Abdul Karim Mullor - Al-Andalus - Una sola Umma
El corazón de la ibada es la Mahabba li-l-Lah. Es pues la Mahabba li-l-Lah el único vehículo capaz de llevarnos hasta el noble fin de la unidad de los musulmanes en una doctrina común. Una sóla visión del Islam basada en los principios de nuestro Din y en el conocimiento de aquellos quienes como dice el Qur'an: "Ni los bienes ni el negocio les apartan del recuerdo de su Señor".
lunes, 27 de febrero de 2017
domingo, 23 de octubre de 2016
MEZQUITAGLOBAL - LA NUEVA WEB DEL ISLAM
MEZQUITAGLOBAL - LA NUEVA WEB DEL ISLAM
A-s-salamu 'alaykum
Como otras veces hemos comentado este blog era solamente un preludio de una web que un día esperábamos crear. Ese momento ha llegado y nos complacemos en anunciaros que la Web
http://mezquitaglobal.com/
se encuentra a vuestra disposición.
Os esperamos con vuestras preguntas y comentarios
Nuestro objetivo a medio plazo:
Ser una web de referencia en el islam hispanohlante con respecto a práctica, doctrina, filosofía y espiritualidad musulmana.
Ayudadnos a difundir por el bien de una Umma dividida por los intereses económicos y políticos de una minoría
A-s-salamu 'alaykum
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sábado, 24 de septiembre de 2016
LAS DOS CIENCIAS – LAS DOS CLASES DE SABER – LAS DOS CLASES DE SABIOS
Dijo Rasulu-l-Lâh – sobre él la plegaria y la paz -:
El saber, en tanto que ciencia organizada, es de dos clases; el que es
adquirido por el corazón es el más útil, mientras que aquel que se adquiere de
boca en boca es una prueba contra el hijo de Adam.
(De Ŷabir, recopilado por Al-Jatib)
COMENTARIO
Fijaos cuanto puede dar de sí el tafsir (análisis) de este solo hadiz. Pero
analizad primero el texto. ¿No dice en él “el saber en tanto que ciencia
organizada”? Sí, ¿verdad?
Concluimos de esto pues que existen dos ciencias “Organizadas” las cuales procuran
dos clases de saber diferentes. ¿Cuáles son?
El fiqh, o ‘ilm con todas las subdivisiones que conlleva: Tafsir chari’a
del Qur’an, Ciencia del hadiz, Derecho islámico, Historia, Geografía,
Gramática, Retórica, y otras ciencias secundarias. Lo máximo a lo cual puede
llegar un sabio de estas ciencias es a emitir fatwas sobre asuntos legales de
chari’a, así como en referencia a la aplicación de ésta, dependiendo de los
caracteres del tiempo, lugar y resto de circunstancias.
Pero dicho sabio puede utilizar estas ciencias tanto para el bien como para
el mal. Si esto no se comprende pongamos unos ejemplos que por lo primario
resultan asimismo muy evidentes. Dicho sabio puede matar, robar, mentir e
incluso volverse herético. Porque lo que ha aprendido de la ciencia es únicamente
la información de lo que debe ser hecho y evitado. Está pues en su persona el
poner en práctica lo aprendido o actuar en contra de ello; nada le impedirá ni
lo uno ni lo otros, si así él lo decide.
Esto queda demostrado en este hadiz:
“El sabio, la ciencia y la buena obra afluirán todos en el Paraíso. Pero si
el sabio no pone en práctica lo que sabe, la ciencia y la obra estarán en el
Paraíso, mientras que el sabio irá al Infierno”.
(Recopilado por A-d-Daylami)
¿Quiere decir esto que la ciencia estudiada es inservible? En absoluto; se
trata antes bien de una ciencia muy preciosa, sobre todo cuando se ponen en
práctica sus preceptos y se enseñan a los demás. Ella sirve ante todo a
preservar el contenido del Libro de Allâh y de la Sunna del profeta.
Existe pues otra ciencia, “Organizada” (como dice el profeta); es más,
organizada en tariqats, la cual proviene del mismo Profeta y llega hasta
nuestros días. Aquí, los detractores de la tariqats lo tienen muy mal para
defender sus tesis desde el momento que el profeta la citó como ciencia “organizada”.
A ver cómo pueden salir de ese embrollo donde ellos mismos se metieron negando
la evidencia, negando la Sunna.
Continuamos diciendo que en esta Ciencia existen varios niveles, pero
fundamentalmente los podemos dividir en dos:
El primero es el estudio teórico de esta Ciencia sobre sus objetivos, su
metodología, sus necesidades, sus prestaciones, el Fiqh e Ilm necesario para
cumplir la chari’a con creces y enseñarla a otros, etc.
Y aún esta ciencia, a este nivel, puede ser utilizada tanto para el bien
como para el mal.
Vemos numerosos ejemplos en falsos chuyuj (maestros), e incluso falsas
tariqats de nueva creación, donde los pretendidos maestros engañan a las
gentes, le sacan dinero y juegan con ellos y sus sentimientos. Aquellos que
utilizan este estadio de la Ciencia para el mal se vuelven verdaderos diablos
con forma humana; son peores que aquel sabio de las otras ciencias que hacen lo
contrario de lo que estudian. Estos falsos sabios se mueven en el área de las
emociones psíquicas y del nafs, y al final se terminan convirtiendo en locos y
vuelven locos a todos aquellos quienes les siguen. El mal que hace un artefacto
explosivo no es nada comparable al que puede causar un artefacto nuclear.
Esta Ciencia “Organizada” pues, tiene un segundo nivel. Este nivel es el de
la purificación, el de la Guerra santa mayor (Ŷihad al Akbar) contra las
pasiones, el ego y los vicios anclados en la persona. Quien termina
especializándose en esa ciencia termina purificado; su corazón es un nicho
donde se reflejan las luces del Misericordioso; su carácter se asemeja en
profundidad al del profeta –‘alayhi-s-salatu wa-s-salam – de tal manera que se
convierte en Muhammadi y en “gente de la casa del Profeta”. Sí, en “gente de la
casa”; porque nuestro Profeta dijo que en estos tiempos quienes cumplieran su
Sunna y le amara serían sus “ahbabi”, y los ahbabi son “gentes de la casa del
Profeta” de pleno derecho.
Estos son los purificados de los que habla el Qur’an
“…las aleyas de un Libro Oculto que no tocan sino los purificados” (Surat
al Waqui’a)
Son aquellos “dotados de intelecto” de los que habla el Libro en otras
ocasiones; son aquellos que comprenden, aquellos que saben, los dotados de
Ciencia.
