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jueves, 3 de mayo de 2012

Palabra certera para aquel quien critica al sufismo

A-s-salamu 'alaykum:

He aquí un estracto de la obra del chayj al-Alawi con la traducción ya revisada:


…Pero prosigamos y veamos este bello regalo que tu les haces (a los sufís): « Abu Nu’aym relata el siguiente dicho del Profeta - sobre él la plegaria y la paz - : “Los innovadores son los peores de los humanos y de los seres vivientes”[1]. Encontramos igualmente el hadiz siguiente: Los innovadores son los perros del fuego”. Como si temieras que los lectores no comprendieran el sujeto del cual se trata, puesto que no todos gozan de la misma capacidad de comprensión, lo afirmas cuanto más rotundamente puedes, ayudándote para ello de una citación del profesor Abu Bakr Turtushi : « El sufismo no es más que vana quimera, ignorancia y extravío » (y añades de tu parte): « El Islam no es otra cosa que el Libro de Allah y la Sunna de Su Profeta – sobre él la plegaria y la paz –».


¿Qué es aquello lo cual te ha conducido pues a ensañarte con los miembros de las cofradías y a afilar tus armas para herir en lo más vivo de su honor? ¡Por Allah, destruir la Ka’aba [2] hubiera sido mejor para ti que decir estas palabras! ¡Por Allah, si para ti el sufismo no es más que vana quimera, ignorancia y extravío, debes saber que tanto los sabios religiosos así como los sabios entre los musulmanes tienen de él un concepto bien diferente! Para ellos este término designa el aprendizaje gracias al cual se conduce al alma a realizar la servidumbre y a someterse a la autoridad de la Señoría divina; significa igualmente el liberarse de los restos reprensibles del carácter y adquirir nobles cualidades. Abu-l-Qasim al Yunayd – que Allah esté satisfecho de él -  ha dicho: « El sufismo, es que Allah te haga morir a ti mismo y vivir en El »-. ¡He aquí lo que ellos entienden por sufismo!


Pretendes que el sufismo no es más que vana quimera. Te responderé que el sufí se pide cuentas a sí mismo a cada respiración, poniendo así en práctica el consejo del Profeta – sobre él la plegaria y la paz - : “Pediros cuentas a vosotros mismos antes que os sean pedidas”[3]. ¿Te parece esto vano?


Declaras que el sufismo no es más que ignorancia. Te responderé que los sufís tienen siempre por costumbre adquirir ciencias las cuales son inaccesibles, aún mismo a la crema de los más grandes hombres, y, a fortiori, a gentes como tú. Sus libros están ahí como testimonio de ello. ¿Ignoras que algunos personajes de alta estatura, tales como el Imam Gazali y el Chayj Sanusi (el autor de los Aqa’id), consideran la práctica del sufismo como un deber que incumbe a cada individuo? Este último afirma que es necesario buscar sus representantes, aún sin obtener el permiso de los padres. Yunayd – que Allah esté satisfecho de él – ha dicho: « Si existiera bajo la bóveda celeste una ciencia más noble que aquella de la cual hablamos con nuestros compañeros, partiríamos inmediatamente a su encuentro ». El Chayj Saqallî escribe en su Nûr al-Qulub: « Quienquiera reconoce la verdad de esta ciencia forma parte de la élite; quienquiera la comprende forma parte de la élite de la élite; quienquiera la explica y la comunica es una estrella inaccesible y un océano indispensable. » Pero dime – ¡Allah sea testigo! –: ¿has comprendido algo de su ciencia sutil y de sus perlas misteriosas? ¡No, antes bien estás velado por una cortina de hierro, y es por ello que el sufismo te parece pura ignorancia!

En cuanto a tu afirmación según la cual él no sería sino extravío, “cierto que tu Señor sabe mejor quien se extravía de Su camino y quien tiene la guía”[4]. Personalmente, no desapruebo el hecho de que existan, entre las gentes de la comunidad y en todo tiempo, gentes quienes se oponen a ciertos sufís. Ello puede ser a causa de una debilidad (religiosa) de estas gentes, pero también, eventualmente, de una carencia en aquellos a quienes critican. En cuanto a oponerse por principio a la escuela del sufismo, es esto lo que establece una postura jamás adoptada por las gentes de la Sunna. Los únicos a haberlo hecho son algunos movimientos sin real importancia con respecto a la mayoría de la comunidad, y es a causa de ello por lo cual sus teorías no han tenido éxito alguno. ¿Qué has ido tú pues a ir a pescar en esas corrientes desaparecidas? ¿Por qué asistirlas y tratar de dar vida a opiniones ya olvidadas a fin de llevar a nuestros compatriotas a hacerse una mala opinión del Recuerdo y de sus gentes? Tengo la neta impresión que las reuniones que tú animas deben ser a imagen de tu prosa. Si ello es así, ¡que Allah preserve tus auditores de frecuentarte por otra cosa que no sea  la adquisición de ciencias útiles! Les aconsejo vivamente rechazar todo lo demás.


