Bismi-l-Lâhi-r-Râhmani-r-Rahîm
Allahumma salli ‘ala sayydina Muḥammadin ‘abdika wa rasulika
nabiyyi-l-‘umiyyi wa ‘ala ‘alihi wa sahbihi wa sallim taslima.
No pretendemos hacer una presentación sobre quien es Ibn Arabi, uno de
los más grandes sufís de todos los tiempos, pues seguramente encontraréis por
todas partes una cumplida biografía suya, impregnada con los acontecimientos determinantes
de su vida.
Si diremos su nombre completo: Muhyiddîn Abu Bakr Muhammad Ibn Alî Ibn ’Arabî
al-Hâtimî. Nació en 1165 en Murcia y falleció en 1240 en Damasco, donde se
encuentra su tumba. Es llamado “Chayj al Akbar” (El más grande maestro) y
escribió 846 obras entre las cuales se encuentra “Al Futuḥat al Makkiyya”. En
esta extensa obra destina uno de sus capítulos a la descripción de la persona y
la venida del Imam Mahdi Al Muntadar (El Bien Guiado y Esperado) a quien Allâh
enviará en los últimos tiempos a fin de reponer en el mundo la justicia y la
equidad.
Se trata de una sección de la
citada obra, la cual tiene una extensión de unas cien páginas una vez
traducida. No nos hemos decidido a traducirla entera, pero si vamos a hacer un
pequeño resumen, describiendo punto por punto, todas aquellas conclusiones a
las cuales Ibn Arabi pudo llegar sobre este sujeto tan de actualidad en los
tiempos en los que nos ha tocado vivir.
EL MAHDI Y SUS CONSEJEROS
DESCRIPCION GENERAL
Comienza Ibn Arabi dando una descripción
de su llegada, tomando como base varios hadices sahih, diciendo:
“Sabe, que Allâh nos asista, que un
jalifa de Allâh aparecerá en un tiempo en el cual la tierra estará colmada de
tiranía y de injusticia; él la colmará a su vez de equidad y de justicia. Si al
mundo no le debiera faltar sino un solo día de existencia, Allâh se la
prolongará hasta que aparezca el jalifa descendiente de la familia del Enviado
de Allâh por Fatima. Su nombre es igual que el del Enviado de Allâh, y su
ancestro será Hassan Ibn Ali Ibn Abi Talib; le será hecho un pacto de alianza
entre la esquina de la piedra negra y la estación de Ibrahim; se parecerá
físicamente al Profeta, pero no podrá igualarle en perfección moral, pues Allâh
ha dicho a su respecto: “En verdad tu
has sido dotado de una naturaleza sublime” (Qur’an 58-4). Tendrá la frente
ancha y la nariz aguileña (en otras versiones, prominente). Las gentes quienes
obtendrán mayor beneficio de su presencia serán las gentes de Kufa. Repartirá
las riquezas con completa equidad y juzgará los asuntos litigiosos con
justicia. Cuando un hombre le diga: “Mahdi, hazme un don”, recibirá tanto
dinero como pueda recoger con su manto.
Aparecerá en una época el la cual
la religión se encontrará eclipsada. Allâh le otorgará el poder de suprimir el
mal más de lo que ha dado al Qur’an el poder de suprimirle. Se acostará una
noche sin ciencia, sin generosidad ni valor y se levantará a la mañana
siguiente siendo el hombre más sabio, más generoso y el más valiente: será
preparado para su misión en una sola noche. La victoria será su compañera y
asumirá su función durante cinco, siete o nueve años. Marchará tras de los
pasos del Enviado de Allâh – sobre él la plegaria y la paz – y no dará un paso
en falso. Un ángel, que el Mahdi no podrá ver, está encargado de su protección.
