni en la forma ni en el contenido, absolutamente en nada a cualquier otra empresa la cual podamos acometer en nuestra vida. Es por ello que, aunque previamente hemos efectuado un ejercicio de comprensión de la finalidad de dicha empresa, dicho ejercicio, aunque profundo, no ha remontado sin embargo del nivel lógico-racional. Habiendo efectuado esta aclaración, podemos decir sin temor a caer en imprecisión alguna, que el primer paso en la tariqa es el conseguir pasar una prueba importante. Dice el Libro de Allah:

Alif, Lam, Mim. Acaso creen los hombres que podrán decir: creemos,  y no van a ser probados? Es verdad que ya probamos a quienes les precedieron. Para que Allah sepa quiénes son sinceros y quiénes son falsos.
Se podría decir que esta prueba, a la cual alude el Qur’an, es extensible al conjunto de los musulmanes. Efectivamente, ello es así. Sin embargo, como ya lo hemos expresado en múltiples ocasiones, el Qur’an comporta siete niveles de comprensión y en virtud de esto, nos encontramos en condiciones de asegurar que dicho examen es un paso de una importancia capital para aquel quien deba ser aceptado en el camino de Allah.
El camino de Allah tiene guardias quienes no tienen permiso de facilitar la entrada a aquellos quienes no presenten la acreditación suficiente para aventurarse en esta empresa. Dicha acreditación es, por supuesto, la Voluntad de Allah, Voluntad la cual, llegados a esta situación, se expresa en las cualidades del discípulo.
Se dice, y es cierto, que el discípulo tiene un sirr (secreto) el cual no puede ser captado por el chayj, y es en virtud de este secreto que el chayj habiendo aceptado al discípulo, puede encontrarse con el hecho de que éste no esté capacitado para pasar una prueba, la cual solamente Allah pondrá en su camino. El chayj sabe que el discípulo va a pasar una prueba, y aún sabiendo esto, deja transcurrir los acontecimientos pues es consciente de que dicho examen incumbe únicamente a Allah y a Su servidor.
En qué consiste dicha prueba? Nosotros no poseemos un manual el cual nos permita decir cuál va a ser su naturaleza. Como ya hemos expresado dicho examen es ejecutado únicamente por Allah. Con respecto a los guardias los cuales hemos nombrado más arriba, podemos decir que se trata de criaturas de naturaleza angélica y yinní. Así mismo, tanto el chayj, como cualquier otro faqir pueden desempeñar dicha misión de una manera, digamos, más ostensible, aunque igual de efectiva. Dicha labor de guardia, en el caso de tratarse de seres humanos, no se ejerce de una manera disciplinaria o normativa, sino que se contempla, se aconseja y se corrige, dentro del marco de la responsabilidad, la seriedad y el amor hacia el aspirante espiritual. Resumiendo, podemos decir que dicha guardia se ejerce de una manera paternal.
Volviendo a la prueba y a la naturaleza de esta, permitidme decir que ella se produce según las características personales de aquel a quién va encaminada. Hemos sido testigos de algún fracaso, aunque sí debemos decir, que si éste se produce, ello acontece de tal manera que sola y únicamente el aspirante se puede reprochar el no haber estado a la altura.
Todos nosotros tenemos un punto débil, una especie de talón de Aquiles. Algo enclavado en nuestra naturaleza de una manera tal, que nosotros mismos conocemos esta debilidad como siendo aquella la cual se presenta a nosotros de una manera ostensible como nuestro mayor defecto.
Es comúnmente hacia esta debilidad que la prueba va encaminada, con tal de poder determinar sí, en un momento dado, ella podría volverse como un impedimento definitivo para poder continuar en el camino. Es por este motivo que el examen se da al principio, a fin de evitar fracasos en una fase posterior y más avanzada, lo cual sin duda, sería mucho más traumático para el aspirante, así como triste y decepcionante para el chayj.
Sin embargo, el Libro de Allah nos asegura que nunca la intensidad de la prueba es mayor que aquello lo cual el ser humano es capaz de soportar
Allah no pide a nadie más allá de sus posibilidades; tendrá a su favor lo que haya obtenido y en su contra lo que se haya buscado. Señor nuestro no nos tomes en cuenta si olvidamos y faltamos. Señor nuestro no nos pongas un peso similar al que pusiste sobre los que nos precedieron. Señor nuestro! No nos hagas cargar con aquello lo cual no podemos soportar. Bórranos las faltas, perdónanos y ten compasión de nosotros. Tú eres nuestro Dueño, auxílianos contra la gente incrédula. (2-285)
El fracaso en una prueba semejante puede producirse por dos razones fundamentales: Puede ser que la debilidad del aspirante sea tan importante que no pueda andar por el camino de la tariqa. En ese caso, dicho aspirante no tiene nada que temer. Si bien es cierto que no podrá continuar su marcha a fin de obtener un maqam, dicho aspirante, puede quedarse de alguna manera vinculado y en contacto con el chayj y sus hermanos quienes se comportarán con él mejor que su propia familia, sosteniéndole y animándole según su estado.
Otra posibilidad es que el fracaso se deba a una falta de sinceridad del aspirante. Dicha falta puede ser de varias clases: Puede ser que el aspirante tenga una opinión muy elevada de sí mismo hasta el punto de no percibirse que dicho sentimiento procede del Chaytan. Podría ser que el aspirante tenga una tendencia tan fuerte hacia algo lo cual está prohibido en la Chari’a, que dicha tendencia se manifieste de una manera más o menos intensa, a fin de poner en guardia, tanto a él como al chayj y sus compañeros, sobre la continuidad de este aspirante en la tariqa, de la cual deberá alejarse, tanto por su bien, como por el de sus componentes.
Qué ocurre cuando se pasa la prueba? En ese caso no ocurre otra cosa que, de alguna manera, y más tarde diremos porqué decimos “de alguna manera”, su andadura por la tariqa ha comenzado efectivamente.
Dicho esto, seguiremos hablando de la metodología de la tariqa en estos tiempos y más tarde nos centraremos en la andadura concreta del faqir por el camino de Allah.
...........

martes, 24 de mayo de 2011

Se decretó la vileza y la mezquindaz para los Hijos de Israel

Bismi-l-Lahi-r-Rahmani-r-Rahim

Podemos leer en la surat al Baqara en el ayat 60, como cuando los Hijos de Israel manifiestan a Musa - 'alayhi-s-salam - el hecho de estar cansados de los alimentos enviados del cielo por Allah - el manna y al halwa - (el maná y las perdices), Musa, indignado, les dice:

Bajad a Misr (Egipto) y tendreis lo que habeis pedido

Más adelante, Allah continua:

Se decretó que la vileza y la mezquindaz fueran inseparables de ellos

Ahora bien, se refieren estas últimas palabras a aquellos israelitas contemporáneos de Musa, o, antes bien, a los israelitas en general? La respuesta está en la continuación del ayat:

Y volvieron habiendo incurrido en la cólera de Allah. Esto les pasó por haber negado los signos de Allah y haber matado a los profetas sin razón, y por haber desobedecido y haber traspasado  los límites.

Nuestro parecer es que este ayat habla del futuro del pueblo de Israel, al cual le ha sido decretada la vileza y la mezquindaz. No es posible de que se tratara solamente de los judíos contemporáneos de Musa, pues el ayat dice:  esto les pasó por haber negado los signos de Allah y haber matado a los profetas sin razón

No tenemos conocimiento de que los Hijos de Israel mataran a profeta alguno antes de la venida de sayyidina Musa ('alayhi-s-salam). Sí tenemos noticias de la matanza de profetas por parte del pueblo de Israel después de Musa. Por poner un ejemplo el asesinato de sayyidina Yahya y el intento de asesinato de sayyidina 'Isa ('alayhuma-s-salam).