Esta Ciencia les ha transformado, les ha purificado, les ha hecho
convertirse en verdaderos “siervos de Allâh”, pues no tienen voluntad; su
querer ha muerto para fundirse en uno con la Voluntad divina. Son ellos los
esclavos de los que habla este hadiz; son ellos los esclavos que se han
convertido en reyes; en reyes de la Umma, en verdaderos representantes (julafa’)
de Allâh en la tierra:
“La sabiduría acrecienta el honor del noble, y eleva al esclavo al rango de
los reyes”.
(De Anas, recopilado por Ibn Adi)
Que Allâh nos perdone, nos guíe, nos conduzca de las tinieblas a la luz y
nos otorgue el Firdaws.
domingo, 18 de septiembre de 2016
HADIZ DE LA GUIA Y EL CONOCIMIENTO
“La guía y el conocimiento con los que Allah me ha enviado son como la lluvia generosa y abundante que cae sobre una tierra de la cual una parte es fértil y absorbe el agua produciendo pasto y hierba abundante y otra es un terreno duro y retienen el agua. (En ambos casos) Allah beneficia con ella a la gente, que bebe, da de beber (a sus animales) y siembra. (Esa misma lluvia, Allah) la hace caer sobre otra tierra que no son sino terrenos lisos que ni retienen ni producen pastos.Esta es la semblanza del que accede a la comprensión y conocimiento del Din de Allah y le beneficia aquello con lo que Allah me envió de manera que sabe y enseña; y la semblanza del que se desentiende y no acepta la guía de Allah con la que he sido enviado”.
Sadaqa de Rasulu-l-Lah (sala-l-Lahu 'alayhi wa sallam)
COMENTARIO
El Nafs tiene su trono en la mente y en la pasión; cuanto más entronizada está en ambos más ignorante y pasional es la persona. Es así pues que ignorancia y pasión van de la mano, pues ambas proceden de la misma fuente, a saber: la nafs rebelde.
Si uno quiere darse cuenta de cuan atado se encuentra a ella y poseído por su fuerza de rebeldía debe probarse a sí mismo. ¿Cómo? Veamos uno de los vicios que tengamos más arraigado y hagamos lo posible para desembarazarnos de él. Si no podemos, o decimos que tal vez otro día o en otra ocasión; o que otros intentaron lo mismo y es muy difícil, entonces habremos testimoniado sobre nosotros mismos sin necesidad que algún otro lo haga en nuestro lugar. Habremos dado testimonio de que nos encontramos dominados por el nafs.
Y en este estado no podemos pedir a Allâh que nos ilumine, que nos dé sabiduría; no podremos echar nada en cara a nadie ya que nosotros mismos no estamos en disposición, ni de dar consejos ni de pedir explicaciones.
Es esta una tierra esteril; la cual, aunque bien pudiera recoger algo de agua por tener algunas virtudes, no puede dar fruto. Y es a esta clase de personas que Rasulu-l-Lâh - sobre él la plegaria y la paz - se ha referido cuando ha dicho:
"Que cuando uno de vosotros hable, que diga el bien o que se calle".
Aquellos quienes recogen el agua y dan frutos abundantes son los guías de la Umma; son reyes de la tierra aunque nadie los conozca. Dijo al chayj al Alawi a sus fuqara awliya:
"Vosotros soys los reyes de la tierra ya que os encontráis en la Presencia Divina". (Antum muluku-l-ard min hayzu qurbihi).
Es así que hay lugares de la tierra portegidos por estos awliyya; aunque nadie se aperciba de ello, su sola presencia puede proteger un país, una región, o un grupo de países.
Todo ello porque recibieron el agua pura y fresca de la guía, la cual penetró en la tierra esponjosa y fértil de su corazón y dio frutos abundantes.
Que Allâh nos perdone, nos guíe, nos dirija de las tinieblas a la luz y nos otorgue el Firdaws.
COMENTARIO
El Nafs tiene su trono en la mente y en la pasión; cuanto más entronizada está en ambos más ignorante y pasional es la persona. Es así pues que ignorancia y pasión van de la mano, pues ambas proceden de la misma fuente, a saber: la nafs rebelde.
Si uno quiere darse cuenta de cuan atado se encuentra a ella y poseído por su fuerza de rebeldía debe probarse a sí mismo. ¿Cómo? Veamos uno de los vicios que tengamos más arraigado y hagamos lo posible para desembarazarnos de él. Si no podemos, o decimos que tal vez otro día o en otra ocasión; o que otros intentaron lo mismo y es muy difícil, entonces habremos testimoniado sobre nosotros mismos sin necesidad que algún otro lo haga en nuestro lugar. Habremos dado testimonio de que nos encontramos dominados por el nafs.
Y en este estado no podemos pedir a Allâh que nos ilumine, que nos dé sabiduría; no podremos echar nada en cara a nadie ya que nosotros mismos no estamos en disposición, ni de dar consejos ni de pedir explicaciones.
Es esta una tierra esteril; la cual, aunque bien pudiera recoger algo de agua por tener algunas virtudes, no puede dar fruto. Y es a esta clase de personas que Rasulu-l-Lâh - sobre él la plegaria y la paz - se ha referido cuando ha dicho:
"Que cuando uno de vosotros hable, que diga el bien o que se calle".
Aquellos quienes recogen el agua y dan frutos abundantes son los guías de la Umma; son reyes de la tierra aunque nadie los conozca. Dijo al chayj al Alawi a sus fuqara awliya:
"Vosotros soys los reyes de la tierra ya que os encontráis en la Presencia Divina". (Antum muluku-l-ard min hayzu qurbihi).
Es así que hay lugares de la tierra portegidos por estos awliyya; aunque nadie se aperciba de ello, su sola presencia puede proteger un país, una región, o un grupo de países.
Todo ello porque recibieron el agua pura y fresca de la guía, la cual penetró en la tierra esponjosa y fértil de su corazón y dio frutos abundantes.
Que Allâh nos perdone, nos guíe, nos dirija de las tinieblas a la luz y nos otorgue el Firdaws.
SOBRE LA NATURALEZA DEL PROFETA – EL HADIZ DE JABIR – LA LUZ DE MUHAMMAD.
Prometimos completar lo que escribimos sobre la naturaleza del profeta – sobre él la plegaria y la paz – con el hadiz llamado “Hadiz de Jabir” el cual explica non detalle cómo fue su creación y cuál es su naturaleza. Este hadiz nos aclara extraordinariamente todo lo que dice el Qur’an de Muhammad y todo cuanto en los hadices se transmite de él.
