En cuanto a la enseñanza de la invocación a un
discípulo en privado, he aquí un hadiz relatado por Yalalu-d-Din a-s-Suyuti –
que Allah esté satisfecho de él -, cuya transmisión ha sido asegurada por
algunas cadenas satisfactorias.
“Ali ibn Abu Talib – que Allah esté satisfecho
de él y ennoblezca su rostro – relata : - Pedí al enviado de Allah – sobre él
la plegaria y la paz – que me indicara el camino más corto para llegar a Allah
– exaltado sea - el más fácil para los servidores y el más excelente a los ojos
de Allah – exaltado sea –“.
- Ali: invoca continuamente a Allah, en voz alta o
en voz baja, le fue respondido
- Todo el mundo invoca. Lo que yo deseo, es que me
indiques una invocación especial, insistió Ali – que Allah esté satisfecho de
él.
El Enviado – sobre él la plegaria y la paz –
replicó:
- Ali, la mejor cosa que hemos dicho los Profetas
quienes me han precedido y yo mismo, es: “La ilaha illa-l-Lah” . Si los siete
cielos y las siete tierras se encontraran sobre un platillo de la balanza y “La
ilaha illa-l-Lah” sobre el otro, es de este lado que ella se inclinaría. Ali, –
añadió el Profeta –la Hora no vendrá en tanto que haya alguien sobe la tierra
quien diga: “¡Allah, Allah!”
Ali preguntó aún:
- ¿Cómo debo invocar, Enviado de Allah?
- Cierra los ojos, le respondió el Enviado – sobre
él la plegaria y la paz -, y escúchame decir: “La ilaha illa-l-Lah” tres veces;
después di tu mismo “La ilaha illa-l-Lah” mientras yo escucho….
Sahih Muslim - Libro de la Fe (kitab al Iman)
EXPLICACION
DEL HADIZ
Sayyidina Ali - que Allâh ennoblezca su rostro -
pide al Profeta - sobre él la plegaria y la paz - una invocación diferente a la
del resto.
Sin embargo, como bien podemos constatar,
aparentemente, solo recibe la misma fórmula de invocación que la del resto de
los musulmanes. ¿Es esto exactamente así? Veremos que no y explicaremos por
qué.
El primer “La ‘ilâha illâ-l-Lâh” es la fórmula de invocación
común a todos los musulmanes; ella comporta la creencia en la Unidad divina y
la Inmanencia de Allâh – exaltado – sobre todas las cosas.
En cuanto al “Lâ ‘ilâha ‘illâ-l-Lâh” que el mismo
Profeta – ‘alayhi wa-s-salatu wa-s-salam – dice en presencia de Alî, no es otra
cosa que la realidad contenida por la invocación.
Y esta realidad es un mundo de conocimientos tal que
aunque el océano fuera tinta y los árboles cálamos y hubiera otros tantos
océanos, se agotarían antes de poder describir su significado; pues “Lâ ‘ilâha ‘illâ-l-Lâh" es toda la ciencia. Absolutamente el total de las ciencias islámicas no tratan
de otra cosa que de la Unidad de Allâh, sea desde el ángulo que sea. Los cielos
y la tierra no contienen otra cosa que “Lâ ‘ilâha ‘illâ-l-Lâh”, pues si ambos
se pusieran en un platillo de la balanza y en el otro se pusiera “Lâ ‘ilâha ‘illâ-l-Lâh”,
dicha balanza se inclinaría del lado de este último.
Una realidad que trasciende los siete cielos y nos
lleva ante la Presencia divina Unica y sin asociados; una realidad trascendente
la cual nos transporta de las tinieblas de la ignorancia a la Luz del
conocimiento.
Di “Lâ ‘ilâha ‘illâ-l-Lâh” y no hables más; di “Lâ ‘ilâha
‘illâ-l-Lâh” y auyenta las preocupaciones por este bajo mundo; di “Lâ ‘ilâha ‘illâ-l-Lâh”
y acomódate en la Santa presencia en toda seguridad invadido por el temor reverencial;
di “Lâ ‘ilâha ‘illâ-l-Lâh” y déjalos en sus vanos devaneos; di “Lâ ‘ilâha ‘illâ-l-Lâh”
y habrás dicho todo cuanto un ser humano puede decir excepto esa palabra plena
de luz: “Muhammad Rasulu-l-Lâh, a la que un día dedicaremos unas palabras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario