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martes, 22 de mayo de 2012

Comunicado al presidente de la CCIV

Bismi-l-Lahi-r-Rahmani-r-Rahim





Queridos hermanos:/as

Esta es la propuesta del comunicado el cual queremos enviar al presidente del Centro Islámico de Valencia, poniendo en copia a todas las organizaciones islámicas que conocemos.
Lo dejaré unos días antes de enviarlo, a fin de que algún/a hermano/a nos envié sugerencias relativas a cambios, adiciones o aspectos a eliminar.

Asi mismo, pronto lo pondré en Facebook a fin de invitaros a suscribiros conmigo en el envío de este comunicado. Hermanos/as: no podemos consentir que nuestros hijos y nietos, así como los recién conversos, crean que actitudes como la que denunciamos aquí, tenga relación alguna con la religión del Islam.

Gracias a todos/as de antemano.

Bismi-l-Lahi-r-Rahmani-r-Rahim

Y la plegaria y la paz sean sobre aquél quien es la corona de los Profetas y su sello, nuestro señor Muhammad, cuyo ejemplo es y será guía para la humanidad.

De los siervos de Allah…………………………………………………………….., quienes tenemos muchos defectos que reprocharnos y pedimos a Allah que nos mire con ojos de misericordia, así como a todos nuestros hermanos musulmanes. Dirigida al señor Abdul Aziz Hammaoui, director del CCIV, por quien pedimos que Allah le haga prosperar y le purifique de todo demonio rebelde.

COMUNICADO

A-s-salamu ‘alaykum:
Sidi:
Ha llegado a nuestro conocimiento el hecho siguiente:
Según tu mismo has manifestado, te has dirigido a los jesuitas de Valencia a fin de proponerles que los jóvenes musulmanes menores de treinta años acompañen a los peregrinos cristianos quienes se dirigen a Compostela, siguiendo para ello la ruta del camino de Santiago hasta el final del trayecto. Como todos sabemos,  la ruta de Santiago es surcada por los cristianos con fines diferentes, aunque bien claramente, de naturaleza similar: ya sea por una promesa efectuada como consecuencia de un éxito en la vida, sea por simple devoción cristiana. Ambos motivos tienen un denominador común, a saber: la visita de la pretendida tumba del apóstol de Isa – sobre él la paz -, llamado Yago (Sant Yago). Una vez llegados, y es esta la finalidad del peregrinaje, los peregrinos entran en la iglesia, besan y tocan la estatua de madera representando al apóstol; piden al apóstol, no a Allah, que les conceda todo aquello lo cual desean sus almas, y ¿por qué no?, sus cuerpos. Si se consideran lo suficientemente puros, comen aquello dado en llamar “hostia consagrada”, lo cual consideran como el mismo cuerpo de sayyidina Isa, quien para ellos es Dios; siendo asimismo asociada a Dios para ellos dicha ostia consagrada la cual entra en sus bocas, pasa por sus estómagos y termina, Dios sabe dónde.
Todos estos ritos son concebidos por nuestra religión como asociacionismo (shirk) . En realidad, los mismos habitantes de Makka, antes de la venida del Islam, realizaban actos semejantes, rezando a dioses representados por estatuas. El Profeta – sobre él la plegaria y la paz – cuando conquistó Makka, entró a la Ka’aba derribando todas las imágenes, entre los cuales se encontraba un fresco representando a sayyidina Isa – sobre él la paz – y a su madre la virgen Maryam – que Allah esté satisfecho de ella -. El Profeta ordenó borrar dicho fresco, mientras destruyendo los 360 ídolos que poblaban la Casa de Allah, decía:
La verdad ha llegado y el error ha desaparecido; en verdad el error está destinado a desaparecer.
Es evidente el amor del Profeta por Jesús – sobre él la paz – y su madre – que Allah esté satisfecho de ella -. Inclusive, para nosotros musulmanes, este amor forma parte de la fe. Todos sabemos  que el Profeta – sobre él la plegaria y la paz -, realizó este acto para purificar la religión de cualquier estatua, pintura o cualquier otro tipo de representación la cual pudiera distraernos o desviarnos de la adoración de Allah Uno. Pero esto, sabemos que lo conoces bien. No obstante, conscientes del hecho de que este escrito va a traspasar los muros de vuestro centro, hemos considerado pertinente realizar dicha aclaración.
Cuando los musulmanes nos disponemos a comenzar un acto, la primera consideración es averiguar su carácter legal. Si dicho acto se encuentra prohibido por la Ley islámica, nuestra obligación es desistir de él y no ejecutarlo, atrayéndonos con esto la recompensa la cual conlleva el renunciar al mal.
Ahora bien, aquello lo cual te has dispuesto a ejecutar, no solamente se encuentra prohibido por el Qur’an, sino que la Sunna del Profeta se presenta tan explícita como tajante al respecto. Aún más, como te vamos a demostrar, su naturaleza rebasa el carácter legal de prohibido, atacando el mismo corazón del Islam, a la base misma de la fe, tal y como vamos a demostrarte a ti y a todos aquellos quienes tengan la oportunidad de leer este comunicado.
Hemos de considerar que aquel quien ayuda a cometer un acto prohibido de naturaleza grave, como es en este caso el asociacionismo (shirk), se convierte en cómplice de él: ya sea ayudando, ya sea contemplándolo con agrado. A primera vista, la naturaleza de tu acto se encuentra a nivel medio entre estas dos consideraciones. Pero visto más de cerca, el hecho de haber sido tú quien ha tomado la iniciativa y ha propuesto que los musulmanes acompañen a los cristianos, se acerca más a lo primero, es decir: se trata de ser un cómplice pasivo, pero asintiendo a un acto de shirk.

Si aún no has realizado la gravedad del asunto, nosotros estamos aquí para ayudarte y dejártelo claro. Pues "a-d-Dinu Nasiha" (la religión es el buen consejo) y nosotros, en esta ocasión, nos encontramos en disposición de ofrecértelo, esperando que lo quieras escuchar, si Allah así lo quiere. Esperamos por tu bien y por el de la Umma que escuches nuestro consejo, ofrecido sin otro interés que el buscar el bien de los musulmanes y el tuyo propio.


Peor aún, es que además de realizarlo tú, animas a otros musulmanes a hacerlo; estableciendo una extraña costumbre, nunca existente antes de ti entre los creyentes: la de animar a los musulmanes a ayudar a los cristianos a realizar un acto de shirk.

