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viernes, 10 de diciembre de 2010

Cuerpo, alma, espíritu y chayj

Bismi-l-Lahi-r-Rahmani-r-Rahim

Allahumma salli ‘ala sayyidina Muhammadin ‘abdika wa rasulika nabiyyi-l-‘umiyyi wa ‘ala ‘alihi wa sahbihi wa sallim taslima.

En muchísimas ocasiones, cuando se escribe sobre un tema de aquellos susceptibles de ser considerados como « eternos », se alude a los escritos de sabios antiguos.

En principio, ello no es mala cosa, pero sin embargo, es mucho más adecuado y apropiado el recurrir a los sabios de la actualidad. Dicho sabios sabrán como deben hablar a los hombres quienes vivimos en esta época.

Cuando sistemáticamente se recurre a las palabras de los sabios antiguos, dicha actitud delata un desentendimiento de la existencia los sabios de esta época, sea por la comodidad de no conocerlos y no hacer nada por ello, sea a causa de intereses personales o de grupo, en virtud de los cuales, se intenta evitar, que los musulmanes conozcan a las luminarias del Islam de esta época. De esta manera, algunos oportunistas encuentran el camino despejado, si tienen la oportunidad de contar con las adecuadas herramientas de difusión a su servicio.

Los intereses, en este caso, se verían comprometidos por la presencia de personas, cuyas palabras anularían la mediocridad de los argumentos de ciertos elementos, dichos argumentos se extinguirían como las tinieblas ante la luz. Así pues la pretensión de « vivir » o pretender « vivir » del Islam, considerando éste como una fuente de ingresos económicos, se encontraría en un entredicho flagrante frente a aquellos a quienes se intenta dar una "cierta imagen". Y con esta última frase, nos referimos tanto a los débiles, como a aquellos quienes muestran interés por aprender la religión. Y de esto hemos tan testigos como víctimas en alguna que otra ocasión.

Rasul – sobre él la gracia y la paz – nos dice :

« En los últimos tiempos la religión de las gentes será el amasar la mayor cantidad de dinero posible »

Tenemos la suerte de conocer a uno de dichos sabios, uno de los cuarenta con el corazón del jalil, como habla el hadiz en la Yami’a-s-sagir de Suyyuti (discípulo del Imam Malik).

Siempre he intentado ir más lejos en la comprensión del Islam, siempre he buscado franquear la barrera de todo aquello lo cual sea susceptible de ser analizado a través de la razón y de la lógica. Así pues, siempre he dirigido preguntas comprometidas a mi cha’yj. Al-hamdu li-l-Lah, a pesar de la dificultad de mis preguntas, en cada una de las ocasiones, he recibido la respuesta adecuada.

Hace algunos años estaba interesado en desgranar los elementos los cuales forman parte de la naturaleza humana. Así pues, escogí un día apropiado y lancé la pregunta. Dije : - « Puede usted decirme cual es la naturaleza del ser humano y cuáles los elementos que la componen ? » -.

A dicha pregunta me contestó : - El ser humano tiene un cuerpo (yism) el cual es de naturaleza neutra. Dicho cuerpo se limita a comunicarnos sus necesidades, las cuales deben ser asistidas con moderación. Más tarde tenemos el alma (nafs) y el espíritu (ruh)- .

Muy bien – dije : -Dígame la diferencia e interralacción entre el nafs y el Ruh - .

La respuesta fué totalmente inesperada por lo gráfica y clara. Tomó un vaso y lo llenó de agua. Me enseñó el vaso y me dijo : - Puedes beber este agua ?-. – Claro que sí-, le dije.Seguidamente tomó un producto líquido viscoso de cocina y lo vertió en el vaso, diciendo : - Y ahora, lo puedes beber ?-. – Por supuesto que no-, dije.

Pues bien- siguió diciendo, - el vaso es el cuerpo, el agua limpia es el Ruh y el producto es el nafs. Mira como está turbia el agua !. Ahora viene el Chaytan con su waswas- . Tomó mas producto y lo vertió en el vaso ya sucio, diciendo : - Ves como hace el nafs si escucha el waswas del jannas? -.

Yo le dije : - Y ahora, como podemos volver al agua en su estado original ?-. Me respondió : - Es a eso que has venido aquí, verdad ?-. – Verdad, le dije -. – Entonces concentra tus esfuerzos en limpiar el agua y no escuches el waswas- .