Recordemos que lo que dice el Qur’an de nuestro profeta es grandioso:
“Te hemos creado de una naturaleza sublime” (Corán 68-4)
“Y no te hemos enviado sino como misericordia para todos los mundos” (21-106)
Es más, el mismo Libro de Allâh nos dice que tenemos en él un ejemplo a seguir, que debemos obedecer aquello que él nos ordene y privarnos de aquello que él nos prohíba.
Pero seamos lógicos y bien pensados con Allâh y digámonos:
¿Podría ser posible que Allâh nos dijera que nuestro profeta ha sido creado con una naturaleza sublime y no encontráramos en alguna parte la descripción de dicha naturaleza? ¿Podría Allâh olvidar algo tan esencial? A’udu bi-l-Lâh contra las sugestiones del chaytan.
Quienes niegan el hadiz de Ŷabir por intereses políticos se asemejan a aquellos quienes niegan la Sunna (los coranistas) que dicen que solamente hay que regirse por el Qur’an, cuando Allâh en el mismo libro nos ha ordenado obedecer al profeta. A su imagen los primeros niegan que Allâh nos haya hecho una descripción de la naturaleza del profeta apuntada en el Qur’an como “sublime” o “grandiosa”. ¡Que Allâh les purifique de todo demonio rebelde!
La cadena de transmisión de este hadiz es triple. Por un lado se transmitió desde Ŷabir hasta el maestro de chayj Nawawi (el autor del Riyad a-s-Salihin); y por otro lado ha sido transmitido por Abu Bakr y Ali, de eslabón en eslabón, por la silsila de maestros del tasawuf quienes desde el profeta, Abu Bakr y Ali han dado lugar a casi 50 generaciones de maestros hasta nuestros días.
He aquí el hadiz:
EL HADIZ DE ŶABIR
Ŷabir transmitió:
He interrogado al Enviado de Allâh – sobre él la plegaria y la paz – al respecto de la primera cosa que Allâh – Altísimo – creó; entonces él me respondió: “Es la luz de tu profeta Ŷabir, que Allâh ha creado en primer lugar, pues El ha creado en esta luz todo bien, y después de ella ha creado toda otra cosa”.
El mantuvo esta luz, delante suyo, en el estado de proximidad (maqam al qurb) durante 12000 años, y después hizo de ella cuatro partes (aqsam): creó el Trono de una de esas partes, de otra el Escabel del trono, de otra los Guardianes del Trono y los Guardianes del Escabel del Trono, la restante la mantuvo en estado de Amor (maqam al Hubb) durante 12000 años, después la dividió en cuatro partes:
Con una de ellas creó el Cálamo
La Tabla bien Guardada (Lawhu-l-Mahfud) de otra
El Paraíso de otra
Y El mantuvo la cuarta en estado de Temor durante 12000 años.
Después la dividió en cuatro partes:
De una creó los ángeles
El Sol de otra
La Luna y los astros de otra
Y El mantuvo la cuarta en estado de Esperanza (raŷa’) durante 12000 años. Después la dividió en cuatro partes:
Creó en intelecto (‘aql) de una de las partes
El conocimiento de otra
La mansedumbre de otra
Y El mantuvo la cuarta en estado de Pudor durante 12000 años.
Después la miró de suerte que la luz transpiró por efecto del pudor 124000 gotas de luz y Allâh creó de cada una de esas gotas un profeta o un enviado.
Después los espíritus de los profetas se pusieron a respirar y Allâh creó de sus soplos los santos, los bienaventurados, los mártires y los creyentes obedientes hasta el Día de la Resurrección.
El Trono pues y el Escabel han sido hechos de mi luz; el Sol, la Luna y los astros han sido hechos de mi luz; el conocimiento y la longanimidad han sido hechos de mi luz; el éxito ha sido hecho de mi luz; los espíritus de los profetas y de los enviados han sido hechos de mi luz, los mártires y los virtuosos han sido derivados de mi luz.
Seguidamente Allâh creó 12000 velos, después El estableció mi luz – que se encuentra en la cuarta parte de cada velo – durante 1000 años. Estos son los velos de la Abundancia (karamah), de la Felicidad, el Temor reverencial, la misericordia, la dulzura, el conocimiento, la longanimidad, la gravedad, la tranquilidad, la paciencia, la certeza, la sinceridad.
Esta luz adoró a Allâh en cada velo durante 1000 años y cuando ella salió de los velos Allâh la infiltró en la tierra, de tal manera que todo lo que se encuentra entre el Oriente y el Occidente obtiene de ella su claridad, tal y como de una antorcha en la noche oscura.
Seguidamente, Allâh – exaltado sea – creó Adam de la tierra e introdujo en él esta luz, en la frente. Seguidamente se transmitió a Set, y después fue transmitida de puro a puro, de virtuoso en virtuoso, hasta que Allâh – glorificado sea – la hizo pasar a los riñones de Abdu-l-Lâh Ibn Abdi-l-Muttalib, y de Abdu-l-Lâh a la matriz de mi madre Amina.
Seguidamente El me hizo aparecer en este bajo mundo e hizo de mí el señor de los enviados, el sello de los profetas y una misericordia para los mundos. He aquí la naturaleza de tu profeta Ŷabir.
domingo, 11 de septiembre de 2016
SOBRE LA NATURALEZA SUBLIME DEL PROFETA – SOBRE EL LA PLEGARIA Y LA PAZ - I
Prometimos, cuando las entradas sobre la Intercesión (Tawassul), tratar
de la naturaleza del Profeta Muhammad – sobe él la plegaria y la paz de
Allâh -. Y para tratar de este tema tan sumamente importante debemos
ofrecer una consideración especial al llamado “Hadiz de Jabir” sobre la
naturaleza luminosa del profeta. Es por este motivo que dejamos dicho
hadiz y sus comentarios para la siguiente entrada, in sha’a Allâh. Dice
el Qur’an:
“Te hemos creado de una naturaleza sublime” (Corán 68-4)
“Y no te hemos enviado sino como misericordia para todos los mundos” (21-106)
Es pues, por un lado la naturaleza de Muhammad (‘azima); lo cual podría muy bien ser traducido o comprendido como sublime, o como grandiosa, ya que el término ‘azama corresponde antes bien a “enormidad” o “inmensidad” que a otra cosa.