La siguiente ayat, habla de casos particulares loables. Sin embargo, no la transcribimos pues creemos que se sabrá hacer la distinción, así como por el hecho de que tal ayat ha sido abrogada por el ayat 84 de la surat 3

Y para aquél quien no crea que un ayat puede abrogar otra, he aquí el ayat 105 de la surat al Baqarat:

No hay signo que suprimamos o hagamos olvidar sin traer en su lugar algo similar o mejor. Acaso no sabes que Allah es Poderoso sobre todas las cosas?
Luego, para concretar, al pueblo de Israel, en general, le ha sido decretado por parte de Allah, la vileza y la mezquindaz.
Verdad hermanos que estamos siendo espectadores, cuando no víctimas, de aquello lo cual realizan aquellos quienes se encuentran malditos por este ayat?

Salam

lunes, 23 de mayo de 2011

Reflexión sobre la ambición y la desunión

A-s-salamu 'alaykum:

Antes de continuar con las Consideraciones sobre el maqam, lo cual espero hacer esta semana, dejadme haceros una reflexión sobre cual es la causa de la desunión de los musulmanes en nuestra tierra. Hemos estado considerando el porqué hay tanta gente quien dice representar al Islam o a los musulmanes, cuando la mayoría de ellos no tienen siquiera conocimientos del Islam suficientes para dirigir su casa y sus asuntos.

Se nos antoja a modo de proposición una sola respuesta: La Ambición

Dicha desunión no puede beneficiar a los musulmanes. Antes bien, les perjudica. Porqué tener miedo de aquél quien sabe más que uno, por perder el puesto? qué puesto? si junto a Allah no se tiene nada.
La aceptación la cual debemos buscar los musulmanes, no es la palmadita en la espalda del político progre de turno, sino el ser refrendados por Allah.

No debemos esconder nuestra cabeza, al igual que el avestruz, pensando que nadie nos mira, cuando todos nos ven.

La sabiduría se capta, se huele, como dice el hadiz:

Tened cuidado con la mirada (basira) del mu'min porque mira con la luz de Allah

Cuando alguien nos habla con sabiduría, para correjirnos, no para hacernos mal, no basta con decir: - Bah, es otro de tantos de los que nos increpan, déjalo ya se callará - . Eso es esconderse de la realidad. Pues, si habla uno de tantos tienes razón, pero si quien habla lo hace con el permiso de Allah, la responsabilidad es tuya por no escucharle y escuchar a "otros de tantos".

Todo lo que hemos escrito en este blog ha sido hecho con autoridad, la cual, aunque no se encontrara en nosotros, si pasa a través de nosotros para expresarse.

Puede que en algún caso la pluma haya echado un borrón, pues nadie es perfecto. Sin embargo, si ha habido borrón, ello ha sido en la forma y no en el fondo de nuestra exposición.

No hay otra cosa la cual nos mueva que el bien de la Umma.

Si un musulmán tiene un bien, pero encuentra que alguien detenta algo mejor, su obligación es seguirle, pues como dice el hadiz:

Maldita será la comunidad que no tiene jefe
Y el jefe de nuestra comunidad es el sabio, no el ignorante o el poderoso.

Ahora todo el mundo es jefe. Pero, dónde están las cualificaciones? y las credenciales? Quién ha sido el maestro de ese jefe, en virtud de las palabras del chayj Darqawy:

Quien no tiene chayj tiene como chayj al Chaytan

Dónde están los "jefes" quienes quieran unir a la Umma?. A mi información todavía ninguno de ellos ha explicado este propósito en público. Seremos pues los "jefes de clanes" de una Umma quebrada por la ambición o quizás la ignorancia?

Es tanto el orgullo de algunos quienes no son capaces de reconocer que existen hombres de Allah capaces de unirnos en una sola Umma? tal y como lo expresa el Qur'an?

Son aquellos musulmanes quienes arrementen contra sus hermanos unificadores de la umma o motivos de discordia?

Se admiten críticas, se admiten discrepancias. Responded: os interesa la unidad de la umma o su desunión?

Salam

sábado, 21 de mayo de 2011

Consideraciones sobre el maqam - VII

Bismi-l-Lahi-r-Rahmani-r-Rahim

Allahumma salli ‘ala sayyidina Muhammadin ‘abdika wa rasulika nabiyyi-l-‘umiyyi wa ‘ala ‘alihi wa sahbihi wa sallim taslima

