Dijo Rasulu-l-Lâh -'alayhi-s-salatu wa-s-salam:
". Un creyente no se deja picar dos veces en el mismo agujero"
(Sahih Bujari)
COMENTARIO
Pocos hadices tan cortos presentan tanto potencial. Es una educación de vida, un consejo inteligente para que el creyente no cometa dos veces el mismo error, sea sabio, sagaz y previsor y muestre una personalidad seria e inaccesible allá donde pudiera ser tomado por fácil y manipulable.
Es normal que cuando comenzamos nuestro Islam, recibiendo mensajes discordantes, como se reciben ahora, podamos caer en las fauces de tal o cual embaucador; pero la fuerza de nuestro Iman debe hacer que nos sobrepongamos reaccionando y saliendo de esta dinámica. Lo malo es si nos quedamos siempre aletargados en los mismos errores dándoles a otros la batuta y las riendas de nuestra religión o nuestro destino.
Triste suerte si eso es así, porque si ello acontece no nos picarán dos veces sino cientos de veces y al final seremos fagocitados a no ser que Allah nos saque del cubil donde nos metimos. Basta ya de que otros nos sirvan en bandeja lo que debemos hacer, creer o pensar; en la bandeja de sus intereses económicos y comerciales. No nos podemos permitir ser cándidos porque tenemos una responsabilidad con nuestro Din. ¿O acaso no la tenemos? ¿Acaso la tienen unos sí y otros no? Todos la tenemos.
Tenemos la obligación de ser lo suficientemente sabios e inteligentes si queremos ser verdaderos creyentes; no lo digo yo, es Rasulu-l-Lâh quien lo dice.
¿Hasta cuándo? ¿Hasta cuándo podemos permitirnos dormitar sin reaccionar?
Es por eso que para ser mu'min, no solamente debemos ejercer la sinceridad, bondad, paciencia, etc, sino la inteligencia y el saber calcular donde nos encontramos. Nadie puede abusar de nosotros si sabemos perfectamente lo que debemos hacer y pensar.
He de confesar que un servidor ha sido picado varias veces pero al hamdu li-l-Lâh en distintos agujeros. Y de hecho he sido yo mismo el responsable de algunas de las picaduras por haberme auto convencido de que sin conocer a alguien es mejor ejercer el "husnu-z-zan" (el pensar bien), porque ello es una base de las relaciones humanas; no pierde el que bien actúa sino aquel quien hace el mal ennegreciendo su alma un día sí y el otro también.
Pero ser bien pensado es una cosa y ser cándido es otra; y cuando se constata el peligro con hechos, no con presunciones, hay que salir del lugar para no ser picados una segunda vez.
¿No dice el hadiz:
"Tened cuidado con la mirada del mu'min porque mira con la luz de Allâh"?
Y quien mira con la luz de Allâh no puede ser necio, ni cándido, ni tonto.
Que Allâh nos perdone, nos guíe, nos dirija de las tinieblas a la luz y nos otorgue el Firdaws.
Pocos hadices tan cortos presentan tanto potencial. Es una educación de vida, un consejo inteligente para que el creyente no cometa dos veces el mismo error, sea sabio, sagaz y previsor y muestre una personalidad seria e inaccesible allá donde pudiera ser tomado por fácil y manipulable.
Es normal que cuando comenzamos nuestro Islam, recibiendo mensajes discordantes, como se reciben ahora, podamos caer en las fauces de tal o cual embaucador; pero la fuerza de nuestro Iman debe hacer que nos sobrepongamos reaccionando y saliendo de esta dinámica. Lo malo es si nos quedamos siempre aletargados en los mismos errores dándoles a otros la batuta y las riendas de nuestra religión o nuestro destino.
Triste suerte si eso es así, porque si ello acontece no nos picarán dos veces sino cientos de veces y al final seremos fagocitados a no ser que Allah nos saque del cubil donde nos metimos. Basta ya de que otros nos sirvan en bandeja lo que debemos hacer, creer o pensar; en la bandeja de sus intereses económicos y comerciales. No nos podemos permitir ser cándidos porque tenemos una responsabilidad con nuestro Din. ¿O acaso no la tenemos? ¿Acaso la tienen unos sí y otros no? Todos la tenemos.
Tenemos la obligación de ser lo suficientemente sabios e inteligentes si queremos ser verdaderos creyentes; no lo digo yo, es Rasulu-l-Lâh quien lo dice.
¿Hasta cuándo? ¿Hasta cuándo podemos permitirnos dormitar sin reaccionar?
Es por eso que para ser mu'min, no solamente debemos ejercer la sinceridad, bondad, paciencia, etc, sino la inteligencia y el saber calcular donde nos encontramos. Nadie puede abusar de nosotros si sabemos perfectamente lo que debemos hacer y pensar.
He de confesar que un servidor ha sido picado varias veces pero al hamdu li-l-Lâh en distintos agujeros. Y de hecho he sido yo mismo el responsable de algunas de las picaduras por haberme auto convencido de que sin conocer a alguien es mejor ejercer el "husnu-z-zan" (el pensar bien), porque ello es una base de las relaciones humanas; no pierde el que bien actúa sino aquel quien hace el mal ennegreciendo su alma un día sí y el otro también.
Pero ser bien pensado es una cosa y ser cándido es otra; y cuando se constata el peligro con hechos, no con presunciones, hay que salir del lugar para no ser picados una segunda vez.
¿No dice el hadiz:
"Tened cuidado con la mirada del mu'min porque mira con la luz de Allâh"?
Y quien mira con la luz de Allâh no puede ser necio, ni cándido, ni tonto.
Que Allâh nos perdone, nos guíe, nos dirija de las tinieblas a la luz y nos otorgue el Firdaws.
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