Y esta naturaleza inmensa resulta que se ha convertido en una Misericordia (rahma li-l-‘alamin) para todos los mundos: el humano, el angélico, el de los genios, las galaxias, los paraísos, el infierno, los minerales, vegetales, animales, el viento, el espacio, etc, etc, etc.
Es así que Muhammad, en su gran humildad, nunca exageró ni expresó su verdadera naturaleza delante de nadie, sino de una forma graciosa e indirecta, bella por lo elegante, diciendo que había que amarle más que a nuestras propias familias y propiedades. ¿Veis la inteligencia de nuestro profeta? El no dijo yo soy tal o cual, nos informó de su gran naturaleza de este modo, además que se comportó hacia el resto con una gran educación, un gran respeto y profunda consideración.
Porque amar a Muhammad es amar a Allâh; me explico: Muhammad es el vehículo que Allâh ha utilizado para hacernos llegar Su Mensaje a este mundo. Pero no se trata de un vehículo tomado al azar, o elegido entre unos y otros. Se trata de alguien cuya naturaleza es capaz de transmitir y conservar dicho Mensaje; de alguna forma podemos decir que es el mismo Mensaje que ha tomado la forma de hombre, la más noble de las criaturas de la creación. Amar a Muhammad es amar el Mensaje de Allâh y por lo tanto a Allâh Mismo.
¿Podemos decir que Muhammad murió? Pues no. Podemos decir que su cuerpo dejó de existir de forma continuada en este mundo; que su carne y su sangre dejaron de expresarse en el espacio y en el tiempo, pero no su vida. ¿O es que acaso la vida es la carne y la sangre? Sin embargo, ni tan siquiera dicha carne, huesos y sangre murieron completamente ya que él mismo dijo:
“Los profetas nos levantamos a rezar en nuestras tumbas en el momento en el cual escuchamos el Adam”.
Eminentes figuras de la chari’a y de la Haqiqa (realidad espiritual) han manifestado encontrarse físicamente con él en diversas ocasiones. Es el caso de muchos, pero vamos a referirnos solamente a tres:
Abdul Qader Jilani
Ŷalaluddin Suŷuti (gran muḥaddiz e Imam al Islam de los más reputados de todos los tiempos)
Ahmad Tijani.
Abdul Qadir Jilani lo manifiesta continuamente en muchas de sus obras.
Ahmad Tijani recibió el vinculamiento al Tasawuf de la propia mano del profeta.
Ŷalaluddin Suŷuti testimonia en sus escritos haber encontrado físicamente al profeta en unas setenta ocasiones.
¿Por qué está Muhammad vivo? La respuesta de esto nos la da el Qur’an. El ha sido enviado como una misericordia para los mundos; y esos mundos siguen viviendo hasta el Día del Juicio. Es por tanto normal que la Misericordia enviada por Allâh siga existiendo para poder seguir ejerciendo su función. ¿No viven los ángeles tanto y tanto tiempo? ¿Y porque no lo haría Muhammad puesto que ha sido enviado como misericordia para los mundos incluidos los mismos ángeles? Siendo como es su naturaleza sublime o inmensa.
¿No dice él mismo en un hadiz extraordinariamente conocido “quien me ve en sueños me ve realmente?
Quienes tienen o tenemos la experiencia de haber visto al profeta ‘alayhi-s-salatu wa-s-salam – en nuestros sueños, sabemos que el profeta a veces da consejos, sentencias, órdenes, explica situaciones, etc. ¿Acaso si el profeta da un consejo o una orden en sueños, no es él quien la da? ¿Acaso no hay que seguir ese consejo o esa orden?
Es así pues que Muhammad está vivo, de la manera en la cual Allâh así ha decidido y así la entiende. Nadie puede poner barreras a las decisiones de Allâh, Quien cuando ha decidido que una cosa sea “es” sin más.
Que Allâh nos perdone, nos guíe, nos conduzca de las tinieblas a la luz y nos otorgue el Firdaws
“Te hemos creado de una naturaleza sublime” (Corán 68-4)
“Y no te hemos enviado sino como misericordia para todos los mundos” (21-106)
Es pues, por un lado la naturaleza de Muhammad (‘azima); lo cual podría muy bien ser traducido o comprendido como sublime, o como grandiosa, ya que el término ‘azama corresponde antes bien a “enormidad” o “inmensidad” que a otra cosa.
Y esta naturaleza inmensa resulta que se ha convertido en una Misericordia (rahma li-l-‘alamin) para todos los mundos: el humano, el angélico, el de los genios, las galaxias, los paraísos, el infierno, los minerales, vegetales, animales, el viento, el espacio, etc, etc, etc.
Es así que Muhammad, en su gran humildad, nunca exageró ni expresó su verdadera naturaleza delante de nadie, sino de una forma graciosa e indirecta, bella por lo elegante, diciendo que había que amarle más que a nuestras propias familias y propiedades. ¿Veis la inteligencia de nuestro profeta? El no dijo yo soy tal o cual, nos informó de su gran naturaleza de este modo, además que se comportó hacia el resto con una gran educación, un gran respeto y profunda consideración.
Porque amar a Muhammad es amar a Allâh; me explico: Muhammad es el vehículo que Allâh ha utilizado para hacernos llegar Su Mensaje a este mundo. Pero no se trata de un vehículo tomado al azar, o elegido entre unos y otros. Se trata de alguien cuya naturaleza es capaz de transmitir y conservar dicho Mensaje; de alguna forma podemos decir que es el mismo Mensaje que ha tomado la forma de hombre, la más noble de las criaturas de la creación. Amar a Muhammad es amar el Mensaje de Allâh y por lo tanto a Allâh Mismo.
¿Podemos decir que Muhammad murió? Pues no. Podemos decir que su cuerpo dejó de existir de forma continuada en este mundo; que su carne y su sangre dejaron de expresarse en el espacio y en el tiempo, pero no su vida. ¿O es que acaso la vida es la carne y la sangre? Sin embargo, ni tan siquiera dicha carne, huesos y sangre murieron completamente ya que él mismo dijo:
“Los profetas nos levantamos a rezar en nuestras tumbas en el momento en el cual escuchamos el Adam”.
Eminentes figuras de la chari’a y de la Haqiqa (realidad espiritual) han manifestado encontrarse físicamente con él en diversas ocasiones. Es el caso de muchos, pero vamos a referirnos solamente a tres:
Abdul Qader Jilani
Ŷalaluddin Suŷuti (gran muḥaddiz e Imam al Islam de los más reputados de todos los tiempos)
Ahmad Tijani.