Y ahora vayamos al encuentro maestro-discípulo. Muchos creen que dicho acontecimiento se traduce en un rito llamado vinculamiento. Más aún, algunos estudiosos del sufismo teórico creen que el momento del encuentro debe tener como colofón un determinado acto donde el maestro y el discípulo se dan la mano el uno al otro y se recitan tales o cuales palabras. Esta cortedad de visión, procede ni más ni menos del apego del discípulo a una enseñanza occidental de carácter lógico-racional, cerrada a y en ella misma.
Cuando se produce el acto de voluntad por el cual, el maestro acepta al discípulo, y éste a su vez consiente en seguir a su maestro, no es necesario que se produzca acto alguno, sino que ambos se den una palabra entre ellos y de ambos a Allah. Una promesa para seguir al maestro en el caso del discípulo, y una palabra del maestro, mediante la cual toma la responsabilidad de guiarle, siempre y cuando el discípulo cumpla su parte.
No obstante, vayamos al paso anterior, el encuentro.
La condición sinequanon para que se produzca el compromiso maestro-discípulo, es el hecho en el cual, antes, tanto el chayj como el murid, hayan tenido signos divinos de la conveniencia y la validez de la relación la cual va a dar comienzo. Para ilustrar dichas palabras relataremos la historia del chayj Darqawy con su maestro Ali Al-Yamal, y la nuestra propia con nuestro chayj.
El chayj Darqawy (Muhammad al-Arabi a-d-Darqawy) era descendiente del Profeta – sobre él la gracia y la paz -, había estudiado el fiqh, tanto que se sintió atraído hacia el sufismo, debido a su consciencia de los límites de la ciencia exterior. Había oído hablar de sidi Ali al Yamal tan bien que decidió tomarle como maestro. Para ello se dirigió a Fez. Una vez llegado a la puerta de la mezquita donde se encontraba el maestro, entró, saludó al maestro, a quien encontró a la sazón en la labor de barrer el suelo. El maestro le preguntó quién era y que venía a hacer allí. A esto Muhammad al-Arabi, le hizo saber que deseaba aprender de él el tasawwuf. El chayj Ali Al-Yamal, le llenó de improperios y le dijo que se fuera, pues no le encontraba cualificado para semejante empresa.
A la mañana siguiente, Ali Al-Yamal, a la sazón dentro de la mezquita, abriendo la puerta de ésta, se encontró en el umbral de la puerta con Muhammad al-Arabi, quien había pasado toda la noche allí. El discípulo dijo ante el asombro del maestro: - He permanecido toda la noche aquí en la esperanza de que cambiaras de opinión y me aceptaras - . A partir de ese momento, Muhammad al-Arabi a-d-Darqawy se convirtió en el único discípulo de Ali Al-Yamal.
En mi caso, después de solicitar de sidi Salah el poder seguirle en el camino de Allah, no recibí una respuesta inmediata. Antes bien, su respuesta fue: - Ven algunos días conmigo y veremos lo que se puede hacer -. Fui a su mezquita y me hizo dormir en ella algunas noches. En una ocasión, se subió a dormir en el piso de arriba, mientras yo hacía lo mismo en el piso bajo. Por la mañana me dijo: -“Creo que podemos hacer algo tu y yo. Mientras dormía me he visto teniendo un bebé recién nacido en mi mano. De esta forma asido, lo golpeé contra la columna de la mezquita tres veces hasta que murió –“. Esto es para mí un signo de que te puedo guiar. El niño eres tú, y la muerte significa la vida en virtud de las palabras del Qur’an:
Él es Quien os dio la vida luego, os hará morir, luego, os volverá a la vida. El hombre es, ciertamente, desagradecido. (22-66)
Allah hace salir la vida de la muerte y la muerte de la vida (30-19)
Me indicó el que debía dejar mi trabajo para trasladarme a Tetuán, cosa que hice. Mientras me encontraba haciendo las maletas para mi traslado, vi en sueños a Rasul, el cual se acercaba a mí, predicando de lugar en lugar en medio de la montaña. Es en esta montaña, situada en las afueras de Tetuán, donde él vivía y donde construí la que con el tiempo habría de ser mi morada. Con esta visión me pude asegurar de que estaba siguiendo a un verdadero chayj.
Lo que pretendemos expresar con esto, es que tanto el maestro como el discípulo, deben tener el permiso divino para darse la palabra mutuamente. Si un murid sigue a un falso chayj habrá fracasado en su vida, sino reacciona a tiempo. Por el contrario, si un chayj da el vinculamiento a un discípulo el cual no pueda seguir la tariqa, el maestro no muestra el tener un gran maqam, y el discípulo fracasará de manera estrepitosa. Las causas del fracaso habrías de imputarlas al maestro y al discípulo. Al primero por no ceñirse a los límites de su maqam y al segundo por tener una elevada idea de si mismo.
Así pues, en resumen, tanto el maestro como el discípulo, deben tener clara la Voluntad de Allah, la cual les permitirá o no el comprometerse en una tan delicada como importante relación.
Es en el momento en el cual un encuentro similar se produce, donde la luz se encuentra con la luz. La luz del chayj se encuentra con la luz incipiente de su heredero. El universo se regocija de un encuentro semejante, donde Rasul, a través de su representante, transmite su mensaje sublime a aquel discípulo, quien, por este acto, pasa a formar parte de los amados del Profeta. Encuentro de luz, en la luz, por la luz, encuentro bendito y momento crítico en la vida del murid. Ese día es mejor que el día de su matrimonio, mejor que el día donde sus hijos ven la luz del mundo, mejor que el mundo y todo lo cual este contiene. Se trata de un acontecimiento sin par  en un mundo cansado de contemplar en su seno una multitud de mediocres pasajes.
Dicha relación debe estar basada en una confianza mutua. Una relación donde el maestro hace las veces de padre y el murid de hijo. El padre espiritual, el cual vela por su discípulo a través de la distancia y el alejamiento físicos. Una relación más intensa que aquellas a las cuales estamos acostumbrados en nuestras vidas. Cuando miramos a nuestros maestros debemos ver a Rasul, pues es con la luz llamada Muhammad, con la cual nuestros maestros iluminan nuestro caminar y nuestra nueva visión de las realidades, de estado en estado.
Con toda evidencia no hemos terminado de hablar sobre este sujeto. Antes bien, a fin de poder continuar, hemos querido dejar claro, algunos puntos básicos de la relación maestro discípulo. Dichas notas básicas, servirán de base de compresión a aquello lo cual debe seguir, pues, a partir de ahora, os puedo asegurar, queda garantizada nuestra entrada en materia. Preparaos entonces a escuchar algo nuevo, no oído hasta entonces, pero tened presente el hecho de que aunque aquello que vais a escuchar es nuevo para vosotros, no se trata ni tan siquiera de la mitad de aquello lo cual es susceptible de ser conocido  en el mundo real de la ma’rifa. Como dijo un maestro:
Los libros no son más que las cenizas del conocimiento.

jueves, 19 de mayo de 2011

Consideraciones sobre el maqam - VI

Bismi-l-Lahi-r-Rahmani-r-Rahim

Allahumma salli ‘ala sayyidina Muhammadin ‘abdika wa rasulika nabiyyi-l-‘umiyyi wa ‘ala ‘alihi wa sahbihi wa sallim taslima