Los versículos del Qur’an que prohíben a los musulmanes el tener amistad profunda, complicidad o intimidad con los cristianos son tan claros que el querer interpretarlos de otra manera, denotaría una falta absoluta de objetividad, imparcialidad e incluso buena voluntad. Ello sería el querer interpretar e invertir el sentido de las ayats evidentes del Libro, osadía ésta la cual nadie se había atrevido emprender hasta la fecha. Dicha amistad consiste en compartir gustosamente, intimar y hacer acto de camaradería.
Por supuesto, y esto forma parte de la cortesía inherente a todos los actos de la vida, no entran en dicho concepto las relaciones laborales y de buena vecindad. Seguramente, estamos obligados, y lo aceptamos con placer sumo, a ayudar a nuestros vecinos y compañeros de otras religiones, e incluso ateos: en el trabajo, en nuestras casas, en asociaciones (como sindicatos u otras de otro género). Ahora bien, tenemos prohibido compartir en materia de religión y de intimidad personal.
Este acto, el cual te propones y jactas de realizar, dejando aparte el asunto del asociacionismo del cual nos ocuparemos más adelante, revela una clara amistad-complicidad; nos explicamos: primeramente, eres tú quien va a ofrecerse; más tarde se trata de recorrer en camaradería una distancia de unos cientos de kilómetros durante varios días, comiendo juntos, durmiendo juntos y compartiendo, como tú mismo confiesas, experiencias espirituales; es decir, tomando a los cristianos como confidentes de lo sagrado de nuestro Din. ¿Pero, qué experiencias espirituales tienes tú que compartir con aquellos quienes dicen que hay una trinidad y qué Jesús – sobre él la paz – es el “hijo de dios” y para colmo no reconocen a Muhammad?¿No es esto complicidad, alianza o estrecha amistad? Vamos a ver pues que es lo que dice nuestro Libro al respecto:
Vosotros que creéis, no toméis por amigos a los judíos y a los cristianos; unos son aliados de otros. Quien lo haga será uno de ellos. Es cierto que Allah no guía a los injustos (5-53)
Creyentes. No toméis como amigos de confianza a quienes no sean de los vuestros, porque no cejarán en el empeño de corromperos; desean vuestro mal. La ira, asoma por sus bocas, pero lo que ocultan sus pechos es peor aún. Y si razonáis ya se os han aclarado los signos (3-118). Pero ¿cómo es que vosotros que creéis en todos los libros, los amáis, mientras ellos no os aman? Cuando se encuentran con vosotros dicen: - Creemos. Pero cuando están a solas se muerden los dedos de rabia contra vosotros. Di: ¡Morid de vuestra rabia! Realmente Allah conoce lo que hay en los pechos (3-119). Cuando os llega un bien, les duele, si os sobreviene un mal, se alegran por ello; pero si tenéis paciencia y sois temerosos, su intriga no os dañará en absoluto; es cierto que Allah rodea lo que hacen (3-120).
No olvidemos que los únicos contactos los cuales tuvo Rasul – sobre él la plegaria y la paz – con los cristianos, fueron: la carta enviada a Heraclio, emperador de Bizancio, invitándole a convertirse al Islam; el agradecimiento hacia el rey de Abisinia quien acogió a los refugiados musulmanes y quien más tarde se convirtió al Islam y la recepción de una delegación cristiana, los miembros de la cual traían regalos al Profeta, pues él era como un rey para ellos . En esta ocasión, el Profeta se quedó un tiempo discutiendo con los cristianos sobre la doctrina de la Unicidad de Allah. Pero los cristianos, lejos de aceptar la propuesta del Profeta a la conversión al Islam, le comenzaron a argumentar con la trinidad. Al no poder convencerlos, Muhammad esperó a tener una revelación la cual le indicara la respuesta a ofrecer a los cristianos. La revelación se produjo, ordenando al Profeta el presentarse con su familia, conminar a los cristianos a hacer otro tanto e imprecar la maldición de Allah sobre los embusteros. Muhammad se presentó ante ellos con su familia y los cristianos rechazaron el ofrecimiento. Muhammad rechazó los regalos y la delegación cristiana partió.
He aquí el hermoso ejemplo del Profeta: los trató con amabilidad, pero en materia de religión se mostró firme y categórico, guiado por la Revelación. Y tú: ¿te dejas guiar por la Revelación o por aquél quien bisbisea en los oídos de los genios y de los hombres y aparta a los seres humanos del camino de Allah para arruinarlos?

