Somos un receptáculo, un captador y un repartidor de emociones. Dichos sentimientos nacen del fondo de nuestro corazón, en unos casos, y en otros de nuestro propio ego. Por eso, en ocasiones son desinteresadas, y en otras egoistas.
Las emociones son algo innato a nuestro amor por la Belleza; es por eso mismo que en razón de su procedencia son sinceras y verídicas o falsas y egoistas.
Si ambas emociones proceden de la misma fuente ¿cómo es posible que en
ocasiones sean válidas y positivas y en otras no lo sean?
Todo procede del alma (Nafs); cuando esta se encuentra limpia y refleja las luces del corazón las emociones se presentarán en forma de amor desinteresado, misericordia, compasión, afección y desinterés personal. Al contrario, cuando nuestro alma tiene a autocomplacerse y a autoafirmarse sus emociones nos dañarán a nosotros mismos y a los otros en forma de pasión egoista, envidia, egoismo y frialdad ante el bien o el mal ajeno, mientras por el nuestro experimentamos pasión.
Es así que las buenas emociones han captado la fuente real de la Belleza y las negativas han confundido la Belleza con el placer.
Que Allâh nos perdone, nos guíe, nos conduzca de las tinieblas a la luz y nos otorgue el Firdaws.,
Todo procede del alma (Nafs); cuando esta se encuentra limpia y refleja las luces del corazón las emociones se presentarán en forma de amor desinteresado, misericordia, compasión, afección y desinterés personal. Al contrario, cuando nuestro alma tiene a autocomplacerse y a autoafirmarse sus emociones nos dañarán a nosotros mismos y a los otros en forma de pasión egoista, envidia, egoismo y frialdad ante el bien o el mal ajeno, mientras por el nuestro experimentamos pasión.
Es así que las buenas emociones han captado la fuente real de la Belleza y las negativas han confundido la Belleza con el placer.
Que Allâh nos perdone, nos guíe, nos conduzca de las tinieblas a la luz y nos otorgue el Firdaws.,
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