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jueves, 12 de septiembre de 2013

La destrucción programada de los hadices - Un destructor incipiente llamado Hussain Labrass

Bismi-l-Lâhi-r-Raḥmâni-r-Raḥîm

Allâhumma salli ‘alâ sayydinâ Muḥammadin ‘abdika wa rasulika nabiyyi-l-‘umiyyi wa ‘alâ ‘alihi wa saḥbihi wa sallimu taslima:

Otra vez el señor Hussayn Labrass ataca a la autenticidad de los hadices sahih. emulando a Albani y a Muhammad Ibn Abdu-l-Wahhab, este señor labra su porvenir como adulterador del hadiz de una forma totalmente consciente y deliberada.
He aquí su postulado

صحيح مسلم من حديث أبي هريرة (ج 1 / ص 163) ((يأتيهم الله تبارك وتعالى في صورة غير صورته التي يعرفون))

Hadiz narrado por Abu Huraira recogido en Sahih Muslim volúmen 1 página 163: "Vendrá Allah a ellos bendecido y ensalzado sea en una imagen diferente a su imagen con la que Le conocían

Pregunta ¿Cuándo realmente vieron a Dios por primera vez y con qué vista pudieron abarcarlo? - ¿no es esta la petición de los hijos de Israel que aparece en el Corán?- como para saber cual es la imagen de Dios

Según el sabio de las ciencias del Hadiz y el historiador Hassan Farhan Al-maliki esta era una creencia hebrea y se ha colado en los hadices de los musulmanes como tantas otras.

Hasta aquí las palabras del señor Labrass

No nos vamos a concentrar en el hadiz el cual discute en esta ocasión, sino en el hecho de atacar la autenticidad del Sahih Muslim mismo, aduciendo que en él se encuentran hadices que contradicen el Qur’an.
Podríamos pensar que su desconocimiento e incomprensión del Libro de Allâh es tan enorme que no llega a percatarse del significado de las ayats; pero dicha suposición queda descartada desde el momento en el cual él mismo asegura, ratifica y argumenta esa pretendida contradicción. Es de bien nacidos el que si alguien no llega a comprender un ayat o un hadiz, debe preguntar a otro más sabio, ya que según dice Allâh en Su Libro luminoso, de la ciencia no nos ha sido dado sino poco. Evidentemente en gran parte de las ocasiones no somos capaces de llegar a comprender claramente un tal o cual punto del Qur’an, el cual comporta siete niveles de compresnsión, o del hadiz, pues es cierto que existen innumerables hadices cuyo significado no puede ser comprendido por cualquiera, sino por personas quienes además de estar versados en la ciencia del hadiz, han pulido el espejo de su corazón para así ver aquello lo cual se oculta detrás de las apariencias. No obstante, este señor no pregunta, asegura, y se atreve a arremeter contra un gigante (el Sahih Muslim) en su locura destructora. Evidentemente saldrá vencido en esta Dunya y por supuesto en el Ajira si sigue en sus postulados ya que el Santo Profeta – sobre él la plegaria y la paz – dijo:

“Quien altere mis palabras o hechos que se espere al fuego” (precisamente el primer hadiz del Sahih Muslim)

Por otra parte, intenta convencer al auditorio diciendo que existen muchos sabios de la antigüedad quienes han cuestionado el valor de los hadices. Esto simplemente es una mentira malintencionada. Primeramente, argumentar contra la veracidad del Sahih Muslim es argumentar contra la veracidad y honestidad del Imam Muslim, quien estuvo depurando hadices, aceptando aquellos cuya seguridad era aplastante y rechazando otros, algunos de éstos verídicos, solamente por el simple hecho de que su ‘isnad no estaba completo. Luego, se trata de sospechar de la honestidad y veracidad de todos los sabios quienes a través de las épocas han aceptado el Muslim como Sahih (auténtico), sabios estos quienes demostraban un temor de Allâh mucho mayor que el del señor Labrass (si algo parecido existiera en él), cumpliendo así la veracidad del hadiz que dice:

Mi Umma no puede acordarse de manera unánime en el error.

El objeto del intento de incendio en este caso es un hadiz en el cual se dice que en el Ajira Allâh se mostrará a un grupo con una imagen que ellos no conocían (precisamente porque ellos conocían a Allâh con otra imagen). Textualmente:

“Vendrá Allâh a ellos – bendito y elevado sea – en una imagen diferente de aquella en la cual Le conocían”
El señor Labrass, como prueba de su rigor, no nos relaciona el hadiz entero, sino la parte que a él precisamente le interesa; curioso rigor este; otra prueba más de su falta de honestidad.

Por otro lado, lo enfrenta un ayat coránica, la cual no relaciona (otra prueba de ausencia total de rigor), en la cual Allâh dice de Si Mismo que las miradas no pueden abarcarLe.

Y como resultado este señor ve una contradiccion entre el hadiz y el Qur’an.
De hecho, cuando el Libro de Allâh manifiesta que las miradas no pueden abarcarLe se refiere a las miradas procedentes de los ojos físicos, ya que como dice un hadiz qudsi de sobra conocido
:
“Ni los cielos ni la tierra pueden contenerMe, pero el corazón del mu’min si puede contenerMe”.

Es pues con los ojos del Ruh (espíritu) que ese grupo verá a Allâh.

Antes le habrán visto con otra imagen:

a/ En el Azal, que es el lugar donde los espíritus se encontraban antes de venir al mundo.

B /En la tierra, pues aquel quien dispone de un corazón limpio puede ver a Allâh. Dice el chayj al Alawi:

Ida-tlazam wird bi-duwam tura-l-burhana-l-yali (Si haces el wird continuamente verás la belleza de Allâh)

Y sidi Uddah Ibn Tunas dice:

“Quien no ha visto a Allâh en este mundo no Le verá en el Ajira".

Ciertamente los siervos de Allâh pueden verLe, ya sea en el ma’nam (visión en el estado de sueño), ya sea en el estado de vigilia, siempre de la forma en la cual Allâh se les quiera revelar, pues abarcarLe completamente no le es posible a otro que a Si Mismo.

Otro hadiz qudsi dice:

Yo era un tesoro oculto y quise ser conocido; para ello creé los cielos y la tierra

He aquí pues una prueba de que Allâh puede ser conocido (y por ende visto) en este mundo.

Otro hadiz dice:
Quien se conoce a sí mismo conoce a su Señor

Otra prueba de que Allâh puede ser conocido en este mundo (y por lo tanto visto con la mirada del espíritu)

c/ En el Yawma-l-Qiyyama, donde Allâh se mostrará a Sus servidores

No necesitamos extendernos más; los argumentos de este señor son pueriles y arteros y no merecen más atención. En realidad no he escrito estas líneas para abrir un debate en contra suyo, pues la verdad que expresamos aquí se encuentra a un nivel meridianamente superior a sus mentiras; luego no hay debate alguno. Por otro lado no hay lugar a debate cuando alguien arteramente intenta esconder la verdad, sirviéndose de mitades de hadices y de alusiones a ayats que no cita.

Simplemente queremos asegurarnos de que algún inocente no caerá en las garras del chaytan con la ayuda de este señor, y para elo nos bastaría como recompensa si solamante pudiera ayudar a uno solo de vosotros a visualizar el peligro que se encuentra detrás de sus actitudes e incoherentes diatribas. Se trata de un coranista confeso quien tiene en nada las palabras y hechos de nuestro Santo Profeta.

Salam

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