Se ocupará de todos los hombres,
reforzará al débil en la verdad y dará hospitalidad al huésped. Asistirá a las
gentes alcanzados por catástrofes naturales. Sus actos serán conformes con sus
palabras, y sus palabras serán conformes a su ciencia: el sabrá a que deberá
enfrentarse. Conquistará la “Ciudad bizantina” pronunciando el takbir
acompañado de 70.000 musulmanes todos descendientes de Ishak (Isaac). Asistirá
a la “Gran Melé” (al-malhama al-‘usma) la cual será seguida por el “Gran Festín”
ofrecido por Allâh, el cual tendrá lugar en las praderas de Acre. Extirpará la
injusticia y los injustos. Restablecerá la religión (en su pureza) insuflando
el Espíritu en el Islam, el cual será así elevado después de haber sido
envilecido, y revivificado después de un periodo de muerte. Suprimirá el
tributo impuesto a los no-musulmánes y llamará a los hombres a Allâh por medio
de la espada. Quien rehúse seguirle será ejecutado: quienquiera que se oponga a
él será derrotado. Manifestará la religión tal y como realmente es, de la misma
manera que lo hacía el Enviado de Allâh cuando estaba en vida, ejercerá
asimismo la Autoridad junto con la Religión.
Pondrá fin a todas las escuelas
jurídicas de la tierra: solo quedará la religión pura. Sus enemigos serán los
sabios quienes siguen ciegamente las gentes del esfuerzo en jurisprudencia;
cuando ellos vean que la autoridad será ejercida en contradicción con ciertas
posiciones de sus imames. Ellos se pondrán entonces bajo su autoridad a
regañadientes, por temor de su espada y de su poder, y así mismo por el deseo
de obtener favores. El común de los musulmanes se alegrará mucho más de su
venida que aquellos quienes desempeñaban una función oficial. Los conocedores
de Allâh entre los hombres, habiendo realizado como han realizado las verdades
metafísicas por vía de la contemplación y el desvelamiento iniciático le harán
alianza bajo instrucción divina.
Hombres quienes han alcanzado el
grado del conocimiento divino estarán a su lado para auxiliarle a cumplir su
obra y llevarle hasta la victoria; estos son los Consejeros, quienes tomarán en
cargo su “reinado” y le ayudarán a cumplir con la misión con la cual ha sido
investido por Allâh. Es a él que vendrá Isa, hijo de María, quien descenderá
sobre el minarete blanco al este de Damasco vestido de dos piezas de lana de
color azafranado, apoyándose sobre dos ángeles, uno a su derecha y otro a su
izquierda; de su cabeza caerán gotas semejantes a perlas. Avanzará agachado
como marchando debajo de una bóveda mientras que las gentes se encuentren
rezando la plegaria del Asr: el Imam (Mahdi) le cederá la plaza y dirigirá la
plegaria en conformidad con la Sunna de Muḥammad – sobre él la plegaria y la
paz - . Romperá la cruz y matará al puerco.
Allâh enviará con él al Mahdi quien
será perfectamente puro y El hará morir al Sufyani junto a un árbol en el oasis
de Damasco. Su ejército será tragado por la tierra en Bayda (tribu árabe que
forma parte de Quda’a), entre Madina y
Makka. De esta armada solamente un hombre de la tribu de Ŷuhayna quedará en
vida. Este ejército, antes de esto, se habrá apoderado de la ciudad del Enviado
de Allâh (Madina) durante tres días, después de camino hacia Makka es en Bayda
que será tragado por la tierra. Aquellos que fueron enrolados a la fuerza en
esta armada tendrán una suerte el Día de la Resurrección conformemente a su
intención.
EL MAHDI Y SUS CONSEJEROS
Los hombres que combatirán al lado
del Mahdi y son matados serán los más grandes mártires; y los hombres de
confianza del Mahdi, los mejores de todos. Tendrá un grupo de hombres a su
servicio a quienes Allâh ha ocultado en el secreto de Su Misterio. El les ha
hecho conocer la vía del desvelamiento iniciático y de la contemplación de las
verdades espirituales y la misión que el Mahdi deberá cumplir con respecto a
Sus siervos. Es consultándoles a ellos que el Mahdi cumplirá su misión, ya que
ellos son los conocedores, aquellos quienes conocen a Aquel que es. En cuanto a
él, no será sino el detentor de una espada de verdad y de una política
inspirada; el conoce de Allâh lo requerido por su rango y su grado pues será un
jalifa divinamente dirigido. Conocerá el lenguaje de los animales y su justicia
se extenderá a los hombres y a los genios. Entre los secretos de la ciencia que
poseerán los Consejeros que Allâh le habrá escogido, existe este versículo: “Es
un deber para Nos el otorgar la victoria a los Creyentes” (Qur’an 30-47). Los
Consejeros son del mismo tipo espiritual que los Compañeros, ellos honrarán el
compromiso que han adquirido ante Allâh.
