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martes, 30 de agosto de 2011

Palabra certera para aquel quien critica al sufismo - 21 -

En cuanto a la ostentación se refiere, los sufís son más desconfiados y temerosos a este respecto que tú (ellos no experimentan deseo alguno de manifestarse), pero Allah – exaltado sea – les conduce a ello a fin de que puedan servir como modelos a los otros. Puede que no conozcas esta palabra del profeta – sobre él la plegaria y la paz – transmitida por Suyuti en su “Yami’a-s-saguir”: “Es mejor actuar en secreto que en público, excepto cuando se sirve de modelo para los otros”.

Después de haber criticado severamente el tasbih y afirmado que él se trata de una innovación prohibida, tú mismo nos aportas a favor una prueba de su legitimidad: “Se relata que entrando en la habitación de una de sus esposas, el Profeta – sobre él la gracia y la paz – observó una luz que salía de sus vestimentas, lo cual le llevó a preguntar: - De dónde procede esta luz?”

-Oh Enviado de Allah, respondió ella, ella proviene del subha que utilizo para glorificar a Allah: lo he puesto ahí.

Pudiera esta luz encontrarse en tus dedos! Concluyó entonces el Profeta”.

Podemos deducir de esto, no solamente que el uso del tasbih (subha) ha logrado apoyarse en un precedente legal, sino además que una luz le acompaña, lo que le concede aún más valor. Entonces porque criticar a aquel quien rodea su cuello son esta luz?

Sin embargo, añades: “Es necesario interpretar aquí la palabra subha como siendo la luz misma – es este el sentido que tiene en algunos hadices -, luz que se ha difuminado en las vestimentas, sustraída a las miradas. No se trata en ninguna manera del rosario fabricado a partir de granos y reunidos por un hilo, como lo imaginan algunos tontos!”. Pero, existe una actitud más tonta que la tuya? Estableces tú mismo la existencia de un precedente legal y críticas al mismo tiempo las aplicaciones que se derivan de él. Qué diferencia ves tú entre los granos de los cuales hablas y los huesos de dátiles (de los cuales afirmas más adelante que existe un precedente) o todo otro objeto puro? Se encuentra muy bien establecido sin embargo que algunos, entre los antiguos, utilizaban piedras para contar, en lugar de los huesos que acabamos de citar. Puede ser que desapruebes el hecho de que los granos se encuentren engarzados por un hilo? Entonces debes saber que ha sido relatado que Abu Hurayra – que Allah esté satisfecho de él – mismo, utilizaba, cada noche antes de dormir, una cuerda anudada con mil nudos para glorificar a Allah. Una cuerda tal no es ella semejante a lo que es un tasbih en la actualidad? Si Abu Hurayra tenía el hábito de hacer ciertas invocaciones cada noche, crees tú que hubiera renunciado a ellas durante sus desplazamientos? (es poco probable); piensas tú que el Pofeta – sobre él la plegaria y la paz -, viéndole con esta cuerda en la mano o alrededor del cuello, habría podido criticarle mientras él mismo (el Profeta) incitaba a invocar mediante este objeto? Yo no lo creo así – pero Allah sabe más. El sello que el Profeta llevaba en su dedo no era en su origen más que un medio para firmar, después se ha convertido en Sunna el hecho de llevar un anillo; porqué no podría ser lo mismo para el tasbih? Y porqué no llevarlo alrededor del cuello antes que en la mano? En mi opinión, te has puesto en mala posición con este asunto, simplemente porque esta práctica reposa sobre fuentes tradicionales. Según el autor de los Madarik, alguien encontró a Sahnun “llevando alrededor de su cuello un subha que le servía para glorificar a Allah, es decir, un objeto destinado a contar las invocaciones de glorificación.” Sin duda, conoces esta historia, por consenso, no ha sido establecido el hecho de que una sola información tradicional (jabar al wahid) basta para establecer la naturaleza deseable de una práctica? Excepto para los rafiditas, ello no exige para este fin el hecho de que sean disponibles múltiples informaciones procedentes de diferentes fuentes. Entonces porqué las rechazas tú? Puede ser que sea porque ellas no son “conformes a los deseos de tu alma”! (53-23)

Pero si no he logrado convencerte, a pesar de todas estas citas, entonces puede ser que las tradiciones que nos aporta Yalalu-d-din Suyuti puedan lograrlo, él, que escribió un libro titulado: “Los beneficios del tasbih”. He aquí lo que dice: “Daylami, en su Musnad al Firdaws, relata el hadiz “marfu” siguiente de Ali – que Allah ennoblezca su rostro - : “Qué excelente medio de Recuerdo es el tasbih”. En cuanto a Abu Hurayra, éste poseía una cuerda anudada con mil nudos que utilizaba para glorificar a Allah antes de dormir, al igual que Abu Darda.” El menciona asimismo a otros Compañeros sobre el mismo asunto. El Imam Sanusi, el autor de los Barahin, relata tradiciones parecidas en su Nusra-l-faqir…