Explicaremos en la próxima entrada algunos pormenores  del encuentro chayj-discípulo. Permitidnos expresar solamente que una prueba en doble sentido debe producirse como causa de dicho encuentro. Dicha prueba, por un lado,  permitirá al chayj estar seguro de que el faquir está capacitado para marchar en la tariqa, y por otro lado, dará al faquir la completa seguridad de las competencias de su maestro. Dejemos claro que el faquir, si elije un maestro falso, ello es responsabilidad suya por no haberse provisto de la sinceridad y veracidad necesaria para descubrirlo. No hay duda de que Allah da las fuerzas y la visión para ello. Por este motivo el faquir no podrá disculparse de su error. Sin embargo, en ciertas ocasiones, Allah vela al discípulo, con el fin de evitar un gran mal, o para abrir los ojos de su servidor mediante una sacudida por la cual el discípulo es capaz de descubrir la verdad de una sola vez y de no caer jamás en un error semejante.  
Y ahora, una vez el aspirante ha decidido integrarse en el camino del Ihsan, veremos cuáles son las etapas las cuales deberá ir recorriendo, una tras otra, en un camino, de tan difícil recorrido, como seguro, para aquél en cuyo corazón moran la sinceridad y la bondad.
Comenzaremos por la primera etapa, y a ella consagraremos las primeras explicaciones. Dicha etapa consiste en comprender intelectualmente a nivel lógico-racional, tanto cual es el objetivo final del camino, como las cualidades necesarias a fin de caminar por él. Ello implica que el faquir debe comprender el significado de la figura de un chayj, así como las herramientas las cuales se encuentran a su disposición a fin de avanzar por un camino completamente desconocido en ese momento. Debe asimismo aprovisionarse de una visión completa sobre el significado y la naturaleza del maqam de la Unidad en la Presencia de Allah (subhanahu wa ta’ala).
En mi caso, según recuerdo, me ayudó enormemente en esta etapa la lectura de la “Epístola de la Unidad” Risalayu-l-Ahadiyya de Ibn Arabi. Es un pequeño libro el cual únicamente se centra en la Unidad Divina y el cual recomiendo a todos vosotros. La lectura de este libro sirve como base para comprender mejor los escritos del chayj al-Alawy, por ejemplo.
Esto así enunciado, da la impresión de poder encontrarnos cara a una empresa simple y fácil. No obstante, dicha impresión es inexacta, por no decir, absolutamente irreal.
Dicha sabiduría teórica, requiere un método especial, diferente de todo aquello lo cual hemos aprendido durante años de estudio, desde que éramos muchachos hasta que terminamos nuestros estudios, sean estos del nivel que fueren.  Si alguien desea aplicar las técnicas de aprendizaje utilizadas hasta entonces al estudio profundo de las características del Camino del Ihsan, está cometiendo un error de base, el cual le acompañará hasta llevarle al fracaso, a no ser que tome consciencia de ello y retome el buen método desde el principio, dejando atrás todo lo demás.
He aquí el primer trabajo del maestro (chayj): tratar que el discípulo comprenda el alcance de la empresa emprendida. Y esta comprensión, no es precisamente necesario el que sea transmitida en un seminario, sino como comentarios de hechos acontecidos al faquir en su vida cotidiana.
Dichos acontecimientos, al presentarse en escena de una forma fortuita, eximen al maestro de molestar al faquir con explicaciones innecesarias por lo pura e únicamente teóricas. Diremos, sin temor a equivocarnos, que Allah se encarga de llevar al faquir a un punto donde las explicaciones del maestro se construyan sobre una base real. Mediante este movimiento, tan sutil e inimaginable antes del comienzo del camino, Allah se sirve así mismo para comenzar a educar el nafs del faquir, mediante las contrariedades a la voluntad o a los hábitos de éste. Todo ello irá en función de la capacidad de soportar del servidor, en virtud de las palabras del Qur’an:
Allah no pide a nadie por encima sus posibilidades. (2-286)
Es con esta última frase con la cual hemos comenzado a entrar en materia. Dije en una de las primeras entradas, que aún no habíamos siquiera emprendido el hablar del asunto en cabeza del título. Os vuelvo a recordar que aún nos falta un largo camino por recorrer. Vamos sin prisas, dando un paso después de otro, asegurándonos que el paso precedente se encuentre de tal manera consolidado, que podamos seguir avanzando sin contrariedad.
Me diréis: -“Danos una idea de aquello lo cual el faquir deba aprender como enseñanza teórica”-
Respondiendo a esta pregunta podemos hacer una corta lista, que no exhaustiva, de cuales son los principios teóricos esenciales de la tariqa:
a/ Se debe comprender la función de la Chari’a en el camino espiritual. El faquir debe realizar que sin Chari’a no puede avanzar jamás. Ello en virtud de la sumisión a la Voluntad Divina, y, asimismo debe conocer que los principios de la Chari’a poseen un alto significado desde el momento en el cual son conocidos y analizados desde la ma’rifa (conocimiento espiritual). A título de ejemplo, diremos que el movimiento de ruqu’u realizado en el salat significa la aceptación de la Voluntad de Allah, mientras que el suyud significa la extinción de ego.
b / Debe saber que el maestro es el representante de Rasul – sobre él la gracia y la paz – y tiene el permiso de Allah para hacerse cargo de él hasta conseguir el objetivo.
c/ Debe conocer que todos los métodos utilizados en la tariqa como utensilios para avanzar, están avalados por el Libro de Allah y la Sunna del profeta.
d/ Debe reconocer que el haram o acto prohibido, le puede hacer desandar todo o parte de lo andado.
e/ Debe adquirir un conocimiento extenso del hadiz y del Qur’an.
f/ Debe saber que todos los ritos a seguir no son un objetivo en sí mismo, sino que el objetivo es el conocer a Allah.
g/ Debe conocer el hecho de que su comportamiento debe ser humilde con los musulmanes y enérgico con los embaucadores en materia de Din, pues desde el principio de su andadura, si ésta es sincera, será sin saberlo un representante (jalifa) de Allah en la tierra sobre gran parte de los musulmanes. Esta representación, no obstante, deberá ser llevada a cabo con el máximo de dulzura y de paciencia.
h/ Debe conocer que el objetivo de la tariqa es la extinción de su yo en la Voluntad de Allah, mediante la muerte de su alma y el nacimiento de la consciencia de la existencia y reinado del Ruh de Allah en su humilde ser.
He aquí, a modo de resumen, el título de algunos de los muchos conocimientos teóricos que el faquir debe poseer, a fin de irles dando tanto vida como visión diferentes, a medida de la progresividad de su capacidad de visión, cambiante de estado en estado.
Como os he dicho seguiremos avanzando…
Salam

martes, 17 de mayo de 2011

Consideraciones sobre el maqam - V

Bismi-l-Lahi-r-Rahmani-r-Rahim

Allahumma salli ‘ala sayyidina Muhammadin ‘abdika wa rasulika nabiyyi-l-‘umiyyi wa ‘ala ‘alihi wa sahbihi wa sallim taslima



Cuáles son las condiciones necesarias para un aspirante espiritual?

Primeramente debe proveerse de una idea fidedigna sobre la  tariqa o Vía espiritual, así como de sus objetivos  Y aquí es preciso establecer, a manera de aclaración, los criterios fundamentales relativos a los fines susceptibles de ser alcanzados mediante la pertenencia a una organización semejante.
Es imprescindible dejar suficientemente claro el hecho de que no todos los aspirantes espirituales buscan lo mismo en el seno de una tariqa. No obstante, de alguna manera, todos han comprendido, más o menos completamente, cual es el fin primordial del caminar espiritual. Aún así, no todos experimentan la necesidad imperiosa de alcanzar el conocimiento de Allah (subhanahu wa ta’ala).
Entre los aspirantes, hay quienes simplemente buscan beneficiarse de la Baraka existente en el contacto con los guías espirituales. Dichos aspirantes esperan una suerte de ventaja por el hecho de reconocer tanto una doctrina elevada como el alto grado en los maestros quienes la imparten.
En un nivel intermedio, se colocan aquellos quienes, sin pretender esforzarse por ir hasta el final, si realizan ciertos avances en la purificación de sus almas, y de alguna manera, experimentan un cierto grado de amor hacia los maestros, así como hacia sus hermanos, quienes comparten el mismo grupo, sean estos más o menos comprometidos con el fin principal.
Los aspirantes quienes se encuentren en estos dos primeros grupos, se encuentran, en nuestra opinión, adornados de características respetables así como de nobles cualidades.
Sin embargo, aquellos discípulos aspirantes, quienes se han propuesto como objetivo la búsqueda del conocimiento, son, por decirlo de alguna manera, el núcleo motriz de la tariqa, junto con la figura del chayj, siempre y cuando, en el caso de este último, se trate de un verdadero chayj y no de un ignorante, o un pretencioso, o un farsante.
Este último grupo debe presentarse con una premisa fundamental: - La búsqueda del conocimiento y el amor de Allah debe convertirse en el fin principal de su vida. Por encima de sus familias, por encima de las amistades, incluso por encima de la propia vida en los aspectos económico y afectivo-. Si no se está dispuesto a renunciar a todo por Allah, si no se está decidido a ir hasta el final, cueste lo que cueste, creedme hermanos-amigos, no se podrá tener ni tan siquiera la posibilidad de alcanzar dicho objetivo.
Aquel quien no duda en exponer a su alma a la muerte (fana’), un día u otro, si Allah lo quiere, y ello se encuentra en su destino, llegará a su morada (maqam) donde permanecerá para siempre.
Es el maqam el producto de un trabajo personal? Se trata de una especie de oposición en la cual aquellos quienes aprueben tendrán la plaza? NO, esa es la respuesta.
Antes bien, como lo expresaremos en detalle más adelante, es el maqam quien atrae al discípulo hacia sí, pues se trata de su morada definitiva, la cual le ha sido otorgada por Allah, antes de venir a este mundo. El waly nace waly.
Aquel quien ha obtenido, obtiene u obtendrá un maqam, no es como resultado de una amalgama de cualidades individuales, intelectuales o científicas.
Muchos aspirantes han entrado en la tariqa con su diploma universitario bien enmarcado, creyendo que la obtención de este, consiste en una multicualificación susceptible de hacerlos aprender cualquier cosa. Personalmente consideramos que poca cosa se puede aprender en una universidad, si no se trata de algo práctico para ganarse la vida. El verdadero conocimiento se encuentra, tan lejos como ajeno, a este tipo de establecimientos de impartición de “sabiduría” parcial y mediocre.
Es por esta razón, que las cualificaciones de carácter universitario no ayudan en nada, pero sí podrían interferir en la tariqa, si se les presta siquiera una mínima importancia.
Muchos falsos chuyuj, así como falsos muqaddams, actuales han esgrimido en su favor el hecho de ser profesores universitarios, para, de esta manera, atraer discípulos alrededor suyo. Alguno, de esto tenemos noticias certeras, ha llegado incluso a enfrentarse a un verdadero chayj argelino, fallecido en 1954, con su título de profesor universitario y su DNI suizo (oh, gran maqam). Este hecho, grotesco e infantil donde los haya, está desdichadamente haciendo estragos es muchos cándidos aspirantes, quienes siguen a ciegas a tan “distinguidos” como falsos “maestros”.
Si miramos a los verdaderos chuyuj sufíes veremos que ellos, han tenido y tienen como costumbre, acoger en el seno de su tariqa, tanto a obreros como a gente de cuna, sin hacer distinción alguna entre ambos. Más bien, si somos sinceros, en el mundo espiritual, y a nivel estadístico objetivo, son las gentes humildes quienes se llevan la palma, probablemente porque, como se dice en argot coloquial: no tengan tantos pájaros en la cabeza (nafs).
Así pues, el status social no interpreta papel alguno en la vía espiritual. Este punto el cual acabamos de comentar, como veréis, se encuentra ligeramente al margen de lo escrito hasta ahora. No obstante, una reflexión objetiva sobre la realidad de los hechos, nos ha traído al espíritu la conveniencia de mencionarlo, a fin de evitar malentendidos en lo posterior.
Las cualidades mínimas requeridas a un discípulo quien busque el maqam del Tawhid (unidad en Allah) son pocas en número, sin embargo, concluyentes con respecto a su importancia a este sujeto:
Una sinceridad (sidq) absoluta. Ello quiere decir que no puede existir sino una única intención y un único objetivo en el corazón.
Ser veraz. Las mentiras arruinan el camino así como la propia vida.
Un buen carácter. Un discípulo debe considerar en pié de igualdad a todos los musulmanes con respecto a él mismo y debe comportarse con ellos con una exquisita educación. Debe guardar su corazón ajeno al rencor.
Una determinación total. No hay tiempo para volver atrás una vez que se ha iniciado el camino.
Generosidad. El faqir verdadero debe ser una misericordia para todos, así como Rasul (sobre él la gracia y la paz) es una misericordia (rahmah) para los mundos.
Debe amar a Allah sobre todas las cosas, así como deberá amar mucho a Rasul.