Ahora dinos: ¿dónde te encuentras tú en todo esto? ¿Eres de nosotros o eres de ellos, como dice el Libro de Allah? "Quien lo haga será uno de ellos". Lo que tú haces es exactamente lo contrario de aquello lo cual Allah ordena, y el Profeta – sobre él la plegaria y la paz – enseñó. No te encuentras pues en ningún caso amparado por el Qur’an ni por la Sunna de nuestro amado Profeta. Allah prohíbe hacer amistad con los cristianos y tú la haces. El profeta nos muestra su ejemplo y tú no solamente lo ignoras, sino que te dispones a hacer lo contrario. Comprendemos que tu comportamiento no tiene precedente, es decir: eres el primero quien ha tenido la “brillante” idea de acompañar a los cristianos a Compostela. ¡Sin duda, debes sentirte orgulloso! Y es cierto que el chaytan ha embellecido tu acción. Esto te convierte seguramente en un precursor de aquellos de los cuales evidencia este hadiz:
Sobre quien establece una buena costumbre en el Islam, su recompensa y la de los que la siguieron sin que disminuya nada el de ellos. Sobre quien establece una mala costumbre en el Islam, cae su peso y el de los que la siguieron sin que disminuya en nada el de ellos.  (Sahih Muslim)
Ahora dinos: ¿son tus espaldas capaces de cargar con tamaño desastre, anunciado en la segunda parte de este hadiz? ¿O acaso te encuentras en disposición de argumentar que este hecho entra en la bida'a hasana (buena innovación)? Has de saber a este respecto que los cuatro imames han distinguido ambas bida'as, diciendo: "La bida'a dalala (reprensible) es aquella la cual contradice el Libro de Alla o la Sunna del Enviado". Y este hecho te lo acabamos de demostrar.
Puede ser que el Libro de Allah no te satisfaga; otro tanto la Sunna del Enviado, y quieras dar otro color a un tan negro asunto. De hecho no es necesario carecer de vista para darse cuenta de un hecho tan evidente. Sin embargo, aunque buscaras excusas, las palabras arteras no tienen el poder de cambiar la verdad. Allah ve a través de ellas y los ángeles encargados de escribir las buenas y las malas acciones escriben lo que Allah ve.
Desde el punto de vista de la ni’a (intención) tu acto es injustificable. Antes bien, él entra en la categoría de esos actos sobre los cuales no se puede invocar una ni’a hasana, es decir, actos tales como: insultar, comer carne de cerdo o consumir bebidas alcohólicas, robar o cometer un asesinato con premeditación, por ponerte solamente algunos ejemplos.
Es pues nuestra intención, después de todas estas evidencias, el exigirte renunciar a un hecho semejante, en virtud de las siguientes palabras del Profeta – sobre él la plegaria y la paz -:
Cuando veáis un acto reprensible impedidlo por medio de la mano, sino podéis por la mano, hacedlo por medio de la palabra, y si no podéis hacerlo, detestadlo en vuestro corazón, y éste es el último estadio de la fe. (Sahih Muslim).
El problema principal en todo esto es que tú no has actuado en calidad de particular, sino como representante de un centro islámico, tomando con este acto una doble responsabilidad: la tuya propia y la de pretender “representar” al Islam. Este es el quid de la cuestión.
¿Qué ejemplo puede dar a la comunidad un representante quien no cumple con los mandatos del Qur’an, siendo como eres el primero en precipitarse en aquello lo cual el Libro de Allah prohíbe de una forma sin réplica?¿Es este el ejemplo que vas a mostrar a los niños de nuestra comunidad? !Pobres criaturas!
Es evidente que este acontecimiento, no solamente te descalifica como responsable islámico, sino que pone en compromiso tu manera de proceder como musulmán.
Este hecho abre la puerta a consecuencias tan graves como deleznables, las cuales pasamos a enumerar a continuación:
El acto concreto que se va a realizar va a ser conocido indudablemente; no solamente por los musulmanes sino por los enemigos del Islam, quienes con total seguridad se frotarán las manos de ver como un grupo islámico acompaña a los suyos a realizar uno de sus ritos más populares. No te preocupes en dar propaganda, pues ellos la darán por ti, llamando a los medios de información para recoger su “victoria sobre el Islam”. La consecuencia directa es que vas a poner el honor del Islam por los suelos, y lo peor de todo es que muchos jóvenes, quienes no conocen el Din suficientemente, van a ver en tu acto una justificación que selle y sirva de acicate a su extravío futuro en el camino de Allah.
Qué curioso, que tal y como te fue objetado hace pocos días, tu viaje sea exactamente en la dirección contraria a Makka. Nosotros vemos en ello un hecho mucho más que revelador, es decir, un signo divino. ¿Cómo crees tú que Allah nos envía sus signos? ¿Acaso vas a pedir un ángel para traértelos, tal y  como hizo el Quraysh?
No has parado en mientes en aliarte con lo “más granado” del cristianismo: la llamada Orden de Jesús, la que, junto al Opus Dei, constituye la célula del poder económico en el cristianismo con todas las posibles consecuencias las cuales pudieran derivarse de una tal amistad. No somos nosotros quienes te las vamos a enumerar, pues están claras como el cielo azul. Pero de esto, eres tú precisamente quien debe demostrar inocencia, pues los indicios son suficientes para alimentar ciertas presunciones.
De esta manera, con tu nefasto comportamiento, los cristianos pensarán que no es necesario convertirse al Islam, puesto que éste y el cristianismo son la misma cosa. Evidentemente, con este acto, los cristianos se apuntarán un tanto, pensando así que los musulmanes vemos con buenos ojos su asociacionismo (shirk). No hables de colaboración interreligiosa, sino de sumisión a tus dueños cristianos, quienes sin duda hacen y harán contigo cuanto deseen. ¿A cambio de qué? ¿Nos lo podrías decir? En realidad, con tu “brillante” actitud no das lugar a cualquier otra interpretación.
Has faltado a la memoria de todos aquellos musulmanes quienes, tanto en este país, como fuera de nuestras fronteras, han sido perseguidos por los cristianos a causa de su religión. Has olvidado el genocidio que padecieron los moriscos en nuestro país en los siglos XVI o XVII.
Pareces dar la impresión de desconocer que la persona enterrada en esa tumba ha sido llamada "Santiago Matamoros" por los cristianos durante siglos; siendo junto con Don Pelayo y el mito de Covadonga, los estandartes de las luchas de los trinitarios contra los musulmanes. !Que curioso que sabiendo esto, te pongas a "reirles las gracias" a aquellos quienes durante siglo se han reído de nosotros, ridicularizando a los musulmanes hasta la saciedad! Pero esto, !Oh maravilla! no parece importarte en nada.  
Has faltado a la memoria de los peregrinos quienes desarmados eran atacados por los cruzados.
Has faltado a la memoria de los primeros musulmanes quienes fueron atacados por las tropas bizantinas. Dinos una sola vez en la cual los representantes de los cristianos hayan ayudado a los musulmanes, sin ganar a cambio algo mayor que la ayuda la cual han ofrecido. ¡Nunca!, ya lo dice el Qur’an.
Pero, ¿es que a ti te importa el Qur'an y la Sunna del Profeta en algo?
Demuestra pues que el Libro de Allah no se refiere a tí en el versículo: "Quien lo haga será uno de ellos", renunciando a este acto, retractándote en público ante los musulmanes. De lo contrario nuestro testimonio pesará en tu contra el Día al que nadie escapará y en el cual todos los actos sean puestos en evidencia.
Como colofón a este comunicado, te informamos que este escrito partirá en copia a todas las asociaciones musulmanas de nuestro país. Así nuestro testimonio será hecho público y el Ultimo Día no tendremos nada que reprocharnos frente a Allah.
Confiamos que Allah quiera hacer que te arrepientas de tu rebeldía y que retomes el sirata-l-mustaquim del que tanto te has separado. En caso contrario, dejamos tu juicio en Sus Manos.
Salam




lunes, 21 de mayo de 2012

El hadiz de los 73 grupos y su complementario


Bismi-l-Lahi-r-Rahmani-r-Rahim 

Oh Allah: haz la plegaria sobre nuestro señor Muhammad tu siervo y enviado, el Profeta iletrado, y sobre su familia y compañeros, y concédele la paz perfecta. 

El chayj al-Alawi nos habla sabiamente del famoso hadiz de los 73 grupos, de los cuales uno solo irá al Paraíso, descubriéndonos otro hadiz, complementario a éste el cual aclara enormemente la cuestión. 

He aquí las palabras del chayj: 

¡No te ha bastado con eso! Has osado incluso a llegar a hacer de ellos unos de esos grupos cuyos miembros están destinados al fuego, refiriéndote a su palabra – sobre él la plegaria y la paz - : “Mi comunidad se dividirá en setenta y algún grupos. Todos ellos están destinados al infierno salvo uno: es el grupo de aquellos quienes habrán seguido esta vía que es la mía y la de mis Compañeros”. Tu declaración es evidente: según tú, los sufis forman uno de esos grupos; pero en estas diferencias que te oponen a los sufis, yo dejo sentenciar a Allah, a Su profeta y a los Justos de entre los creyentes. Pero ya que consideras a la escuela del sufismo como uno de estos grupos, te arriesgas a tener dificultades para completar el número de setenta y dos, a menos seguramente de englobar en ellos a ti y a tus semejantes (lo cual es completamente lógico) ya que les buscas entre las gentes de la Tradición y de la comunidad!



¿Por qué no citas el hadiz que ha relatado el Imam Gazali en su Fasl a-t-tafriqat? El Profeta – sobre él la plegaria y la paz – ha dicho: “Mi comunidad se dividirá an setenta y tres grupos. Ellos irán todos al Paraíso, excepto el grupo de los heréticos » Seguramente, tu mirada no se ha posado sobre este hadiz. Antes bien, ella se ha limitado a aquello lo cual le convenía para prometer el fuego al resto de los musulmanes y reservaros exclusivamente el Paraíso, a tus semejantes y a ti mismo. “Di: Si la morada última junto a Allah os ha sido reservada, a la exclusión de cualquier otro, ¡desead la muerte si sois sinceros! Pero no la desearán jamás a causa de las obras que han realizado, Allah conoce bien a los injustos[1].Imagino que debes preguntarte como conciliar estas dos palabras del Profeta. No encontrarás a nadie sino a un sufí para resolver esta dificultad y otras del mismo orden. Desdichadamente no podrás rebajarte a preguntárselo, pues la envidia ha cerrado sobre ti la puerta de la objetividad impidiéndote reconocer tus carencias. Sea lo que fuere, te diré lo que Allah ha revelado a este sufí (el mismo chayj al-Alawy) ; y a suponer que tu no tengas necesidad de ello, podrá siempre aprovechar a otros.