Ellos serán todos no-árabes, pero
no hablarán sino en lengua árabe. Ellos tendrán un guardián perteneciente a un
grupo diferente del suyo, quien no ha desobedecido nunca a Allâh: será este el
más elevado de los Consejeros y el más excelente hombre de la confianza del
Mahdi. Allâh les ha dado, a través del versículo citado precedentemente, el
cual ha llegado a ser su invocación continua durante el día y su compañero
inseparable en la noche, la excelencia de la ciencia de la sinceridad,
haciéndoles conocer los estados y el gusto que son particulares a esta última.
Ellos han realizado que la sinceridad es la espada de Allâh sobre la tierra:
nadie la practica o se reviste de ella sin que Allâh le otorgue la victoria,
pues ella es uno de Sus atributos y El Sincero (A-s-Sadiq) uno de Sus Nombres.
Ellos verán con ojos sanos y avanzarán con paso firme sobre la vía de la guía. No
considerarán que Allâh distinga entre un creyente u otro pues El se ha impuesto
el conceder la victoria a los creyentes sin especificación alguna.
Es así como serán los Consejeros
del Mahdi y es esta enseñanza que comunicarán a sus partidarios. Ellos
conquistarán la “Ciudad Bizantina” a través del takbir (sin lucha alguna).
Cuando ellos pronuncien el primer takbir, el premier tercio de los muros de la
ciudad caerá destruido; cuando pronuncien el segundo, es el segundo tercio de
los muros que caerá, y cuando pronuncien el tercero caerán el resto de los
muros de la ciudad. Ellos la conquistarán pues sin utilizar la espada. He aquí
la esencia misma de la sinceridad de la cual acabamos de hablar.
Los Consejeros del Mahdi son un
grupo inferior a diez miembros. Cuando el Mahdi se verá enseñar dicha
sinceridad, la pondrá en práctica y él será el más sincero de los hombres de la
época: sus Consejeros son pues los Guías y él será el Bien Guiado (Mahdi). Esta
enseñanza ligada al conocimiento de Allâh le será mostrada por sus Consejeros.
En cuanto al Sello de la santidad Muhammadiana,
el es el más sabio de las criaturas al respecto de Allâh. No habrá habido ni
habrá después de él nadie más sabio al sujeto de Allâh. El Qur’an y él son
hermanos, al igual que el Mahdi y la espada lo serán.
He aquí un breve resumen de las
características fundamentales del Imam Mahdi, sus Consejeros y el tiempo y
circunstancias de su aparición. Después de esto Ibn Arabi pasa a los detalles,
y es de estos detalles de los cuales haremos un resumen obviando explicaciones
doctrinales y explicaciones pertinentes a hacer comprender al lector con todo
lujo de detalles la veracidad de las afirmaciones contenidas en su obra:
El Enviado de Allâh – sobre él la
plegaria y la paz – no ha precisado con exactitud la duración del califato del
Imam Mahdi; lo ha dejado indeterminado, aunque será un número de años de cinco,
siete o nueve. Estas cantidades están en correlación directa con el número de sus
Consejeros. Cada uno de ellos alargará de un año la duración del califato del
Mahdi; si ellos son cinco el califato durará cinco años, si son siete, siete
años y si ellos son nueve, entonces el califato del Mahdi durará nueve años.
Cada año del califato tendrá sus
peculiaridades y precisará de una ciencia poseída por tal o cual Consejero;
estos, salvo uno de ellos serán todos matados en la llanura de Acre sobre la
tabla divina (al Ma’ida-l-‘ilahiyya) que Allâh hará levantar para los buitres y
los leones.
La aparición del Imam Mahdi es uno
de los signos de la Hora. La conquista de la ciudad bizantina que es la gran
Constantinopla, la Gran Melé que se seguirá del “Festín” en la llanura de Acre
y la aparición del Daŷŷal se producirán todos ellos en un periodo de siete
meses. Entre la conquista de Constantinopla y la aparición del Dayyal
transcurrirán dieciocho días.