miércoles, 11 de mayo de 2011

Consideraciones sobre el maqam - IV

Bismi-l-Lahi-r-Rahmani-r-Rahim

Allahumma salli ‘ala sayyidina Muhammadin ‘abdika wa rasulika nabiyyi-l-‘umiyyi wa ‘ala ‘alihi wa sahbihi wa sallim taslima
Cuál es el primer paso a dar si hemos decidido practicar el sufismo? La respuesta nace de una frase simple: “Es necesario un maestro (chayj)”. Algunos meses atrás escribíamos un artículo sobre las condiciones las cuales debe cumplir un chayj. Copiamos pues a continuación dicho artículo, retocado según la conveniencia del texto el cual nos encontramos escribiendo:
Una de los pilares del sufismo es la figura del chayj. Digamos que es en éste en quien está basada la transmisión espiritual. Ello en virtud del siguiente hadiz qudsi:
 « Ni los cielos ni la tierra son capaces de contenerMe, pero el corazón del mu’min es capaz de contenerMe ».

Otro hadiz dice:
 « El corazón del mu’min es más que la Ka’aba ».

Evidentemente existen chuyuj en la actualidad, pues como podemos leer en la Yami’a-s-Sagir de Suyuty, se cuenta en un hadiz:
 « Habrá siempre sobre la tierra cuarenta hombres semejantes al Amigo del Misericordioso (Abraham). A causa de ellos recibís la lluvia, y por ellos seréis alimentados. Cada vez que uno de ellos muere, Allah le reemplaza por otro ».

Sin embargo, es no menos cierto, que existen falsos chuyuj, los cuales, oh maravilla!,  tienen la costumbre de  aparecer como las setas al sol después de un día de lluvia.
Es importante saber que estos últimos, por lo general, son más célebres que los verdaderos. Pero, cómo se ha podido llegar a una situación semejante!?:

El origen de todo ello es la disgregación del jalifato a principios del siglo XX. Cada país musulmán ha hecho todo lo posible por separarse políticamente del otro, para, de esta manera, afirmar su independencia. Ahora bien, paralelamente ha existido una separación en cuanto a la unidad de criterios religiosos. Muchos de los así llamados « ‘ulamas » han sido dirigidos por las políticas gubernamentales de algunos países como si de títeres se tratara. Se les ha dado fama a través de los medios estatales de información, y se les ha concedido dinero y poder, para, con su « apoyo » mantener la política del estado, dando así a esta un tinte de « piedad ».

No vamos a entrar en detalles, pero debemos decir que exactamente lo mismo ha pasado con las tariqats, algunas de las cuales, a cambio de sustanciosos bienes materiales se han dejado « convencer » de la conveniencia de poner falsos chuyuj a su cabeza.

Aunque a alguno no le siente demasiado bien, y no es nuestro fin atacar, sino únicamente informar, debemos decir que este último es el caso de la tariqa Naqshbandiya y su « chayj » Nazim, cuyo sucesor nombrado por él mismo, decía que invocaba a los ángeles, dejando de lado a Allah, y que ellos tenían un conocimiento completo, cuando Allah les ordenó prosternarse ante Adam (‘alayhi-s-Salam). Nazim pronosticó la venida del Mehdi para el año 2000. Pues bien, aquí estamos esperando de pie diez años después. Dijo así mismo que Abdu-l-Qadir Jilani, fallecido cientos de años antes, se le apareció FISICAMENTE.  Otro error de bulto de este pretendido chayj es el decir que en estos últimos tiempos existirán mas ‘awliyya que en los tiempos de Rasul – sobre él la gracia y la paz -, cuando con claridad podemos leer de los muqarrabun (próximos a Allah) en la surat al Waqi’a:

…Zullatun mina-l-‘awalina wa qalilun mina-l-‘ajirin.. (Numerosos entre las primeras generaciones y escasos entre las últimas)
Como dice el refrán: Se pilla antes a un mentiroso que a un cojo


Otro caso, este, aberrante donde los haya,  es el de la secta satánica dirigida por Omar Ali Scha e Idries Sha.

Otras tariqats estando vacías de transmisión espiritual, han sido tomadas al asalto por gentes quienes han visto una oportunidad de desarrollar la avidez de su nafs. Como ejemplo pondremos a Yusuf el asturiano en el valle de Ricote. Existen más grupos, pero no hemos querido poner en el candelero sino los casos más escandalosos, a fin de que podáis realizar dentro de vosotros mismos, cuales son los diferentes tipos de embaucadores existentes en este ámbito.

Y es que, como bien dice el dicho sufí marroquí:
una cacerola vacía hace mucho ruido, mientras la que está llena no suena pero sirve para dar de comer.

A fe que si alguno de ustedes se encuentra involucrado en alguno de estos grupos y escribe un comentario, tendrá una respuesta firme y certera dentro del ‘adab al que estamos obligados ceñirnos en la dialéctica de las respuestas. Intentaremos apagar el fuego con el agua. Con el agua del Qur’an y de la Sunna.