Estos dos hadices son fácilmente conciliables. Basta para ello considerar que el término “comunidad” designa el conjunto de aquellos a quienes el mensaje ha sido predicado en el primer hadiz, y el conjunto de aquellos quienes responden a esta llamada en el segundo. El sentido se esclarece en el momento en el cual se explota la forma completa del hadiz, que es la siguiente:



El Profeta – sobre él la plegaria y la paz – ha dicho: “Los judíos se han separado en 71 grupos y los cristianos en 72. En cuanto a mi comunidad, ella se separará en 73 grupos; todos están destinados al infierno, salvo uno: este es el grupo de aquellos quienes siguen esta vía que es la mía y la de mis Compañeros”. La sucesión mencionada pone en evidencia que existían setenta religiones antes de la venida de Musa (Moisés) - sobre él la paz -, constituyendo la suya la 71ª. Estos grupos están todos destinados al infierno, excepto aquellos quienes han seguido esta vía que era la suya – sobre él la paz – y la de sus Compañeros. El conjunto de los 71 grupos puede ser llamado su “comunidad”, ya que él era el Enviado de Allah para aquella época, y su predicación se dirigía pues a ellos. Después de la venida de Jesús (Isa) – sobre él la paz -, quien completa la cifra 72, todos los otros grupos otros que ellos quienes seguían su vía y la de sus discípulos están destinados al fuego. Ahmad – sobre él la plegaria y la paz – fue seguidamente enviado con la religión ahmadiana simple, la cual corresponde al 73º de los grupos mencionados; todos están destinados al infierno excepto uno: es el grupo de aquellos quienes siguen esta vía que es la suya y la de sus Compañeros. Y es más, el término “comunidad” designa el conjunto de gentes a quienes se dirige su predicación; él decía en efecto – sobre él la gracia y la paz - : “Yo soy el enviado de Allah para todo hombre viviente en mi época, y de quien nazca después de mí”. Después de él, la religión ahmadiana de ha dividido, según el segundo hadiz, en otros setenta y algunos grupos: ellos representan las diferentes escuelas y los pareceres divergentes, cuyos partidarios irán todos al Paraíso, excepto los heréticos.[2]



¡He aquí lo que exigen la bondad muhammadiana y la misericordia divina! Si ello no fuera así, la casi totalidad de la Umma estaría perdida, ya que solamente una parte sobre las otras setenta se salvaría. Aún más, a propósito, nada permite identificar esta parte, y la prueba está en que cada grupo pretende ser el dichoso elegido. En cuanto a mí, yo afirmo que Allah – glorificado sea – y conforme a la buen opinión que tienen de Su Persona aquellos quienes creen en él, en Su Profeta y en el Ultimo Día, cuando realizan un esfuerzo para aproximarse a Él; si tienen suerte, obtendrán dos recompensas (una por la sinceridad de la intención y otra la del buen resultado): en la hipótesis inversa, ellos obtendrán al menos una de ellas (por la sinceridad de la intención). Son recompensados pues, ocurra lo que ocurra, lo quieras tu o no, ya que las criaturas no están obligadas a ser infalibles; les es exigido simplemente el tratar de encontrarse en la verdad, y esto se explica por la largueza de la vía ahmadiana[3], a la cual alude este versículo: “No os ha sido impuesta ninguna dificultad en vuestra religión”[4]. Testimonia de ello igualmente un hadiz conocido, relatado por Tabarani, según el cual, el Profeta – sobre él la gracia y la paz – ha dicho: “300 caminos diferentes llevan a la Ley (Chari’a). Basta con seguir uno de ellos para salvarse”. Pero, aquello lo cual corrobora aún más esta idea, es el hadiz relatado por Suyuti en su Yami’a-s-Sagir, según el cual, el Profeta - sobre él la plegaria y la paz – ha dicho: “En toda comunidad, una parte de las gentes va al Paraíso mientras que la otra se encuentra en el fuego, salvo en el caso de mi comunidad, la cual, toda entera, irá al Paraíso”, y si Allah quiere ello será así.[5]







[1] Corán : 2-93, 94.
[2] Debemos decir que el Islam considera el judaísmo de Moisés y la doctrina de Jesús como Islam. El Corán mismo lo llama Islam. En diferentes pasajes, hablando de los Profetas anteriores a Muhammad, el Corán dice: “Ellos eran musulmanes”. Inclusive en las tradiciones islámicas se dan una cantidad de profetas tal (374 en algunas tradiciones) que la mayoría no están recogidos ni en el Corán, ni en la Tora. Ahora bien otra cosa es para la época posterior a Muhammad, después de los continuos retoques sufridos por la Biblia y los Evangelios, y este es un sujeto extenso el cual no es tratado en este libro.
[3] El Profeta tiene tres nombres principales: Muhammad (en el Mulk, o mundo sensible) ; Mahmud (en el Malakut, o mundo intermediario) y Ahmad (en el Yabarut, o mundo espiritual).
[4] Corán: 22-76.
[5] La venida física de Muhammad ha sido una misericordia sobre los mundos. Es el único Profeta que ha sido enviado, no solamente a toda la humanidad, sino a los genios (djins). Muhammad existía antes que Adam y es la primera cosa creada por Allah. De la luz muhammadiana fueron creados los cielos y la tierra, según un hadiz reconocido.

sábado, 12 de mayo de 2012

La naturaleza del tiempo (Dahr)

Bismi-l-Lahi-r-Rahmani-r-Rahim

Dice el Mensajero de Allah – sobre él la plegaria y la paz – en un hadiz recogido en el Sahih Muslim:

No maldigáis al tiempo (Dahr) pues el tiempo es Allah (a-d-Dahru huwa Allah)

Muchos se han preguntado sobre la naturaleza del tiempo. Sin embargo, la más certera respuesta se encuentra en este hadiz. Ni que decir tiene que su comprensión comporta un alto nivel de dificultad. Evidentemente nadie puede dar una respuesta satisfactoria a estas palabras sino aquél quien ha realizado su comprensión verdadera. No estamos hablando aquí de una comprensión lógico-racional, sino de la percepción  concreta del hecho representado por el hadiz.

Podemos hablar del tiempo, ya sea en él mismo, en cuanto a su naturaleza propia, ya sea en cuanto a los acontecimientos los cuales se desarrollan a su paso.