El Daŷŷal vendrá de Jorasán; estará
seguido por turcos, y los judíos se le unirán a partir de Isfahán (solamente
ellos serán de un número de 70.000). Es un hombre de edad madura, tuerto del
ojo derecho, el cual se asemejará a un grano de uva seca. Entre sus ojos tendrá
escrito la palabra (kafara o kafir).
Pero volvamos a la ciencia de los
Consejeros del Mahdi.
Aquí Ibn Arabi realiza una pausa y
nos explica como aparte todos los detalles que contienen los hadices sobre la
aparición del Mahdi, aquello lo cual no se encuentra en los hadices le ha sido
mostrado directamente por Allâh, sin que él se lo hubiera pedido, y sin que él
haya pedido a Allâh mostrarle más detalles por vergüenza de Allâh y por
humildad. Es pues una enseñanza de Allâh directamente a uno de Sus siervos
virtuosos para que dicho siervo se lo transmita al resto de la Comunidad.
LAS CIENCIAS DEL MAHDI TRANSMITIDAS
A EL POR SUS CONSEJEROS
He aquí seguidamente las ciencias
de las cuales el Imam Mahdi tendrá necesidad durante su misión, las cuales le
serán transmitidas por sus Consejeros:
A – Una visión espiritual penetrante
B – El conocimiento del Discurso
divino en la proyección.
C – La ciencia de la traducción de
lo que procede de Allâh
D – La determinación del rango de
aquellos quienes ejercen un poder
E – La misericordia en la cólera
F – Las necesidades materiales y
espirituales para el ejercicio del poder.
G – La ciencia de la
interpenetración de las cosas.
H – El esfuerzo incesante y la
investigación a fin de proveer a las gentes en sus necesidades.
I – La posesión de la ciencia del Misterio,
de la cual el Mahdi tendrá necesidad durante el tiempo de su misión.
Ibn Arabi pasa entonces a explicar
detalladamente punto por punto estas nueve ciencias. Después de hacerlo, extendiéndose
considerablemente en ello, Ibn Arabi pasa a describirnos la categoría del
conocimiento iniciático del Mahdi:
CIENCIA DEL INTERIOR DEL MAHDI
El Mahdi caminará tras los pasos
del Enviado de Allâh – sobre él la plegaria y la paz – y no dará un paso en
falso durante su misión. Como el profeta, él también será una misericordia.
Ningún jalifa de Allâh, ni guía de
la religión reunirá las nueve ciencias a la vez hasta el día de la
Resurrección, sino es el Mahdi. El Enviado de Allâh – sobre él la plegaria y la
paz – ha confirmado la infalibilidad del Mahdi en las resoluciones jurídicas
que adoptará.
El grado espiritual del Mahdi comporta
las siguientes ciencias:
A – La ciencia del descenso divino
(al ‘inzal al ‘ilahi)
B – La ciencia del significado que
convierte la escritura en un discurso.
C – La ciencia del discernimiento
entre el discurso directo y el tortuoso y los criterios que permiten conocer
ambos.
D – La ciencia de lo que han
aportado los enviados de Allâh, en los dominios exterior e interior.
E – La ciencia que permite saber si
aquel quien habla sin ciencia posee una ciencia en realidad o no.
F – La ciencia del conocimiento
entre la sinceridad y la mentira y de a qué son destinados el sincero y el
mentiroso.
G – Una ciencia que suprime la
opresión en el alma del hombre espiritual a causa de lo que él percibe como
obstáculos interiores ligados a las limitaciones humanas.
H – La ciencia que consiste en
saber que lo que Allâh ha hecho visible sobre los cuerpos físicos es su adorno.
I – La ciencia de lo que Allâh ha
puesto en el mundo como fuente de maravillamiento.
J – La ciencia de la manera de
hacer aspirar las almas a las realidades transcendentes, del medio para conocer
dichas realidades y de lo que ellas son en ellas mismas.
K – La ciencia de lo que contiene
lo más grande y lo más pequeño.
L – La ciencia del estatus del Real
(Allâh) en lo creado, cuando El se manifiesta y cuando se oculta.
M – La ciencia de la perplejidad,
de la cual no se sale después de haber entrado.
N – La ciencia concerniente a la
percepción de aquel quien ve una cosa tal y como ella no es en realidad.