Triste y confuso el panorama actual en lo que al sufismo se refiere. Sin embargo, en ello existe una hikmah de Allah. Esta hikma trabaja en una doble vertiente. Por un lado, de esta manera, Allah preserva a Sus chuyuj de la muchedumbre de personas quienes, a pesar de tener un interés teórico-intelectual con el sufismo, no se encuentran no obstante dispuestos a sufrir las pruebas con las cuales Allah altísimo examina a los fuqara quienes buscan Su Presencia con toda la intensidad de sus corazones.
Por otro lado, Allah preserva así al murid quien no está interesado de estar implicado en las diversas marrullerías que algunos mal-llamados “fuqara” practican para dominar a sus hermanos, vilipendiarlos o hacerlos sufrir sus envidias y manipulaciones.

Es pues una hikma de Allah el que sus verdaderos chuyuj pasen en el incógnito la mayor parte de sus vidas. En realidad, ese es mi caso; sigo a un chayj verdadero a quien mucha gente honra a distancia, pero al que nadie se atreve a aproximarse, pues saben que serían criticados por los errores que cometen con ellos mismos y con sus hermanos.


Cuántos discípulos tuvo sidi Ali al-Yamal ? La respuesta es: uno, el chayj Darqawy.

Se me podrá decir: « Usted es muy duro y muy negativo ». « Se lo tiene muy creído ». A eso responderé: « En absoluto, soy únicamente realista, pues dejarles a ustedes en el engaño es un lujo el cual no puedo permitirme. Es más, no me lo tengo creído, sino que por amor a ustedes les quiero invitar a que compartan conmigo el bien que Allah me ha otorgado».

Entonces, cómo podemos distinguir un chayj verdadero de un falso ? : Vayamos paso a paso:

El chayj tiene su nafs muerta, en virtud de la palabra del Profeta – sala-l-Lahu ‘alayhi wa sallam - :

 « Morid antes de morir ».


Puesto que su nafs ha pasado a mejor vida y está junto a su Señor, no podemos contemplar en él ninguno de los vicios que contemplamos en los otros seres humanos ; por ejemplo, no fumará, pues fumar espanta a los ángeles, además de ser un capricho del nafs, la cual debe estar muerta.
Un chayj siempre hablará citando el Qur’an y la Sunna.


Nunca se dará importancia ni pedirá a otros que se la den, puesto que era Fir’awn quien se daba importancia.
No se rodeará de lacayos quienes manden callar a los otros cuando él habla, pues la Presencia de Allah es tan grande en él que no necesita a nadie para poner silencio. Los mala’ika se ocupan de este menester.
No se vestirá con ostentación, y cuando hable con alguien, se volverá de cuerpo entero, como lo hacía el Profeta.
Será estricto en su práctica religiosa. Dará concesiones a los otros, pero nunca a él mismo, como lo hacía sayyidina Umar (que Allah esté satisfecho de él).
Te hablará de lo que hay en tu corazón sin necesidad que ningún correveidile vaya a contárselo para así impresionarte con ello.
No pedirá nunca dinero por sus servicios, pues él espera que sea Allah Quien le dé aquello que le ha destinado. Antes bien, él dará en virtud del hadiz que dice:
 « La mano de quien da es mejor de la que quien toma »

Se hará cargo personalmente de cada uno de sus discípulos, a no ser que entre ellos haya un waly quien pueda ocuparse de algunos de ellos.

Se encargará de que su faqir no levante la cabeza delante de otra gente. Pero le dejará denunciar las injusticias, si haciendo esto no lo hace para humillar a aquellos a quienes van dirigidos sus reproches. Se asegurará que lo haga por el celo del Din y para evitar un mal, el cual habría podido producirse por el hecho de guardar silencio.

He aquí solamente un resumen de las características que debe tener un verdadero chayj. Existen muchas más. Sin embargo, es suficiente para comenzar y cada uno de ustedes está invitado a hacer sus comentarios, pues la pregunta es el grifo que abre el flujo de las palabras, y estas, si son verídicas, proceden del mundo de la Verdad.

Y aquí termina el artículo escrito en Septiembre del año pasado, el cual puede servir de base para comprender, de una manera muy somera, es cierto, algunas de las cualidades de un chayj. Sin embargo, la enumeración de las principales cualidades de un maestro la iremos realizando paso a paso, a medida que vayamos avanzando en la materia.

El siguiente punto a tener en cuenta es el murid (aspirante espiritual)…

martes, 10 de mayo de 2011

Consideraciones sobre el maqam - III

Bismi-l-Lahi-r-Rahmani-r-Rahim

Allahumma salli ‘ala sayyidina Muhammadin ‘abdika wa rasulika nabiyyi-l-‘umiyyi wa ‘ala ‘alihi wa sahbihi wa sallim taslima


En las palabras que preceden hemos hecho mención al camino el cual nos puede hacer avanzar en el maqam del Iman y del Ihsan. La condición previa y “sinequanon” para embarcarnos en esta noble y maravillosa empresa es la Chari’a. No se puede ir más lejos sino se ha establecido el cumplimiento estricto de la Chari’a de una forma sólida e inquebrantable. Las dos razones más importantes son: primeramente la sumisión a la Voluntad Divina, nos guste o no, y la siguiente razón es que la Chari’a actúa como moderador entre las fuerzas provenientes del Ruh y de las pasiones de nuestra nafs.

Nos quedamos atónitos cuando escuchamos algunas críticas referentes a la toma de un maestro en tan noble camino. Algunos, estandartes de la dólar-ignorancia y de la confusión, llegan a decir que la obediencia a un maestro es una suerte de “shirk”.  Nosotros les decimos: - Es shirk adorar al señor dinero como ustedes lo hacen -.
Rasul – sobre él la gracia y la paz – nos habla sobre el deber de seguir a un responsable en todos los ámbitos de nuestra vida. Ha aquí dos hadices al efecto:

“Obedece a tu jefe aunque fuera un esclavo negro abisinio”
“Una comunidad sin dirigente es una comunidad maldita”
En todos los ámbitos de la vida, el aprendizaje requiere un maestro, necesario a la sazón, para que las personas consigan convertirse en expertos de cualquier materia. De esta manera, para aprender el fiqh es necesario un maestro, para poder recitar el Qur’an convenientemente es necesario un maestro, y así sucesivamente para cualquier rama de la religión y de la ciencia, donde la figura de un maestro en tan necesaria como imprescindible.
No es necio decir, como dicen algunos?: “El maestro fulano ha dicho que la obediencia a un maestro es shirk”. Si esto fuera así, estimado amigo, tú eres el primer practicante del shirk habiendo citado a fulano o a otro al efecto. Pero la ceguera es grande y la sinrazón también cuando se intenta atacar aquello lo cual no se conoce.
Es sabido por todos que el camino para avanzar a través de los maqam del Iman y el Ihsan se llama sufismo.
Existe el error, desgraciadamente muy extendido, de considerar al sufismo como “una rama del Islam”. Debemos aclarar este punto diciendo que el sufismo no es una rama del Islam, sino que antes bien, es el Islam completo.
No puede existir el Islam sino existe el sufismo. Pues, es el Islam la realización completa de todas sus ramas sin excluir ninguna (Islam, Iman e Ihsan). No podemos hablar de Islam de una forma total si solamente hablamos de Chari’a. Hasta nuestros días, y desde tiempos del Profeta, el sufismo es la única ciencia islámica capaz de proporcionar al ser humano una visión-conocimiento-realización completa del Din.
La Chari’a y sus ciencias relevan del Islam y algo del Iman, así como la filosofía releva de las principios teóricos de las verdades consideradas desde el prisma lógico-racional.
Sin embargo, el sufismo abarca todas las ciencias, todos los conocimientos susceptibles de ser adquiridos. El hecho de ser atacado por algunos, toma su razón de los intereses ególatras y económicos de aquellos de quienes se dan a esta clase de ataques indignos para atraer a sus correligionarios y a los suculentos ingresos los cuales éstos pueden proveerles.
Sería de Perogrullo el dar los nombres de estos grupos tan conocidos, redes económicas las cuales buscan hacer a la Umma pasto de la ignorancia. Tengan el nombre que tengan este hadiz está destinado a ellos:
“En los últimos tiempos la religión de las gentes será la de amasar la mayor cantidad de dinero posible”
Sin embargo, no queremos seguir adelante sin proponer la siguiente reflexión:
No pretendemos decir que sin el sufismo no se puedan realizar estadios en el maqam del Iman. Sí precisamos, y damos por certero el hecho de que para acceder a los altos estadios del Iman es necesaria la enseñanza y la guía de un maestro (shaikh) sufí.
Hemos sido dichoso testigo de cómo gentes, quienes se habían acostumbrado a ir a la mezquita, rezar el Fayr y recitar el Qur’an, en la última parte de sus vidas han alcanzado un grado de certeza (Yaqin), capaz de sorprender a propios y a extraños. Todo ello debido a la limpieza y la nobleza de sus corazones. Este hecho lo contemplé en un amigo sharif (familiar del Profeta), el cual hizo gala durante toda su vida de una sinceridad y nobleza absolutas. Allah se lo llevó joven y algunos meses antes de su muerte era capaz de expresar razonamientos dignos de los más sabios estudiosos de la religión.
Debo deciros, a fuer de sincero, que lo escrito hasta aquí no ha sido hecho sino en virtud de comentario a fin de preparar a aquello lo cual está por venir. Estas precisiones son necesarias en tanto nos pueden despejar algo el camino de la comprensión. Como no tenemos prisa, y queremos poner cada elemento en su sitio, iremos expresando paso a paso todo aquello lo cual intentamos sea comprendido por vosotros de la manera más sencilla posible. Aunque, os confesamos: La teoría, es solamente teoría, y nos puede hacer intuir aquello lo cual únicamente la práctica personal nos puede mostrar.
Muchos creen que por el hecho de pertenecer a una tariqa y tener un maestro han alcanzado un grado en el camino de Allah. Qué sorpresa se llevarán algunos cuando les expliquemos que esto no es así, y más cuando vayamos dando las razones del error de una tal apreciación.
Para ello, comencemos a analizar, una a una, las etapas las cuales se siguen a partir de un primer y necesario contacto con la doctrina de los significados, y de los conocimientos reales de la naturaleza de la creación de Allah, así como del acercamiento a Su sublime presencia.
 

viernes, 6 de mayo de 2011

Consideraciones sobre el Maqam - II

Bismi-l-Lahi-r-Rahmani-r-Rahim

Allahumma salli ‘ala sayyidina Muhammadin ‘abdika wa rasulika nabiyyi-l-‘umiyyi wa ‘ala ‘alihi wa sahbihi wa sallim taslima


Como acabamos de expresar en el maqam Rabbani existen grados. El Libro de Allah nos recuerda como Allah nos ha establecido en grados, unos por encima de otros. Podemos decir que cada uno de nosotros tenemos asignado nuestro maqam, sea este el que fuere, y que el mismo maqam no puede ser dado a dos seres humanos diferentes. Dentro de cada una de las grandes divisiones de los maqam, se encuentran multitud de estadios correspondientes a cada uno de los grados de mérito o conocimiento.

El maqam Rabbani esencial es el de la Chari’a. Dicho maqam es el estadio de aquellos quienes creyendo en Allah y en Su Enviado – sobre él la gracia y la paz - , temen a Allah deseando Su Paraiso (Yanna) y temiendo Su castigo (Yahannam). La intensidad y el mérito, en el cumplimiento sincero de las prescripciones y en el evitar las prohibiciones, dan a cada uno más o menos mérito en el desarrollo de este maqam. No es igual aquél quien se limita a realizar los actos canónicos que aquel quien efectúa además obras supererogatorias a fin de poder tener una mayor recompensa de Allah. No es igual quien evita lo reprobable (makruh) y realiza lo recomendado que aquel quien únicamente se limita a evitar lo prohibido y a ejecutar lo obligatorio.

Forma parte de este maqam la ciencia del exterior (Ilmu-z-zahir), llamada asimismo fiqh o simplemente ‘ilm. No obstante, si debemos decir que los ‘ulama los cuales se ocupan de conservar y actualizar el fiqh se encuentran, si son sinceros (perla rara en estos tiempos), en el estadio más elevado del maqam de la Chari’a. Al Hamdu li-l-Lah los hay.

No obstante, si alguno de estos ‘ulamas utiliza su puesto para denigrar a otros, cambiar prescripciones siguiendo la política de turno, o para llenarse el bolsillo de riquezas, podemos decir que se encuentra en lo más bajo del maqam de la Chari’a, por no decir en el maqam del nifaq (hipocresía herética), todo ello dependiendo de la gravedad y del alcance de sus actuaciones y de sus palabras. Que Allah nos libre de ser uno de de ellos y libre a la Umma de ellos! Como dice el hadiz, ni los munafiqun ni los heréticos saldrán jamás del fuego.

Aún así, y teniendo mucho que decir en referencia a este maqam de la Chari’a, no hemos hecho de él el objetivo de nuestro estudio. Antes bien son los dos maqam más elevados, aquellos los cuales se convertirán, de ahora en adelante, en el objeto de nuestra atención y dedicación.

Vayamos pues ahora al maqam del Iman. Pero antes, dejadme precisaros una cosa: Para establecernos en el maqam de la Chari’a necesitamos una buena dosis del maqam del Iman, pues debemos creer en Allah, Su Trono, Sus Angeles, Sus Libros, Sus Enviados y en el Ultimo Día. Debemos conocer al menos cuarenta hadices de memoria, el nombre de diez de Sus ángeles (Yibril, Israfil, Mikail, Asra’il, Munkir, Nakir, 'Atid, Raqib, Ridwan, Hazi-n-nar), todo esto constituye lo mínimo de Iman que se nos pide en el maqam de la Chari’a.

No obstante, aunque nos concierne una buena parte de dicho Iman para poder establecernos en el primer maqam Rabbani (Chari’a), el Iman el cual resta por conocer es inmensamente más profundo y extenso.

Esto último es aquello lo cual determina el maqam del Iman. La cúspide del mismo es el Yaqin (la certitud), el cual es el siguiente grado de comprensión del Qur’an más elevado después del llamado Kashf, relevando este del maqam del Ihsan.

Cuando un ‘abd (siervo de Allah) avanza a través del maqam del Iman, realiza dentro de él virtudes las cuales se encuentran referidas a los aspectos de los Nombres divinos susceptibles de reflejarse en las cualidades humanas. En multitud de ocasiones es realizando lo contrario del Ism que avanzamos en grado. Somos pobres (fuqara’a) porque Allah es El Rico (Gani), somos misericordiosos con el resto de los seres pues la Rahmah de Allah se reflejó en Muhammad, y nosotros somos muhammadiyyun (muhammadianos), somos débiles porque El es El TodoPoderoso (Qadir), somos siervos porque El es Al Malik (El Soberano), somos numerosos porque El es El Uno (Wahid), somos incompletos porque solamente El es A-s-Samad (El Completo), somos pecadores porque solamente El es Al Quds (El Santo), y así sucesivamente.