Si hablamos de la naturaleza del tiempo, una de las definiciones las cuales podríamos darle, es la siguiente:

“El hilo a través del cual se desarrollan los acontecimientos”.

Bien: esto podría parecer satisfactorio; no obstante, en cuanto alzamos la vista y volvemos a leer el hadiz, encontramos: “El tiempo es Allah”. ¿Cómo podemos imaginarnos dicha asimilación?: Intentemos dar algunos pasos en esa dirección.

Todos sabemos que es Allah Quien hace vivir y morir. Si prestamos atención, veremos que es en aquello lo cual llamamos “el paso del tiempo”, que se produce nuestro nacimiento, nuestra muerte y donde cobra vida nuestro destino. Así mismo en él se acumulan nuestras buenas y malas obras, nuestras esperanzas, temores, alegrías, sufrimientos, etc. ¿Podemos comprender esto racionalmente? ¿Verdad que no? Y no podemos precisamente porque el tipo de comprensión capaz de concretizar y comprender un hecho semejante, escapa de nuestras facultades mentales. Dicha comprensión se encuentra en el dominio de un conocimiento el cual pocos detentan. Recordemos la historia del Jadir y de sayyidina Musa – sobre ambos la paz -, relatada por el Qur’an, la cual nos deja entrever una ciencia que sobrepasa los más sanos entendimientos. Dicha ciencia, es llamada por aquellos quienes la conocen “ilm laduni”.

Si pues en el hilo del tiempo se produce todo aquello lo cual es esencial en nuestra vida, la reflexión de este hecho, nos puede hacer dar un paso en la buena dirección. Así mismo en el paso del tiempo vemos nacer y morir a nuestros seres queridos, así como a nuestros enemigos: nadie escapa al paso del tiempo, al igual que nadie escapa a Allah Altísimo. Otra reflexión en la buena dirección. Hay reflexiones las cuales no proceden de la mente, sino que vienen a través de un rayo de luz al corazón del Creyente, proporcionando a éste la visión (basira) de la cual habla este hadiz:

Haced atención a la mirada (basira) del verdadero creyente (mu’min), porque éste mira con la Luz de Allah

No creáis pues que todas las reflexiones procedan de nuestra mente. Nuestro problema consiste en no saber distinguir de aquello lo cual procede de nuestra mente o de nuestro espíritu, el cual tiene residencia en nuestro corazón. Sin embargo, el mu’min (verdadero creyente) sí es capaz de discernir, en virtud de una luz otorgada por Allah, a través de la cual distingue claramente la naturaleza de las cosas y de los hechos.

¡Cuántas veces hemos dado el tiempo inconscientemente las mismas cualidades que damos a Allah!, mediante expresiones tales como: “el paso implacable del tiempo”; “el tiempo me ha hecho envejecer”; “el tiempo nos ha unido”; “el tiempo lo cura todo”, etc. ¿No son estas cualidades otorgadas a Allah? Es Allah Quien es implacable; es Allah Quien hace envejecer; es Allah Quien une o separa; es Allah Quien todo lo cura. Otro paso pues en la buena dirección.

Vayamos ahora a considerar el presente. Seguramente si alguien dijera que el presente no existe sería tratado como un loco o un atrevido, y esto en el mejor de los casos. Sin embargo, si lo consideramos con la atención debida, el presente no es otra cosa que un concepto o una imagen. Nadie podría fijar el presente, pues si se le pidiera, por muy rápidamente que quisiera hacerlo, el presente se habría esfumado en el pasado, aunque fuere por décimas o centésimas de segundo. Pero, ¿a dónde nos lleva esta idea de presente?: en realidad nunca podremos localizarle sino en el pasado o en futuro. La idea de presente procede de presencia; es pues el presente la Presencia de Allah en nuestras vidas si somos lo suficientemente sagaces para comprenderlo.

Esto explica que el tiempo es inabordable. Nunca podremos poseerlo sino es en un sentido figurado, es decir, en el sentido en el cual podemos experimentar y poseer cosas en El.

Curiosamente ahora se nos viene al espíritu la tan famosa traída y llevada teoría de la relatividad. Dicha teoría no es sino la confesión inconfesada de la incompetencia en el dominio de comprender la naturaleza real de las cosas. Efectivamente, diciendo que todo es relativo, las puertas de la ignorancia quedan abiertas para todo aquél quien quiera abrirlas y entrar. Ahora bien, aparte de ver en dicha teoría una elegía a la ignorancia o un intento de engañar al ser humano, vemos, no obstante, otro aspecto más sutil: la confesión inconsciente de la existencia efímera de las cosas. Vamos a ver esto con más atención: en realidad nada existe sino es por Allah, nada se mantiene sino es en El, pues si hubiera un segundo, El no podría ser Uno. Es por ello que uno de Sus Nombres es a-z-Zahir (el Exterior).

El es así mismo: el Primero y el Último. He aquí una de las grandes llaves de la comprensión de  la naturaleza del tiempo. Está claro que por El no podría pasar el tiempo: ¿cómo pues podría ser el Primero y el Último?

Cerremos con esto nuestra exposición, respondiendo a esta última pregunta: Porque el Tiempo es El.

Y Allah sabe más

Salam

jueves, 10 de mayo de 2012

Dos jutbas inéditas del chayj Kishk

http://www.youtube.com/watch?v=HwKLBj7neMs&feature=related

Hay que reconocer que este Kishk era genial - que Allah le haga misericordia - .

El segundo vídeo va dedicado a los buenroyistas ecúmenicos quienes preparan la venida de su jefe al-Dayyal. Para que se den cuenta de lo que es un musulmán de la cabeza a los pies.

http://www.youtube.com/watch?v=ITFCsrvGsN0

Hermanos: relajaos sentaos y a disfrutar. Os lo mereceis.

Salam

lunes, 7 de mayo de 2012

Conclusiones a la entrada anterior

A-s-salamu 'alaykum:




Permitidme decir unas palabras como colofón a los comentarios de la entrada anterior.

Como habéis leído en algunos de los comentarios, el señor Abdelaziz Hammaoui, dirigente del centro en cuestión, había , según el hermano Muhammad Said, enviado un email privado de respuesta a la persona quien nos informó de este triste hecho en Facebook. No voy a decir el nombre de este hermano por respeto a él, aunque en nuestro fuero interno le felicitamos por la iniciativa de informarnos de estos acontecimientos. En toda evidencia, puesto que el email es privado no tenemos derecho a hacerlo público. Aunque, a decir verdad, estamos convencidos de que una respuesta tal no haya aclarado el asunto de ninguna de las maneras, pues solamente un peligro de muerte, justificado mediante amenazas podría justificar el acompañar a los asociacionistas a adorar a sus Hubal, Lat, Utza, Manat, etc.


Imaginaos, que siendo el cerdo haram alguien lo quisiera transformar en halal apoyándose en que ya ha enviado explicaciones privadas a uno de sus detractores. Patético ¿verdad?
Se hayan comenzado los comentarios con la “a” o con la “b”, nuestras posturas de rechazo absoluto han quedado patentes a los cuatro vientos.