O – La ciencia del agrandamiento y
empequeñecimiento de los istmos.
P – La ciencia de la influencia
propia de la justeza y la desviación y sobre aquello a lo cual se aplica.
Q – La ciencia del efecto de los
estados espirituales en el mundo de la creación.
R – La ciencia de aquello lo cual
debe magnificarse en el Hombre Universal y de lo que es aún más sublime que
esto.
S – La ciencia consistente en saber
si aquel quien ha recibido la entera gestión de los bienes materiales, puede
hacer uso de ellos como si fuera su legítimo propietario y en qué se encuentra
limitado por la Ley sagrada (Chari’a).
T – La ciencia de la sabiduría por
la cual los santos piden que su estación espiritual quede oculta, al contrario
que en los profetas.
U – La ciencia de la pedagogía
según la cual el maestro transmitirá su sabiduría elevada a su discípulo, sin
que este último se aperciba que tal era la intención del maestro.
V – Una ciencia particular entre
las del desvelamiento iniciático. Aquel quien la posee sabe que ningún
individuo ni grupo, numeroso o no, escapan a la presencia de uno de los hombres
del Mundo oculto, ya hablen en voz alta o en su fuero interno.
X – La ciencia de lo que es loable
y reprensible en materia de polémica.
Y – La ciencia concerniente a la
Palabra divina que dice: “Yo soy creyente si Allâh lo quiere”, siendo como es,
que en el momento en el cual la pronuncia el sabe que es creyente.
Z – La ciencia de re memorizar lo
que sabías y habías olvidado.
Aa – La ciencia del alargamiento
del tiempo y su reducción, así como de sus causas.
Ab – La ciencia de la preferencia
de la compañía de las gentes de Allâh a las gentes olvidadizas aunque fueren
creyentes.
Ac – La ciencia de la manera
conveniente de comportarse hacia la Majestad divina, ya guste a las gentes, ya
les encolerice.
Ad – La ciencia de las aguas y de
su gestión.
Ae – La ciencia del signo
distintivo de aquel a quien Allâh ha colocado entre los bienaventurados y el de
aquellos a quienes El ha colocado entre los desdichados en este mundo.
Af – La ciencia de lo que es este
bajo mundo en él mismo.
Ag – La ciencia de lo que subsiste
y de lo que se extingue.
Ah – La ciencia de la forma de
apercibir lo ilimitado.
Ai – La ciencia de las
disposiciones jurídicas que deben aplicarse a los ŷin.
Aj – La ciencia de la distinción
entre la acción y el acto efectuado.
Ak – La ciencia de aquel quien está
dispuesto a recibir una ayuda en la acción.
Al – La ciencia de las diferentes
corrientes religiosas.
Am – La ciencia de lo que
corresponde a cada ser.
An – La ciencia que permite conocer
a aquel quien no aprovechará de la ciencia.
Ao – La ciencia de la ciencia especial.
Ella permite conocer como las almas pueden aceptarlas y aún como la pueden
aceptar más que a cualquier otra ciencia.
Ap – La ciencia que permite
alejarse de aquella ciencia de la cual es necesario alejarse.
Aq – La ciencia de la naturaleza de
los velos que impiden la percepción espiritual.
Ar – La ciencia de la longanimidad
y de lo que la distingue de la absolución.
As – La ciencia según la cual las
cosas no pueden escapar a su determinación junto a Allâh.
At – La ciencia de lo que ha hecho olvidar
a ciertos grandes conocedores en sus actos que Allâh es el único agente.
Au – La ciencia que permite
devolver lo que es necesario devolver y a quien conviene.
Av – La ciencia de lo que el
individuo concibe como loable cuando él es el autor y de lo que el rechaza
cuando procede de otros.
Ax – La ciencia del estado de aquel
quien se encuentra entre dos mundos.
Ay – La ciencia de lo que el Real
(Allâh) hace existir como siendo el efecto de una causa.
Az – La ciencia del rango de aquel
quien provee a las necesidades de los siervos de Allâh y de lo que le espera
junto a Allâh.
Ba – La ciencia de la razón por la cual
un individuo toma una imposibilidad como una prueba.
Bb – La ciencia de la diferencia
entre las criaturas quienes no serán juzgadas el Día de la resurrección y las
otras.