Evidentemente el limpiar dicha agua es todo un proceso de purificación, pues partimos de la turbiedad de nuestra visión, producto de la opacidad del nafs. Es por esta razón que muchos se equivocan al juzgar las cosas de la religión. Tomando como punto de partida la lógica y la razón, estando dichas facultades, veladas por la opacidad de nuestra nafs, no podemos llegar muy lejos y estaremos avocados a ensuciar aún más el agua en el vaso.

Debemos pues ir más lejos, debemos buscar la luz del Ruh, éste lanza destellos los cuales traspasan la opacidad de nuestra alma. Dichos destellos llegan codificados a nuestro entendimiento y ello puede producir enormes problemas cuando la persona quienes los recibe, no conoce su naturaleza. Su ego quiere interpretar, y lo hace mal.

Para interpretar el lenguaje del Ruh necesitamos un traductor (chayj), el cual, en virtud del camino recorrido en el conocimiento profundo del ser humano, detenta una visión clara sobre el estado de la persona velada, así como del lenguaje con el cual nos habla el Ruh, desde el Mundo de la Luz. Es este chayj, el jalifa ante el cual se prosternan los ángeles.

Una vez hemos aprendido el arte de traducir los mensajes de los rayos de luz, los cuales llegan hasta nosotros, un día, si tenemos suerte y ello se encuentra en nuestro destino, podremos nosotros mismos contemplar dicha Luz en toda su intensidad, y ese día habremos llegado al maqam el cual Allah nos ha destinado.

Les hemos hecho salir de las tinieblas a la Luz

Algunos eruditos, quienes pretenden hablar de sufismo, comenten un error enorme, cuando piensan que el sufi lucha para salir del mundo de la materia. No existe el mundo de la materia, pues somos nosotros quienes lo interpretamos como tal. La materia, la psiquis, el espíritu forman parte del mismo mundo de Luz. Es pues la imposibilidad de ver la Unidad la que nos transmite el espejismo de captar que existe un mundo material. Todo está en Allah, con Allah, por Allah. Es pues quien ha llegado al mundo de Luz de la Unidad aquel quien percibe todo en su naturaleza primordial y Real.

La charlatanería pues, es el hablar de aquello lo cual no se conoce con el fin de llenar una página de letras y cubrir el expediente. Muchos realizan esto valiéndose de su descendencia carnal de algún waly de antaño. Pero Rasul - sobre él la gracia y la paz - no tuvo un hijo varón, el cual heredara el jalifato de él. La Sunna hace pasar la wilaya generalmente, muy lejos de la relacción padre-hijo, abuelo-nieto. El caso de mi maetro es así, su padre fué un waly, pero murió temprano y le hubo de iniciar otro waly el cual no era de su familia carnal. La hikma de Allah hermanos.

El chayj Darqawy decía : « Aquél quien no tiene maestro tiene como maestro al Chaytan ». « Aquel quien muere sin conocer al hombre de su tiempo, muere de una manera detestada por el Enviado ».

Y ahora preguntémonos sobre nuestro caso: tenemos un chayj rabbani o chaytani? Sino tenemos un chayj rabbani, nos arriesgamos a estar entre las fauces del lapidado.

Y Allah sabe más

Salam

5 comentarios:

  1. Sencillamente maravilloso, mashallah!!!

    un ABRAZO Y SIGUER ASI ABDELKARIM!!!


    salam.

    Omar al Galliqi

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  2. salam
    que ALLAH NOS PROTEJA
    salam

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  3. A-s-salamu 'alaykum:

    Al-hamdu li-l-Lah, tenemos al lapidado corriendo detrás nuestro, y ello es una prueba indeleble de que nos encontramaos en el Camino de Allah.
    Coraje hermanos, la victoria está con los verídicos.

    Salam

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  4. Assalam

    Estoi alucinado de como esa gente de webnifaq te copian las portadas. Como entre ellos no hay nadie que sepa responder, te sacan un artículo de un filósofo del año de María Castaña. Luego dicen que hay que romper con lo viejo, dejar atrás lo antiguo.
    Lo importante es que van detrás tuyo.

    Salam

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  5. A-s-salamu 'alaykum:

    Me recuerda a las pataletas que cogíamos cuando éramos pequeños. Hay niños que como no les den la razón se los dicen a su tío el guardia. Estos son así. No creas que me los voi a quitar de detrás mío. Déjalos, eso es una muestra de que han perdido la frialdad. Yo a lo nuestro y ellos que hagan lo que quieran.

    Salam

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