Afirmas que « el Islam no es otra cosa que el Libro de Allah y la Sunna de Su Profeta – sobre él la plegaria y la paz » - , pero ¿qué te hace pensar que los sufís dicen lo contrario? ¡No existe nada de ello en absoluto! Ellos dicen simplemente que existen en el Libro de Allah ciencias a las cuales no tienen acceso la generalidad de los creyentes. El sultán de los enamorados (Umar ibn al-Farîd) ha dicho:


Más allá de las palabras transmitidas,

Se encuentra una ciencia sutil,

Que escapa a la empresa

De las más sanas inteligencias.


Evidentemente, los descubrimientos de aquel quien se encuentra petrificado por el estudio exterior del Libro se encuentran inevitablemente limitados a aquello lo cual sus flacas adquisiciones y débil constitución le permiten alcanzar. El niega el resto, ignorando que su ciencia del Libro de Allah es comparable a una corteza de la cual no conoce el núcleo; más allá, existe “lo que ningún ojo ha visto, ni oído escuchado y lo que nunca ha imaginado el espíritu humano”. ¿Acaso un hombre así se imagina comprender el Libro de Allah tan profundamente como los Compañeros del Profeta – sobre él la plegaria y la paz -? ¡En absoluto! Es necesario que haga su propia introspección: si lo que habita su corazón es demasiado profundo para que el alma pueda explicarlo, entonces él dispone de una prueba evidente procedente de su Señor[5]; en la hipótesis inversa, la ciencia de la cual carece es más importante que aquella la cual posee. El Profeta – sobre él la plegaria y la paz – ha dicho: “La ciencia es como un secreto preservado; sólo los sabios por Allah la conocen; y cuando ellos la manifiestan, aquellos quienes se equivocan al respecto de Allah, les reprueban”[6]. El ha afirmado igualmente: “La ciencia del interior (ilmu-l-batin) es uno de los secretos de Allah y depende de Su decisión: El escoge libremente los corazones a quienes la confía”[7]. Y aún: “Existen dos ciencias; una de ellas reside en el corazón, y es esta la ciencia útil; la otra se limita a los discursos; este es el argumento que Allah opondrá al hombre”[8].


Las ciencias escondidas no son las ciencias conocidas habitualmente. Abu Hurayra – que Allah esté satisfecho de él - ha dicho: “He conservado dos depósitos de ciencia provenientes del Enviado de Allah – sobre él la plegaria y la paz -. Uno de ellos os lo he transmitido; en cuanto al otro, si lo hiciera, me cortaríais el cuello”[9].


Sha’rani relata en sus Yawâqît wa-l-yawâhir que el hijo de al-Abbas – que Allah esté satisfecho de él – ha dicho: “Si os hiciera parte de lo que se, concerniente a Su Palabra – exaltado sea- : “La Orden desciende entre ellos”[10], me lapidaríais o me trataríais de embustero”.




[1] Sharr al jalq wa-l-jalîqa
[2] Hadiz: “Quienquiera destruya el edificio de su Señor está maldito” Este “edificio” debe ser entendido ante todo como constituyendo el corazón del mu ‘min (verdadero creyente) en virtud de otro hadiz el cual dice: “El corazón del mu’ min es mejor que la Ka’aba”. Ello porque en la Ka’aba se manifiesta la Presencia de Allah (Sakina) y en el corazón del verdadero creyente, sobre todo en el de wali (íntimo de Allah), junto con la Sakina, se instalan las luces de los secretos de las revelaciones divinas.
[3] Kanz al-Ummal – 44203
[4] Qur’an (53-29).
[5] Qur’an (11-17)
[6] Suyuti y Daylami (Kanz al-Ummal – 28942)
[7] Suyuti y Daylami (Kanz al-Ummal – 29458). La ciencia del interior es aquella la cual releva de los conocimientos ocultos a la mayor parte de la humanidad. El mundo manifestado o ‘Alam Kadafa no es sino una faceta del mundo oculto o Alam Latafa, el cual le engloba y le da su razón de ser. En este ‘Alam Latafa es donde se manifiestan las realidades las cuales no pueden ser captadas por los sentidos. Es principalmente en las visiones en estado de sueño o en las contemplaciones de aquellos cuyo ego (nafs) ha muerto para extinguirse en su Señor, donde se pueden percibir sus realidades.
[8] Darimi, Abu Nu’aym, Ibn Abi Shayba y al-Hakim (Kanz 28945 y 28946).
[9] Transmitido por Abu Umar Ibn Abdu-l-Barr
[10] Qur’an (11-12)

1 comentario:

  1. Asalamu alaikum

    JAzakAllah for sharing, if you have 30sec come and have a look at Golden Words..

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