A fin de realizar activamente dichas cualidades debemos comenzar por el Istigfar (petición sincera de perdón a Allah), seguir con el Jawf (temor de Allah), la Confianza, el pudor, la bondad, la sinceridad, el sosiego, el valor, el ser verídicos, la Mahabba, etc. Todos estos actos, convirtiéndose en cualidades, no deben ser realizados una sola vez, sino antes bien, ellos deben pasar a su hábitat natural (el corazón) por excelencia para nunca jamás poder salir de él. Es así, y únicamente de esta manera, que podremos considerar el estar establecidos en el maqam del Iman, sea esto en el estadio el cual fuere.

El más alto eslabón del maqam del Iman, como hemos expresado anteriormente, es el Yaqin (la Certeza). Aquel quien ha alcanzado este estadio puede ser contado entre los ‘awliyya (santos de Allah), si bien su maqam será inferior al de aquellos ‘awliyya quienes hayan realizado el Ihsan alcanzando en maqam del Kashf. Dicho maqam comporta el ver sin velo alguno las realidades de las cuales nos habla Allah en Su Libro y a través de las palabras y el ejemplo de Su Enviado, Muhammad Rasulu-l-Lah (sala-l-Lahu ‘alayhi wa sallam).

Queridos/as hermanos/as, lo expresado aquí no es sino un esbozo de lo cual está por venir. En las siguientes entradas hablaremos del camino el cual puede hacernos avanzar a través de los estadios del Iman y del ihsan, si Allah nos ilumina para explicar con certeza aquello lo cual conocemos o de lo cual nos ha llegado noticia cierta. Paso a paso, si Allah quiere, podremos construir una fortaleza sólida de conocimientos vivos, profundos y verdaderos.

Pero Allah sabe siempre más.

jueves, 5 de mayo de 2011

Consideraciones sobre el Maqam I

Bismi-l-Lahi-r-Rahmani-r-Rahim

Allahumma salli ‘ala sayyidina Muhammadin ‘abdika wa rasulika nabiyyi-l-‘umiyyi wa ‘ala ‘alihi wa sahbihi wa sallim taslima

Después de un largo periodo sin escribir, nos hemos decidido a seguir haciéndolo tratando un asunto, el cual, por lo recurrente a través de los siglos, nos había parecido innecesario presentar. No obstante, hemos escogido el hablar de él de una forma diferente a aquello lo cual ha llegado a nosotros a través de decenios de estudio.

Cuando leemos sobre el “maqam” comúnmente lo hacemos en los libros más o menos antiguos de los maestros sufíes. Todos ellos nos hablan de los pormenores de este término con palabras, francamente cripticas para la comprensión del ser humano y el creyente normal.

Hemos decidido pues, no hablar desde las perspectiva de los pormenores del maqam de la Unidad en Allah, sino, antes bien, y creemos que ello será de una mayor utilidad, que no importancia, sobre el camino a recorrer para acceder a dicho estadio, así como de los diferentes clases de maqam existentes, correspondientes a las diferentes clasificaciones de los seres humanos en lo que se refiere a su destino espiritual.

Por lo extenso de este tema hemos creído conveniente el presentarlo en varias entradas, de tal manera que cada siguiente y cada precedente se encuentren unidas como formando parte del mismo texto.

Es el maqam el lugar que nos está destinado en nuestra vida espiritual.

En una ocasión, durante el sueño, me vi caminando por un largo pasillo subterráneo, iluminado a la sazón. Durante mi andadura por aquel lugar, me cruzaba con seres de apariencia humana, quienes llevaban una vela en la mano y una extraña prenda sobre su cabeza. No eran ni hombres ni mujeres. Final mente bajé unos cuantos peldaños de escalera mientras uno de aquellos “hombres” se cruzó conmigo. Nos dimos saludos de paz esbozando una sonrisa. Inmediatamente llegué a un extenso lugar oscuro cuyas paredes estaban recubiertas de piedra rocosa. Donde me encontraba había algo de luz, mientras que a lo lejos la oscuridad era patente. Se encontraban conmigo un pequeño grupo de hombres y mujeres.
De repente, las rocas comenzaron a iluminarse de una luz de extraordinaria belleza la cual procedía de su interior, mientras una Voz sutil y poderosa decía:
“A lastu birabbikum?” Acaso no soy Yo vuestro Señor? La visión acabó.

Me desperté y realicé que durante mi sueño había visto el Azal. Las criaturas ni masculinas ni femeninas eran los ángeles.

Es el Azal el lugar donde nuestro espíritu (ruh) se encuentra antes de venir a esta vida. En dicho lugar vivimos miles de años esperando el tiempo de nuestra breve estancia en este mundo. Allí cuando escuchamos la pregunta de nuestro Señor: “Acaso no soy Yo vuestro Señor?”, nuestra respuesta es: “Balaa” Ciertamente.
 

Es en dicho Azal donde se determina nuestro destino. El vientre de nuestras madres es el último estadio en dicha morada.

Cuando somos expulsados a este mundo olvidamos el Azal y se nos concede una vida en la cual nuestros actos y nuestros destinos estarán ligados de una forma incontestable. Una vida la cual puede llevarnos de retorno a nuestro Señor en el conocimiento de Su Divina unidad, que puede llevarnos al Paraiso o que puede conducir al castigo de Allah.

Es pues dicha vida para cada uno de estos tres grupos: La Gran oportunidad, el trabajo para una recompensa o la pérdida total.

Los tres grupos se encuentran recogidos en la surat al Waqi’a (El Acontecimiento).

A-s-sabiqun: Los Próximos y conocedores de Allah. Numerosos entre las primeras generaciones y escasos en las últimas. Ellos son los Profetas, los ‘awliyya, los amados de Allah. Ellos verán a Allah y Le conocerán. Su recompensa será la muerte a sí mismos y la contemplación eterna de la Verdad. Qué gran suerte! Todo ello porque comprendieron que habían sido creados para adorarLe.

Ashabu-l-yamin: Los compañeros de la derecha. Numerosos en las primeras generaciones y también numerosos en las últimas. Ellos serán recompensados por sus bellos actos, hechos con sinceridad. Pero ellos habrán realizado dichas acciones buscando la recompensa y temiendo el castigo, no por el fin sublime de conocer a Allah.

Ashabu-sh-shimal: Los compañeros de la izquierda. Los habitantes del infierno. Ellos habrán hecho méritos para poblar tan hediondo lugar. Buscando únicamente los placeres de este mundo sin importarles las prescripciones divinas. De estos los peores serán los munafiqun: Aquellos quienes pretendiéndose y haciéndose pasar por musulmanes, intentarán corromper la Religión de Allah engañando a las gentes o cambiando a su guisa la religión. Estos últimos estarán en lo más hondo del castigo. De este lugar solamente saldrán los musulmanes quienes habiendo testimoniado de la Unidad de Allah y de la Profecía de Muhammad – sobre él la gracia y la paz – habrán realizado malas obras durante sus vidas.

Comencemos pues a subdividir el maqam en dos amplios grupos: Maqam Rabbani y maqam chaytani.

Todo hombre esconde en él mismo uno de estos dos maqam. Si la negrura de su corazón es incurable y sus bajos deseos priman sobre el bien, entonces su maqam es chaytani.
Si antes bien, el hombre experimenta temor de Allah, cree en El y acepta Sus Mandatos, su maqam es Rabbani.

Dentro del maqam Rabbani existen diferentes subdivisiones y niveles. A partir de ahora es a este maqam al cual nos vamos a referir, poniendo un especial énfasis en los estadios a recorrer por todo aquel quien haya decidido aventurarse en la búsqueda del gran maqam: El Tawhid