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domingo, 15 de septiembre de 2013

La responsabilidad

Bismi-l-Lâhi-r-Raḥmâni-r-Raḥîm

Allahumma ṣallî ‘alâ sayyidinâ Muḥammadin ‘abdika wa rasulika nabiyyi-l-‘umiyyi wa ‘alâ ‘alihi wa saḥbihi wa sallimu taslima.

¿Qué es la responsabilidad? ¿quién la ejerce? y ¿cómo se ejerce?
Vamos a exponer estos tres puntos lo más brevemente posible:

¿Qué es la responsabilidad?

Es nuestra capacidad de conservar la 'amana que Allâh ha puesto en nuestras manos. Dicha responsabilidad no consiste en otra cosa que nuestro deber y capacidad de ejercer la Misericordia de Allâh sobre aquello de lo cual somos responsables en función de la naturaleza de nuestro Profeta – sobre él la plegaria y la paz – , la cual queda expresada claramente en este ayat:

 “Y no te enviamos [¡Oh, Muhammad!] sino como misericordia para los mundos.” (Corán 21:107)

Dicha ‘amana fue aceptada por el ser humano; así pues, de dicha aceptación se deriva el concepto de responsabilidad

Propusimos el depósito a los cielos, a la tierra y a las montañas, pero se negaron a hacerse cargo de él, tuvieron miedo. El hombre, en cambio, se hizo cargo. Es ciertamente, muy impío, muy ignorante. Corán (33, 72)

Dicho depósito en su grado más alto consiste en ser un verdadero jalifa (representante) de Allâh en la tierra:

Y cuando tu Señor dijo a los ángeles: “Voy a poner un sucesor (jalifa) en la tierra” Dijeron: ¿Vas a poner en ella a quien corrompa en ella y derrame sangre? Nosotros celebramos Tu alabanza y proclamamos Tu santidad” Dijo: “Yo sé lo que vosotros no sabéis”. Enseñó a Adán la ciencia de los nombres de todos los seres (la ciencia secreta de la creación y los nombres de toda ésta) y presentó estos a los ángeles, diciendo: “Informadme de los nombres de estos, si es verdad lo que decís”. Dijeron: “¡Gloria a Ti! No sabemos más que lo que Tú nos has enseñado. Tú eres, ciertamente, el Omnisciente, el Sabio”. Dijo: “¡Adán! ¡Infórmales de sus nombres (y secretos)!” Cuando Adán les informó de los nombres, dijo: “¿No os he dicho que conozco lo oculto de los cielos y de la tierra y que sé lo que mostráis y lo que ocultáis?”

 (Al Baqarah, 2:30 a 33)

El grado más alto de esa representación de Allâh sobre la tierra es el de la santidad (wilayya) y el conocimiento (ma’rifa); luego viene el de los sabios en las cuestiones externas de la religión y de la doctrina (Aqida); más tarde los gobernantes y aquellos quienes detentan cargos de autoridad; ello en cuanto a la sociedad se refiere, ya sea en el dominio espiritual o mundanal.

En cuanto a la representación particular y familiar: el hombre es el representante de Allâh en la familia en cuanto a la ganancia des sustento se refiere, y comparte con la esposa la representación en mantener el buen orden de su vida en común, siendo además ambos responsables de la educiación de los hijos y de mantener los lazos afectivos conyugales, familiares y de buena vecindad.

¿Quién ejerce la responsabilidad sobre quién?

Los esposos con los hijos, el vecino con el vecino, el responsable con las personas a quienes dirige, el soberano con el pueblo, el capitán con el barco, el sabio con los ignorantes, el maestro con los discípulos, el sabio en materia religiosa con el Din.
El santo (wali) y el conociente (‘arif) con el pueblo y el país y con la religión detenta la mayor y más grave responsabilidad, ya que él es quien se comunica directamente con el Creador y en virtud de ello se convierte en responsable de que el pueblo no caiga en la decadencia de las costumbres morales, así como de advertir a los gobernantes sobre el peligro de las malas decisiones tomadas y las repercusiones negativas que estas pudieran traer, tanto para si mismos como para el pueblo. Debe además amonestar dulcemente a los dóciles y enérgicamente a los rebeldes o malintencionados, sobre todo si éstos visiblemente se dedican a socabar los principios doctrinales y morales. En definitiva debe ser la Mano de Allâh en la tierra, actuando de la mejor de las maneras posibles.

