Bismi-l-Lâhi-r-Raḥmâni-r-Raḥîm
Allahumma ṣallî ‘alâ sayyidinâ Muḥammadin ‘abdika
wa rasulika nabiyyi-l-‘umiyyi wa ‘alâ ‘alihi wa saḥbihi wa sallimu taslima.
¿Qué es la responsabilidad? ¿quién la ejerce? y
¿cómo se ejerce?
Vamos a exponer estos tres puntos lo más brevemente
posible:
¿Qué es la responsabilidad?
Es nuestra capacidad de conservar la 'amana que
Allâh ha puesto en nuestras manos. Dicha responsabilidad no consiste en otra
cosa que nuestro deber y capacidad de ejercer la Misericordia de Allâh sobre
aquello de lo cual somos responsables en función de la naturaleza de nuestro
Profeta – sobre él la plegaria y la paz – , la cual queda expresada claramente
en este ayat:
“Y no te enviamos
[¡Oh, Muhammad!] sino como misericordia para los mundos.” (Corán 21:107)
Dicha ‘amana fue aceptada por el ser humano; así
pues, de dicha aceptación se deriva el concepto de responsabilidad
Propusimos
el depósito a los cielos, a la tierra y a las montañas, pero se negaron a
hacerse cargo de él, tuvieron miedo. El hombre, en cambio, se hizo cargo. Es ciertamente,
muy impío, muy ignorante. Corán (33, 72)
Dicho depósito en su grado más alto consiste en ser
un verdadero jalifa (representante) de Allâh en la tierra:
Y cuando tu Señor
dijo a los ángeles: “Voy a poner un sucesor (jalifa) en la tierra” Dijeron:
¿Vas a poner en ella a quien corrompa en ella y derrame sangre? Nosotros
celebramos Tu alabanza y proclamamos Tu santidad” Dijo: “Yo sé lo que vosotros
no sabéis”. Enseñó a Adán la ciencia de los nombres de todos los seres (la
ciencia secreta de la creación y los nombres de toda ésta) y presentó estos a
los ángeles, diciendo: “Informadme de los nombres de estos, si es verdad lo que
decís”. Dijeron: “¡Gloria a Ti! No sabemos más que lo que Tú nos has enseñado.
Tú eres, ciertamente, el Omnisciente, el Sabio”. Dijo: “¡Adán! ¡Infórmales de
sus nombres (y secretos)!” Cuando Adán les informó de los nombres, dijo: “¿No
os he dicho que conozco lo oculto de los cielos y de la tierra y que sé lo que
mostráis y lo que ocultáis?”
(Al Baqarah, 2:30 a 33)
El grado más alto de esa representación de Allâh sobre la tierra es el
de la santidad (wilayya) y el conocimiento (ma’rifa); luego viene el de los
sabios en las cuestiones externas de la religión y de la doctrina (Aqida); más
tarde los gobernantes y aquellos quienes detentan cargos de autoridad; ello en
cuanto a la sociedad se refiere, ya sea en el dominio espiritual o mundanal.
En cuanto a la representación particular y familiar: el hombre es el
representante de Allâh en la familia en cuanto a la ganancia des sustento se
refiere, y comparte con la esposa la representación en mantener el buen orden
de su vida en común, siendo además ambos responsables de la educiación de los
hijos y de mantener los lazos afectivos conyugales, familiares y de buena
vecindad.
¿Quién
ejerce la responsabilidad sobre quién?
Los esposos con los hijos, el vecino con el vecino, el responsable con
las personas a quienes dirige, el soberano con el pueblo, el capitán con el
barco, el sabio con los ignorantes, el maestro con los discípulos, el sabio en
materia religiosa con el Din.
