Va tranquilo con tu nafs. Si le intentas quitar un defecto cada día; el primer día lo conseguirás, así como el segundo y el tercero. Pero el cuarto se volverá contra tí, reclamando sus "derechos" legales (halal). Te ganará la batalla con sus argumentos y al final llegará a recuperar el terreno perdido.
Sé pues inteligente: quítale hoy una pertenencia, devuélvesela al día siguiente, vuélvela a tomar, dásela, así hasta que pierda la fuerza de la costumbre de poseerla. Actua así con cada una de sus pertenencias, la debilitarás poco a poco.
Ahora bien, volverá a reclamarte lo perdido, y si un día puede recuperar algo, aunque fuere de una forma efímera, pide perdón a Allah, y no te consideres vencido, pues el orgullo es peor pecado que el transigir una vez al nafs. Continua así, poco a poco, hasta que la debilites tanto que si tienes un maestro avezado en dar muerte al nafs, te ayudará a enviar la tuya al patíbulo, si Allah lo quiere así. Déjala morir y que Allah tenga misericordia de ella.
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