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viernes, 3 de diciembre de 2010

Abderrahman, Al-Andalus y la palmera

Bismi-l-Lahi-r-Rahmani-r-Rahim

Allahumma salli ‘ala sayyidia Muhammadin ‘abdika wa rasulika nabiyyi-l-‘umiyyi wa ‘ala ‘alihi wa sahbihi wa sallim taslima.

Pobre Abderrahman. Su familia asesinada, perdido su hijo Sulayman en su desesperada huida de su amada tierra natal. Abderrahman era uno de los pocos jóvenes amantes de su tierra, su amada Siria.

Perseguido, acosado con saña, hubo de huir. Cinco años viviendo malamente y huyendo de los asesinos de su familia. Hubo de soportar, como delante de sus ojos, su hermano menor era pasado por la espada.

Por decreto divino pudo salvar su vida, refugiándose en el solo lugar donde su vida no corría apenas peligro, Al-Andalus.

Designado por el Decreto para unir a todas las facciones de musulmanes y gobernar en esta tierra, Abderrahman nunca pudo olvidar su tierra natal, su Siria. Era tal la añoranza y la fuerza del amor por su tierra, que hizo edificar un palacio a imagen de aquel donde se encontraba antes de iniciar su huida. Dicho palacio se llama A-r-Rusafa y fué construido en Córdoba. No contento con tener una réplica de su casa natal, echó de menos la falta de palmeras en al-Andalus, pues en Siria había muchas. Así pues, mandó traer una de Marruecos, y la plantó con sus propias manos. Y allí iba Abderrahman, a la sombra de la palmera, a recordar su Siria querida una y otra vez.

Dicha palmera fué la madre de todas las otras que se encuentran en la península. Así pues, cuando veais una palmera cerca de vosotros, esteis donde esteis, sabed que se encuentra allí producto del amor. De un amor legítimo, pues Rasul – sobre él la gracia y la paz – dijo :

« El amor de la tierra es una parte del Iman ».

Solamente en al-Andalus Abderrahman encontró una tierra similar a la suya. No tenía necesidad más que de un palacio y una palmera para recordar su Siria natal. Al-Andalus, su madre adoptiva, le escogió, le respetó, le crió y le cuidó, tal y como lo hubiera hecho su madre legítima, Siria.

Nacido en Madrid, pero de abuelos andaluces, en mi casa se hablaba todo el tiempo de Andalucía. Me crié con mi tío andaluz, quien una y otra vez me contaba todo aquello que le venía a su mente sobre su tierra. Mi familia era andaluza. Y yo, qué era ?

Un día me dí la respuesta. El primer viaje a Andalucía me hizo sentir como una profunda luz entraba en mi corazón. Un aroma surcaba el aire, una presencia en las noches de luna, y en los días bañados por el sol esplendoroso. Aquellos olivares, solos pero presentes, aquellas montañas las cuales, cual si de gigantes de luz se tratara, me hablaban y se instalaban a vivir dentro de mi ser. Era solamente la belleza de la tierra la que estaba captando ? No, era mucho más, era una presencia que no podía definir. Era una paz nunca experimentada. Y yo estaba allí, contemplando todo eso y haciéndolo, sin querer, formar parte de mi ser. Qué gran descubrimiento ! Qué era aquello que había cautivado mi corazón ?

Más tarde encontré la respuesta : era Al-Andalus quien me llamaba, quien me buscaba e intentaba decirme algo, lo cual, en los primeros momentos no estaba preparado para comprender.

Ahora sé que al-Andalus es una tierra escogida por Allah. Ahora sé porqué en ella vivieron los astros rutilantes de la sabiduría islámica más profunda : Ibn Arabi, Abu Madiam de Cantillana, Ibn Abbas de Ronda, Ibn al-Arif, Abu-l-Abbas al Mursi, y tantos y tantos etcéteras. Ellos habían dejado en aquella tierra una parte de la Presencia Divina que se encontraba en sus corazones.

Hadiz : « El corazón del mu’min es más que al Ka’aba ».

Entonces supe que era andaluz. Entonces supe que al-Andalus era mi tierra. Allah en sueños me hizo ver mi ascendencia andaluza. Pude ver a mi abuelo de hace 1300 años.

Y en aquel momento mi compromiso se hizo total.

Y aquí en el exilio, quién me va a traer una palmera de mi tierra ? Quién me puede hablar de ella y hacerme recordar su belleza ? Cada día que pasa es un día menos, un día menos para verte, un día menos para estar siempre contigo.

Al-Andalus es mi tierra. El Islam es mi religión y los musulmanes son mis hermanos. Como hijo de al-Andalus tengo una responsabilidad, como musulmán también. Y ambas confluyen. Mi sueño, mi aspiración íntima, mi objetivo es, con la ayuda de Allah y mis hermanos, hacer de al-Andalus una sola Umma. Una antorcha de luz que ilumine el corazón de nuestra tierra. Un ejemplo de unidad en una tierra bendita de Allah, para que así pueda ser estandarte para el resto de la humanidad.

Nadie, absolutamente nadie, me podrá hacer desistir de mi objetivo, por el cual lucharé hasta el día en que nuestro hermano sayyidina Asra’il venga a comunicarme que es el momento de partir.

Salam

6 comentarios:

  1. Assalam alaykum:

    Abdelkarim, para construir una sola Umma, no se lo qué piensas hacer de los que tienen el cazo puesto para recibir subvenciones.

    Ahmad de Málaga

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  2. A-s-salamu 'alaykum:

    Ahmad, dime una cosa. Tu crees en realidad que yo cuento con ellos? Esa gente pone el nombre Islam a los actos más aberrantes. Para mí es simple, esa gente no practica el Islam y para mí es como si no existieran. Así de simple. Ya lo verás, con la ayuda de Allah, haremos algo grande de la que ellos solamente serán espectadores distantes.
    Es que el profeta - sobre él la gracia y la paz - tenía asuntos con Abdu-l-Lah ben Ubay, el reyezuelo de Madina y jefe de los hipócritas?
    Verdad que no? Asi mismo nosotros no tenemos nada que ver con aquellos quienes utilizan el nombre Islam para preparar la venida de su señor al Dayyal.

    Salam

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  3. Assalam alaikum:

    Yo creo que tiene que haber hipócritas en esta época, al igual que los hubo en tiempos del profeta (saas), así se cumple la sunna. El tiempo de la victoria no ha llegado aún y es cuando llegue ese tiempo que los hipócritas de webnifaq huiran en desbandada.
    Como decías antes Abdulkarim, ellos son una comunidad virtual, pero yo añado, una real comunidad de hipócritas.
    Salam

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  4. A-s-salamu 'alaykum:

    Tan real que explotará como una pompa de jabón.

    Salam

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  5. Assalamu alaikum:

    Hasta allí donde te encuentras no te podemos enviar una palmera para que recuerdes a tu tierra. Debe ser duro para tí.

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  6. A-s-salamu 'alaykum:

    Mis palmeras sois vosotros, mis amigos y hermanos.

    Salam

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