No estamos personalmente de acuerdo con aplicar el principio de hablar con benevolencia; precisamente porque se trata de un ataque frontal al Islam y a los musulmanes y por supuesto por que al hecho en cuestión si se le hubiera aplicado la Chari’a en un país islámico, es decir, por poner un ejemplo concreto, si este hecho se hubiera dado en Siria, Jordania, Marruecos, Argelia, Túnez o cualquier otro país musulmán, hace tres siglos, el señor Abdelaziz Hammaoui en virtud de la aplicación del Had con el cual la Ley Islámica penaliza un hecho de esta envergadura, se encontraría muy seguramente, al menos en privación de libertad durante un buen tiempo.

Pero ahora, hay libertad, hay que aprovecharla. No se da cuenta usted, señor Hammaoui, que los ángeles escriben nuestros actos y que Allah los contempla y evalúa. Parece no tener usted mucho temor de Allah, siendo éste como es, parte de la fe. ¡No hablemos de pudor, porque de esto ya está usted mucho más lejos.

Es por ello que directamente hemos hablado en el contexto de la aplicación del hadiz siguiente:

Cuando veáis un hecho reprensible, reprimidlo por la fuerza, sino podéis por la fuerza hacedlo por la palabra, sino podéis por la palabra detestadlo en vuestro corazón y este es el último estadio de la fe.”

Y lo hemos hecho, déjeme decirle, pensando en el honor del Islam, puesto por los suelos por este acto que usted se ha decidido a realizar. Y no hemos sido duros, ya que nuestras palabras no han llegado siquiera a una centésima parte de la "altura" de este hecho vergonzoso.


Casi olvidaba referirme a la propuesta de un amigo. Alguien quien en su día os mostró la existencia de morabitos donde estaban enterrados salihin del Islam de la época de al-Andalus. Mira, se encuentran situados en la provincia de Valencia, y además en vuestro conocimiento están los enclaves.
¿No sería lógico que en lugar de ir a Compostela a acompañar a los asociacionistas a adorar a sus ídolos, fueras antes a honrar con una visita, tal y como lo indica el Profeta – sobre él la plegaria y la paz - , las tumbas de los Justos (salihin) y aprovecharos de la baraka inherente a sus tumbas?
Pero no: hace como Yaha quien siendo preguntado donde tenía la oreja, pasando el brazo izquierdo por encima de la cabeza, tomando su oreja derecha con su mano izquierda dijo: “Aquí está mi oreja”.
O como aquel quien yendo a un pastor y pidiéndole permiso para tomar una oveja de su rebaño, obteniéndolo, vuelve de noche al rebaño, y estando oscuro como estaba, toma el perro guardián sin darse cuenta. Por la mañana encuentra a un perro a su lado y maldice al pastor llamándole guardián de perros.
De esta guisa se portas usted con los musulmanes, quienes habiéndole dado su confianza para desempeñar un puesto de una pequeña responsabilidad,  les pagas llamándoles guardianes de perros y relatores de cómo decía el Quraysh a Rasul: “historias de los antiguos”.
Si responde a estas palabras, déjeme decirle que no responda usted diciendo que un servidor no ha escrito con dulzura, porqué le remitiré directamente al hadiz el cual acabo de exponer y a todas las ayats del Qur’an (pues hay más de una y de dos) que nos prohíben tanto la amistad con judíos y cristianos, como cualquier clase de apoyo al cumplimiento de sus ritos asociacionistas.

Búsquese usted pues otra excusa, si puede, que no podrá.

¿Acaso no sabe usted que el Din tiene sus guardianes entre los hombres, los genios y los ángeles? ¿Creía usted que iba a pasar de tapadillo y que ninguno de éstos se iba (o fuéramos, in sha'a Allah) a dar cuenta de sus actos?

¿Piensa usted que los musulmanes de la Umma son tontos y que no se han percatado de lo grosero de su iniciativa?

Su chaytan ha jugado con usted: le ha soplado al oído y su nafs le ha seguido cual dócil animal de compañía.

Ha ultrajado usted a todos aquellos quienes hace más de 30 años abrazamos el islam en este país de reconquistadores, siendo, como hemos sido durante mucho tiempo objeto del abuso de aquellos con quienes usted se alía.

El amigo de nuestros enemigos, ¿cómo puede ser un amigo nuestro?

Le invitamos pues a arrepentirse públicamente de este hecho, asegurándole que si ello lo hace de verdad públicamente y no por correo privado, quitaremos todos los posts que hemos puesto sobre el asunto. Aunque a la vista de este link y de los signos que se encuentran detrás de su fotografía, no nos esperamos su arrepentimiento.

http://vlcsocial.es/index.php/es/inicio/96-prima-pagina/544-abdelaziz-hammaoui-releva-a-amparo-sanchez-en-la-presidencia-del-centro-cultural-islamico-de-valencia

Si por el contrario, usted sigue con sus planes, le dejamos en manos de Allah y le pedimos a El que libre el Din de personas como usted, y que nos dé la victoria contra aquellos quienes buscan dañar a la Umma de Muhammad – sobre él la plegaria y la paz -.

Salam

domingo, 6 de mayo de 2012

El Centro Islámico del Niño Jesús de Valencia y Santiago matamoros


Bismi-l-Lahi-r-Rahmani-r-Rahim

Allahumma salli ‘ala sayyidina Muhammadin ‘abdika wa rasulika nabiyyi-l-‘umiyyi wa ‘ala alihi wa sahbihi wa sallim taslima

Subhana-l-Lah: pensábamos que tanto el Profesor Rahmanicus como un servidor habíamos localizado a los enemigos del Islam y comparsas de kufr, tanto a nivel nacional como internacional. Más ahora, nos ha salido un nuevo candidato, mezcla de haramista y progresista. Una simbiosis nueva, un nuevo virus mutante el cual se ha desarrollado, incubado y multiplicado por la resistencia a los medicamentos convencionales.

Pasemos a los hechos sin más dilaciones:

El Centro cultural Islámico de Valencia va a pasar a llamarse a partir de ahora “Centro cultural islámico del Niño Jesús de Valencia”. Este es el nombre por el cual será conocido en el seno de lo decente que quede de nuestra Umma. Este cambio de nombre, simbólico, y no, aunque ficticio, por ello menos real, se ha debido a un hecho aún más vergonzoso, a saber:

Una delegación de dicho centro se ha reunido con los jesuitas de Valencia para realizar, a partir del 30 de Junio, un viaje, nada más y nada menos que a Santiago de Compostela, siguiendo el camino de Santiago, a fin de, por parte de los así llamados musulmanes, servir de comparsas y mayorets a los cristianos quienes van allí (a la tumba de Prisciliano o Santiago poco importa) a tocarle la espalda al muñeco de madera, comerse a su dios (vía comunión) y otros ritos del mismo género, los cuales evocan los 360 ídolos que existían en la Ka’aba en los tiempos que precedieron la llegada del Profeta.