Abdul Qadir Jilani lo manifiesta continuamente en muchas de sus obras.
Ahmad Tijani recibió el vinculamiento al Tasawuf de la propia mano del profeta.
Ŷalaluddin Suŷuti testimonia en sus escritos haber encontrado físicamente al profeta en unas setenta ocasiones.
¿Por qué está Muhammad vivo? La respuesta de esto nos la da el Qur’an. El ha sido enviado como una misericordia para los mundos; y esos mundos siguen viviendo hasta el Día del Juicio. Es por tanto normal que la Misericordia enviada por Allâh siga existiendo para poder seguir ejerciendo su función. ¿No viven los ángeles tanto y tanto tiempo? ¿Y porque no lo haría Muhammad puesto que ha sido enviado como misericordia para los mundos incluidos los mismos ángeles? Siendo como es su naturaleza sublime o inmensa.
¿No dice él mismo en un hadiz extraordinariamente conocido “quien me ve en sueños me ve realmente?
Quienes tienen o tenemos la experiencia de haber visto al profeta ‘alayhi-s-salatu wa-s-salam – en nuestros sueños, sabemos que el profeta a veces da consejos, sentencias, órdenes, explica situaciones, etc. ¿Acaso si el profeta da un consejo o una orden en sueños, no es él quien la da? ¿Acaso no hay que seguir ese consejo o esa orden?
Es así pues que Muhammad está vivo, de la manera en la cual Allâh así ha decidido y así la entiende. Nadie puede poner barreras a las decisiones de Allâh, Quien cuando ha decidido que una cosa sea “es” sin más.
Que Allâh nos perdone, nos guíe, nos conduzca de las tinieblas a la luz y nos otorgue el Firdaws
martes, 6 de septiembre de 2016
LA INTERCESION DE LOS PROFETAS Y AWLIYYA POR LOS VIVOS DEMOSTRADA – EL BENEFICIO DE LA SIYARA O VISITA PIADOSA A SUS TUMBAS
Bismi-l-Lâhi-r-Raḥmâni-r-Raḥîm
Y la plegaria y la paz sean sobre el Enviado, corona y sello de los Profetas, nuestro señor Muḥammad, Abul Qasem, Ta Ha, Ya Sin, el Elegido, el Amado de Allâh.
Ahora que estoy comenzando a escribir esta entrada soy consciente de que va a ser larga, así que os pido tengáis paciencia y la leáis con atención, porque mediante estas palabras quiero resolver las reticencias que experimentan algunos con respecto a la intercesión de los virtuosos y profetas fallecidos a favor de los vivos. Por extensión, asimismo vamos a decir unas palabras sobre la siyara o visita piadosa a las tumbas de los ‘awliya y de los Profetas, explicando los importantes beneficios que dicha visita reserva.
ESTADO DESPUES DE LA MUERTE DE PROFETAS Y AWLIYYA
Pero primeramente, para hacer las cosas con un orden y una lógica debemos explicar y tratar de comprender cuál es el estado después de la muerte de ‘awliyya y profetas. Y en referencia a esto disponemos de un hadiz el cual dice:
“Los profetas en sus tumbas se levantan para rezar cuando escuchan el ‘Adan” (llamada a la plegaria).
Ahora bien, otro hadiz bien conocido nos dice lo siguiente:
“La tierra no puede corromper el cuerpo de los Profetas”
¿Podemos olvidar el salat de los profetas con sayyidina Muhammad el día en el cual fue llevado por Buraq a Jerusalem, para desde la roca ascender a los cielos? Esa plegaria hecha por los Enviados, de los cuales Muhammad hizo de Imam, nos demuestra claramente que sus cuerpos rezaron en este mundo, no en el otro, tal y como si estuvieran en vida. La pregunta que se nos antoja entonces es la siguiente: ¿Sus cuerpos pueden manifestarse siempre en este mundo tal y como lo hicieron aquél día? Esta pregunta no puede ser respondida por las gentes de la Chari’a, sino por aquellos a quienes les ha sido revelado un conocimiento de orden superior.
Pero ¿qué ocurre con los ‘awliyya? ¿Están vivos o muertos? La respuesta le encontramos fácilmente en un ayat del Qur’an y en un hadiz:
“Y no deis por muertos a aquellos que han sido matados en el camino de Allâh; están vivos y reciben provisión de su Señor” (3-169)
En este versículo se habla de los mártires; pero ¿quiénes son los mártires? Pues son aquellos quienes murieron en combate, por una plaga, por un accidente, fuera de su país, y aquellos quienes hicieron la Guerra Santa Mayor contra su propia nafs. Estas definiciones de mártir vienen dadas en numerosos hadices.
Ahora bien, este otro hadiz nos aclara de manera abrumadora el estatus de los ‘awliyya después de la muerte:
“A la derecha del Misericordioso – en realidad Sus dos Manos son diestras -, se encuentran hombres quienes no son ni profetas ni mártires, y cuya claridad de rostro deslumbra a todo quien les mira. Los profetas y los mártires les envidian a causa de su plaza y de su proximidad a Allâh – exaltado sea. Alguien le preguntó: - ¿Quiénes son ellos? - El Profeta respondió: “Es una asamblea de personas pertenecientes a clanes diferentes, quienes se reúnen en vista del Recuerdo de Allâh, escogiendo decir las mejores palabras, así como un goloso no selecciona sino los mejores dátiles”.
Al Hakim – Kanz al Ummal 24655
Así pues aquí tenemos a otros creyentes cuyo estatus en la otra vida es superior a la de los mártires, y a su vez son envidiados por éstos y por los profetas. ¿Podrían estar los mártires vivos, y ellos que gozan de un estatus superior, estar muertos? ¡Imposible!; pues son ellos cuyas almas fueron matadas en la Guerra Santa Mayor contra sus pasiones.
Resumiendo pues, aquí tenemos las pruebas de que tanto profetas, como mártires, como los awliyya se encuentran vivos después de la muerte, cada uno en su modalidad y en su estatus.
INTERCESION POR LOS VIVOS DE PROFETAS Y AWLIYYA
La siguiente pregunta que se nos presenta es: ¿Son ellos capaces de interceder junto a Allâh por los vivos?
La respuesta es simple: Un vivo puede interceder por los vivos, y ellos están vivos junto a su Señor.
