Cuanto más lejos quiere ir un creyente en el camino de Allâh más será probado en su temple. Y ello con situaciones que se producen rápida e inesperadamente de tal manera que apenas queda tiempo a la reacción. Estas situaciones tocan en nuestro nafs en el punto más sensible para tomar el pulso de cuál es nuestra situación; ¿es que estamos lejos de donde queremos ir, o estamos por debajo de lo que pensamos de nosotros mismos?
La persona inteligente analizará su reacción ante la contrariedad, y si es sincero, verá cual es su estado con respecto a la aceptación de aquello que viene de Allâh, se verá a si mismo.
Hay un
chaytan especial para ennegrecernos la vida; a veces nos dice que nos
vamos a arruinar, cuando cometemos una falta nos dice que nunca vamos a
educarnos de nuestros defectos; este chaytan de la derrota está siempre
presente con su waswas en las situaciones complicadas. No nos dejemos
embaucar.
Esos vuelcos inesperados del destino que producen reacciones de desagrado, en algunos casos pudiendo ir hasta la cólera, nos ciegan la visión y ennegrecen el horizonte. En eso momento preciso hay que sacar el temple; y si no podemos a la primera, a la segunda, y si no lo conseguimos, a la tercera, y así sucesivamente.
En estas escaramuzas de la batalla contra el Nafs, el ejército de Allâh debe estar atento, saber salir airosamente de la emboscada y cercar al enemigo por medio de la paciencia y la inteligencia.
Que Allâh nos haga fuertes para ganar la batalla de nuestro interior.
Esos vuelcos inesperados del destino que producen reacciones de desagrado, en algunos casos pudiendo ir hasta la cólera, nos ciegan la visión y ennegrecen el horizonte. En eso momento preciso hay que sacar el temple; y si no podemos a la primera, a la segunda, y si no lo conseguimos, a la tercera, y así sucesivamente.
En estas escaramuzas de la batalla contra el Nafs, el ejército de Allâh debe estar atento, saber salir airosamente de la emboscada y cercar al enemigo por medio de la paciencia y la inteligencia.
Que Allâh nos haga fuertes para ganar la batalla de nuestro interior.
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