Imagino que no concedes ningún crédito a los imames de los sufís en lo que concierne a este asunto; sea cual fuere, sabe que los sufís son conocidos por llevar públicamente el tasbih desde la época de Yunayd – que Allah esté satisfecho de él -. Otros elementos característicos del sufismo son igualmente comprobados desde esta época. El qadi Ahmad Ibn Jallikan relata en sus “Wafayat al-a’yan” que alguien, viendo a Yunayd con un tasbih en la mano, le preguntó la razón de ello. Este respondió: -“Es un camino gracias al cual he alcanzado a mi Señor; no lo abandonaré pues”-. Pienso que reconoces la alta estima religiosa de la que goza el Imam Sha’rani – que Allah esté satisfecho de él - . Sabe entonces que él relata en sus “Tabaqat al-sughra” que sidi Ahmad al- Ka’ka’i – un chayj quien era a los ojos de Sha’rani de aquellos de los cuales se busca la bendición – tenía un subha de mil granos, de los cuales le fueron robados siete. El vio entonces en sueños al Profeta – sobre él la plegaria y la paz - , y este último le dijo: “Oh Ahmad, fulano ha robado siete granos de tu tasbih; desde entonces el número de plegarias que haces por mí es incompleto.” El partió entonces al encuentro del ladrón quien le dijo: “El Profeta – sobre él la gracia y la paz – ha dicho la verdad”! El ladrón mostró entonces los granos que había disimulado en su ropa, y los puso él mismo en el tasbih añadiendo: “Nunca había visto un tasbih tan brillante; una luz emana casi de él gracias a todas estas invocaciones.”

Sin embargo, un mínimo de pruebas basta cuando se es objetivo. No te pido el ponerte un rosario en el cuello y aún menos el llevarlo en tus manos; no obstante, espero que las fuentes tradicionales que he citado te conducirán a defender tesis aceptables y a evitar juicios apresurados. Si no reaccionas entonces, “en verdad no podrás traspasar la tierra ni alcanzar la altura de las montañas” (17-37).

Continuas citando un hadiz del cual piensas que sostiene tu postura; de hecho me pregunto si éste lleva verdaderamente agua a tu molino, o si al contrario, por azar, debilita antes bien tu tesis. “Se relata que el Profeta – sobre él la gracia y la paz – vio una mujer quien había colocado junto a ella algunas pequeñas piedras, gracias a las cuales contaba sus invocaciones. Se dirigió a ella diciendo: - Hay algo mejor y más fácil. Di: “Gloria a Allah tantas veces como existen seres en los cielos!”, “Gloria a Allah tantas veces como existen seres en la tierra!”, “Gloria a Allah tantas veces como existen seres entre ambos!”, “Gloria a Allah tantas veces como El crea!”, después repite: “Allah es el más grande (Allahu ‘Akbar)!” y “Loado sea a Allah (Al Hamdu li-l-Lah)!”, añadiendo aún “tantas veces como…” (Abu Dawud y Tirmidi). Yo diría que este hadiz derriba lo que precedentemente has tratado de establecer. No tratabas de mostrar que es necesario contar con los dedos? Ahora bien, no viene este hadiz a dispensarnos de toda cuenta precisa? Citándolo, nos has facilitado la existencia, ahorrándonos el contar, ya sea con nuestros dedos u de cualquier otra manera – que Allah te bendiga! Tu tesis carece pues de consistencia, pues una vez llegado a este punto, inmediatamente  das la vuelta diciendo: “Se cuenta que el Profeta – sobre él la plegaria y la paz – glorificaba a Allah contando con la mano derecha el número de invocaciones. Si el hecho de contar las invocaciones con huesos o cualquier otra cosa del mismo género se apoya sobre un precedente legal, no es, no obstante, el mejor método, pues es mejor contar con los dedos.”

Yo diría que “esta vez vienes con la verdad” (2-70), la más rutilante, ya que tú mismo estableces que el hecho de contar a través de los huesos (de dátil) o de otra cosa similar se apoya en un precedente legal: esto no es pues criticable. En lo que a mí se refiere, estoy de acuerdo contigo en decir que es mejor contar con los dedos, salvo si se recitan letanías (wird) pues es difícil el realizarlo correctamente de esta manera, como la letanía practicada por Abu Hurayra – que Allah esté satisfecho de él -, y salvo igualmente si uno quiere actuar conformemente a la palabra del profeta – sobre él la plegaria y la paz -: “Quienquiera que dice 70000 veces: La ilaha illa-l-Lah (No hay divinidad sino Allah), Allah prohíbe que vaya al Infierno.” Suponiendo que este hadiz  sea auténtico, dime honestamente, poniendo a Allah por testigo: es posible contar hasta 70000 con los dedos? Si admites que esto es imposible, entonces no nos queda otra cosa que utilizar un tasbih para contar estas 70000 invocaciones las cuales te salvarán del fuego – si ello place a Allah. Tu última frase podría reflejar la opinión de cualquier otra persona de buena fe. Pero, en lugar de quedarte ahí, finalmente haces marcha atrás, anunciando así tus matices: “Invocar con un tasbih de granos engarzados (en un hilo) es una innovación prohibida, pues muchas circunstancias se oponen a esto. Se podría así llevarlo ostensiblemente sin invocar en absoluto; seguidamente, se trata de un objeto utilizado por los monjes cristianos, lo que explica que esté dividido en tres series de 33 granos y el que tenga forma de cruz; además, si los dos separadores fueran más largos, esto aparecería de una manera muy clara. Mi opinión es que un sabio bien guiado no debería autorizarlo, por las razones las cuales acabo de evocar. Los monjes no han cesado de servirse de él hasta nuestros días, y si algunos sufís lo han utilizado, es únicamente por mostrar su piedad y hacerse venerar de esta manera, siendo su fin ganarse a las gentes y tomar su dinero engañándoles arteramente”

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