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martes, 26 de julio de 2011

Cuidado con la librodependencia

Bismi-l-Lahi-r-Rahmani-r-Rahim:

Allahumma salli 'ala sayyidina Muhammadin 'abdika wa rasulika nabiyyi-l-'umiyyi wa 'ala 'alihi wa sahbihi wa sallim taslima

De alguna manera la civilización occidental ha inculcado sutilmente la "librodependencia". Muchos son los musulmanes, así como los simpatizantes del sufismo, quienes recurren a los libros para digamos soluccionar los problemas de comprensión, así como a fin de completar las lagunas de entendemiento dejadas por otros libros. Y así nos hemos dejado atrapar por una civilización a la cual criticamos. Curioso cuando menos.

De esta guisa se crea una librodependencia cual círculo vicioso, la cual nos hace vivir en un mundo artificial creado por el "agradable" y fácil retorno a un amigo el cual no nos incomoda ni nos puede hablar en el interior de nuestro corazón.

Es de una absoluta evidencia que no nos estamos refiriendo aquí al Qur'an, ni a los hadices, así como en absoluto nos referimos a las publicaciones de orden científico o a guías de fiqh.

Nos referimos fundamentalmente a los libros que los filósofos o sufis de otros tiempos han escrito. No se conoce o no se desea conocer, que aquellos libros fueron escritos debido a una circunstancia especial y que en ningún caso sus autores buscaron el establecer una guía universal de conceptos absolutos.

Algunas veces un chayj ha escrito unas cartas a un discípulo determinado, conteniendo consejos los cuales no podían ser extensibles a cualquier otro, debido a las circunstancias personales inherentes a individuos distintos.

Es cierto que, cuando una persona se siente atraido por el sufismo, existen libros antiguos de orden general como, por ejemplo la "Risalatu-l'Ahadiyya" (Epístola de la Unidad) de Ibn Arabi, los cuales nos pueden ayudar a desarrollar conceptos de orden lógico-racional, pero atención, nada más!

Si estamos traduciendo el Qawla-l-ma'ruf... del chayj al-Alawy es porque este libro refleja una realidad la cual hoy en día se ha vuelto más patente con la eclosión del haramismo internacional.

Pero, si alguien pretende el ser guiado por los libros a un fin tan noble como el maqam, este alguien actúa como aquél quien poseyendo el esqueleto de un caballo, intenta recomponer mentalmente a partir de él como era el animal, montarse en dicho esqueleto e ir desde Europa a la China sobre él. Imposible!

Algunos se escudan detrás de los libros para mostrar una "preeminencia" suya sobre los demás, pobres ignorantes, quienes quedan embobados por la "sabiduría" de estos nuevos sofistas, cuyo único arte se reduce a ensamblar unas palabras con otras para impresionar, cual si de magos ilusionistas se tratara.

Otros combinan dichos libros con la veneración a salihin ya fallecidos, sin seguir a un maestro vivo, pues éste podría ponernos en un lugar mucho menos favorable que aquel cuyo ego nos inspira, es decir "el más alto". Sin embargo, su actitud entra frontalmente en contradicción con las palabras de un sufi quien dijo que:

Aquel quien no tiene chayj tiene como chayj al Chaytan

y esta otra

Aquel quien muere sin conocer al hombre de su tiempo, muere de una muerte detestada por el Enviado (sala-l-Lahu 'alayhi wa sallam)

Es pues, como ya lo hemos dicho, siguiendo a un chayj vivo que uno puede avanzar en la vía del maqam. El muerto - que Allah esté satisfecho de él - ha terminado su trabajo y nada puede hacer por nosotros. Recemos por él para que Allah le dé más, es lo único lo cual podemos hacer en referencia a él. Sabeis porqué hacen eso?: el muerto no puede hablar y podemos decir de él lo que nos plazca, mientras con el vivo no se puede jugar.

Todo ello para deciros que ciertos libros pueden ser utilizados con reservas como referencia, pero nunca como guía. Y en esta corta frase se reduce todo aquello explicado más arriba.

Y Allah sabe más...

Salam

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