Bc – La ciencia de la Elite.
HADICES SOBRE LA LLEGADA DEL IMAM MAHDI
Según Abu Sa’id al Judri Rasulu-l-Lâh - sobre él la plegaria y la paz – dijo:
El Mahdi es uno de mis descendientes, tiene la
frente ancha y la nariz aguileña. Colmará la tierra de equidad y de justicia
después de que la tiranía y la injusticia hayan reinado sobre ella. Gobernará
durante siete años
Recopilado por Abu Dawud
Según Abu Hurayra Rasulu-l-Lâh - sobre él la plegaria y la paz – dijo:
Aunque le faltara solamente un día de existencia a
este mundo, Allâh lo prolongaría hasta que llegue un hombre de mi descendencia,
cuyo nombre es como el mío.
Recopilado por Tirmidi
Según Abu Sa’id al Judri Rasulu-l-Lâh - sobre él la plegaria y la paz – dijo:
De mi comunidad aparecerá el Mahdi; gobernará
durante cinco, siete o nueve años. Cuando un hombre venga a él para buscar un
don, él le dará tanto como su manto pueda contener.
Recopilado por Tirmidi
Según Ali Ibn Abi Talib Rasulu-l-Lâh – sobre él la
plegaria y la paz – dijo:
El Mahdi forma parte de mi familia; Allâh le
preparará en una sola noche.
Recopilado por Ahmad Ibn Hanbal
Según Abu Hurayra Rasulu-l-Lâh - sobre él la plegaria y la paz – dijo:
No llegará la Hora hasta que los romanos hayan
estacionado sus tropas en AL-Amaq o A-d-Dabiq. Un ejército formado por los
mejores hombres de la tierra saldrá ese día de Madina para ir a su encuentro.
Cuando las tropas estén en orden de batalla, los romanos dirán: - “Entregadnos
a aquellos de nosotros que han contraído vuestra fe” -. Los musulmanes
responderán: - “Por Allâh, no dejaremos que ataquéis a nuestros hermanos” - .
Entonces ellos combatirán contra los romanos: un tercio de los musulmanes huirá
y Allâh no les otorgará nunca Su perdón; otro tercio de entre ellos perderán
sus vidas y serán para Allâh los más grandes de entre los mártires, y el último
tercio conseguirá la victoria sin haber tenido necesidad de entrar en batalla.
Ellos conquistarán Constantinopla y mientras que se encuentren repartiéndose el
botín, el Diablo les lanzará esta llamada: - El Mesías ha tomado vuestro lugar
junto a vuestras familias -. Ahora bien, no será sino el falso mesías el que
aparecerá cuando ellos lleguen a Damasco. Mientras que ellos se estén
preparando para el combate, se llamará a la plegaria y es entonces que Jesús
Hijo de María descenderá y dirigirá la plegaria. Cuando el enemigo de Allâh se
aperciba de su presencia, comenzará a fundirse como la sal en el agua; si Allâh
le hubiera dejado, él se habría fundido hasta desaparecer. Pero Allâh le dará
muerte por la mano de Jesús, quien mostrará a las gentes su sangre en su lanza.
(Sahih Muslim)
Según Abu Sa’id al Judri Rasulu-l-Lâh - sobre él la plegaria y la paz – dijo:
El Daŷŷal se aproximará a Madina, pero le será
prohibido entrar en los arrabales de la ciudad, se instalará pues en una zona
pantanosa en los alrededores de la ciudad. Un hombre quien será en ese día el
mejor de entre sus habitantes se presentará delante de él y dirá: - ¡Doy
testimonio de que tu eres el Daŷŷal sobre quien el Enviado de Allâh nos ha informado!-
Entonces el Daŷŷal dirá dirigiéndose a sus partidarios: - ¿Si yo matara a este
hombre y luego le resucitara dudaríais vosotros de mí? - - ¡No!- respondieron
ellos. Entonces él le matará, después le resucitará. Pero la víctima exclamará:
- ¡Por Allâh! Nadie en este día conoce mejor que yo lo que hay que pensar de ti
- . Entonces el Daŷŷal tratará de matarle de nuevo, pero no tendrá poder para
apoderarse de él.
(Bujari y Muslim)
Sabi’i transmitió que Ali, mirando a su hijo Hassan,
declaró: “Mi hijo, hele aquí, es un señor, como lo ha dicho el Profeta – sobre él
la plegaria y la paz - : De sus riñones saldrá un hombre que llevará el nombre
del Profeta; se le parecerá físicamente, sin poder igualarle en perfección
moral. El colmará la tierra de justicia”.
Según Umm Salama (esposa del Enviado de Allâh) el Profeta – sobre él
la plegaria y la paz – dijo:
Grandes diferencias estallarán a la muerte de un jalifa y un hombre
huirá de Madina para refugiarse en Makka. Unas gentes vendrán a su encuentro y
le tomarán, contra su voluntad, hasta llevarle entre el ángulo de la piedra
negra y la estación de Ibrahim y hacer un pacto de alianza con él. Una tropa
será enviada de Siria contra él, pero el desierto se la tragará entre Madina y
Makka. Cuando las gentes hayan visto esto, los Abdal de Siria vendrán a
prestarle alianza y otros grupos de Iraq harán un pacto de alianza con él.
Después aparecerá un qurayšita cuyos tíos maternos pertenecerán a la tribu de
Kalb, que enviará una tropa contra ese hombre, la cual será derrotada por sus
partidarios; he aquí lo que llegará de parte de la tribu de Kalb. Las gentes
practicarán nuevamente la Sunna del Profeta. De sus camellos, este hombre extenderá el Islam por la tierra; se
quedará siete años entre los musulmanes, después morirá y las gentes harán la
plegaria mortuoria por él.
(Recopilado por el Imam Ibn Hanbal)
Según Ibn Mas’ud y otros Compañeros, el Enviado de Allâh – sobre él la
plegaria y la paz – dijo:
El Mahdi aparecerá al final de los tiempos en el Magreb Extremo y
llevará consigo la victoria sobre una distancia de cuarenta millas. Sobre sus
estandartes blancos y amarillos estarán inscritos signos, entre los cuales se
encontrará el Nombre supremo de Allâh. Ninguno de sus estandartes será puesto
en derrota: viniendo del litoral, su punto de partida hacia Oriente se hará a
partir de una montaña llamada Masna en el Magreb. Los estandartes del Mahdi
serán confiados a un grupo con el cual Allâh se habrá comprometido mediante un
pacto a acordarles la victoria: Estos son los partidarios de Allâh. ¿Acaso los
partidarios de Allâh no son ellos los vencedores?
Recopilado por Al Qurtubi en su Tadkira
Transmitió Nafi’ Ibn ‘Utayba:
Nos encontrábamos en campaña militar con el Enviado de Allâh – sobre él la plegaria y la paz – cuando gentes venidas del Magreb, vestidos con prendas de lana, salieron a su encuentro y se le acercaron al lado de una loma. Permanecieron de pie, mientras que el Enviado de Allâh estaba sentado. Entonces me dije a mí mismo: “Voy a colocarme entre ellos a fin de que no intenten atentar contra su vida” Después, me dije: “Seguramente desea hablar con ellos en secreto”. Aún así, me coloqué entre ellos y el Profeta, y he retenido cuatro cosas que el Profeta dijo durante este encuentro, las cuales me encuentro en disposición de enumerar: “Combatiréis la Península arábiga y Allâh os dará la victoria, después Persia y Allâh os dará la victoria, después a Roma y Allâh os dará la victoria, en fin combatiréis al Daŷŷal y Allâh os dará la victoria.
Recopilado por Muslim
Transmitió Sa’ad Ibn Abi Waqqâṣ que Rasulu-l-Lâh – ṣala-l-Lâhu ‘alayhi wa sallam - dijo:
Las gentes del Poniente no cejarán de asumir la
defensa de la verdad hasta la Hora última
Recopilado por Muslim
Transmitió ‘Imran Ibn Ḥaṣîn que Rasulu-l-Lâh – ṣala-l-Lâhu ‘alayhi wa sallam - dijo:
Un grupo de mi Comunidad no cesará de luchar para
hacer que la verdad triunfe y de resistir a aquellos que la son hostiles hasta
que el último de entre ellos combata a el Daŷŷal.
(Citado como auténtico por Abu Dawud y Ḥakîm)
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