Encontramos la prueba en la intercesión de sayyidina Musa – sobre él la paz – sobre el número de plegarias que los musulmanes debemos ofrecer a Allâh. Si él no hubiera intercedido por nosotros el número de plegarias que deberíamos ofrecer a diario sería de 50.
¡Ciego está quien niegue la intercesión de Musa! ¡Tan claro y diáfano es su Tawassul que negarlo sería delito!
Por otra parte encontramos otro hadiz que nos dice:
“Enterrad a vuestros muertos junto a los hombres piadosos (salihin)”
Vemos pues como estos piadosos son una baraka y una bendición para los enterrados junto a ellos.
¿Hemos olvidado que Abu Bakr Siddiq y Umar Ibn al Jattab fueron enterrados junto al profeta? – Sobre él la plegaria y la paz - ¿Quién podría negar la evidencia?
En un hadiz recopilado por Ibn Maŷah encontramos lo que sigue:
“En el día de la Resurrección los Profetas serán los primeros intercesores, después vendrán los sabios e inmediatamente los mártires.”
He aquí un hadiz que reconoce el poder de intercesión otorgado por Allâh, no solamente a los profetas, sino a los sabios y los mártires.
Por otro lado numerosos hadices nos invitan a visitar los cementerios, entre otras cosas para recordar la vida futura; pero asimismo para saludar a los muertos que conocimos en vida y pedir por ellos. Tal es el caso de un hadiz que encontramos recogido en la obra Ruh de Ibn al Qayyim, cuyo significado es de que por un lado es imposible que cuando visitamos a alguien que conocimos en vida esa persona no nos responda al saludo. Otros hadices nos dicen que el jueves a la hora del Asr y después del Asr es el momento en el cual las almas de los difuntos se encuentran más cerca de sus tumbas.
Si, como dice la Sunna, los fallecidos responden al saludo de los vivos; ¿quién podría atreverse a negar que en el caso de los awliyya y profetas, su relación con Allâh después de su muerte sea mucho más fluida que aquella que mantienen con los vivos a quienes responden el saludo?
¿Y si su relación con Allâh es más estrecha que con los vivos, pues se encuentran a Su Lado; qué podría impedirles el interceder por aquél a quienes ellos devuelven el saludo, si este último se lo pidiera?
Quien esto niegue se asemeja a aquellos de quienes habla este ayat:
"Dicen los judíos: “La Mano de Allâh está cerrada ¡Que se cierren las suyas y sean malditos por lo que dicen! (Corán 5-66)
Efectivamente, quien niega la capacidad de profetas y awliyya, e incluso mártires de poder interceder junto a Allâh por los musulmanes, se asemeja a los judíos quienes pretendían que las Manos de Allâh estaban encadenadas para conceder Sus favores. A ellos les interesa que Allâh se encuentre sobre una gran silla (a la que llaman Trono) y no se mueva de allí ni haga nada sin pedirles permiso a ellos, quienes por otra parte se asimilan a los judíos en sus pretensiones.
El Tawassul no es hacer cosas sin el permiso divino, ni pedir a nadie en logar de Allâh, sino aprovechar del estatus elegido que tiene esa persona junto a Allâh para solicitar de ellos que pidan a Allâh por uno, quien, por lo demás, pide a Allâh por su cuenta.
LA VISITA A LA TUMBA DE LOS AWLIYYA (SIYARA) - SUS GRANDES BENEFICIOS
¿No equivale una plegaria en la Ka’aba y en la mezquita del profeta a 1000 de las que hacemos diariamente? ¿No equivale una plegaria en el Quds a 500?
Efectivamente, hay lugares donde la Baraka divina se derrama con especial intensidad, tales como la Ka’aba, la mezquita del profeta, la mezquita de Al Aqsa y las tumbas de los ‘awliyya. Pues, mientras en Makka se encuentran las benditas piedras que conforman la Ka’aba en las tumbas de los awliyya se encuentran espíritus y cuerpos luminosos, tales que Allâh ha dicho de ellos en hadices qudsi:
“El corazón del Mu’min es mejor que la Ka’aba”. “Ni los cielos ni la tierra son capaces de contenerme, pero el corazón del mu’min si es capaz de contenerme”.
Es así pues que las tumbas de los awiliyya y de los profetas son lugares sagrados (muqaddasa) en los cuales se manifiestan la Sakina y la Baraka de Allâh.
El viaje (siyara) a algunas de estas tumbas presenta grandes ventajas y bendiciones, de las cuales un servidor ha sido testigo y beneficiario en numerosas ocasiones. Cuando una persona se encuentra apretada en sus asuntos y va a visitar a un wali en su tumba y pide a Allâh en ese lugar, Allâh concede lo pedido en virtud del amor y la preferencia que El – alabado sea - guarda por ese wali.
El adab (comportamiento) en estas visitas debe ser el siguiente:
Entramos en el recinto en estado de ablución, saludamos al wali y pedimos las bendiciones divinas por él.
Seguidamente recitamos una Fatiha y alguna otra surat del Qur’an del orden de la Yasin, Waqui’a o Mulk.
Seguidamente hacemos una du’a; en ella podemos pedir de diferentes maneras; he aquí pues las dos posibilidades válidas:
1 / ¡Sidi Fulano (nombre del wali)! Dile al Profeta – sobre él la plegaria y la paz – que le pida a Allâh por tal o cual cosa (objeto de la demanda). O podemos solicitarle que pida a Allâh directamente por nosotros.
2 / ¡Oh Allâh! He venido a visitar a Tu amado, al que tantas bendiciones concediste; concédeme oh Señor tal y cual cosa pues lo necesito y Tú lo sabes bien.
Yo utilizo esta segunda pues viene más con mi mentalidad y mi manera de sentir; sin embargo, la primera modalidad es válida para quien quiera utilizarla.
Vuelvo a repetirlo, por experiencia propia esas visitas desatan los nudos, resuelven los problemas y dan apertura a los necesitados, pudiendo además ser causa de la curación o mejora de enfermedades físicas o psicológicas.
En ellas he podido experimentar cosas maravillosas que escapan a las leyes de la física y de la mente, sin venir al caso en este momento explicar cómo y cuáles son.
Algunos malvados apuntan a que hay gente que se acerca a la tumba de los ‘awliyya para pedirles a ellos en lugar de Allâh. Quienes estos dicen necesitan sea un psiquiatra, un exorcista o un gran arrepentimiento; pues ni tan siquiera sugerir que pudiera haber musulmán alguno que pidiera a otro que Allâh es la peor de las calumnias, cosa que solamente puede ser hecha por alguien quien alberga el Diablo en su corazón. Acusar a alguien de shirk es el peor insulto que se pueda cometer contra nadie y puede ser respondido por Allâh con un gran castigo y humillación.
Cierto que algunos exageran, sacrifican animales y hacen otras salvajadas en las tumbas; pero eso tiene una simple solución, a saber:
Se coloca en la entrada de las tumbas un manual de instrucciones de cómo debe uno comportarse en un lugar semejante.
En cuanto a la construcción de mausoleos, grandes o pequeños para guardar las tumbas de profetas o ‘awliyya, debemos decir que al tratarse de muqaddasa (lugares sagrados) se intenta preservar el lugar de la rapiña de los animales y de los malos hábitos de los humanos, mantenerlas adecentadas y facilitar en ella la reunion y el confort de las personas que vengan a visitar el lugar en grupo; así como de mostrar un respeto por la persona que se alberga en la tumba y sobre la Baraka que Allâh derrama sobre el lugar.
¿No es acaso el velo de la Ka’aba de seda bordada en oro? ¿No es acaso el metal de la Ka’aba oro? ¿No se ha protegido Safa’, Marwa y el maqam Ibrâhim?
¿Entonces, si cómo acabamos de demostrar esos lugares albergan corazones en los cuales Allâh se manifiesta, qué mal habría en construir en las tumbas de awliyya y profetas para facilitar las visitas y que los musulmanes se beneficien de ellas?
Seguiremos en la siguiente entrada con el Tawassul de Rasul y los otros beneficios e interacciones que les han sido concedidos por Allâh en todos los mundos.
Que Allâh nos perdone, nos guíe, nos conduzca de las tinieblas a la luz y nos otorgue el Firdaws.
La imagen representa la tumba de sayyidina Ibrâhîm (Abraham) - sobre él la paz de Allâh.
LA INTERCESION IV - LA INTERCESION DE LOS MUERTOS POR LOS MUERTOS
En cuanto a la intercesión de unos fallecidos por otros se refiere, estamos hablando quizás de la mejor documentada por la Sunna.
En un hadiz recopilado por Ibn Maŷah encontramos lo que sigue:
En el día de la Resurrección los Profetas serán los primeros intercesores, después vendrán los sabios e inmediatamente los mártires.
Así pues, queda establecido que en el mundo de los fallecidos hay gentes quienes detentan la capacidad y el permiso divino de interceder por otros. En este hadiz se habla del Día del juicio, pero en principio nada impide que dicha intercesión pueda extenderse a otros ámbitos y momentos.
Escribir todos los hadices que hablan de la intercesión en el Día del Juicio no nos dejaría espacio para explicar nada más. Ahora bien, si podemos decir que existe un hadiz el cual nos enseña que hay personas justas (salihin) quienes tendrán capacidad para poder interceder por 50 personas o más condenadas al fuego, y que sean salvados en virtud de dicha intercesión. (Muslim)
La más remarcable de todas es la intercesión del Profeta – sobre él la plegaria y la paz - ; pero ya hemos dicho que dedicaremos al profeta un capítulo aparte, por lo extenso y lo rico de su intercesión y capacidad de ayudar a los creyentes.
Otro hadiz de los más recordados nos comenta como es posible asimismo la intercesión de gente más simple que los salihin, los profetas, etc.
Se cuenta como una persona fue introducida en el Paraíso y extrañado dijo a su Señor: “¿Cómo es posible que yo no vea aquí a ese amigo que tuve en vida?” – le fue comunicado que su amigo estaba en el Infierno. Y él dirigiéndose a su Señor le dijo: “¿Podrías traer aquí a mi amigo para que habite conmigo en el Paraíso”? – Allâh atendió su súplica, hizo salir a su amigo del Infierno y lo trajo con él.
La obra de Abu-l-Hamid Gazali titulada “La vida después de la muerte” da cuenta de numerosos hadices relativos a esta intercesión en la otra vida. En realidad, los casos de Tawassul en el Yawma-l-Qiyama son numerosísimos como las gotas del mar.
Al contrario, se cuenta como ese día, los vecinos se agarrarán a la espalda de aquellos vecinos que les hicieron mal, acusándoles ante Allâh de todos los desmanes sufridos por ellos. ¡Mal fin espera a aquel quien haga mal a sus vecinos!
Ese Día, cuya duración será de 1000 años, se verá toda gama de intercesión, de quejas, de acusaciones, de loanzas, de juicios, de perdones y de regalos maravillosos, así como de justicia divina hecha sobre aquellos quienes en vida ensuciaron el mundo con mentiras, robos y crímenes.
¡Ay de aquellos quienes inventaron una mentira diciendo esto viene de Allâh!
¡Ay de aquellos que cambiaron las palabras de Allâh mezclándolas con las suyas!
En ese día no tendrán auditorio, ni cameramans en torno suyo, ni paquetes de dinero esperándoles por servir al tirano y ensuciar el mundo con mentiras.
¡Si en esta vida no tuvieron temor de Allâh, en la otra se echarán a temblar!
Que Allâh nos perdone, nos guíe, nos dirija de las tinieblas a la luz y nos otorgue el Firdaws.
SOBRE EL TAWASSUL – LA INTERCESION – LOS VIVOS POR LOS VIVOS - II.
El Tawassul del vivo por el vivo es el más evidente, ya que vistas las pruebas que nos proporcionan, tanto el Corán, como la Sunna como la misma experiencia, es innegable su validez y son asimismo evidentes sus resultados.
…Ayudaos unos a otros en la virtud y el temor (Taqwa), no en la desobediencia ni en la trasgresión…(5 – 3)
Hemos dicho que este ayat se refiere a todo tipo de ayuda entre los musulmanes, ya sea física, psicológica, moral o espiritual, y en el ámbito de esta última podemos encuadrar el Tawassul (la intercesión) o el pedir el beneficio divino para otro que nosotros mismos.
Sabemos por diversos hadices que la du’a (súplica) del viajero y del enfermo es aceptada por Allâh (mustayaba); asimismo se nos anima a suplicar durante la lluvia.
Abu Hurayra – que Allâh esté satisfecho de él – transmitió que el Profeta – sobre él la oración y la paz – ha dicho:
“Hay tres invocaciones que son escuchadas, sin ningún género de duda: la invocación de la víctima de una injusticia, la invocación del viajero y la imprecación de los padres contra los hijos”. (Bujari, Abû Dawud y Tirmidhî).
En otros hadices de la misma especie es mencionada, como hemos dicho, la invocación durante la lluvia, la del enfermo y la del salih o santo.
Abu Hurayra – que Allâh esté satisfecho de él – transmitió que el Profeta – sobre él la oración y la paz – ha dicho:
Hay tres clases de hombres cuyas invocaciones que nunca son rehusadas: aquel quien menciona mucho a Allâh, la víctima de una injusticia y el imam justo” (Al Bayhaqi – Shiab al Imam)
Es sabiendo esto, que muchos han convertido en una costumbre el pedir a un enfermo, o a alguien quien salga de viaje o a una persona piadosa el que pidan a Allâh por nosotros. Esto es una forma de Tawassul, sin duda alguna, así como una forma de ayuda en el Din apoyándose en la causa de Allâh.
Otras formas de Tawassul vienen incluso legisladas, tal y como la plegaria por la lluvia, la cual en muchas ocasiones, es presidida por alguien de conocida virtud, quien en cabeza del pueblo pide a Allâh por toda la Umma, aquejada como se encuentra de la privación del agua.
Se transmitió que sayyidina Musa (Moisés) transitaba con su pueblo por la antesala de la tierra prometida. No disponían de agua y se encontraban en grande dificultades para alimentarse, beber y guardar la higiene. Musa pidió la lluvia, pero Allâh no se la concedió; hasta que al fin Dios le dijo a Musa: “Va a tal lugar y pregunta por un siervo Mío muy querido llamado Barraha”.
Al llegar a aquel lugar, Musa preguntó por Barraha, y se quedó atónito al encontrarse con un hombre sencillo e incluso algo sucio, que comía insectos y hierbas. Musa le dijo lo que Allâh le había aconsejado y Barraha le respondió:
“Hay, hay, hay; he aquí a ti, todo un Profeta de Allâh que no ha sido capaz de que sus súplicas sean escuchadas que viene a un hombre como yo, un desarrapado, un Don Nadie, para que yo pida a su Señor”. Todo esto dicho con cierta ironía.
Mira Musa como se pide a Allâh:
¡Oye mi Dios! ¿Cómo es posible que no hayas dado la lluvia a ese pueblo con un Profeta de Allâh a su cabeza, y tenga que ser yo quien te la pida? ¡Anda, dales la lluvia ya y ya está!
Y gracias a esta súplica el pueblo de Musa tuvo la lluvia…
LA INTERCESION III - LA INTERCESION DE LOS VIVOS POR LOS MUERTOS
Hemos explicado la intercesión de los vivos sobre los vivos. Hoy vamos a tratar sobre la intercesión de los vivos hacia los muertos y demostraremos como la súplicas de los primeros pueden beneficiar a estos últimos, habida cuenta que en la otra vida la recompensa y el estatus de los fallecidos puede mejorar y agrandarse.
Pongamos como ejemplo la del hijo que suplica por los padres. Esto se encuentra documentado en un hadiz según el cual el fallecido ha terminado todo trabajo en esta vida excepto una sadaqa ŷari’a (por ejemplo un pozo o un camino en beneficio de la comunidad), una ciencia provechosa que él haya puesto en marcha y un hijo que suplique por él.
El Profeta –la plegaria y la paz de Allâh sobre él- dijo:
“Cuando la persona muere, sus acciones se detienen excepto en tres situaciones:
-Una limosna continuada útil para la comunidad (sadaqa ŷari’a); una ciencia que haya dejado para la posteridad y un hijo que reza por él (Sahih Muslim)
Esta es una demostración simple de la intercesión de los vivos por los muertos. Ahora bien, otros hadices que por razones de espacio no vamos a enumerar, y que son de sobra conocidos, nos conminan a pedir por los fallecidos porque Allâh les aumente sus recompensas, les perdone y les mejore su estatus. Estos caso los podemos encontrar decenas de veces en la obra de Ibn al Qayyim titulada Ruh (Espíritu) donde este maestro del Tasawuf (en los últimos años de su vida) explica en todo detalle las interacciones del mundo de los vivos y el de los fallecidos. En esta obra se relata como algunos fallecidos se presentan en visiones a los vivos que conocieron en este mundo para informarles sobre su situación en el más allá, o pedirles que recen por ellos, o simplemente para ser vistos.
Una de las mejores ayudas que puede hacer una persona en vida por los fallecidos es la sadaqa, es decir, el dar de comer a los necesitados con la mente puesta en beneficiar a un familiar fallecido o a un amigo. Muchos hemos ejecutado esto y hemos visto en nuestras visiones el alivio que algunos de quienes nos precedieron experimentaron en la otra vida.
Es sabido, por otro hadiz, como aquel quien muera dejando una deuda no podrá entrar en el Paraíso hasta que alguien de su familia o amistades pague esa deuda en su lugar.
Recopiló el Imâm Ahmad Ibn Hanbal, transmitido por Sa’ad Ibn Atwal –que Allâh esté satisfecho de ellos - que dijo: «Falleció mi hermano y dejo trescientos dinares, así como un niño pequeño, quise gastar en él, pero me dijo el Mensajero de Allâh –que la paz y las bendiciones de Allâh sean con él- "Ciertamente tu hermano está prisionero por su deuda, ve y pagala" Dijo: "Fui y salde su deuda, después dije:” ¡Mensajero de Alá! He saldado su deuda por él, y no queda sino una mujer que me pide dos dinares, y ella no tiene ninguna prueba" Dijo: "Dáselos, pues eso es caridad"».
Ni que decir tiene la validez de nuestras súplicas por el profeta, su familia y compañeros, y sobre los otros profetas, las cuales recitamos a diario en nuestras salats.
Todo esto sirve para saber que el mundo de los vivos y de los fallecidos no se encuentran desconectados el uno con el otro. Existen interacciones entre ambos, como lo acabamos de demostrar, habiendo desaparecido solamente todo aquello que de alguna manera guarda relación con lo material y lo psicológico.
Es por ese motivo que nunca jamás hay que escuchar a aquellos, quienes presa de la ignorancia, la envidia o el interés económico, quieren establecer una barrera insalvable entre dos realidades, que aunque distintas, tienen varios puntos de encuentro.
La siguiente entrada tratará sobre la intercesión de los muertos por los muertos; después la de los fallecidos por los vivos, y por último terminaremos por la del profeta – sobre él la plegaria y la paz -, lo cual no se restringe a una intercesión sino a mucho más.
Que Allâh nos perdone, nos guíe, nos conduzca de las tinieblas a la luz y nos otorgue el Firdaws.
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