¿¡Todavía no dais crédito a vuestros oídos, verdad!? He aquí el link, donde se encuentra un email en el cual podéis dejar vuestros mensajes a fin de “felicitarles” por una tan “brillante” iniciativa.


¿Qué dirían todos aquellos mártires de Makka, quienes fueron los primeros en seguir el mensaje de Rasul – sobre él la plegaria y la paz -, y en virtud de ello fueron asesinados? ¿Qué diría Bilal al-Habashi – que Allah esté satisfecho de él – ante una traición semejante, venida de sus pretendidos correligionarios? ¿Y nuestros hermanos quienes debieron emigrar a Madina huyendo de los idólatras?

¿Qué diría Salahu-d-din al-Ayubi, quien hubo de combatir y echar de Jerusalén a esos asesinos quienes atacaban las caravanas de peregrinos desarmados?

¿Qué dirían nuestros abuelos moriscos quienes eran masacrados bajo el grito: “Santiago y cierra España” (Santiago matamoros)? ¿Y aquellos quienes debieron ir a latigazos a llevar en sus hombros las campanas a Compostela?

¿Y nosotros, por qué no, quienes hemos debido soportar las vejaciones de nuestros hostiles vecinos los cuales nos han privado de nuestros derechos en el trabajo por el mero hecho de ser musulmanes, dándoles los mejores puestos a sus correligionarios?

¿Qué diría nuestro hermano Malcolm X (Malik), quién dio su vida por luchar por los derechos de los musulmanes? ¡Vosotros, negros de la casa, vais con los enemigos de los musulmanes a acompañarlos para que adoren a sus ídolos!

¿Qué diría Ahmad Deedat quien estuvo demostrando durante media vida a los cristianos lo falso de su religión?

http://www.youtube.com/watch?v=YQSTFvWQIes&feature=related
¿Dónde está vuestra dignidad? En toda evidencia, debe estar en el mismo sitio el cual testimonió Abu Sufyan, cuando huyendo del Profeta se desvió de la ruta a fin de salvar la mercancía:

Mi honor se encuentra al lomo de mis camellos

Dijo Rasulu-l-Lah en un hadiz bien conocido:

En los últimos tiempos la religión de las gentes será la de amasar la mayor cantidad posible de dinero.

En otro hadiz sahih bien conocido, encontramos:

Seguiréis paso a paso las obras de vuestros predecesores (judíos y cristianos) de tal manera que si uno  de ellos entrara en la madriguera del lagarto, vosotros también lo haréis y si se acoplaran en la calle, vosotros haríais lo mismo.

En lo que respecta a los organizadores de tamaña bajeza, no podemos decir sino este hadiz explícito al efecto:

En los últimos tiempos habrá gentes quienes tendrán palabras como las de los ángeles y corazones como los de los lobos.

Comprendemos que en la comparsa de acompañamiento habrán recién convertidos quienes habrán sido mal asesorados con respecto al Islam. En ese caso, Allah juzga a cada uno según sus intenciones. En lo que respecta a los organizadores, ¡que Allah los confunda y que el diablo los lleve!

¿Qué podemos hacer nosotros con respecto a semejante traición y ante semejantes traidores? : Primeramente dejadme decir que si fuéramos una Umma unida como son los judíos, nos presentaríamos el día 30 de Junio a la salida para abroncarlos y decirlos lo que se les debe decir; si fueran ellos (los judíos) no tendrían ni que llegar a eso, pues tienen otros mecanismos más efectivos para dejar en nada iniciativas semejantes. La verdad es que los judíos nos dan mil vueltas. Los cielos y la tierra se ríen de nosotros y sienten vergüenza por nuestra pasividad. Pero, decidme vosotros: ¿qué clase de Umma es la nuestra que no somos capaces de reaccionar ante ataques al Islam como este y otros llevados a cabo por aquellos quienes justifican la homosexualidad, por ejemplo? ¿Dónde está nuestro honor, nuestro sentido de la responsabilidad, nuestro celo por el Din?

¿Cómo es posible que tanto ganapán utilice el sagrado nombre del Islam para llenarse los bolsillos?

Algunos dicen: “Todo depende de la opinión de cada uno”, cayendo así en la trampa de la educación cristiano-sionista que nos ha sido dada y como víctimas de los medios de información judío-masónicos, los cuales pretender preparar el mundo a recibir la “religión” del Dayyal – maldito sea -.

¿Pero en qué nos hemos convertido? Hermanos, permitidme deciros algo, estéis de acuerdo o no conmigo:

“Los musulmanes de ahora no estamos dormidos, no, estamos anestesiados”.

Espero vuestras iniciativas, las cuales serán tomadas como lluvia bendita de primavera.

Salam

jueves, 3 de mayo de 2012

Palabra certera para aquel quien critica al sufismo

A-s-salamu 'alaykum:

He aquí un estracto de la obra del chayj al-Alawi con la traducción ya revisada:


…Pero prosigamos y veamos este bello regalo que tu les haces (a los sufís): « Abu Nu’aym relata el siguiente dicho del Profeta - sobre él la plegaria y la paz - : “Los innovadores son los peores de los humanos y de los seres vivientes”[1]. Encontramos igualmente el hadiz siguiente: Los innovadores son los perros del fuego”. Como si temieras que los lectores no comprendieran el sujeto del cual se trata, puesto que no todos gozan de la misma capacidad de comprensión, lo afirmas cuanto más rotundamente puedes, ayudándote para ello de una citación del profesor Abu Bakr Turtushi : « El sufismo no es más que vana quimera, ignorancia y extravío » (y añades de tu parte): « El Islam no es otra cosa que el Libro de Allah y la Sunna de Su Profeta – sobre él la plegaria y la paz –».


¿Qué es aquello lo cual te ha conducido pues a ensañarte con los miembros de las cofradías y a afilar tus armas para herir en lo más vivo de su honor? ¡Por Allah, destruir la Ka’aba [2] hubiera sido mejor para ti que decir estas palabras! ¡Por Allah, si para ti el sufismo no es más que vana quimera, ignorancia y extravío, debes saber que tanto los sabios religiosos así como los sabios entre los musulmanes tienen de él un concepto bien diferente! Para ellos este término designa el aprendizaje gracias al cual se conduce al alma a realizar la servidumbre y a someterse a la autoridad de la Señoría divina; significa igualmente el liberarse de los restos reprensibles del carácter y adquirir nobles cualidades. Abu-l-Qasim al Yunayd – que Allah esté satisfecho de él -  ha dicho: « El sufismo, es que Allah te haga morir a ti mismo y vivir en El »-. ¡He aquí lo que ellos entienden por sufismo!


Pretendes que el sufismo no es más que vana quimera. Te responderé que el sufí se pide cuentas a sí mismo a cada respiración, poniendo así en práctica el consejo del Profeta – sobre él la plegaria y la paz - : “Pediros cuentas a vosotros mismos antes que os sean pedidas”[3]. ¿Te parece esto vano?


