A-s-salamu 'alaykum:
Viaje a Argelia en 1984:
Partimos cuatro hermanos fuqara' 'alawi a visitar al
entonces nuestro chayj (sidi Abderrahman Bedran de Tlemcem) - fallecido el día
del Mawlid del año siguiente (25 Noviembre 1985).
Después de quedarnos 2 o tres días en Tlemcem,
durmiendo en la zawiyya, conviviendo en el mismo espacio con nuestros hermanos
los dyins que la guardaban, quienes hacían la ablución y el salat 10 o 15
minutos antes que nosotros, nuestro chayj nos propuso ir a la tumba del chayj
al-Alawi y su sucesor sidi Uddah Ibn Tunas.
Llegamos, pero previamente habíamos sido advertidos
de la presencia de sidi Muhammad (un maydub de 90 años).
Sidi Muhammad era contrario y no seguía ni al
"chayj" Mehdi (hijo de sidi Uddah) ni a su hijo Jalid.
El chayj de sidi el Mehdi, llamado Abdessalam Talidi,
cumplió a satisfacción la petición de sidi Uddah de educar a su hijo. Sin
embargo, la mayoría de los fuqara, a la muerte de sidi Uddah escogieron por
votación a El-Mehdi, sin importarles que sidi Abdessalam fuera el verdadero
chayj, no siendo la votación un medio ni válido ni eficaz para elegir a un
chayj.
Abdussalam Talidi, según algunas fuentes nunca
desmentidas y ajenas a nosotros, amenazado de……. por algunos "fuqara",
debido a la potencial amenaza que ellos pensaban representaba para la
supremacía de su nuevo chayj, huyó a Marruecos y se estableció en Tetuán.
Nueve fueron sus discípulos:
Sidi Yridi y sus dos hijos.
La señora Jadiya (hija de un ministro francés)
convertida al Islam en tiempos de sidi Uddah (durante la dominación francesa) y
ofrecida en matrimonio a sidi Ibn ‘Isa (un albañil de Mostaganem).
Sidi Abderrahman Bedran (moqaddem de Tlemcem y
discípulo en origen de sidi Uddah).
Sidi Muhammad Arywuan, quien terminó sus años siendo
Imam de una mezquita de Qenitra. Un noble wali y gran amigo de sidi Abderrahman
Bedran.
Sidi Muhammad al maydub: quien teniendo la ma’rifa
de un maydub, quedó siendo discípulo suyo, aún viviendo en Mostaganem y
entrando y saliendo en la zawiyya como quería.
Sidi Salah Badr: Mi actual chayj y amigo de sidi
Abderrahman Bedran y sidi Muhammad Arywuan. Sigue en vida y es que él a quien
su chayj sidi Abdussalam Ta’lidi designó como sucesor.
Pero hoy vamos a hablar con este episodio ocurrido
en Mostaganem. Entramos a la zawiyya y saludamos al hermano menor del fallecido
el Mehdi (hijo de sidi Uddah). Nos preguntó sobre nuestro viaje, y, con un poco
de acidez, preguntó la causa de la ausencia de sidi Abderrahman, quien no había
querido venir. Le dimos una disculpa sabiendo que él sabía el porqué de la
ausencia.
Quiero hacer
notar, que a pesar de la frialdad del encuentro, una hermandad ‘alawi se
imponía a la antipatía la cual sentían hacia nosotros por no seguir a su chayj.
Aún a pesar de que éste (Jalid Ibn Tunas) nos había dicho por activa y pasiva
que él no era un chayj, que le habían obligado a ello. Y aún lo sigue diciendo.
Bien, después de estos dos incisos, continúo con el
relato. Después de haber gustado la famosamente frugal comida servida en la
zawiyya, nos dirigimos a visitar las tumbas del chayj al-Alawi y de su sucesor,
sidi Uddah Ibn Tunas.
Sus tumbas se
encontraban colocadas la una junto a la otra, quedando las construcciones de
madera colocadas sobre ellas, de manera perpendicular la una respecto a la de
la otra. Pronto nos encontramos solos: una hilera de pequeñas ventanas protegidas
por rejas para que no escalaran los gatos, daba luz a la sala; esta era
perpendicular, en forma de pasillo desembocando en una especie de hall cuadrado
en el cual se encontraban las tumbas. Una sola puerta servía, tanto para entrar
como para abandonar el lugar.
Rezamos la surat al Waqi’a y algunos versículos más
del Qur’an, y posteriormente hicimos du’a.
He de decir que durante ese tiempo podíamos ver el
pasillo de acceso nítidamente. Terminamos la du’a y nos pusimos a contemplar el
lugar. De repente, sin que la puerta se abriera, sidi Muhammad se encontraba
allí. Nos quedamos estupefactos.
Nada de
saludo formal. Nos besó a todos en el corazón. Salimos de la sala y nos
reunimos con él y el hijo de sidi Uddah, quien puso una cara de contrariedad,
cuando sidi Muhammad dijo:
“He venido aquí porque mi corazón os ha sentido
llegar; además porque no sois como estos, señalando al hijo de sidi Uddah y a
quienes se encontraban con él”.
A cada uno le
decía cosas sorprendentes. Todo el mundo rió cuando señalándome me dijo: “Tu
eres el mejor de tu familia”. Claro decíamos todos, pues yo era el único musulmán de ella”.
En una ocasión
sidi Abdussalam Ta’lidi (el chayj de mi chayj) sintió la necesidad de ir a
Makka. No fue con ningún faqir y pronto se comenzó a sentir solo. En esto, sidi
Muhammad se le presentó en Egipto, a su manera, sin saber cómo había llegado,
diciendo: “Ya chayj diali (mi chayj) he sentido que estabas solo y he venido a
hacerte compañía”.
No conocí a
sidi Abdussalam, el murió al mes y medio de mi shahada en 1979; pero sus libros
y efectos personales se los dio a mi chayj y este me los ha confiado.
¿Cuáles son sus efectos?: Los de un viajero: Unos
cuantos libros, su tasbih y alguna prenda. Eso es lo que dejó sidi Abdussalam:
vino sin nada a la Dunya y solo ciencia dejó.
Que Allâh
esté satisfecho de sidi Muhammad al maydud y de sidi Abdussalam Ta’lidi.
Salam
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