El santo (wali) y el conociente (‘arif) con el pueblo y el país y con
la religión detenta la mayor y más grave responsabilidad, ya que él es quien se
comunica directamente con el Creador y en virtud de ello se convierte en
responsable de que el pueblo no caiga en la decadencia de las costumbres morales,
así como de advertir a los gobernantes sobre el peligro de las malas decisiones
tomadas y las repercusiones negativas que estas pudieran traer, tanto para si
mismos como para el pueblo. Debe además amonestar dulcemente a los dóciles y
enérgicamente a los rebeldes o malintencionados, sobre todo si éstos
visiblemente se dedican a socabar los principios doctrinales y morales. En
definitiva debe ser la Mano de Allâh en la tierra, actuando de la mejor de las
maneras posibles.
¡Profeta! ¡Combate contra los infieles! y los hipócritas ¡Muéstrate
duro con ellos! Corán 66-9
¡Tened en cuenta una cosa de este ayat para evitar
melentendidos, y no confundir el ‘adab con los musulmanes con la denuncia
lanzada contra los hipócritas! Y es el hecho de que en este ayat Allâh pone en
el mismo lugar a los infieles y a los hipócritas en cuanto al trato que deben
recibir.
En esta época vemos a diario cuantos grupos e
incluso individualidades se encuentran vendidos al kufr y por unas pocas
monedas trabajan contra el Islam intentant socabar su Aquida destruyendo el
hadiz o su moral interpretando alegre y pastorilmente el Libro de Allâh (sin
seriedad, rigor ni sinceridad alguna); pues donde hay alegría, poco cuidado, pareceres ególatras e interesados, risas y diversión no pueden entrar la sinceridad (sidq) ni el pudor.
¿Cómo se
ejerce la responsabilidad?
De la mejor y más dulce de las maneras con los creyentes, por muchas
faltas que cometieren, y duramente con los hipócritas y los kufar, tal y como
nos ordena el Libro Sagrado.
El wali, el ‘arif y el ‘alim, ambos a la vez detentan una
responsabilidad con la Religión de Allâh y con el pueblo. Son responsables de
guardar la integridad del Libro sagrado, de las palabras del Profeta – sobre él
la plegaria y la paz -, la doctrina y la Ley. Si uno de ellos se dejara
corromper, ya sea por un poder corrupto, ya sea por el mal en si mismo, está
haciendo un daño enorme a la Religión, a los musulmanes y a sí mismo, a la vez
de rebelarse contra Allâh a Quien encontrará airado contra él. Dicha persona puede
esperarse a que recaiga sobre él el Nombre divino de Shadid al Iqab (El Duro en
el Castigo); el goce del producto de su venta al poder o al mal será efímero y
en la otra vida será de los que pierdan. Hadiz:
La élite de mi comunidad son sus sabios, y los mejores de los sabios
los buenos y compasivos. Ciertamente, Allâh perdona al sabio cuarenta de sus
pecados antes de perdonar uno al ignorante. El buen sabio compasivo vendrá al
día de la Resurrección de tal manera que su luz alumbrará la distancia que
separa el oriente del occidente, tal como una estrella brillante.
(De Ibn Umar, recopilado por Al-Kuday)
Los sabios son la
personas respetuosas con el depósito confiado de los Enviados de Allâh, siempre
y cuando se mantengan a distancia de los sultanes y que no se dejen ganar por
este mundo. Si lo hacen, entonces trahicionan a los Enviados. Desconfiad pues
de ellos.
(De Anas, recopilado
por Al-Ukaily)
Los gobernantes detentan asimismo una gran responsabilidad, la cual deben
ejercer con la mayor dulzura, exceptuado el caso en el cual, a pesar de los
pesares, deba imponer la firmeza a fin de mantener el orden. Pero detenta
además una responsabilidad añadida a la principal, a saber: además de deber intervenir
para el bienestar y la seguridad de los gobernados, deberá implicarse, tanto él
como los poderes públicos, en la guarda de la moralidad y la religión.
Podíamos extendernos más aún sobre como ejercer la responsabilidad en
sociedad y en familia, pero nos limitaremos a decir que los mismos principios
expresados son extensibles tanto a una como a la otra, siempre salvando las
distancias entre los diferentes ámbitos.