Declaras que el sufismo no es más que ignorancia. Te responderé que los sufís tienen siempre por costumbre adquirir ciencias las cuales son inaccesibles, aún mismo a la crema de los más grandes hombres, y, a fortiori, a gentes como tú. Sus libros están ahí como testimonio de ello. ¿Ignoras que algunos personajes de alta estatura, tales como el Imam Gazali y el Chayj Sanusi (el autor de los Aqa’id), consideran la práctica del sufismo como un deber que incumbe a cada individuo? Este último afirma que es necesario buscar sus representantes, aún sin obtener el permiso de los padres. Yunayd – que Allah esté satisfecho de él – ha dicho: « Si existiera bajo la bóveda celeste una ciencia más noble que aquella de la cual hablamos con nuestros compañeros, partiríamos inmediatamente a su encuentro ». El Chayj Saqallî escribe en su Nûr al-Qulub: « Quienquiera reconoce la verdad de esta ciencia forma parte de la élite; quienquiera la comprende forma parte de la élite de la élite; quienquiera la explica y la comunica es una estrella inaccesible y un océano indispensable. » Pero dime – ¡Allah sea testigo! –: ¿has comprendido algo de su ciencia sutil y de sus perlas misteriosas? ¡No, antes bien estás velado por una cortina de hierro, y es por ello que el sufismo te parece pura ignorancia!

En cuanto a tu afirmación según la cual él no sería sino extravío, “cierto que tu Señor sabe mejor quien se extravía de Su camino y quien tiene la guía”[4]. Personalmente, no desapruebo el hecho de que existan, entre las gentes de la comunidad y en todo tiempo, gentes quienes se oponen a ciertos sufís. Ello puede ser a causa de una debilidad (religiosa) de estas gentes, pero también, eventualmente, de una carencia en aquellos a quienes critican. En cuanto a oponerse por principio a la escuela del sufismo, es esto lo que establece una postura jamás adoptada por las gentes de la Sunna. Los únicos a haberlo hecho son algunos movimientos sin real importancia con respecto a la mayoría de la comunidad, y es a causa de ello por lo cual sus teorías no han tenido éxito alguno. ¿Qué has ido tú pues a ir a pescar en esas corrientes desaparecidas? ¿Por qué asistirlas y tratar de dar vida a opiniones ya olvidadas a fin de llevar a nuestros compatriotas a hacerse una mala opinión del Recuerdo y de sus gentes? Tengo la neta impresión que las reuniones que tú animas deben ser a imagen de tu prosa. Si ello es así, ¡que Allah preserve tus auditores de frecuentarte por otra cosa que no sea  la adquisición de ciencias útiles! Les aconsejo vivamente rechazar todo lo demás.


Afirmas que « el Islam no es otra cosa que el Libro de Allah y la Sunna de Su Profeta – sobre él la plegaria y la paz » - , pero ¿qué te hace pensar que los sufís dicen lo contrario? ¡No existe nada de ello en absoluto! Ellos dicen simplemente que existen en el Libro de Allah ciencias a las cuales no tienen acceso la generalidad de los creyentes. El sultán de los enamorados (Umar ibn al-Farîd) ha dicho:


Más allá de las palabras transmitidas,

Se encuentra una ciencia sutil,

Que escapa a la empresa

De las más sanas inteligencias.


Evidentemente, los descubrimientos de aquel quien se encuentra petrificado por el estudio exterior del Libro se encuentran inevitablemente limitados a aquello lo cual sus flacas adquisiciones y débil constitución le permiten alcanzar. El niega el resto, ignorando que su ciencia del Libro de Allah es comparable a una corteza de la cual no conoce el núcleo; más allá, existe “lo que ningún ojo ha visto, ni oído escuchado y lo que nunca ha imaginado el espíritu humano”. ¿Acaso un hombre así se imagina comprender el Libro de Allah tan profundamente como los Compañeros del Profeta – sobre él la plegaria y la paz -? ¡En absoluto! Es necesario que haga su propia introspección: si lo que habita su corazón es demasiado profundo para que el alma pueda explicarlo, entonces él dispone de una prueba evidente procedente de su Señor[5]; en la hipótesis inversa, la ciencia de la cual carece es más importante que aquella la cual posee. El Profeta – sobre él la plegaria y la paz – ha dicho: “La ciencia es como un secreto preservado; sólo los sabios por Allah la conocen; y cuando ellos la manifiestan, aquellos quienes se equivocan al respecto de Allah, les reprueban”[6]. El ha afirmado igualmente: “La ciencia del interior (ilmu-l-batin) es uno de los secretos de Allah y depende de Su decisión: El escoge libremente los corazones a quienes la confía”[7]. Y aún: “Existen dos ciencias; una de ellas reside en el corazón, y es esta la ciencia útil; la otra se limita a los discursos; este es el argumento que Allah opondrá al hombre”[8].


Las ciencias escondidas no son las ciencias conocidas habitualmente. Abu Hurayra – que Allah esté satisfecho de él - ha dicho: “He conservado dos depósitos de ciencia provenientes del Enviado de Allah – sobre él la plegaria y la paz -. Uno de ellos os lo he transmitido; en cuanto al otro, si lo hiciera, me cortaríais el cuello”[9].


Sha’rani relata en sus Yawâqît wa-l-yawâhir que el hijo de al-Abbas – que Allah esté satisfecho de él – ha dicho: “Si os hiciera parte de lo que se, concerniente a Su Palabra – exaltado sea- : “La Orden desciende entre ellos”[10], me lapidaríais o me trataríais de embustero”.




[1] Sharr al jalq wa-l-jalîqa
[2] Hadiz: “Quienquiera destruya el edificio de su Señor está maldito” Este “edificio” debe ser entendido ante todo como constituyendo el corazón del mu ‘min (verdadero creyente) en virtud de otro hadiz el cual dice: “El corazón del mu’ min es mejor que la Ka’aba”. Ello porque en la Ka’aba se manifiesta la Presencia de Allah (Sakina) y en el corazón del verdadero creyente, sobre todo en el de wali (íntimo de Allah), junto con la Sakina, se instalan las luces de los secretos de las revelaciones divinas.
[3] Kanz al-Ummal – 44203
[4] Qur’an (53-29).
[5] Qur’an (11-17)
[6] Suyuti y Daylami (Kanz al-Ummal – 28942)
[7] Suyuti y Daylami (Kanz al-Ummal – 29458). La ciencia del interior es aquella la cual releva de los conocimientos ocultos a la mayor parte de la humanidad. El mundo manifestado o ‘Alam Kadafa no es sino una faceta del mundo oculto o Alam Latafa, el cual le engloba y le da su razón de ser. En este ‘Alam Latafa es donde se manifiestan las realidades las cuales no pueden ser captadas por los sentidos. Es principalmente en las visiones en estado de sueño o en las contemplaciones de aquellos cuyo ego (nafs) ha muerto para extinguirse en su Señor, donde se pueden percibir sus realidades.
[8] Darimi, Abu Nu’aym, Ibn Abi Shayba y al-Hakim (Kanz 28945 y 28946).
[9] Transmitido por Abu Umar Ibn Abdu-l-Barr
[10] Qur’an (11-12)