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domingo, 2 de enero de 2011

Economía Islámica V - El estado y el jalifa

Bismi-l-Lahi-r-Rahmani-r-Rahim

Allahumma salli 'ala sayyidina Muhammadin 'abdika wa rasulika nabiyyi-l-'umiyyi wa 'ala 'alihi wa sahbihi wa sallimu taslima.

Como hemos dejado entrever en el capítulo anterior , la gestión del Tesoro Público corresponde al estado islámico. Uno de los siete destinos de la Zakat lo constituye el salario de las personas destinadas a la recogida de impuestos, al reparto de ellos a sus destinatarios, y a la gestión de dicho Tesoro en cuanto a contabilidad se refiere.

Recordemos como el Qur’an otorgaba al Profeta – sobre él la gracia y la Paz – un quinto del botín obtenido en las batallas, y éste, además de alimentar a su familia austeramente, lo repartía entre los necesitados. Es muy fácil imaginar pues, como el quinto del botín ha servido para financiar el gobierno de los julafa posteriores. Probablemente la ausencia de batallas y conquistas y por tanto de botín, hubiera forzado al jalifa y salih Umar ibn ‘Abdu-l-‘Aziz a instaurar el impuesto sobre las tierras, con el beneplácito de los ‘ulama de la época, para de esta manera, subvenir a financiar tanto el gobierno como las infraestructuras (caminos, mezquitas, transporte de agua, tratamiento de desechos, etc).

Es por ello que en el capítulo precedente he comentado un papel primordial del estado: el control. El estado islámico debe conocer absolutamente cual es el estado de las riquezas de cada ciudadano. Con ello se asegurará de la justa recaudación de la Zakat, así como estará en disposición de evaluar el montante de los bienes a distribuir, para con ello saber cómo y cuanto repartir entre los destinatarios. Ello en virtud del derecho de éstos sobre quienes pagan la Zakat.
Así pues, la responsabilidad del gobernador es enorme. Aquí empezamos a vislumbrar la necesidad de un solo gobernador, el cual, aun debiendo estar bien aconsejado por los sabios de turno, tendrá el poder de decidir en el momento en el cual vea la corrupción extenderse en algún o algunos miembros de su gobierno.

El hecho de deber tener la capacidad de tomar decisiones, nos lleva directamente a la constatación de que estas deben ser tomadas únicamente con acierto y sabiduría. Por ello, en una de las respuestas dadas en el anterior capítulo, hemos expuesto la necesidad casi imperiosa de que el gobernador (jalifa) sea un salih, pues ningún otro sino él podrá estar exento de las tentaciones a decidir sea a favor o en contra de personas de su agrado o desagrado.

Entenderemos con esto la absoluta ineficacia de un sistema democrático moderno para regir un estado islámico. La verdadera sabiduría no se encuentra extendida en las gentes objeto de la elección popular, sino en aquellos quienes han sabido dominar su alma (nafs) hasta el punto de poder decidir sin pasión ni personalismo. Es Allah Quien escoge al sabio, sea éste príncipe o panadero.

Siguiendo con este discurso, la elección del jalifa debería venir determinada por el consenso de sabios o la decisión del jalifa anterior. Tenemos como Sunna el caso de la elección de Abu Bakr por los responsables de los Emigrantes y Ansar. El mismo Abu Bakr nos ofreció la otra posibilidad sugiriendo a sayyidina Umar como sucesor suyo.

Sabemos que todo esto es una entelequia. Conocemos la imposibilidad de retorno a una situación semejante. Ni siquiera pretendemos aconsejar el intento de dicho retorno. Somos perfectamente conscientes del hecho de que todo ello no llegará sino es con el Mehdi-l-Muntadar.

Sin embargo, todos estos comentarios pueden servir para el funcionamiento interno de las comunidades islámicas, algunas de las cuales, de una manera vergonzosa, a sugerencia de los kufar, han aceptado constituirse bajo una forma democrática, vulnerando así uno de los principios fundamentales del Islam.

Algunas comunidades funcionan como no importa qué comunidad de vecinos de cualquier barrio en el país. En fin, lamentable! Y lo más bajo es el hecho certero de la existencia de aquellos quienes hacen esto por unas miserables perrillas. Qué falta de Iman, qué falta de pudor! Es Allah el Sustentador, no el kufr!

El estado pues, debe ser un amigo del pueblo, una entidad a la escucha, a la ayuda, de alguna manera debe ser el padre social de todos nosotros.

El jalifa debe ser nuestro hermano mayor, aquél quien se duele cuando algo te va mal. Aquel quien se autocritica cuando la necesidad de un solo ciudadano no es satisfecha. Aquel quien se pasea por las calles para ver el estado de las gentes y pulsar su estado de ánimo. Un amigo, una referencia de confianza, severo con los transgresores y solícito con los débiles. Debe ser abordable al pueblo, generoso y justo. Resumiendo, debe intentar ser una Rahmah para el pueblo, así como lo fue el Profeta – sobre él la gracia y la paz -.

Muhammad, no te hemos enviado sino como una Misericordia (Rahmah) para los mundos. (21-107)

Recordemos como Abu Bakr siddiq declaró la guerra a aquellas tribus las cuales se negaban a pagar el Zakat. Recordemos a sayyidina Umar quien se paseaba por las calles para comprobar las transacciones realizadas en el mercado. Recordemos la presencia de misericordia de sayyidina Aly cuando se dirigía al pueblo y cuan duro era con él mismo.

Y sobre todo recordemos a Rasul – sobre él la gracia y la paz – quien debía atarse una piedra al estómago para dejar de sentir hambre. Nuestro amado Rasul pasando hambre por nosotros!

Qué diferencia con este mundo infame en el cual nos ha tocado vivir! Qué diferencia con la dureza de corazón de aquellos quienes desean hacer morir en el trabajo a un hombre de 67 años en beneficio de los faraones de la época! Que miserable, un país donde 30000 personas se encuentran sin techo y otros con toda impunidad, llena la bolsa más y más. Esta miseria es la que nos han traído cuarenta años de dictadura y 35 de democracia.

Al final, todo es lo mismo si no hay Islam.

Y Allah sabe más.

3 comentarios:

  1. Salam ´aleykum

    Que extraordinarias reseñas,¡Hamdulilah!.Lo cierto es que es importantisimo el diserto que realizas sobre la elección de los sabios y el fraude de la democracia.Prístino, se trata de un gobierno ejemplar.¿Es realmente imposible de ejecutar este tipo de gobierno?
    salam hermano
    Anouar

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  2. A-s-salamu 'alaykum:

    Por error he respondido a un comentario de una entrada antigua en esta entrada. Disculpadme por las molestias.

    Salam

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  3. A-s-salamu 'alaykum:

    Como he expresado ya, creo que es preferible esperar la llegada del Mehdi-l-Muntadar para tener un gobierno islámico.

    No obstante, los argumentos dados podrían ayudar a una mejor organización de las comunidades islámicas en al Andalus

    Salam

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