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jueves, 12 de mayo de 2016

EL SER HUMANO ES PRECIPITADO

EL SER HUMANO ES PRECIPITADO
El hombre pide el mal de la misma manera que pide el bien, el hombre es siempre precipitado (corán 17-11)
...Puede que os disguste algo que sea un bien para vosotros y que améis algo que es un mal (Corán 2-214)
Dice una parte de un hadiz qudsi:
Oh siervo mío,tú quieres y Yo quiero,pero si te sometes a lo que te ordené,te daré lo que quieras y si no cumples con lo que te ordené,haré que te fatigues en conseguir lo que quieres y al final, no tendrás más de lo que Yo quiero".
COMENTARIO
Efectivamente, la naturaleza del ser humano es la de ser precipitado. Dicha precipitación la podemos dividir en dos grandes ejes sobre los que gira la vida de todo hijo de Adam, a saber:
La precipitación en los asuntos.
La precipitación en sacar conclusiones y tomar decisiones
En cuanto a la primera debemos considerar el hadiz que dice:
"La prisa proviene del Diablo y la paciencia proviene de Allâh"
Así como el ayat de la surat Al Asr que dice:
"Aquellos que se recomiendan la verdad y la paciencia".
Efectivamente, la paciencia es un escudo contra nuestra propia naturaleza. Eminentemente la precipitación procede de nuestro desconocimiento sobre el futuro de los asuntos; queremos conocer su resultado cuanto antes para así tranquilizar nuestro corazón. De la misma manera, la avidez del alma por la posesión de bienes o el disfrute de algo que la haga sentir satisfecha la, mueve a la impaciencia.
La medicina se encuentra en vivir el presente con dignidad y presencia, en comprender que lo que esperamos tener es un espejismo, ya que en el momento en el cual se presenta el impacto real es mucho menor y nunca satisfará nuestras espectativas. Al contrario, son estas espectativas las que nos engañan en cuanto a la realidad y la validez de los asuntos.
Por otro lado, y en cuanto a la precipitación para juzgar y decidir, ella proviene de nuestra ignorancia, de nuestra falta de visión y claridad de ideas. No olvidemos nunca que considerar un bien como un mal y viceversa es a lo peor a lo que podemos llegar en materia de ignorancia.
La medicina para este defecto del alma es la inteligencia la cual nos puede transportar a la sabiduría. Por eso, antes de juzgar o decidir sobre un asunto debemos rodearlo por todos los lados, desentrañarlo, estudiarlo a fondo y finalmente resolverlo según la Voluntad divina, la cual siempre provee de los medios necesarios para poder ser conocida.
Que Allâh nos haga de los pacientes, de los veraces, que nos perdone, nos guíe, nos haga salir de las tinieblas a la luz y nos otorgue el Firdaws.

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