 ¡Profeta! ¡Combate contra los infieles! y los hipócritas ¡Muéstrate duro con ellos!  Corán 66-9

¡Tened en cuenta una cosa de este ayat para evitar melentendidos, y no confundir el ‘adab con los musulmanes con la denuncia lanzada contra los hipócritas! Y es el hecho de que en este ayat Allâh pone en el mismo lugar a los infieles y a los hipócritas en cuanto al trato que deben recibir.

En esta época vemos a diario cuantos grupos e incluso individualidades se encuentran vendidos al kufr y por unas pocas monedas trabajan contra el Islam intentant socabar su Aquida destruyendo el hadiz o su moral interpretando alegre y pastorilmente el Libro de Allâh (sin seriedad, rigor ni sinceridad alguna); pues donde hay alegría, poco cuidado, pareceres ególatras e interesados, risas y diversión no pueden entrar la sinceridad (sidq) ni el pudor.

¿Cómo se ejerce la responsabilidad?

De la mejor y más dulce de las maneras con los creyentes, por muchas faltas que cometieren, y duramente con los hipócritas y los kufar, tal y como nos ordena el Libro Sagrado.

El wali, el ‘arif y el ‘alim, ambos a la vez detentan una responsabilidad con la Religión de Allâh y con el pueblo. Son responsables de guardar la integridad del Libro sagrado, de las palabras del Profeta – sobre él la plegaria y la paz -, la doctrina y la Ley. Si uno de ellos se dejara corromper, ya sea por un poder corrupto, ya sea por el mal en si mismo, está haciendo un daño enorme a la Religión, a los musulmanes y a sí mismo, a la vez de rebelarse contra Allâh a Quien encontrará airado contra él. Dicha persona puede esperarse a que recaiga sobre él el Nombre divino de Shadid al Iqab (El Duro en el Castigo); el goce del producto de su venta al poder o al mal será efímero y en la otra vida será de los que pierdan. Hadiz:

La élite de mi comunidad son sus sabios, y los mejores de los sabios los buenos y compasivos. Ciertamente, Allâh perdona al sabio cuarenta de sus pecados antes de perdonar uno al ignorante. El buen sabio compasivo vendrá al día de la Resurrección de tal manera que su luz alumbrará la distancia que separa el oriente del occidente, tal como una estrella brillante.
(De Ibn Umar, recopilado por Al-Kuday)

Los sabios son la personas respetuosas con el depósito confiado de los Enviados de Allâh, siempre y cuando se mantengan a distancia de los sultanes y que no se dejen ganar por este mundo. Si lo hacen, entonces trahicionan a los Enviados. Desconfiad pues de ellos.
(De Anas, recopilado por Al-Ukaily)

Los gobernantes detentan asimismo una gran responsabilidad, la cual deben ejercer con la mayor dulzura, exceptuado el caso en el cual, a pesar de los pesares, deba imponer la firmeza a fin de mantener el orden. Pero detenta además una responsabilidad añadida a la principal, a saber: además de deber intervenir para el bienestar y la seguridad de los gobernados, deberá implicarse, tanto él como los poderes públicos, en la guarda de la moralidad y la religión.

Podíamos extendernos más aún sobre como ejercer la responsabilidad en sociedad y en familia, pero nos limitaremos a decir que los mismos principios expresados son extensibles tanto a una como a la otra, siempre salvando las distancias entre los diferentes ámbitos.



1 comentario:

  1. Salam aleikum hermano.Hace tiempo que no le visitaba,y si Dios quiere (inch´Allah) ire en estos dias viendo los articulos hasta llegar a la ultima visita que hice a principios del verano .Como es habitual cada vez que le visito salgo enriquecido y reconfortado,asi que por mi parte mi profundo agradecimiento y mis sinceros deseos de que Allah le de una buena retribucion por su labor.Youssef Ali

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